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Por Manuel Rivera

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El proyecto de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) impulsado por el presidente venezolano Hugo Chávez, consiste en “hacerle frente al imperialismo y al monroísmo”, "si bien nace como propuesta alternativa al ALCA, es una propuesta de unidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños, la idea del Libertador Simón Bolívar". Y de solidaridad y complementariedad entre países hermanos, que se construye con la voluntad de sus pueblos”. (La Prensa 11/8/08).

ALBA de países pobres

Esta iniciativa del Presidente Chávez, ha contado con la participación de Bolivia, Cuba, República Dominicana y Nicaragua. Según el presidente Hugo Chávez con la incorporación de Honduras al ALBA se crearía “un escudo anti-hambre para proteger a los más débiles de la hambruna que recorre el mundo y amenaza con la miseria a cientos de millones de personas más en los próximos años”. (La Prensa 01/08/08)

En lo que concierne a Honduras, ¿a quién favorece realmente la incorporación al ALBA? En la casi totalidad de países que impulsan el Proyecto denominado ALBA, con la excepción de Cuba, sus presidentes responden a los intereses de sectores nacionalistas de la burguesía. Pero el nacionalismo no cambia el carácter ni la naturaleza burguesa de esos Estados. En ninguno de estos países se ha visto un desarrollo y crecimiento real de la economía. Con la excepción de Venezuela, que tiene un flujo de miles de millones de dólares, los países que forman parte del ALBA (Bolivia y Nicaragua) son extremadamente pobres y necesitados de recursos financieros.

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Las medidas que han implementado Venezuela y Bolivia, como son las nacionalizaciones de recursos vitales como el petróleo e hidrocarburos, solo son un paliativo que introduce elementos de capitalismo de Estado y sirve como medida de propaganda a favor del “socialismo del siglo XXI”. En cualquier país la nacionalización de sectores de la economía, por sí misma, no conducen a la revolución y el socialismo.

El gobierno de Mel Zelaya y sectores de la burguesía hondureña viven la alucinación de creer que la incorporación al ALBA traerá aparejada grandes oportunidades, jugosos negocios y recursos líquidos. Con la excepción de Venezuela que tiene recursos financieros, los restantes países tenemos los mismos problemas económicos y poca capacidad de inversión. Por consiguiente, la burguesía Hondureña sufrirá una gran decepción si cree que al suscribir el ALBA vendrán grandes inversiones.

Antecedente con la firma PETROCARIBE

Los beneficios de Honduras en el convenio con Petrocaribe, no se han traducido en beneficio para el pueblo. La energía eléctrica sigue en aumento y en los combustibles se han producido rebajas en las ultimas semanas, pero estas no han sido lo suficiente en comparación con la reducción de los precios del petróleo a nivel internacional.

Cesar Ham, diputado del Partido Unificación Democrática (UD), argumenta a favor del ingreso de Honduras al ALBA, “un ejemplo de ello fue la realización de la primera cumbre de ministros de agricultura de Petrocaribe en donde se han establecido más de 500 millones de dólares que serán invertidos en los 17 países miembros de Petrocaribe para mejorar y fortalecer el sector productivo del país” (La Tribuna 01/08/08) Si repartiéramos esos 500 millones de manera equitativa entre 17 países, Honduras recibiría penas 30 millones de dólares.

Al diputado Ham se le olvido decir que en el caso de Honduras el sector productivo agrícola está en manos de los terratenientes, ya que la mayoría de nuestros campesinos no tienen tierra para producir. También lo anormal de este convenio con Petrocaribe es que en la reciente visita de funcionarios del FMI, estos avalaron dicho acuerdo, solo se limitaron a expresar lo siguiente: “consideramos que la creación de un Fideicomiso en el Banco Central de Honduras para manejar los ingresos provenientes de Petrocaribe, serviría para garantizar su uso transparente. Nos pronunciamos a favor de que Honduras invierta en infraestructura los fondos que este país centroamericano percibirá de Petrocaribe durante este año y 2009” (La Prensa 18/08/08). Con estas aseveraciones del FMI se comprueba que el ALBA no refleja ninguna amenaza para la burguesía y los organismos financieros internacionales y que todos los países que integran el ALBA, con la excepción de Cuba, cumplen a cabalidad lo que diga el FMI.

Mientras se mantenga el CAFTA, no hay problema

En relación al ingreso de Honduras al ALBA, Andrea Rodríguez, consejera política de la embajada de los Estados Unidos en Honduras, expresó que Honduras “es libre de firmar cualquier tratado internacional. Estados Unidos tiene un acuerdo de libre comercio con Honduras que seguirá vigente mientras no entre en conflicto con el compromiso del ALBA”. (Tiempo 20/8/08).

Con esta declaración queda claro que el único condicionamiento que ha impuesto los Estados Unidos es la vigencia del CAFTA, de la misma manera que lo ha hecho el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua. También queda claro el papel que está jugando en la actualidad Venezuela, al favorecer y socorrer a las burguesías más débiles y atrasadas, como la de Honduras. Chávez a través del convenio de Petrocaribe y del ALBA está financiando a los países más atrasados, algo que el imperialismo no quiere hacer porque la crisis económica ya no se lo permite.

El presidente Manuel Zelaya hizo un llamado a los grupos sociales y políticos para que asistan a la plaza frente a la Casa Presidencial, el 25 de agosto, a apoyar la firma de adhesión de Honduras a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA). En esta firma del convenio están invitados el vicepresidente de Cuba, y los presidentes de Bolivia, Nicaragua y Venezuela. Con esta firma del Convenio casi todo el movimiento popular y la dirigencia de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), van a acalorar la actividad convocando a una movilización de apoyo. En este caso las Organizaciones Populares han actuado de manera oportunista, claudicándole al gobierno burgués de Manuel Zelaya, olvidándose de la represión de este gobierno al movimiento popular, de las medidas económicas que cumple a cabalidad de los Organismos Financieros Internaciones, dejando de lado las últimas muertes de campesinos que han ocurrido en el Bajo Aguan.

El movimiento popular y la izquierda hondureña están en una gran encrucijada: o continuamos librando la pelea contra los planes económicos que dicta el FMI y que aplica el gobierno de Manuel Zelaya, o terminamos claudicándole, perdiendo nuestra independencia política y sirviendo de furgón de cola a sectores nacionalistas (no nos referimos a los cachurecos del Partido Nacional) de la burguesía Hondureña. Lo más peligro de esta operación es que la izquierda y el movimiento popular están bajando las defensas ante el gobierno burgués de turno.

Reacciones en contra

La burguesía hondureña no es homogénea, esta divida en diversas fracciones que a veces luchan entre sí. No hay duda que el Presidente Zelaya esta realizando una maniobra populista, buscando recursos para impulsar su proyecto político, y que tiene como adversario al otro sector de la burguesía, representado por el Partido Nacional, y al sector de su propio partido representado políticamente por Roberto Micheletti, presidente del Congreso Nacional, quien declaró: Personalmente estoy en desacuerdo por las políticas y las bases de gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez; por eso no aceptaría una relación con un gobernante que no tiene buena aptitud social (…) sí de mí dependiera, la adhesión al ALBA no va, porque no me gusta la forma de gobernar del presidente Chávez”. (La Prensa 21/08/08)

En este conflicto entre burgueses, no pueden faltar los empresarios abyectos y cavernarios, como es el caso del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) que mediante un comunicado fechado el 22 de Agosto expresó lo siguiente: “El ALBA es una propuesta de integración a una alianza política y militar de carácter ideológico, contraria a nuestra historia (…) El ALBA no es un tratado internacional, ni es una organización constituida por un tratado internacional, no tiene personalidad jurídica, ni organismos propios. El ALBA va contra las regulaciones de la Organización Mundial de Comercio (…) promueve el proteccionismo y la participación estatal, violando los acuerdos de comercio internacional (…) promueve la estatización de sectores de la economía a expensas de la producción y el libre comercio (…)” (La Tribuna 23/08/08)

También se encuentran posiciones nacionalistas a ultranza como la del aspirante liberal y vicepresidente Elvin Santos: "Honduras no saldrá adelante en un afán de desarrollo sostenible, ni con Venezuela ni con Estados Unidos, sino con el esfuerzo de los hondureños, con su trabajo y el ímpetu, el amor que le propongamos a nuestras familias y a nuestros coterráneos”. (La Prensa 01/08/08)

El ex Presidente Ricardo Maduro como un clásico lame-botas advirtió que la adhesión al ALBA “Es morder la mano al que nos da de comer. En Estados Unidos estimamos que hay un millón de hondureños de los cuales 600,000 envían remesas mensuales a nuestro país. En el año estas remesas oscilan entre 2,500 a 3,000 millones de dólares (…) La condonación de la deuda externa, 60 % en mi Gobierno y un 20 % en el Gobierno de Zelaya la logramos con el apoyo de Estados Unidos, que es el socio más importante de las instituciones que nos condonaron la deuda”. (El Heraldo 23/08/08)

La batalla en el Congreso Nacional

Una vez firmada la adhesión al ALBA por parte del Presidente Zelaya, la batalla política se trasladará al Congreso Nacional. El gobernante Partido Liberal cuanta con 63 diputados divididos en dos fracciones: una a favor de Zelaya y otra a favor de Micheletti.

Los 55 diputados del Partido Nacional han fijado su postura en contra del ALBA. En el hipotético caso que Zelaya logrará unificar a los diputados liberales, requerirá los votos de los 5 diputados del izquierdista Partido Unificación Democrática (UD), quienes gustosos votarían a favor de la ratificación del tratado

Desde el Movimiento al Socialismo (MAS) de Honduras denunciamos y nos oponemos a este doble papel del Presidente Manuel Zelaya, aliado de los gringos y ahora aliado de Venezuela. Llamamos a todos los sindicatos y organizaciones populares a reflexionar y discutir sobre las verdaderas intenciones del gobierno de Mel Zelaya y conocer cuáles son los verdaderos objetivos que tiene el Presidente, a no dejarse manipular políticamente. Solo con la acción y la movilización permanente de las masas trabajadoras acompañado de una dirección firme y bien intencionada podemos avanzar a formar un Estado donde gobiernen los trabajadores, derrotando a la burguesía.

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