Por Gerson de la Rosa

La semana pasada, las autoridades universitarias dieron a conocer los resultados obtenidos por los estudiantes de secundaria que aplicaron la Prueba de Aptitud Académica (PAA). Es de hacer notar que según el informe la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en lo que va del año se realizaron tres procesos de admisión, en los que se aplicó la PAA a un total de 44,548 aspirantes provenientes de más de 1,200 institutos de secundaria, ya sean públicos, privados y semi-públicos, de todo Honduras.

No obstante, a pesar del alto número de aspirantes, tan solo 26,019 fueron admitidos, lo que representa un 58 por ciento de admisión y 18,529 (42 por ciento) no fueron admitidos porque no alcanzaron el puntaje mínimo de ingreso de 700 puntos. Además, el informe de la UNAH destacó que no solamente bajó el porcentaje de admisión, sino que también el índice promedio de admisión de estudiantes que pasó de 784 puntos en el año 2012 a 765 alcanzado en el 2013.

Los datos del informe, por otro lado, revelaron que los 23 procesos de pruebas de admisión realizados desde el año 2006 hasta octubre del 2013 en la Alma Mater, dejan como resultado que unos 78,000 egresados de educación media no han logrado alcanzar los 700 puntos de valor de la PAA, por lo que no lograron un cupo en la UNAH. En ese tiempo se evaluaron unos 242 mil aspirantes, de los cuales más de 164 mil han sido admitidos a las diversas carreras que ofrece la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en sus modalidades presencial, a distancia y virtual.

La crisis del modelo capitalista, factor determinante

El ministro de educación Marlon Escoto (por cierto ratificado en la actual administración por el trabajo de persecución y violación de las grandes conquistas del magisterio nacional) cuestionó de forma profunda la prueba estandarizada aplicada por las autoridades universitarias, dado que es una forma de restringir el derecho educativo de los estudiantes ante la limitada oferta académica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que se resume en falta de cupos.

De igual manera, indicó que la naturaleza de estas pruebas, aplicadas en su mayoría en los colegios, no es la medición de conocimientos de los estudiantes. “Primero no es una prueba de conocimiento, que son los que promueve la Secretaría de Educación, es una prueba de aptitud, yo pude haber ido por una prueba para ser médico y no clasificar porque no tengo aptitud, no significa que no tenga conocimiento” (El Heraldo.hn 29/03/2014).

Aunque por esta vez los cuestionamientos de Escoto no dejan de tener razón, dado que la capacidad instalada de la UNAH a nivel nacional es insuficiente como para albergar a los jóvenes que deseen una carrera universitaria, los resultados obtenidos por los estudiantes de secundaria evidencian los problemas de comprensión lógico-matemática y desarrollo lingüístico, así como los distintos niveles de capital cultural ante la estratificación social, dado que los mejores resultados de la PAA provienen de las instituciones privadas.

La Rectora Julieta Castellanos argumenta que es responsabilidad del Ministerio de Educación elevar el nivel en el sistema educativo, porque si no lo hacen “nosotros podemos aquí recibirlos (a los estudiantes) y las reprobaciones serían masivas porque la universidad no puede bajar el nivel” (La Tribuna.hn 28/03/2014).

En ninguna de sus declaraciones los funcionarios del Estado ha logrado acercarse a las verdaderas razones que determinan el hecho; claro esta, aceptarlo sería reconocer las enormes desigualdades y la extrema pobreza en la que viven los estudiantes que reprueban la prueba. El modelo de sociedad cuya base económica es el capitalismo agónico es incapaz de promover el desarrollo de las habilidades y capacidades humanas, al contrario, las subsume y las deteriora. La UNAH es excluyente y en principio -por la aplicación de la prueba- violenta derechos fundamentales, pero la Secretaria de Educación, a pesar de haber obligado a los docentes y niños a permanecer una doble jornada en los centros educativos, no logrará modificar las podridas condiciones sociales del sistema capitalista en crisis. Claro está, esa es tarea de los trabajadores.

Por eso, desde el PSOCA hacemos un llamado a los trabajadores de Honduras y el mundo a organizarnos y emprender la lucha por la transformación y a oponernos a la degradación del espíritu e intelecto humano. Los estudiantes universitarios deben organizarse y luchar por la eliminación de la Prueba de Aptitud Académica por ser discriminativa, y que sea sustituida por una evaluación mediante la cual se envíe a cursos preuniversitarios a aquellos que no resulten aptos para ingresar de inmediato.

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