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Por Silvia Pavón

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El gobierno de Manuel Zelaya anunció un aumento más al salario minino, el cual ya está impreso y publicado en el diario oficial La Gaceta, pero aun no se hace efectivo, y esto debido al gran nudo de contradicción de intereses entre la empresa privada y las propuestas que harían algunos dirigentes representantes de la clase trabajadora,

Vamos a hacer un pequeño recorrido de hechos para que nuestros lectores se enteren de cómo comienza esta gesta de estira y encoge.

 

En Setiembre del 2008, producto de una huelga y de la enorme presión de los empleados públicos, el Gobierno elevó, en promedio, de 3.400 lempiras a 5.000 lempiras mensuales el salario en todo el sector público. El 11 de Diciembre del 2008 se instaló la Comisión Tripartita integrada por miembros del gobierno, la empresa privada y el sector laboral.

Las negociaciones fracasaron porque los empresarios se oponían a un aumento salarial, no se logró ningún acuerdo y por ley la fijación del salario mínimo quedó entonces en manos del presidente Manuel Zelaya, el cual el 24 de diciembre del año pasado definió los nuevos salarios mínimos, según el sector urbano y rural, mediante el Decreto No 374-08, que establece un salario mínimo de 5,500 lempiras(equivalentes a 290 dólares) mensuales para todos los trabajadores del sector urbano y 4,055 lempiras (equivalente a 240 dólares) para los obreros de la zona rural.

Mediante ese Decreto, Mel Zelaya ordenó “a los empleadores elevar un 11,1% en los salarios de sus empleados pagaderos a partir del 1 de enero del presente año, Según este decreto , los patronos tienen hasta el 30 de enero para pagar; lo cual ha provocado una ola de despidos preventivos en las empresas”.

Aunque el aumento fue significativo estudios realizados señalan que el costo de la canasta básica para una familia de cinco miembros alcanza los 6, 400 lempiras, o sea que con el aumento del salario mínimo apenas se puede cubrir un 80% de las necesidades básicas en un país pobre.

En el último año de gobierno, Mel Zelaya intenta ganar base social para su proyecto político de convocar a una Asamblea Constituyente, que permita la reelección presidencial, y la continuidad de su corriente en el poder.

La Empresa Privada amenaza con despidos

Indudablemente que el aumento del salario mínimo afecta los intereses de los empresarios, acostumbrados a pagar salarios de hambre a los trabajadores.

Para evitar el pago del aumento salarial, los empresarios están amenazando con provocar una ola de despidos preventivos en las empresas. A juicio del presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), Adolfo Facussé, el gobierno pretende “reventar” el sistema democrático al imponer un salario mínimo tan alto, ya que esto es una “bomba que va a estallar al próximo gobierno (…) esto es una estrategia para traer el caos y la quiebra a Honduras, para que el próximo gobierno fracase y tenga que meter un paquetazo enorme o tenga que devaluar y para que la gente diga que este sistema democrático no sirve, hay que buscarnos alguien que nos venga a salvar, este es un plan maligno que están implementando en el país para reventar la democracia de este país”. (La Tribuna 21/01/09)

Jimmy Dacarett, presidente de los panificadores, declaró que “A partir del 1 de febrero las empresas entrarán en rebeldía o empezarán a aplicar los despidos y en los próximos tres meses, los que no puedan aguantar cerrarán sus empresas” (La Prensa 23/1/09)

Las amenazas de un lock out masivo van tomando forma. Mientras tanto, los empresarios intentan derrotar el Decreto No 374-08 por medio de recursos de amparo con la ilusión de que la Nueva Corte Suprema de Justicia, derogará el aumento al salario mínimo.

Luis Larach presidente de la Cámara de Comercio e Industrias del departamento de Cortés (CCIC) anunció que “200 empresarios de esta ciudad están preparando igual número de recursos de amparo para interponerlos en los próximos días ante la Corte Suprema de Justicia, que ya admitió los primeros diez. En total se han interpuesto 78 recursos contra el aumento al mínimo”. (La Prensa 15/1/09).

Armando Urtecho, asesor legal del COHEP, confirmó que hasta el 19 de enero de 2009 “se han interpusieron más de 60 impugnaciones en contra del alza al nuevo salario mínimo”, la mayoría de ellos provenientes de micro, pequeña y mediana empresa.

Benjamín Bográn, director del COHEP, reconoció que la empresa privada no tiene la suficiente fuerza para enfrentar al gobernó del Presidente Zelaya, quien se ganó a los Maquiladores al excluirlos del aumento del salario mínimo. De lo anterior se desprende que el aumento del salario mínimo no cubre a la mayoría de la clase obrera industrial

Las centrales obreras y la CNRP

Juan Barahona, coordinador del Bloque Popular y presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH) anunció que junto a las tres centrales obreras se movilizaran para protestar en contra de las pretensiones empresariales de dejar sin efecto el salario mínimo vigente. Barahona indicó que “protestarán en contra de una disminución al salario mínimo y en contra de los despidos masivos que hacen las empresas, además dentro de las declaraciones que hizo ante los medios una de sus frases fue es mejor mantener a uno que está ayudando al pueblo que dejar a otro que va hacer a un lado sus proyectos”. (El Heraldo 13/01/09)

Como era de esperarse, la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), la Central General de Trabajadores (CGT), la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP) y el Bloque Popular (BP), cerraron filas demandando “el estricto cumplimiento del aumento al salario mínimo establecido en el decreto presidencial 374-08”. Sin embargo, no hubo una sola crítica al gobierno de Mel Zelaya.

José Luis Baquedano, de la CUTH, declaró que “la intensión del presidente, Manuel Zelaya, es de mejorar las condiciones económicas para que empleados públicos”. Julio Figueroa, dirigente de la CGT reconoció que, “el salario mínimo ajustado no es lo que estábamos exigiendo, pero así lo determinó el Gobierno y lo apoyaremos". (La Prensa 14/01/09)

Las centrales obreras y la CNRP cayeron nuevamente en la trampa de Mel Zelaya, porque pasan a apoyar la medida lo que significa un apoyo al gobierno que, en cualquier momento, por la presión de los empresarios, puede revocar parcialmente el Decreto No 374-2008

Un paro general de 24 horas

Necesitamos defender el salario mínimo y que sea extensivo para todos los trabajadores de las maquilas. También debemos defender los puestos de trabajo ante la amenaza del lock out patronal.

El Movimiento al Socialismo (MAS) de Honduras llama a organizar un paro general de 24 horas antes de que la patronal cumpla sus amenazas, y también llama a las centrales obreras y a la CNRP a que encabecen la lucha, manteniendo la independencia política en torno al gobierno de Mel Zelaya.

Para evitar los despidos, los trabajadores y los sindicatos deben revisar los libros de contabilidad en las empresas, con el objetivo de averiguar a cuánto ascienden las ganancias de los empresarios. Es posible que algunas empresas tengan problemas financieros, pero en esos casos excepcionales, los trabajadores debemos exigir la nacionalización de estas empresas y que sean puestas a funcionar bajo el control de los trabajadores, esta es la única manera de defender el empleo.

No debemos olvidar que en cualquier momento el gobierno se puede echar para atrás en el asunto del aumento del salario mínimo, y que eso puede tener consecuencias nefastas para los trabajadores. Por eso es que llamamos a organizar un paro general de 24 horas, única forma de obligar a que los empresarios paguen el aumento salarial y defender al mismo tiempo los puestos de trabajo.

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