marcha escobas

Por Sebastián Chavarría Domínguez

Tal como estaba previsto, el ex presidente Arnoldo Alemán, amo y señor del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), se ha despojado del ropaje opositor utilizado en los últimos meses, y ha comenzado a acercase nuevamente al gobierno de Ortega. El resultado de las elecciones regionales de la costa Caribe, en donde el PLC quedó en segundo lugar (36,674 votos), con una distancia corta en relación a los votos sacados por el FSLN (43,335 votos), y muy por encima de de la alianza de Eduardo Montealegre (8,323 votos) ha dado la oportunidad que estaba esperando para sacudirse el polvo y conquistar la hegemonía dentro de las platicas de unidad liberal.

Concentración en Boaco

Por la víspera se saca el día. Desde haces meses, específicamente después del fraude de las elecciones municipales, mientras se veía forzado en participar en actividades de la sociedad civil, y se comprometerse a sellar la unidad liberal, en realidad Arnoldo Alemán estaba impulsando su propia candidatura presidencial. Para recuperar el halo de dirigente antisandinista, debió distanciarse de Daniel Ortega, pero con la estrategia clara de recomponerse políticamente para, desde la maquinaria del PLC, reunificar a la derecha en la perspectiva de tomar el poder en las elecciones de 2011.

Por ello, al mismo tiempo que Alemán criticaba la convocatoria de la marcha de las escobas, a las que llamo despectivamente, marcha de “hallowen”, convocó a una concentración en la ciudad de Boaco, el domingo 21 de Marzo, intentando reagrupar a su base electoral campesina. La concentración liberal fue un éxito relativo para sus organizadores, debido a que esa zona fue bastión de la contra. Inicialmente está concebida para condecorar a Roberto Micheletti, pero el gobierno de Ortega le negó la entrada al país.

Pero lo que también fue notorio, es que a Alemán y al PLC les cuesta convencer al campesino que se muestra cada vez mas desconfiado.

La marcha de las escobas

La Unión Cívica por la Democracia (UCD), que agrupa a todos los organismos de la sociedad civil, convoca a una marcha de las escobas, para barrer con la corrupción en todos los poderes del Estado. Se calcula que asistieron a lo sumo 2000 personas, lo que representa una derrota en relación a la convocatoria de marchas anteriores.

No basta luchar para que no reelijan a los mismos magistrados, lo que se requiere es un cambio radical en el sistema político. El problema no son las personas sino las instituciones antidemocráticas y excluyentes. Mientras el FSLN negocia secretamente con el PLC y trata de convencerlo de mantener a los mismos magistrados, los organismos de la sociedad civil plantean solo el cambio de personas. En sus propuestas encontramos a altos funcionarios de los gobiernos del llamado periodo neoliberal (1990-2006). Funcionarios corruptos contra otros funcionarios corruptos.

Con ello los organismos de la sociedad civil se han convertido en furgón de cola de los partidos de derecha. No plantean la real democratización del sistema político. Tal vez por ello asistió poca gente a la marcha.

Por una reforma electoral

Nicaragua necesita una democratización del sistema político. La alta tasa de abstención del 64% en las elecciones regionales de la costa Caribe, es un alarmante síntoma del hastío de los ciudadanos.

SE deben abrir espacios democráticos en donde los trabajadores y los jóvenes puedan expresar libremente sus puntos de vista, sobre las principales decisiones que se deben tomar para sacar al país de la crisis y el estancamiento.

Debemos acabar de una vez por todas con el excluyente bipartidismo que permite repartirse los altos cargos del Estado  entre el gobernante FSLN y su aliado colaboracionista del PLC. Los ciudadanos deben elegir directa y libremente a los altos funcionarios, y de la misma manera destituirlos cuando sea necesario.

Ni el FSLN, ni el PLC, ni Eduardo Montealegre, pueden garantizar este necesario cambio democrático.

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