Por Diego Lynch

A partir de agosto del corriente año se inició el proceso electoral municipal en Nicaragua. Como ya es por todos sabido, la lucha por el Municipio de Managua, capital de Nicaragua, es la más reñida y codiciada por los partidos políticos; ello es así por el poderío económico y político que esta alcaldía representa.

Ante esta situación, Agustín Jarquín Anaya, diputado democratacristiano por la Convergencia Nacional (alianza de partidos controlada por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional), de manera sorpresiva rompió sus lazos con el FSLN, ya que desde 1990 él ha deseado la tan cotizada silla edilicia. Una vez que el Frente Sandinista ratificó su apoyo a la actual alcaldesa de Managua, la periodista Daysi Ivette Torres Bosques, para que continúe al frente de la municipalidad y sea la candidata oficial, Jarquín Anaya optó por ser candidato a alcalde por la Unión Demócrata Cristiana (UDC). Sin embargo, Jarquín ha sido inhibido como candidato, ya que según el Concejo Supremo Electoral (CSE), no cumplió con los requisitos establecidos por la Ley. La UDC presentó el 32,11% de los candidatos para llenar los puestos de los 153 municipios, pero la antidemocrática Ley Electoral vigente establece que los partidos deben presentar postulantes para al menos el 80% de los cargos. (Declaraciones de Julio Acuña, Director de partidos políticos del CSE, en rueda de prensa a los medios de comunicación).

Según el CSE, las otras dos agrupaciones que no presentaron candidatos en número suficiente son el Partido Unionista Centroamericano (PUCA-centro izquierda) y el Partido Liberal (PALI -derecha).

Oposición en decadencia

Desde las últimas elecciones el Frente Sandinista ha venido tomando mayor control dentro de las instituciones del Estado, así como ganando un mayor número de alcaldías. Sin embargo, esto se debe a la debilidad política de la oposición burguesa, así como a su incapacidad de formar una sola agrupación capaz de derrotar electoralmente al FSLN, ya que sus líderes anteponen sus intereses personales a cualquier proyecto de unidad, algo que es típico de todo burgués y de todo partido derechista.

El Frente Sandinista ha sabido aprovechar esto y ha venido echando las ultimas paladas de tierra sobre la débil e inútil oposición, haciendo honor al famoso dicho de "divide y vencerás".

Reforma a Ley de Municipios

El Frente Sandinista ha venido preparando el campo para un control total de los 153 Municipios a nivel nacional, reformando la ley de municipios: el numero de miembros de los Concejos Municipales se ha cuadruplicado. Con la reforma, Managua pasaría de 18 concejales a 80, un número insólito. Esta astuta maniobra la realizaron los sandinistas con el fin de crear pequeño parlamentos a nivel local, y que sea éste quien tome las principales decisiones y no el Alcalde como autoridad. De esta manera, el Frente Sandinista aparece como democrático e incluyente, mientras la derecha se aferra a la figura caudillista de los alcaldes.

Contando con estas reformas, los funcionarios sandinistas han empezado a ofrecer nuevos cargos a sus bases de los barrios, impulsándolos para que opten por los cargos a concejales, para lograrlo deben obtener el apoyo de la mayoría de gente de los vecindarios, quienes se sentirían mas representados. Entonces, la maniobra es casi perfecta. Todo indica que en el futuro los Concejos Municipales elegirán a los alcaldes, derogando la elección directa de los mismos.

Por una Reforma Electoral

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hace un llamado a la población nicaragüense y a todas las fuerzas políticas del país para que se pronuncien y exijan una reforma radical a la Ley Electoral. La actual Ley Electoral es antidemocrática y excluyente; posee un sinnúmero de requisitos absurdos que lo que buscan es que las fuerzas políticas mas débiles y que vienen de los sectores más populares, de los obreros y trabajadores no puedan participar de una contienda electoral.

La Ley Electoral está diseñada solo para las grandes fuerzas políticas, aquellos partidos constituidos por burgueses y por magnates que cuentan con grandes cantidades de dinero, que lo que hacen es comprar la conciencia de las masas. Ya es hora de exigir nuevas autoridades dentro del Concejo Supremo Electoral, así como exigirle al gobierno y a la Asamblea Nacional que reforme esta antidemocrática, inconstitucional y excluyente Ley Electoral.

Por la participación democrática y libre de las masas trabajadoras en los procesos electorales, ¡¡¡reforma electoral ya!!!

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