Por Victoriano Sánchez

El 18 de enero, conforme la Ley del Salario Mínimo, se instaló la Comisión Tripartita del Salario Mínimo, compuesta por el gobierno, los empresarios, y los sindicatos. Desde las protestas de abril del 2018, el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) no participa en este tipo de reuniones. Los empresarios están representados por agrupaciones menores como Asociación de Promoción al Desarrollo y Sostenibilidad de Nicaragua (APRODESNI), y la Cámara Nacional de la Mediana, Pequeña Industria y Artesanía (CONAPI), ambas ligadas a la dictadura.

Inflación y salario mínimo del 2022

El año pasado, la Comisión Tripartita acordó un aumento del salario mínimo del 7%, quedando el salario mínimo promedio en 6.978,34 córdobas, equivalente a casi 200 dólares. Con este dinero solamente puede comprarse un tercio de la canasta básica, conforme los datos oficiales del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE).

Según las cifras oficiales de INIDE, en noviembre del 2022 el precio de la canasta básica de 53 productos para una familia, se situó en 18 mil 845 córdobas, alrededor de 520 dólares. La tasa de inflación del año 222 fue del 12%, sin incluir la inflación acumulada año con año, que se traduce en un descenso del salario real de los trabajadores. El aumento del costo de la canasta básica en ese año fue del 17%, lo que implica un déficit del 10% que perjudica el bolsillo de los trabajadores.

Las diversas propuestas

Al momento del cierre de la edición, no había salido humo blanco en relación a cuanto correspondería el aumento al salario mínimo en el año 2023. La Federación de Trabajadores del Azúcar, han planteado que el aumento debe ser del 12%. Luis Barbosa, de la Central Sandinista de los Trabajadores José Benito Escobar (CSTJBE) propuso que el aumento debe ser del 11.56%. La Confederación General de Trabajadores Independientes (CGT-i), que agrupa a sindicatos de la construcción, planteó un aumento salarial del 28%, una posición que rompe con el conformismo y colaboracionismo de las burocracias sindicales alrededor de la CST y el FNT.

El delgado de CONAPI planteó que el aumento debe ser del 8%. Donald Baltodano, delegado de APRODESNI, declaró que el aumento debe quedar en una cifra, es decir, menor del 10%. “La pasamos por el 9%, (…) de acuerdo a los datos suministrados y estimamos de que el incremento puede oscilar, mínimo, entre el 7.31% que es el incremento de la canasta básica en los últimos 6 años, mínimo y el 10 y pico por ciento, considerando que hay sectores que son afectados por el impuesto, por el IR”, (El 19 Digital, 02/02/2023)

Por su parte, mientras continúan las negociaciones, la dictadura se adelantó anunciando un aumento unilateral del 5% a todos los empleados públicos, una cantidad por debajo del índice de la inflación que en el año 2022 fue del 12%.

A los 135.000 trabajadores de Zonas Francas se les concedió desde el año pasado un aumento del 8% anual, con base a un acuerdo de revision del aumento salarial cada cinco años, lo que mantendrá enllavados los salarios.

La tasa de deslizamiento al 1%

Un gran problema para los trabajadores es que la economía y los precios están dolarizados, mientras los salarios se ganan en córdobas. A partir del 2019, la dictadura ha comenzado a disminuir la tasa de devaluación anual del Córdoba, pasando del 5% al 1%. Aparentemente, esta decisión del Banco Central de Nicaragua, aplicable a partir del mes de febrero del año en curso, la daría más valor al Córdoba, pero es una simple ilusión. En realidad, esta decisión monetaria tiende a bajar el salario real, en la medida en que el alza de los precios internacionales de los productos que se importa se registra en dólares, y la inflación internacional se transmite a los precios del mercado en Nicaragua.

Solo para citar un ejemplo. Una motocicleta fabricada en China, a inicios del 2019 Valia 1200 dólares, en 2022 Valia 1500 dólares, en 2023 vale casi 2000 dólares. Quien quiera comprarla, deberá desembolsar más córdobas. Y este ejemplo es aplicable a todos los productos importados. No se produce una apreciación del Córdoba en relación al dólar, sino todo lo contrario.

Las remesas constituyen un alivio en los hogares de los trabajadores. El 20% del PIB de Nicaragua proviene de las remesas. Al estancarse la tasa de devaluación del Córdoba en el 1% anual, para comprar los mismos productos los hogares tendrán que recibir más remesas.

El salario mínimo debe estar acorde al costo de la vida

Mientras los sindicalistas se quiebran la cabeza encontrando la cuadratura del círculo, la solución ante la carestía y el alza de precios es sencilla: los salarios deben ajustarse constantemente al costo de la vida. Si la canasta básica ronda los 19,000 córdobas (unos 520 dólares) el salario mínimo debe ser equivalente, es decir, 520 dólares.

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