Es tiempo de fortalecer la participación, la movilización y el empoderamiento de la ciudadanía en resistencia.

Mujeres en Resistencia de las zonas norte, occidente y centro a  partir del mes de noviembre del 2009 hemos llevado a cabo un proceso  de análisis y debate – 6 encuentros con la participación de un promedio de 150 por evento- en torno a la situación del país, del Frente Nacional de Resistencia Popular, sobre los caminos para la refundación y la participación efectiva de las mujeres, lo que nos permite asentar lo siguiente:

Que la crisis actual es producto del sistema neoliberal, patriarcal, militar y elitista que excluye, expropia, subordina, enajena y reprime a la mayoría de las ciudadanas y ciudadanos de Honduras. Enfrentar éste orden requiere de un Frente integrado por diversas/os protagonistas empoderadas y empoderados; es urgente crear  poderíos desde las comunidades, barrios, aldeas y caseríos.

Que la construcción de ese poder no es posible sin las mujeres. Esos poderíos colectivos urgen para desmontar el capitalismo depredador, inhumano e inconsecuente con la naturaleza y la vida misma, pero también deben ser capaces de eliminar el patriarcado y el racismo.

El proceso de análisis y debate, escuchando de manera respetuosa las distintas posturas y visiones sobre lo que necesitamos para salir de la actual  crisis y,  sobre todo, para dar pasos firmes en la construcción de un Estado y una sociedad en justicia  y en equidad, en donde el disfrute del BUEN VIVIR  no sea un privilegio, sino un derecho para todas y todos, especialmente para los más excluidos y excluidas. Las Mujeres, nos posicionamos públicamente sobre los temas que consideramos fundamentales para el Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP, y toda la ciudadanía en resistencia.

Sobre la construcción de poder

1.                Las mujeres consideramos que se debe construir un poder que interiorice que el Frente es mayoritariamente femenino en su composición, y por tanto para la refundación se debe partir de una democracia interna que elimine las relaciones de poder entre hombres y mujeres, que discriminan y subordinan a las mujeres. No queremos que se nos reconozca que participamos, sino que se entienda que este es un hecho irrefutable, damos vida al Frente.

2.               Un poder que promueva transformaciones profundas, considerando que las realidades son integrales, que existen procesos y momentos. Que las transformaciones que se promuevan consideren los derechos económicos, sociales, políticos, culturales, sexuales, reproductivos y etáreos de hombres y mujeres, y de todo grupo con opciones diferentes.

3.                 Un poder que entienda que si queremos cambios nacionales, tenemos que cambiar prácticas e ideas políticas antidemocráticas, caudillistas, verticales, corruptas, servilistas, clientelistas que destruyen los procesos de democratización y refundación del país. Para refundar el Estado hay que comenzar con la persona.

4.                  En definitiva, las mujeres queremos poder, pero no poder de dominio, queremos poderes vitales que permitan nuestro desarrollo y de todo aquello que se requiera para vivir una ciudadanía plena. Esto incluye las relaciones entre mujeres y hombres, no podemos hacer cambios a nivel nacional, si no hacemos transformaciones profundas en lo público y lo privado. No podemos construir una verdadera democracia si las mujeres estamos sufriendo la violencia, y la violencia la enfrentamos en nuestros hogares, en nuestras comunidades y en las organizaciones en las que participamos.

5.            Un poder que acepte las diferencias como riqueza y no como debilidad, pero que esto no signifique negociar con la corrupción o con los principios. Que reconozca las relaciones de poder entre hombres y mujeres, entre jóvenes y adultos, entre grupos originarios, ladinos, de otras nacionalidades y personas con opciones sexuales diferentes y con retos especiales Lo que daría al Frente una mayor fuerza y coherencia entre la realidad y el discurso.

6.                   Las mujeres no queremos cuotas de poder en las estructuras de dirección que no se cumplen o se manipulan antojadizamente, queremos una participación real, las mujeres y cualquier otro grupo no tenemos que demostrar o ganarnos el derecho a participar, porque siempre hemos estado. El Frente tiene el reto y el compromiso de incorporar efectivamente a las mujeres, sus demandas y la perspectiva de género en su análisis de la realidad, estructuración, en el diseño de sus acciones y en sus aspiraciones.

7.                No queremos un poder que descalifique, que invisibilice el aporte de cualquier grupo, especialmente el nuestro

Sobre la participación

1.                 Queremos espacios donde se tome en cuenta que la asignación exclusiva a las mujeres en roles de reproducción y cuidado que garantizan la vida de las generaciones futuras, limita nuestro actuar político y nos carga con dobles o triples jornadas. Por lo tanto el Frente en su práctica política debe tomar en cuenta esta realidad y avanzar en estrategias contundentes, nacidas de interiorizar que esta problemática es responsabilidad de la sociedad entera. De esta manera se estaría garantizando nuestra plena incorporación en los procesos de democratización, creando un conjunto de poderes personales y colectivos basados en la cooperación solidaria que conduzcan a refundar una nueva Honduras.

2.                   A su vez el Frente debe tomar en cuenta las relaciones de poder y dominio hacia nosotras en el seno de las familias, que implican entre otras cosas, inseguridad y violencia que llega en muchos casos a la muerte de mujeres, limitando en extremo la participación efectiva de nosotras. Se debe educar y sensibilizar a toda la militancia y simpatizantes del Frente sobre la violencia de género en sus diferentes formas, así como sus causas culturales, para que en el contexto del Frente no exista este flagelo.

Nuestra propuesta y las vías

1.    Construir una estrategia metodológica  que genere reflexión a todos los niveles sobre qué tipo de Frente, de Estado, de sociedad queremos, y así podamos  definir las acciones para lograr lo que queremos. Y más importante aún, el cómo detener, a través de la Resistencia, este régimen político regresivo y represivo, violador de derechos humanos, acaparador de todos nuestros recursos estatales, naturales, etc.

2.    Que la tarea central sea  fortalecer el Frente, profundizando una práctica más amplia y participativa. Esto sólo es posible mediante el debate transparente, con información y sin ninguna manipulación, que se desarrolle desde lo local a lo nacional.  Un debate que dé fundamento y sustente nuestra proclama como FRENTE, desde la realidad de todas las comunidades:

“El FNRP es una organización amplia de lucha política y social, anticapitalista, anti neoliberal, anti oligárquica, anti imperialista, anti patriarcal y anti racista que busca la transformación de las estructuras sociales, políticas, económicas, educativas y de dominación cultural, a través de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, incluyente y popular, que apruebe la primera constitución política hecha por el pueblo para refundar el Estado de Honduras, eliminando las relaciones de dominación y explotación actuales y creando un sistema de justicia social que garantice el bienestar, la libertad,  y dignidad de todas y todos.” (Manifiesto de fundación del FNRP, Febrero 2010)

3.    Reconocer que El FNRP está en proceso de construcción, lo que significa que  el  poder popular aun es incipiente y se encuentra amenazado por antiguos vicios y prácticas de poder opresivas y manipuladoras que han llevado al país y a las organizaciones políticas antidemocráticas, a las grandes desigualdades e injusticias. Un ejemplo de esta debilidad es, que no hemos sido capaces de detener toda la ofensiva de la oligarquía golpista, que ha implicado pérdida de vidas valiosas, derechos humanos en todas las áreas, saqueos de nuestros recursos naturales y estatales etc.

¿Cómo es entonces, que se va decidir si vamos o no por una sola vía? No se puede y no se debe saltar etapas, la historia reciente en Suramérica lo demuestra, los movimientos que han llegado al poder son amplios y representativos que, finalmente, han impulsado procesos de décadas de construcción de poder popular, de participación democrática y de participación de las mujeres.

4.    Antes de decidir sobre las “vías de la toma del poder” debemos construir el poder popular, las Mujeres en Resistencia Nor Occidente y Centro, MER NOC, consideramos que no se puede apostar o decidir sobre una sola vía, todas las vías son validas siempre que respondan a una coyuntura determinada, que surjan del debate del pueblo y que no estén reñidas con los principios que sustenta el Frente. Cualquier camino debe sustentarse en la construcción del poder popular desde sus bases.

5.    Construir nuevas y sólidas cimientes de participación política, que permitan desmontar todas las prácticas excluyentes, antidemocráticas, patriarcales, discriminatorias, que han caracterizado a los políticos vernáculos. El punto de partida debe ser el debate sobre el tipo de sociedad queremos, en que queremos que este país se convierta y no que cargo político podemos ocupar. ¿Queremos transformaciones reales o solo insertarnos en los espacios de las instituciones del Estado, con estructuras definidas para mantener el patriarcado y el capitalismo?

Le apostamos

1.    A convertirnos en actoras y actores colectivos, transgresores, solidarios, éticos, conectados con la naturaleza, respetuosos de las diferencias y con un modelo que rompa con la costumbre de cifrarlo únicamente en lo masculino. Solo de esta manera seremos capaces de oponernos a un sistema que excluye y destruye la esencia del ser humano y su entorno.

2.    A construir una democracia distinta, centrada en la equidad entre hombres y mujeres, que genere cambios radicales que permitan refundar la persona al mismo tiempo que nuestra Honduras.

3.    A impulsar procesos formativos y verdaderas prácticas políticas en los que se desmonte el idioma sexista pero no de una manera superficial, sino consciente de que el lenguaje transforma ideologías y prácticas. Se debe utilizar un lenguaje inclusivo desde la cotidianeidad, que paulatinamente transforme conceptos y prácticas patriarcales.

4.    A priorizar la organización y la formación de las personas en resistencia desde las más pequeñas localidades, a lo departamental y regional, para consolidar lo nacional. Construyendo desde la raíz, defendiendo los derechos en la calle y en cualquier lugar; es necesario un plan de acción efectivo para defendernos de la ofensiva golpista.

Es necesario que el Frente retome y sobre todo que HAGA SUYAS las demandas de las mujeres.

San Pedro Sula, Cortés. 24 de febrero de 2011.

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