Haití

 

Por Leonardo Ixim

A diferencia de otras naciones del continente americano donde con mayor o menor éxito el imperialismo estadunidense ha podido aplicar la estrategia de reacción democrática, en el Haití posterior a la caída de Duvalier hijo, conocido como Baby Doc en 1986, no se ha logrado tener gobiernos estables democráticamente elegidos.

En ese marco es que se dan las movilización populares contra el fraude electoral promovido por el saliente presidente Michelle Martelli quien impulsa a su candidato, Juvenal Moise. Martelli, quien ha sido cantante de música popular haitiana, se caracterizó por perseguir a sus opositores, además de ser parte del paramilitarismo de la dictadura de Duvalier, conocido como Tonmton Macutes; Martelli participó en el golpe de estado contra el segundo mandato de Aristide en 2004. Baby Doc por su parte, regresó al país tras su exilio dorado en Francia como asesor de Martelli.

Por otro lado Haití es el país más pobre del continente, con más del 80 por ciento de la población en pobreza, un salario mínimo al día de 44 centavos de dólar, 75 % de la población sin agua potable, más del 50 % de los niños no asisten a la escuela, un país totalmente deforestado donde la principal fuente de energía ha sido la leña y por ende proclive a todo tipo de desastre climático, como huracanes y tormentas tan habituales en el Caribe. En este país se viven dramas como el hecho de que gente se alimente de una galleta formada de barro seco mezclada con sal y grasa vegetal. Tal situación se agravó tras el terremoto de 2010, que generó 300 mil muertos y millón y medio de desplazados, sin mencionar el agravamiento del déficit habitacional.

Además existe una gran migración hacia República Dominicana y Estados Unidos; en el primer país habita una gran cantidad de migrantes haitianos, los descendientes de éstos y los nuevos emigrados frecuentemente son discriminados; mientras que las peligrosas travesías por mar hacia Florida muchas veces resultan en la expulsión de nuevo a Haití.

Desde 2007 existe presencia militar de la ONU -este país no cuenta con ejército, eliminado tras la invasión gringa de 1994- conformada por tropas de países latinoamericanos como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, El Salvador, Perú y Uruguay, denominada Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haiti (MINUSTAH) con 9 mil efectivos y un costo de $ 3200 millones. Esta no es más que una fuerza de intervención con el fin de garantizar los intereses gringos y franceses, cuyo componente militar está a cargo del ejército brasileño. De tal forma, Brasil y demás naciones, algunas de estas gobernadas por partidos dizque progresistas, actúan como sub imperialismos. La parte civil por muchos años fue dirigida por el político guatemalteco Edmond Mulet señalado en ese país de ser parte redes ilegales de adopción de menores.

La actual crisis

Tras el terremoto de 2010, EU volvió a intervenir con 20 mil marines, a diferencia de los gobiernos nacionalistas burgueses que reaccionaron enviando ayuda humanitaria; el sismo desnudó la pobreza y estalló otra crisis política cuando el presidente Rene Preval pretendió mantenerse en el gobierno. Este, quien fuera colaborador de Jean Bertrard Aristide, ha sido junto al saliente gobierno de Martelli y en menor medida el mismo Aristide, promotor de una serie de políticas neoliberales que han convertido Haití en una gran zona franca, instalando maquilas que pagan los salarios mínimos más bajos del hemisferio.

Todo esto es parte de un plan, donde los esposos Clinton son los principales inversionistas, promoviendo además el turismo de lujo, creando espacios aislados de la pobreza del país. Esta “inversión” se mueve con los recursos de una cantidad de ong´s internacionales que se han dedicado a parasitar con la ayuda humanitaria tras la reconstrucción del sismo.

En las primeras elecciones en 1990 resultó electo el ex cura Aristide con un programa democrático, quien posteriormente fue expulsado del gobierno por medio de un golpe de estado apoyado por Washington, imponiendo el general Raúl Cedras. Éste fue sacado por sus amos nuevamente en una de las enésimas invasiones gringas; desde esa fecha desapareció el ejército, herencia de la dictadura de Duvalier. Sin embargo las estructuras paramilitares se mantienen.

Nuevamente, tras un conflictivo segundo gobierno de Aristide, quien implementó el programa neoliberal, se dieron nuevas movilizaciones populares, aprovechadas por las estructuras paramilitares con el apoyo gringo, quienes dieron otro golpe de estado, exiliando Aristide hacia la República Centroafricana. Sin estabilidad política y social, se dieron distintas elecciones consideradas por el pueblo como farsas, registrando los índices de abstencionismo más grandes del continente.

Martelli, que es exhibido como un outsider, fue la continuación neoliberal de exoneraciones fiscales a las trasnacionales maquileras gringas, promoviendo además cierto acercamiento con gobiernos “progresistas”; de hecho Haití forma parte de PETROCARIBE -el cual ha sido otra fuente de corrupción para beneficio de los cercanos a Martelli- con pocos beneficios para la población y continuando con mayor endeudamiento. Sin embargo el pináculo de la crispación social posterior a las movilizaciones de 2012 contra la presencia de la MINUSTAH y la represión de parte de esta, se hace manifiesto, ocasionado ahora la suspensión de parte del Consejo Electoral Provisional (CEP) de la segunda vuelta programada para el 22 de enero.

El Basta Ya haitiano

La chispa que hizo explotar la rebelión en esta ocasión fue el fraude de Martelli, Moise y su partido Phtk -en siglas en francés- tanto en las elecciones parlamentarias (senado y diputados) y locales del 9 de agosto y la primera vuelta presidencial del 25 de octubre. En ambas fechas la participación no pasó del 20 % de los aptos para votar, sin contabilizar los ciudadanos no empadronados. Los resultados de la primera vuelta tardaron en conocerse de parte del CEP, tramposamente resultando para competir en el balotaje el oficialista Moise y Jude Celestin cercano al liberal partido de Aristide, Fammi Lavalas

En las últimas semanas de enero se generó una serie de movilizaciones populares contra el fraude, obligando a los principales candidatos aglutinados en el denominado G8 bajo la figura de Celestin, a encabezar la suspensión de la segunda vuelta. Ni siquiera las comisiones de CELAC y OEA, que junto al gobierno gringo buscaban la realización de las elecciones, lograron parar la movilización.  

Un factor fundamental son las fuerzas populares como la Iniciativa por un Movimiento Patriótico Democrático, partidos reformistas de izquierda como el Prkp, sindicatos, movimientos estudiantiles, organizaciones marxistas como Molegrafh; que a la par de una huelga de trabajadores de la universidad pública con la solidaridad estudiantil, la agenda gira además por exigir la salida de la MINUSTAH y con un programa auténticamente democrático.

En el ínterin la extrema derecha busca tomar la iniciativa, reaparece la figura de Guy Philippe ex agente de la CIA y acusado por la DEA narcotráfico -que teatralmente ha intentado dos veces su captura- éste comandó el golpe contra Aristide en 2004 y es cercano a Martelli, amenazando con un baño de sangre contra los que denomino “anarquistas”. Este criminal considerado “molesto” pero necesario para el imperio, cercano a personajes ultra conservadores de la política gringa como Roger Noriega, el pasado viernes 6 movió junto al gobierno a paramilitares y simpatizantes de Martelli ocasionado enfrentamientos y un muerto contra la población movilizada.

En el momento en que cierra esta edición acaba el mandato de Martelli. A última hora la Comisión de Enlace formada por la ONU, EU, Francia y los Estados con tropas en Haití, logran un hoja de ruta para buscar la estabilidad Esta consiste con que el Primer Ministro Evans Paul asuma temporalmente el gobierno tras decretarse por la Asamblea Nacional un vacío de poder, mientras que ésta convoca en los próximos días a un nuevo Consejo Electoral Provisional y un presidente provisional nombrado posteriormente, hasta la realización de nuevas elecciones para segunda vuelta, legislativas y locales para el 25 de abril. Se consultará a la sociedad civil, tanto para la conformación del nuevo CEP como del presidente provisional, sin duda un dulce para desmovilizar a la población.

Desde Centroamérica, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) saluda el heroico pueblo haitiano, heredero de la primera revolución de esclavos en 1801 que se enfrentó victoriosamente contra las tropas de Napoleón Bonaparte, heredero también de las gestas contra la dictadura criminal de Baby Doc y que con todo el sufrimiento impuesto por las potencias, es un ejemplo de lucha. Consideramos que la salida que la OEA, la Casa Blanca y la Celac, junto al establecimiento conservador haitiano llevará a nuevos sufrimientos. Es importante que la movilización tenga como centro una Asamblea Constituyente Popular, que se retire toda fuerza extranjera y que la organización del pueblo haitiano enfrente al paramilitarismo de ultraderecha.