Por Leonardo Ixim

El 18 de octubre se llevaron a cabo las elecciones generales en Bolivia, donde se eligió presidente, vice-presidente, diputados y senadores. Después de que se pospuso varias veces argumentando la situación provocada por la pandemia y aun año del derrocamiento de Evo Morales Ayma, asumiendo temporalmente la senadora derechista Jeanina Añez Chávez.

Resultados Electorales y contendientes

Con una participación de  un poco más de 7 millones de  aptos para votar, de un total de  11, 633,371, voto el 88.29 por ciento.   El Movimiento al Socialismo (MAS) retorno al gobierno, llevando al formula Luis Alberto Arce Catacora y  David Choquehuanca Céspedes, para presidente y vice-presidente respectivo; que logran un poco más de tres millones de votantes para su fórmula presidencial, el 54.55 % de los votos habilitados, sobre el principal contendiente, logrando además 21 senadores y 73 diputados. Manteniéndose como principal fuerza en el Poder Legislativo, aunque disminuyen 4 senadores y 15 diputados, de la legislatura saliente.

El principal contendiente fue Carlos Meza Guizbert y Gustavo Pedraza Mérida, para presidente y vice-presidente,  por la coalición Comunidad Ciudadana (CC), que logró el 1, 712,251 votos, el 23.09 % de votos; 11 senadores y 41 diputados obtenidos. Atrás quedo el ultraderechista Fernando Camacho Vaca y Marco Pumari Arriaga (candidatos a presidente y vice-presidente respectivamente) de la alianza Creemos,  logrando 845,391 votos, el 14.33 %; obteniendo 4 senadores y 16 diputados. El MAS se impone en los departamentos de La Paz, Pando, Oruro, Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y Tarija;  CC se impone en  Beni y Tarija; mientras que la alianza Creemos gana solamente el departamento de Santa Cruz, el bastión de Camacho.

La victoria del MAS,  pese a que las encuestas lo ubicaban en un primer lugar, fue una sorpresa por la cantidad de votos obtenidos tanto para afines como para opuesto, así como el peligro a un fraude orquestado por el gobierno golpista de Añez, pesaba sobre las elecciones pospuestas varias veces. Sin embargo,  la crisis social provocada por la pandemia, el rearme de los movimientos sociales que apoyaron al MAS en un frente único y la falta de acuerdos en el bloque anti-MAS, pesaron para el retorno del MAS al gobierno.

Además participó CC de orientación liberal, conformado por Somos Todos una agrupación afín a Meza y el Frente Revolucionario de Izquierda, una escisión del maoísmo boliviano, que se fue derechizando; Meza fue vice-presidente en el gobierno Gonzalo Sánchez de Lozada y asumió la presidencia -para terminar el mandato de Lozada-  tras la llamada Guerra del Gas (una insurrección popular contra las medidas neoliberales de ese gobierno, especialmente la privatización de la distribución de la gas) de 2003 a 2005. En 2013 el gobierno de Morales,  lo nombró representante de Bolivia ante la demanda  interpuesta ante la Corte Internacional de Justicia contra Chile,  para exigir una salida de este país al mar. Además está apoyado por ex integrantes del MAS, que rompieron por derecha con este, como Soberanía y Libertad de Bolivia.

Camacho, un misógino personaje, católico ultra conservador, fue líder de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), es un comité cívico, fundada en 1957 por grupos neo-fascistas y que se caracteriza por posiciones racistas y autonomistas con respecto al departamento de Santa Cruz. La coalición de Camacho además incluye partidos conservadores,  como la Unión Cívica Solidaria y el Partido Demócrata Cristiano.

El Desplazamiento de Morales

Como se sabe, estas elecciones son atípicas, porque se producen después del golpe de Estado contra el gobierno de Morales en octubre de 2019. Las causas del derrocamiento se genera tras las acusaciones de fraude de parte de MAS, debido al retraso de los resultados a boca de urnas -situación que nuevamente se generó ahorita – en ese momento,  la apuesta de la oposición de derecha era lograr una segunda vuelta.

Esto genero una serie de movilizaciones de parte de sectores sociales, algunos procedentes de las capas populares descontentos con políticas impulsadas a tono con el neo-extractivismo, pero que fueron canalizado por estas fuerzas de derecha, sobre todo los comités cívicos como el de Santa Cruz y de otros departamentos. De ahí que el armazón de Camacho,  haya incluido como candidato a vice-presidente a Pumari (un ex líder sindical del Comité Cívico de Potosí).

Esto por su parte, provocó una asonada de tipo policial, además de la sugerencia del alto mando militar amamantado por los gobiernos del MAS y del liderazgo de la Central Obrera Boliviana (COB) estructura  afín a este partido, la renuncia del gobierno Morales. Algunos actores de las fuerzas conservadoras,  maniobraron imponiendo a Añez y neutralizando, a Camacho y a Meza. Entre las primeras medidas del gobierno golpista, fue la cacería de brujas contra personajes afines al MAS.

Sin embargo para entender esto,  habrá que analizar las rupturas entre el MAS y buena parte del movimientos sociales y el punto de quiebre, que fue el referéndum constitucional para la reelección de la formula Morales y el vice-presidente Álvaro Linera de febrero de 2016; lo cual el partido oficial lo perdió con el 51.3 % de votos en contra y a favor voto el 48.7 %.

Pero eso tiene antecedentes, en su enfrentamiento con sectores conservadores sobre todo del oriente boliviano, termino en un  pacto con estas, para la aprobación de la Constitución Plurinacional en 2007 y garantizando los intereses de la gran burguesía sobre todo terrateniente, varios sectores populares fortalecieron al MAS; pero este actuó como un partido de conciliación de clases, donde la COB ha sido  factor de poder diluido y burocratizado. Recordemos que,  con las movilizaciones de los primeros años del siglo, el MÁS se puso a la cabeza de estas y las oriento por la vía electoral.

Por su parte se fueron registrando varios conflictos en torno a las empresas nacionalizadas del cobre y las cooperativas privadas, en materia ambiental y respeto a territorios indígenas, una reforma agraria limitada, en materia de pensiones, de industrialización del cobre, etc. Sectores de base de la COB trataron de organizar un partido clasista revolucionario y fue neutralizado por el mismo gobierno de Morales.  Todos estos factores,  debilitaron la base del MAS y eso se notó claramente, al momento del golpe, aunque en los días hubo protestas contra este, en general no se logró una movilización masiva, esto cambio en un año.

El objetivo de la burguesía que mantuvieron cierta tregua con Morales, posteriormente a la aprobación de la Constitución,  logran su cometido;  el desplazamiento de Morales y Linera del gobierno.

El gobierno de Añez

Una primera característica fue que el MAS no fue disuelto y siguió siendo una fuerza mayoritaria en el Legislativo. Sin embargo,  las acciones de los grupos fascistas contra militantes de ese partido o miembros de movimientos sociales fueron una práctica común o las actitudes racistas de Añez y elementos de la policía, quemando la Whipala, el símbolo de los pueblos autóctonos fue la tónica.

Con todo esto y el beneplácito del imperialismo, se plasmó el acuerdo de nuevas elecciones, las cuales el gobierno provisional postergo como moneda de cambio aduciendo la pandemia, tanto en su negociación con el MAS como en su intento de hegemonizar a la derecha. Añez lanza su candidatura presidencial postulado por Unidad Nacional, lo cual genero rupturas en el bloque anti-MAS, sin embargo la presión hace que renuncie a su candidatura y apoye a Meza.

La pandemia genero una crisis social y económica y las medidas para minimizar los impactos del COVID-19 fueron inútiles, provocando más pobreza en la población. Esto provocó,  que fuerzas sociales como la COB y las organizaciones campesinas e indígenas, cerraran filas con el MAS creando el Pacto de Unidad. Ejemplo de eso, fueron las movilizaciones de agosto pasado contra las intenciones de Añez de posponer nuevamente las elecciones, donde las bases buscaban neutralizar la  capacidad de imposición  del gobierno de Añez y las dirigencias, le apostaron nuevamente a una salida pactada.

Por otro lado,  las candidaturas fueron una disputa al interior de ese partido,  entre una línea más neoliberal dirigida por Arce ex ministro de economía en los gobiernos de Morales, partidarios del capitalismo andino difundido por Linera y una línea más cercana a las bases,  del ex canciller Choquehuanca. Lo cual termino en una candidatura de consenso entre estas facciones.

¿Un gobierno “neoliberal” de Arce?

El apoyo masivo a Arce y Choquehuanca como expresión de lucha de clases  canalizado por el MAS, ante una alternativa de izquierda revolucionaria. Así como los acuerdos y consensos con organismos financieros internacionales, ante la situación de crisis económica mundial agudizada por la pandemia, es posible que estructure un gobierno, si bien con algunas políticas progresistas y con mayor independencia política en el plano internacional; pero lejos de las posturas pos neoliberales y nacionalistas que asumieron los gobiernos de la marea rosada, a inicios del presente siglo.

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