Criminalizar la lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y acusarlos de sabotaje a la red eléctrica, pone al descubierto la estrategia represiva de la camarilla encabezada por Felipe Calderón.

Desaparecer al SME y desarticular al Sindicato Minero aplastando a los compañeros de Cananea, es el primer paso de un plan del empresariado para precarizar de una vez por todas, las condiciones de vida y de trabajo de los empleados públicos, de telefonistas, petroleros, minero-metalúrgicos, electricistas y transportistas, entre otros. Es el primer paso de su verdadero programa anti crisis de carácter patronal, del proyecto para generalizar y profundizar la pobreza, así como concluir la entrega de los bienes naturales y humanos de la nación mexicana, a multinacionales y gobiernos extranjeros, al español y al estadounidense, en primer término.

Calderón y su camarilla de vendepatrias saben que el desmantelamiento de los pocos derechos sociales y de los últimos resquicios de soberanía nacional que nos quedan, únicamente puede prosperar sí culminan la implantación de su dictadura cívico-militar, mafiosa y terrorista. Las reformas reaccionarias en el terreno laboral, educativo, judicial, de las comunicaciones y de la seguridad nacional son parte de una guerra global en contra del pueblo de México, contra sus mujeres y hombres, contra sus jóvenes y niños, en un país en el que 30 ricos de la calaña de Slim, Azcárraga, Salinas o Larrea, pretenden quebrarnos la esperanza, toda tentación de futuro.

La guerra intermafias del señor Calderón, con casi 30 mil víctimas entre asesinados y desaparecidos, la Iniciativa Mérida, la militarización del espacio nacional, la represión tipo San Salvador Atenco o San Juan Cópala y los asesinatos de Pasta de Conchos, Cd. Juárez y de tantos mexicanos, migrantes o no, a manos de policías, militares y bandas de criminales protegidos por el Estado Mexicano, son la otra cara de la guerra social. De una que en tres años de dictadura calderonista generó 10 millones de nuevos pobres, incrementó a tres millones de desempleados más, y la caída de los ingresos de la mayoría de los mexicanos en alrededor de un 30 por ciento. Entre las víctimas más destacadas de esa guerra librada por el gran capital contra nosotros, destacan las mujeres y 7 millones de jóvenes que carecen de empleo y escuela.

Acusar de sabotaje al SME constituye un hecho de graves consecuencias para todos los mexicanos. Una vuelta de tuerca en la línea de la dictadura cívico-militar, un paso hacia la completa instalación de la violencia y el terror, donde los principios éticos más elementales puedan ser violados cínicamente, al estilo de gente como Calderón o Lozano. Sólo por nombrar a dos de los personajes más corrompidos, entre los muchos que abundan en la clase política y la casta de los grandes empresarios.

Queda claro compañeras y compañeras ¡o son ellos o somos nosotros! No hay término medio. No hay posibilidad de enfrentar el desastre nacional, de parar y hacer retroceder las reformas neoliberales, más que sacando del gobierno y del poder a los responsables del desastre nacional; más que refundando la nación desde el pueblo, desde las tradiciones de Hidalgo, Mina, Morelos, Juárez, Magón, Villa, Zapata, Lázaro Cárdenas, Breña Alvírez, Jaramillo, Vallejo y Othon Salazar.

El despeñadero está a la vista y promete ser más catastrófico que todo lo vivido en el último siglo.

La crisis actual es, en muchos sentidos, la más grave en toda la historia de las sociedades capitalistas, al igual que la crisis del estado-nación mexicano. Requerimos de propuestas que estén a la altura de los retos. Las luchas de los últimos años enseñan que no bastan las batallas gremiales, puramente económicas, ni tampoco las de carácter local o incluso sectoriales. Hace ya tiempo que las viejas formas de organización y lucha, no responden con eficacia a la guerra global y a la determinación de nuestros enemigos, de hacernos retroceder a condiciones de servidumbre colonial y esclavitud que creíamos superadas. Separar lucha económica de la lucha política y cultural como hizo el viejo anarcosindicalismo conduce a la derrota.

Desde nuestra opción de lucha política, civil y constitucional, a la guerra global del enemigo debemos responder con una estrategia equivalente, colocando en el centro de las disputas, la lucha por la construcción del poder popular, la liberación nacional y la toma del poder. Sólo de esta manera podremos operar como un gran ejercito civil, social y político, que es capaz de concentrar sus fuerzas en el punto que exija la marcha general de la batalla contra nuestros adversarios. Únicamente de ese modo, tendremos oportunidad de trascender los egoísmos y sectarismos que alimentan nuestras derrotas.

En el momento actual la huelga de hambre del SME y la lucha que ellos protagonizan, es el punto central del frente de batalla, de la guerra social que libramos las fuerzas populares y progresistas contra el gobierno espurio y los capitales trasnacionales: CARSO, TELEVISA, TV AZTECA, CEMEX, IBERDROLA, GAS NATURAL, REPSOL, HALLIBURTON y muchas más.

La posibilidad de articular un frente común y varias líneas convergentes de combate radica en reconocer esta realidad y actuar en consecuencia. Es decir, conjuntando las luchas más importantes del momento y las fuerzas de las que disponemos alrededor del punto central del combate. En este caso, la huelga de Cananea y la resistencia minera, la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, los compañeros de San Juan Cópala y de San Salvador Atenco además de la huelga de hambre del SME, pueden concitar la indignación y el coraje de amplios sectores hastiados con el proceder del gobierno.

Para que así ocurra, los aquí reunidos, representantes de la Asamblea Nacional de la Resistencia Popular y del Congreso Social Hacia una Nueva Constituyente estamos comprometidos en la pelea por echar al usurpador Felipe Calderón, cabeza visible de quienes engendraron la catástrofe nacional.

¡Que se vaya Calderón¡ ¡Que se vayan todos los neoliberales! Para conmemorar el Bicentenario del inicio de la Guerra de independencia y el Centenario del arranque de la Revolución Mexicana, enarbolando nuestro Proyecto de Nación Alternativo al Neoliberalismo.

El Congreso Social Hacia la Nueva Constituyente aprobó en su asamblea fundacional del 5, 6 y 7 de febrero del año en curso, desarrollar una campaña para la destitución de Calderón que concluiría en una primera fase con una Consulta Nacional los días 22,23 y 24 de mayo en la que todos nos comprometimos a instalar mesas de consulta.

En días recientes se afinó una propuesta de la segunda fase de la campaña ¡Fuera Calderón! En ella se plantea avanzar hacia la realización de un juicio político contra el espurio, que consta de dos aspectos o procesos:

El primero, consiste en la organización formal de un comité de abogados, legisladores y personalidades del movimiento social, civil y político que preparen la iniciativa de juicio político a Calderón por violaciones al orden constitucional y traición a la patria, a la par que se presenta un proyecto que incluya el tema de la revocación de mandato en la Constitución, entre otros, que tienen que ver con la democracia participativa.

El Segundo proceso, incluye una serie de juicios populares en las plazas públicas del país a partir de julio-agosto y que culminarían con un gran juicio popular el primero de septiembre. Además se instrumentaría una campaña nacional de firmas, casa por casa, para aumentar el número de adhesiones a la exigencia de destitución de Calderón.

Esa propuesta, de aprobarse, se articulará con el Plan de Acción que se bosquejó para llevarse a cabo en los próximos días.

Propuesta de plan de acción:

1.- Reforzar la huelga de hambre del SME, con ayunos y movilizaciones en todos los estados de la República.

2.-Instalación de campamentos magisteriales y de grupos populares junto a la huelga de hambre.

3.- Aprovechar la movilización para visibilizar otras luchas, en particular la de Cananea, ABC de Hermosillo, San Juan Copala, Atenco, Candelaria y la consulta de revocación de mandato, entre otras.

4.- Participar en todo el país en la Consulta los días 22, 23 y 24 de mayo, y continuar la consulta bajo cualquier forma, hasta el 30 de junio.

5.- Movilización Nacional Magisterial y popular en la Cd. de México el 24 de Mayo, de la Glorieta de Colón al Zócalo a las 16 Hrs.

6.- Participar en el Paro Nacional de Transportistas el primero de julio.

7.- Esta Asamblea acuerda convocar al Congreso Social para determinar las siguientes fases hasta su realización.

Atentamente

ASAMBLEA NACIONAL DE LA RESISTENCIA POPULAR

CONGRESO SOCIAL HACIA UNA NUEVA CONSTITUYENTE

Zocalo de la Ciudad de Mexico, 20 de Mayo del 2010.

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