Por José René Tamariz

En el mes de octubre se produjeron dos eventos de gran trascendencia mundial. El gobierno de Joe Biden publicó el miércoles 12 su Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. En los diversos medios de comunicación se dio a conocer la versión pública de esa Estrategia, mientras que la versión secreta sólo la conocen los altos funcionarios del imperialismo estadounidense. El 16 de octubre se realizó el 20° Congreso del Partido Comunista de China (PCCH) en el cual se eligieron nuevas autoridades de ese partido y de gobierno, así como se delinearon las políticas y estrategias para el próximo quinquenio y hacia el año 2049, fecha en que se cumple los 100 años de la revolución china realizada en el año 1949. También es necesario mencionar que, dado el secretismo del PCCH, lo que se da a conocer públicamente es sólo una pequeña parte de la estrategia de ese partido y su gobierno.

Estados Unidos vs China

Mencionamos esos dos grandes acontecimientos internacionales porque el futuro de la humanidad estará determinado por la lucha Inter imperialista y desenlace de ese gran conflicto, supremacía y hegemonía mundial, entre esas dos grandes potencias. Sin duda alguna, existe claridad entre ambos bandos del conflicto mundial de que se están jugando el control mundial. La estrategia de seguridad nacional de los Estados Unidos plantea que China es “el único competidor con la intención de remodelar el orden internacional y, cada vez más, con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo”. (actualidad.rt.com). Anteriormente, a esa publicación, el secretario de Estados Unidos, Antony J. Blinken, había declarado que “China es el único país que tiene tanto la intención de redefinir el orden internacional como el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo. La visión de Pekín nos alejaría de los valores universales que han sostenido gran parte del progreso conseguido por el mundo en los últimos 75 años”. (BCN).

Con base en lo anterior, está claro que el imperialismo yanqui incrementa, cada vez más, su preocupación por las capacidades que tiene y ha desarrollado China en todos los ámbitos para disputarle su control y hegemonía mundial.

En ese congreso del PCCH se introdujeron dos nuevas modificaciones o actualizaciones al estatuto de ese partido “dos determinaciones” y “dos salvaguardas”. Evidentemente, esas determinaciones y salvaguardas giran alrededor de una mayor concentración de poder por parte de Xi Jinping y de su camarilla en el PCCH. La facción de Xi Jinping, al parecer, prácticamente purgó y eliminó a las demás fracciones burocráticas dentro del partido que le hacían competencia.  Esos cambios apuntan en la dirección de convertir a la República Popular China (RPC) en un “gran país socialista moderno en todos los ámbitos” al cumplir sus 100 años de fundación.  

Por otra parte, es importante mencionar que todas las políticas de la burocracia china han apuntado, primero, a su desarrollo económico y tecnológico, lo cual lo han logrado y, segundo, al tener las capacidades económicas y tecnológicas, desarrollar sus fuerzas armadas. China ha abandonado su política anterior de “desarrollo pacífico” por una más activa que prioriza a su ejército. De ahí que “El presidente Xi Jinping ordenó que las fuerzas armadas del país acabaran su proceso de modernización para 2035. Según dice, Pekín debería convertirse en una potencia militar de “clase mundial”, capaz de “pelear y ganar guerras”, para 2049”. (BBC NEWS MUNDO).

De acuerdo con ese mismo medio de comunicación “El crecimiento del presupuesto militar de China ha superado su crecimiento económico general durante al menos una década, de acuerdo con el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington”. (Ídem). Es evidente, que la burocracia china prepara a la RPC para pelear y ganar futuras guerras como potencia que aspira a la hegemonía mundial y, por ende, a una superación del imperialismo yanqui, no sólo por la vía económica y tecnológica, ambos ámbitos, en los cuales está logrando adelantarse a los Estados Unidos, sino también en el terreno militar en el cual aún, pese a todos sus desarrollos tecnológicos militares, no logra superar la supremacía de imperio estadounidense.

¿Existe una Nueva Guerra Fría?

Según el economista Nouriel Roubini “ya existe una guerra fría entre Estados Unidos y China, pero podría convertirse en una “guerra caliente” si el presidente Xi Jinping pretende unir Taiwan a China (…), así como también entre Occidente y potencias “revisionistas” como Rusia, China, Irán, Corea del Norte y Pakistán. Básicamente, están desafiando el orden económico, social y geopolítico que Estados Unidos, Europa y Occidente crearon después de la segunda Guerra Mundial”. (finanzas.yahoo.com).  Analicemos un poco lo anterior.

En realidad, no existe una guerra fría como la que conocimos entre el imperialismo yanqui y la extinta Unión de República Socialistas Soviéticas (URSS), puesto que tenía sus propias características, entre otras, tales como que existía grandes bloques de países alineados a la orbita de la Unión Soviética e igual al imperio yanqui, siendo este último mayoritario. También esa guerra fría se convertía, en ciertos períodos históricos, en guerra caliente en ciertas regiones del mundo. Asimismo, la ex URSS impuso su ideología estalinista, no sólo a los países bajo su control, sino también a cientos de partidos comunistas, guerrillas y movimientos de lucha en diversas naciones.

China, no tiene ninguna de las características antes señaladas. Sin embargo, existen y se desarrollan grandes conflictos económicos, tecnológicos y territoriales entre el imperialismo estadounidense y el emergente imperialismo chino. Las sanciones económicas y la negación al acceso a la tecnología de los Estados Unidos, impuestas por el gobierno de Trump, hacia China reflejaron esas graves contradicciones, así como la guerra soterrada y profunda que existe entre esas dos potencias en relación con los asuntos tecnológicos de los semiconductores (chip de 7 nanómetros), el 5G y 6G (telecomunicaciones y diversas áreas) y la inteligencia artificial (aplicación en armas modernas y otros ámbitos). Desde esos puntos de vista, se podría sostener que ambas potencias están involucradas y desarrollando en una especie de “guerra fría” en cuanto a esas cuestiones.

¿Se podría llegar a una eventual guerra en caliente entre China y Estados Unidos? Esa hipótesis es poco probable. La cuestión de Taiwán, aunque ha creado fuertes roces entre ambas potencias todavía no existen los factores y elementos que puedan conducir a ese desenlace. China, aún aspira a unificar esa isla a ella por la vía pacífica. Sin embargo, no descarta la vía militar para imponer esa unificación para lo cual China se prepara con la modernización de sus fuerzas armadas y armamento para “pelear y ganar guerras”, ya sea contra Taiwán y en otros territorios. Pero, para realizar ese objetivo necesita convertirse en potencia hegemónica.

De último, debemos sostener que no existe una “guerra fría”, tal como dice Roubine, entre las “potencias revisionistas” (Rusia, Irán, Corea del Norte y Pakistán) y Occidente, ya que ninguno de esos poderes regionales tiene la capacidad económica ni tecnológica para desafiar el poder de los Estados Unidos, aunque cuenten con cierto poder militar. Rusia que es un país que tiene relativa igualdad armamentista que el imperio yanqui, no obstante, se encuentra muy rezada en el terreno económico y tecnológico para enfrentar por si sola a los Estados Unidos. La guerra de Rusia contra Ucrania es una guerra regional. Obviamente, detrás de Ucrania se encuentran los Estados Unidos y Europa. No ampliamos sobre ese tema, ya que no es parte del presente artículo.

La Disputa de los Estados Unidos y China por la Región Indo-Pacífico

Debido a su importancia geoestratégica esa región actualmente es motivo de disputa entre el imperio estadounidense y el imperio emergente de China. La región Indo-Pacífico es una región biogeográfica que abarca el océano Índico, el océano Pacífico occidental y central y el mar que conecta a las dos áreas de Indonesia. También se dice que comprende desde Asia-Pacífico hasta Oriente Medio y África a través del océano Índico. Es una ruta estratégica para la iniciativa OBOR propuesta y desarrollada por China por la ruta terrestre “cinturón económico” de la Ruta de la Seda y la marítima que atraviesa Asia, Europa y África.

Al respecto de esa lucha por esa región en algunos medios de comunicación internacional se plantea “… lo que sucede y sucederá en el Indo-Pacífico sigue en proceso de incrementar los temas de la agenda internacional de seguridad y la posible confrontación entre los dos grandes actores que pretenden tener aquí un dominio político, económico y militar: China y los Estados Unidos… Efectivamente sobre la doctrina de un “Indo-Pacífico Libre y Abierto”, se está pasando desde una estrategia vertical a una horizontal…se está instaurando una fórmula en lo que lo bilateral está dando paso  la conformación de grupos transversales para la seguridad: QUAD, AUKUS y ahora, el Indo-Pacific Economic Framework (IPEF). Este último, tiene cuatro objetivos centrales… entre sus integrantes (Australia, Brunei, India, Indonesia, Japón, República de Corea, Malaysia, Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam): Economía conectada, Economía Resiliente, Economía Limpia y Economía Justa”. (BCN).

Más adelante, en ese escrito se señalan las preocupaciones China sobre la formación de ese bloque IPEF “… Por ejemplo, el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, como resultado de la propuesta IPEF norteamericano sostuvo que era importante establecer los “tres debería” y los “tres no debería” de los Estados Unidos en el Indo-Pacífico… “Primero… “debería promover el libre comercio y no debería establecer un proteccionismo disfrazado”. Segundo, … “debería promover la recuperación económica mundial y no debería desestabilizar la cadena industrial”. Tercero… “debería la apertura y cooperación y no debería crear una confrontación geopolítica”. … Wang Yi, postula que la estrategia de Washington apunta a “borrar el nombre de Asia-Pacífico e instalar el Indo-Pacífico (reposicionando a India); limitar la cooperación regional Asia-Pacífico, crear varios tipos de pequeñas camarillas bajo el lema de libertad y apertura; imponiendo EE. UU., de este modo, su estrategia en la cuestión de Taiwán y el Mar de China Meridional”. (Ídem).

Por tanto, lo más probables es que en esa región se enfrenten las estrategias de hegemonía y control del imperialismo yanqui el imperialismo emergente chino por esa zona de gran importancia en todas las áreas. Es posible que en esa región se libren futuras batallas de todo tipo por esa zona geoestratégica.

El Modelo de Competencia Inter Imperialista entre Estados Unidos y China

Lo novedoso de este modelo de competencia inter imperialista entre el ocaso del imperialismo estadounidense y el emergente imperio chino es que solamente dos potencias mundiales se enfrentan -enfrentarán- en las próximas décadas por la hegemonía y control mundial en todos los ámbitos. Europa no tiene cabida en esa lucha por esa hegemonía, ya que no tiene la centralidad de sus países para competir por esa superioridad mundial. Tampoco Rusia cuenta con las capacidades económicas y tecnológicas para disputar esa supremacía mundial como potencia.

La otra cuestión totalmente novedosa es que China es el único país que, habiendo sido un país colonial y semicolonial, ha logrado adquirir las capacidades económicas, tecnológicas y militares, esto último aún en desarrollo, para disputarle de tu a tu la hegemonía y control mundial al imperialismo yanqui. Dado que China no ha desarrollado todo su potencial militar, por ello se opone tajantemente a suscribir con los Estados Unidos cualquier acuerdo de control de las armas nucleares, ya que se encuentra aceleradamente trabajando en función de alcanzar en ese terreno al imperialismo yanqui.

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