Medio Oriente

Por Armado Sosa

Si se hace un breve vistazo sobre los últimos acontecimientos en los titulares de la prensa, sobresalen entre otros, las masivas movilizaciones en Francia, contra la reforma de las pensiones y en el estado sionista de Israel.

Cabe señalar, que a pesar del tiempo que ha pasado entre el inicio de estas hasta ahora, las masas no ceden terreno. A pesar, en el caso de Francia, de la aprobación en el Senado y el consiguiente decreto conocido como 49.3 o en Israel de la supuesta pausa declarada por el presidente Netanyahu en su intención de hacer pasar una reforma constitucional en la cual el poder legislativo, el Knneset no sería cuestionado por la Corte Suprema, las protestas no han decaído, al contrario, se han radicalizado, en el principio de una situación revolucionaria.

Israel: Bibi quiere tener plenos poderes

Después de un resultado negativo en dos elecciones parlamentarias que le impidieron formar una coalición para erigirse en primer ministro y sacudido por diversos escándalos de corrupción que a la postre fueron dejados de lado por sus aliados, Netanyahu pudo por fin conseguir su objetivo. Esto fue posible por el acuerdo logrado con los aliados provenientes de los grupos de la extrema derecha y fundamentalistas religiosos. A finales de diciembre, después de dos gobiernos efímeros de sus rivales políticos, Nafatli Bennett y Yahir Lapid, los cuales estuvieron unos dieciocho días el primero y   cuatro meses con veintinueve días el segundo, llegó el turno de Bibi. Desde el 2019, se han llevado a cabo cinco elecciones parlamentarias, lo cual se produce cuando el gobierno de coalición no puede seguir adelante. Y a pesar de estos procesos electorales, las bancadas políticas representadas no han podido lograr conformar un gobierno estable.

La crisis política que atraviesa el estado sionista no tiene casi comparación con las precedentes. El primer aliado del imperialismo yanqui en la región, enclave para contrarrestar la revolución de los países árabes y otras nacionalidades del área, es materia de inquietud para el campo imperialista.

El desgaste de su principal aliado político con veinte años en el poder, puede fragilizar la posición del país para seguir con cometido.

“"Es obvio que ahora es una cuestión de supervivencia política", opina para la BBC el profesor Yuval Shany, investigador del Instituto de la Democracia de Israel.

Shany explica que el problema real para el primer ministro es que "estará condenado si detiene la reforma, pero también si sigue adelante".

La presión sobre Netanyahu es tal que "realmente no tiene opción política más que detener o al menos pausar la legislación", algo que anunció este lunes.

El especialista añade que esto puede causar "que algunas facciones de extrema derecha abandonen la coalición y que el ministro de Justicia renuncie". (BBC)

Por otra parte, el mensaje de la administración Biden va en el sentido de lograr apaciguar la crisis y dar un respiro en medio de un incremento de las tensiones entre los diferentes campos imperialistas. Es evidente que el proyecto de Netanyahu ha obtenido con el visto bueno de los yanquis.

“Inmediatamente después del anuncio del primer ministro [Benjamín] Netanyahu sobre la suspensión de la legislación sobre la reforma judicial para permitir el diálogo, la Casa Blanca se apresuró a saludar calurosamente la noticia y enfatizó que su posición desde un principio ha sido que los líderes israelíes deben “encontrar un compromiso tan pronto como sea posible”.

“Pero en respuesta a una pregunta (el 28 de marzo), el presidente [Joe] Biden afirmó que “al igual que muchos firmes partidarios de Israel, estoy muy preocupado… No pueden continuar por este camino. Y lo he dejado en claro. Esperemos que el primer ministro actúe de manera que intente llegar a un verdadero compromiso. Pero eso está por verse” (Aurora-Israel.co)

En el último momento ha echado marcha atrás también en la destitución del ministro de defensa que salió a criticar la reforma, una prueba más del turbio panorama en el que se mueve el primer ministro.

Si bien las masas han obtenido un triunfo parcial, etas no son ingenuas y han redoblado las movilizaciones. Los sindicatos han hecho un llamado a la huelga general. La pérdida de confianza de la juventud también es manifiesta. Por un lado, se niegan a seguir los dictados de los grupos integristas judíos en el gobierno que buscan recortar las libertades democráticas y por otro el descontento se manifiesta en la oposición de incorporarse a las fuerzas armadas. Es lógico que como lo han proclamado algunos dirigentes sionistas, esto representa un problema de seguridad nacional.

Francia: Macron se tambalea, la lucha se radicaliza

Las movilizaciones en el hexágono no han cesado. Día tras día, en las principales ciudades, sectores distintos de la población salen a manifestar sin dejarse amilanar por la feroz represión de los gendarmes de los CRS.

De la misma manera, trabajadores de distintos sectores, en forma aleatoria declaran la huelga. Esta semana, durante las vacaciones de Pascuas que se dan por regiones , los trabajadores aeroportuarios han anunciado sumarse este jueves a la onceava jornada de movilización convocada por la intersindical. Esto tiene serias repercusiones sobre los vuelos a nivel continental.

“La escala de estas cancelaciones preventivas es ligeramente inferior a la del 6 de abril, cuando se vieron afectadas cuatro plataformas regionales. Estas supresiones de parte de los horarios de los vuelos de salida y de llegada permiten adecuarlos al número de controladores aéreos en su puesto y, por tanto, evitar perturbaciones aún mayores. A pesar de estas medidas, “no obstante, se esperan disturbios y retrasos” el jueves, subrayó la DGAC en su comunicado de prensa. Además de los aeropuertos, las interrupciones pueden afectar a ciertos centros de navegación aérea en ruta (CRNA), que guían a las aeronaves que sobrevuelan el territorio nacional. Dada la posición geográfica de Francia, estas huelgas tienen efectos en cascada en todo el tráfico aéreo europeo, lo que irrita a muchas compañías extranjeras que se ven obligadas a cancelar o retrasar vuelos.” Le Monde

La papa caliente la tiene ahora la Corte Constitucional que debe manifestarse sobre la reforma pasada a la fuerza vía el articulo 49.3. Sin embargo, el recurso de la corte no debería ser muy sorprendente. El pronunciamiento se haría este viernes catorce de abril. La composición de esta corte es muy politizada.

“Los "sabios" deberán rendir "dos decisiones": una sobre la constitucionalidad del proyecto de ley aprobado en el Parlamento tras un recurso al 49.3, y otra sobre la admisibilidad de la solicitud de referéndum de iniciativa compartida (RIP siglas en francés ndlr) lanzada desde la izquierda. Como es habitual en cada ley, la primera ministra Elisabeth Borne se había presentado directamente en el Consejo Constitucional el 21 de marzo para verificar la constitucionalidad del texto que retrasa la edad legal de salida a los 64 años. Este alto órgano del Estado está compuesto por nueve miembros, designados por el poder político (Presidente de la República, Presidentes de la Asamblea Nacional y del Senado) y principalmente de las filas de la derecha, incluyendo, por ejemplo, al ex Primer Ministro Alain Jupe. Actualmente lo preside otro ex primer ministro: Laurent Fabius, del Partido Socialista.”(France 24)

Las direcciones sindicales tuvieron un encuentro con la primera ministra Elisabeth Borne y otros miembros del gobierno del cual no salió el mayor resultado.

Los dirigentes de las centrales sindicales han tratado de lograr entrar en razón a este grupo de “sabios” de la corte, de clara orientación liberal.

“la tensión entre los sindicatos y el gobierno no ha disminuido. Y según los representantes de los trabajadores, este diálogo de sordos reforzará las manifestaciones contra la reforma. Por ello llaman a una fuerte movilización este jueves 6 de abril. Luego, quedan suspendidas a la decisión del Consejo Constitucional, el 14 de abril. “Apelamos a la sabiduría del Consejo Constitucional. Debe oír que la democracia necesita apaciguamiento”, espera Laurent Berger (CFDT, ndlr). Y si el Consejo Constitucional valida la reforma, los dirigentes gremiales recuerdan la posibilidad que aún queda en manos del presidente de la República, Emmanuel Macron, de no promulgar el texto.” (Capital.fr)

¿Cuál es la salida?

En ambos casos las protestas callejeras ganan terreno propiciando las condiciones para hacer caer los respectivos gobiernos que vienen fragilizados no de ahora si no desde hace tiempo.

En el caso de Israel, si Netanyahu entierra su proyecto de ley, la coalición con la cual ha asumido el poder, podría resquebrajarse y provocar un nuevo llamado a elecciones sin perspectiva de solución a corto plazo para constituir un recambio. Las masas lo saben y no ceden en su afán de lograr el objetivo.

En Francia, la posición del gobierno de Macron hace aguas en todos los frentes, interno y externo.

Las direcciones sindicales en lugar de levantar expectativas en los fallos de la corte, deberían estar armando la huelga general para echar por la fuerza de la movilización el nefasto proyecto.

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