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Las presiones de Shannon sobre el FMLN para crear la CICIES

Los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) reflejan la decadencia del capitalismo: altos índices de criminalidad y violencia, endeudamiento y crisis fiscal, altos índices de corrupción, y un torrente migratorio de trabajadores desesperados en busca de empleos y mejores salarios.

En estos tres países las maras reflejan un fenómeno de desintegración social. Decenas de miles de jóvenes, sin oportunidades de trabajo y estudio, son lanzados a la marginalidad social. Una parte de las maras ha sido reclutada por el crimen organizado, pero otra se mantiene como un fenómeno típicamente juvenil. Es un grave error juzgar y valorar a las maras como un todo. Aunque conservan cierto de grado de centralización, también reflejan fenómenos propios de los barrios y localidades.

Tanto en Guatemala, como en El Salvador y Honduras, el fenómeno de las maras divide y polariza las opiniones. No es para menos. Nadie quiere inseguridad, muchos menos ser víctima de asaltos o de extorsiones, o lo más trágico: perder la vida.

Pero es en El Salvador donde los índices de crimines y violencia han adquirido ribetes apocalípticos. Y esto tampoco es una casualidad. El Salvador tiene muchos años de crecer apenas el 2% anual, con escalofriantes datos sobre la decadencia económica. Es el país que tiene más migración, la gente ya no lucha por conseguir un empleo, simplemente se va hacia los Estados Unidos en búsqueda de una mejor vida.

En este contexto de enorme degradación económica es que el fenómeno social de las maras crece y amenaza con convertirse en un grave problema de seguridad nacional, tanto para el gobierno salvadoreño como para el gobierno de los Estados Unidos que se mantiene vigilante. Los gobiernos de ARENA fueron incapaces de contener este proceso, más bien lo alimentaron con la aplicación de políticas neoliberales en una país que había sido desangrado por la guerra civil.

El primer gobierno del FMLN, con el presidente Mauricio Funes, al final de su periodo impulsó un dialogo y conciliación con las maras, que tuvo exiguos resultados. Ahora el segundo gobierno del FMLN, con el presidente Sanchez Cerén, ha dado un giro a la derecha y ha decidido confrontar a las maras.

En este viraje se ha apoyado en la Policía Nacional Civil (PNC) y en el Ejército, para iniciar ataques militares cada vez más directos contra los bastiones de las maras. La población clama por mayor seguridad. El gobierno de Sanchez Cerén tiene muy poco que ofrecer, y por ello ha visto la peligrosa oportunidad de convertirse en el gobierno que restablezca la autoridad del Estado en las zonas bajo control de las maras.

En este proceso de lucha militar directa contra las maras el gobierno del FMLN ha buscado la protección del nuevo Plan de Alianza para la Prosperidad (PAP) que impulsa el gobierno de Estados Unidos para los países del Triángulo Norte. En su reciente visita, Thomas Shannon, apoyó al gobierno del FMLN en el “coraje y firmeza en enfrentar las maras”, pero subordinó el apoyo económico a la creación de una comisión internacional contra la impunidad en El Salvador (CICIES).

El gobierno del FMLN está presionado, por un lado, por el crecimiento de la violencia y las maras, y por el otro, por el imperialismo norteamericano que exige mayor injerencia en el combate contra las maras.

Shannon se fue, y ya comenzó el debate en torno a la posible creación de la CICIES. Lorena Peña, diputada del FMLN u presidenta de la Asamblea Legislativa, considera que ese tipo de organismo seria “Traer intromisión extranjera en asuntos tan delicados como la administración de justicia no es lo más adecuado porque nosotros tenemos instituciones fuertes surgidas de los acuerdos de paz”.(El Mundo 14/7/2015)

Por su parte, Medardo González, secretario general del FMLN, también declaró que “la creación de una CICIES aun mediante un tratado internacional sería inconstitucional. Nuestra Constitución le otorga a la Fiscalía y a nadie más las facultades de promover de oficio o a petición de parte la acción de la justicia en defensa de la legalidad, dirigir la investigación del delito”.

Los dirigentes del FMLN se atrincheran en la actual institucionalidad burguesa, y se han iniciado una ofensiva militar contra las maras, creyendo que de esa forma calmarán las presiones del imperialismo norteamericano. Craso error!!

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) se opone tajantemente a la creación de una CICIH en Honduras, y de una CICIES en El Salvador, así como a la continuidad de la CICIG en Guatemala.

Los únicos que pueden vencer la violencia y la desintegración social que reflejan las maras, son los trabajadores en lucha contra el sistema capitalista y la dominación imperialista. Los únicos que pueden derrotar la corrupción son los trabajadores a través del control obrero.

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