Por Marcos Galicia

El partido político Movimiento Semilla sorprendió al país al pasar a segunda vuelta en las elecciones presidenciales frente a la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) que obtuvo la mayoría de votos. Otro protagonista en estas elecciones fue el voto nulo que contabilizó el tercer lugar en la contienda. Contra todo pronóstico Semilla logró ganar frente a los partidos tradicionales (VALOR y VAMOS) y ante la izquierda tradicional (URNG-MAÍZ, WINAQ y el no tan longevo Movimiento para la Liberación de los Pueblos MLP).

El Movimiento Semilla surge a raíz de las manifestaciones del 2015 cuando la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) junto al Ministerio Público, dirigido en ese entonces por Thelma Aldana, expusieron a diferentes redes criminales de corrupción que involucraban a diferentes funcionarios públicos, entre ellos el expresidente Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti, quienes hoy enfrentan a la justicia. Actualmente el partido Semilla está integrado principalmente por académicos, científicos y activistas.

Semilla obtiene 7 diputaciones al Congreso de la República en su primera participación como partido en el año 2019. En esta segunda participación electoral Semilla logró 24 diputaciones siendo la tercera fuerza política en el congreso. ¿Qué hizo que Semilla cosechara semejantes números y los partidos históricos de izquierda no? Existen muchos factores que podrían dar indicios de estos inesperados resultados electorales. Mientras que la alianza URNG-Winaq únicamente alcanzó una diputación en el congreso, MLP no corrió la misma suerte, desaparecerá como partido por no haber alcanzado los votos suficientes.

Cabe mencionar al partido VOS, partido “centrista” que acogió a desertores de la UNE y otros partidos, que en sus últimos días de campaña apoyó a Sebastián Arzú (nieto del infame expresidente Álvaro Arzú) en su carrera hacia la alcaldía capitalina; decepcionando a sus simpatizantes resultó en la muerte política de su presidenciable Manuel Villacorta y del partido mismo.

La decepción que los partidos de izquierda generaron en sus simpatizantes y afiliados debido a que no estuvieron a la altura de organizar y movilizar a sus votantes como fuerza de izquierda sumado a la poca flexibilidad táctica del MLP dieron lugar a una percepción de cansancio hacia los partidos de izquierda que pudo reflejarse en estas votaciones, votos redirigidos a Semilla, a otros partidos, votos nulos o al abstencionismo.

Influyó la táctica de las dirigencias del MLP al llamar al voto nulo dado que su binomio presidencial no fue inscrito en estas elecciones, acto de injusticia por parte de la derecha. Sumado al llamado, también para votar nulo, por parte de otros candidatos que fueron expulsados de la contienda electoral, como los presidenciables Roberto Arzú por el partido PODEMOS y Carlos Pineda por Prosperidad Ciudadana.

Los partidos de izquierdas no lograron convencer al padrón electoral en las últimas décadas. En cambio, Semilla que no se identifica como izquierda, sino que se autodenomina como un partido “socialdemócrata” (una tendencia más “centrista” entre el espectro de la izquierda y la derecha) logró captar el voto urbano y de las juventudes. Y en su mayoría, los partidos de izquierdas están compuestos por adultos y adultos mayores, es poca la participación de las juventudes, a comparación de otros partidos.

El racismo es otro factor que pudo haber contribuido con el debilitamiento de los partidos de izquierda, pero con mayor fuerza al MLP. Los prejuicios y la estigmatización hacia las poblaciones indígenas y campesinas, especialmente aquellas que están organizadas y que han sido criminalizadas y desprestigiadas por el aparato estatal y los poderes fácticos del país (entiéndase el imperialismo estadounidense, la oligarquía guatemalteca y los sectores militares-religiosos), intentaron deslegitimar la lucha campesina impulsando el discurso discriminador sacando a relucir viejos discursos de la guerra fría en contra del socialismo.

El abstencionismo contó con un porcentaje de casi el 40% esto podría cambiar durante la segunda vuelta debido al antivoto y el rechazo hacia Sandra Torres (ex primera dama de la nación durante el gobierno de la UNE). Torres está en su tercer intento por llegar a la silla presidencial, en los últimos dos intentos perdió en segunda vuelta. El Movimiento Semilla aprovechó las redes digitales y utilizó acciones de calle para esta campaña, con un presupuesto corto a comparación de los grandes partidos tradicionales.

Hacemos un llamado a las fuerzas políticas de izquierda para que replanteen su estrategia política, depuren de sus filas a quienes buscan intereses personales y que retomen los diálogos para un frente común. Las fuerzas de la derecha tradicional y extrema derecha se han estado reagrupando y volvieron con más fuerza, ya no es un problema de futuro, está ocurriendo hoy, pareciera casi un retorno triunfal del fascismo, pero aún existen rayos de esperanza que iluminan un futuro más digno para Guatemala.

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