Por Leonardo Ixim

Como parte de la seguidilla de visitas de altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos a Guatemala, la semana pasada estuvo la jefe del Comando Sur, la general Laura Richardson, mostrando el respaldo de la administración de Joe Biden al gobierno de Bernardo Arévalo y Karin Herrera del Movimiento Semilla.

Así, ante los ataques de la extrema derecha nacional y la poca capacidad del partido en el gobierno y del equipo gubernamental de plasmar un movimiento en su defensa, reflejo de sus propias limitaciones con respecto a romper con las problemáticas estructurales del modelo económico y social vigentes, EU se vuelve uno de sus soportes principales.

Richardson, que se hizo conocida en la opinión pública latinoamericana hace unos meses por sus declaraciones respecto a lo que calificó de injerencismo chino y ruso, al denunciar el interés de estas potencias imperialistas en asenso por los recursos naturales, muestra la hipocresía típica del imperialismo gringo, para quien, como sabemos, la expoliación de nuestros bienes naturales siempre fue fundamental para sus intereses. Ahora se muestran como supuestos defensores de los “americanos” ante el ascenso de otras potencias, como China y Rusia, que disputan la hegemonía capitalista global.   

La Embajada de Estados Unidos, en un comunicado oficial, mencionó que la general Richardson participó en la Conferencia Centroamericana de Seguridad con altos mandos de los ejércitos de la región. Además, se reunió con el ministro de defensa nacional de Guatemala, general de brigada Henry Sáenz, con el jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional general de brigada Carlos Molina y con el presidente Arévalo.

A su vez el comunicado de la embajada gringa citado mencionó que se estrecharán lazos en materia de cooperación en seguridad entre los Estados Unidos y Guatemala que se enfoca en intereses compartidos, incluyendo la lucha contra las organizaciones criminales trasnacionales y otros actores malignos; la preparación para desastres; la ciberseguridad; la promoción del respeto de los derechos humanos; y la mayor integración de las mujeres en misiones de seguridad, paz y defensa.

Por su parte, Richardson y los personeros militares guatemaltecos visitaron un puesto militar situado en la frontera entre Guatemala y Honduras, mostrando que uno de los puntos de agenda de aquélla, es el tema migratorio, donde el gobierno de Arévalo continúa con la misma agenda impuesta por Washington de actuar como guardia fronteriza gringa, agenda que impulsa con todos los gobiernos, desde México hasta Panamá sin importar su signo ideológico.

Por otro lado, como muestra el comunicado oficial de la embajada, hay una serie de preocupaciones relacionadas a la actividad criminal de grupos trasnacionales que se vuelven verdaderos caballos de Troya de parte de EU para ejercer control sobre las fuerzas armadas latinoamericanas. Además de que, en cierto momento, estos grupos del crimen organizado, que son verdaderas lumpen burguesías con importantes cadenas logísticas internacionales para sus actividades, interesa controlarlas para que no afecten los intereses geopolíticos imperialistas.

Sin embargo, el verdadero motivo de la vista de Richardson, está relacionado a las declaraciones antes citadas sobre los recursos naturales y la presencia de Rusia, pero sobre todo China, en lo que antes se consideraba el patio trasero de EU. Sabemos que Beijing se ha vuelto el principal socio comercial de una serie de países de Sudamérica, y en Centroamérica, aunque EU sigue siéndolo, China compite por esto; además de la explotación de recursos naturales, hace unos meses durante el gobierno de Giammattei, Washington le quitó la inversión a empresarios rusos de la Compañía Guatemala Níquel en el departamento de Izabal, la cual ha tenido una fuerte oposición de pobladores mayas de esa zona.

Otro interés de las potencias es la creación de canales secos en el Istmo de Centroamérica, vitales para el comercio mundial, ante el declive del Canal de Panamá por la disminución de las aguas del Lago Gatún, que nivela las aguas entre ambos océanos. China planea construir un canal seco entre puertos de Honduras y El Salvador, mientras que hace unas semanas se planteó revivir un proyecto similar en el oriente de Guatemala, ahora impulsado por inversionistas de la India, mientras que el gobierno de México ha terminado uno en el Istmo de Tehuantepec.

Sin duda EU busca garantizar su presencia en la región ante la competencia de otras potencias, y posicionarse mejor quién puede ser su mejor aliado en Centroamérica que el gobierno de Arévalo. Desde el PSOCA nos oponemos tajantemente a ser terreno de disputa entre potencias y más de EU, quien ha generado una influencia nociva sobre los procesos políticos revolucionarios de nuestra región.

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