Por Maximiliano Fuentes

En el escrito titulado “Los refundacionales utópicos y el partido del pueblo” el compañero Luis Aguilar argumenta lo siguiente: “Tal vez nunca en la historia de Honduras ha estado tan cerca la clase trabajadora de un proyecto político verdadero en el que el pueblo ejercería la democracia por sobre los poderes hegemónicos anti democráticos de la clase dominante; la burguesía capitalista y terrateniente.”

Ante semejante afirmación, nosotros nos planteamos lo siguiente: ¿De que manera la clase obrera esta cerca de ejercer el poder político,  por lo menos en la actual coyuntura? Lejos de lo anterior, estamos ante una situación de desventaja y de retroceso, prueba de ello es el control de la burguesía y sus instituciones, pero más allá es el grado de coacción e imposición de la clase dominante sobre la clase obrera. Si el camarada Luis no logra asimilar nuestro argumento, a la realidad nos remitimos: El gobierno de Porfirio Lobo Sosa, durante sus dos años de gobierno, ha logrado imponer distintos planes de ajuste a los trabajadores públicos y el pueblo de Honduras, ha logrado introducir reformas a la Ley del INPREMAH, poniendo en alto riesgo la jubilación y las pensiones de los docentes de educación media, de igual manera ha pretendido reformar las leyes educativas del país, amenazando en gran medida la educación pública y fortaleciendo los negocios de educación privada, de la misma manera, los golpistas  aplicaron sin oposición alguna fuertes medidas contra el magisterio nacional, como ser la  desindexación salarial.

Podemos seguir enumerándolas, pero la intención no es hacer un recuento de los trancazos y de las alzas impuestas por el gobierno ilegitimo, sino la de demostrar con sustento en la realidad el grado de  retroceso en el que estamos inmersos. Afirmar ventaja ante la desventaja nos proporciona un  desacertado análisis de la realidad que  no deja de preocupar, pero lo peor, es argumentar de forma falaz para obtener asentimiento popular para justificar el desmantelamiento del FNRP y la incursión del partido de Zelaya.

Uno de los principios básicos de un marxista revolucionario es el de analizar la realidad e interpretarla de forma racional para orientar a los trabajadores a la toma del poder político. Hablar sobre una situación favorable cuando es adversa es hacer ideología y no ciencia. Por ello, estamos en la imperativa obligación de  exponer  la verdad a los oprimidos sobre la situación, porque es una manera de abrirles  el camino a la revolución.

Por otro lado, en uno de sus pasajes el compañero Luis Aguilar nos dice que “…la izquierda revolucionaria debe estar siempre en alerta ante lo que pasa en ciertos espacios de discusión en los que los socialistas utópicos, arremeten en contra de la clase obrera, el pueblo y sus aliados más cercanos en particular en lo que se refiere a sus intenciones de tomar el poder político de la nación e invertir la correlación de fuerzas en la sociedad.” 

A nuestro parecer, la izquierda debe estar alerta siempre, no dormirse jamás, aunque en ocasiones lo haga. Al ser el sector de vanguardia es el bastión ideológico de la clase, y es quien debe de orientar los procesos de transformación social, pero asumir que estamos ante una situación de ventaja es plantear algo completamente ajeno a la realidad, me parece que lo anterior es una forma poco inteligente de justificar el viraje electoral, por cierto, política extremadamente torpe que ha puesto en detrimento el proyecto de transformación y de refundación de la nación. Pero no solo eso, sino que ha logrado disminuir la simpatía y la base social del FNRP,  como parte de la evidencia anterior, tenemos la reciente encuesta realizada por el Equipo de Reflexión  Investigación y Comunicación (ERIC) con asesoría del Instituto universitario de Opinión Pública (IUDOP – UCA)  y Radio Progreso. En el trabajado titulado “Percepciones sobre la situación hondureña en el 2011” se plantea que el 78.5 de los encuestados no cree en lo absoluto del FNRP, este porcentaje hace que la incredibilidad del frente este por debajo del Ministerio Público, la policía y las fuerzas armadas, entre otras institucionales sociales y políticas.

Pero el compañero no legitima los datos proporcionados por el ERIC, al contrario, manifiesta que “la agresividad que representa el acto de impulsar unas encuestas con intenciones segundas es muy reprochable, pero más nos preocupa el impacto a largo plazo de otras acciones que puedan encontrar motivación y que, por desgracia, caen en las manos de la burguesía local y el imperio occidental para a su vez ser utilizadas a nivel mundial y dar una cierta imagen de Honduras y del proceso latinoamericano en general. Con los resultados de la encuesta de ERIC ya salieron algunas notas publicadas en medios de comunicación y agencias de noticas más allá del continente americano.”  

Este argumento es inconsistente, los instrumentos de obtención de información, como ser las encuestas y las entrevistas, pueden estar condicionadas por el sesgo ideológico y político del encuestador, pero más allá de la fiabilidad del dato, todo cientista social debe considerar que un instrumento cuantitativo refleja algún grado de correspondencia con la realidad. Lejos de cuestionar los resultados de la encuesta, el camarada Luis debería de cuestionar la política desmovilizadora y colaborada de José Manuel Zelaya Rosales y la cúpula del FNRP, dado que con sus acciones han incidido de forma directa en el grado de aceptación del Frente. El FNRP al permanecer aislado de los procesos de transformación social y haber abandonado las banderas de la constituyente por la participación electoral a través de LIBRE, ha servido como agente indirecto de la estabilización y el reconocimiento del gobierno ilegitimo de Porfirio Lobo.

En la misma dirección, el compañero afirma que a partir del proceso auto convocatorio “…era algo que se escuchaba únicamente en las sirenas de alarma del programa de Radio de Félix Molina al tiempo que los anarquistas mas empedernidos empezaban a escandalizar a la población en Honduras y en Estados Unidos sobre los problemas, que en espejismo era el ingreso a la OEA, una institución moribunda, cuando en realidad era el miedo a la predominancia de la vía partidaria si se firmaban los acuerdos de Cartagena de Indias.” 

Desde el Espacio Refundacional, y concretamente desde el PSOCA, en ningún momento hemos expresado temor alguno, al contrario, siempre hemos estado al frente de los procesos, aún cuando nuestra organización está teñida de sangre de mártires. Si las orientaciones establecidas en la Asamblea del 26 no se cumplieron no fue por la incapacidad de las organizaciones del espacio refundacional, eso si, la actitud descarada de Zelaya y de sus afines por no asumir la movilización como el principal camino de las transformaciones radicales.

Según nuestro citado autor, “..pasaron meses y el proyecto auto convocatorio era apenas un poco mas que un sueño. De igual manera, por todos es conocida la frustración con la cual se expresaron los anarquistas y refundacionales utópicos cuando la resistencia hondureña emprendió el camino de la acción política partidaria.”

 

 Si bien es cierto, las bases de la resistencia votaron a través de una asamblea incursionar en el proceso electoral de 2013, sin embargo no se habla en ningún momento de los mecanismos de manipulación de Zelaya y de los dirigentes que suprimieron los organismos democráticos construidos con anterioridad, con la pretensión de imponer su política sin oposición alguna. Por otro lado, la decisión tomada en la Asamblea no fue el resultado de una discusión democrática al interior del FNRP, sino que fue impuesta a través de un acuerdo firmado a espaldas de las bases. Después de meses de haber tomada la decisión de incursionar en lo electoral hagamos el balance. ¿A quien a beneficiado la bifurcación del FNRP? Desde nuestra percepción, no se requiere ser  lego en política para contestar la interrogante anterior, una simple mirada en la realidad basta. Cuando la realidad se manifiesta de manera inmediata, la ciencia y la filosofía resultan superfluas.

Pero de algo debemos estar claros, esa orientación ni siquiera benefició al proyecto político electoral de Zelaya, ya que no solo la encuesta del ERIC nos arroja algunos datos sobre el grado de aceptación de LIBRE y del FNRP, sino también la segunda encuesta de la CESPAD.

Por otro lado, Luis Aguilar nos asevera: “Para nosotros la idea constituyente nació para ser un proceso que va a transformar la totalidad de la sociedad hondureña y no un juego utópico que desvanecerá entre los astros y la divinidad. Sin embargo, amplios sectores de la rama refundacional han sabiamente decidido distinguir que este camino es la vía correcta hacia la liberación de la nación y se han unido al pueblo en esa lucha.” 

Pero nosotros no dejamos de preguntarnos: ¿Qué tipo de constituyente nos propone el compañero?  Seguramente la que encaja o calza muy bien con los intereses de los grupos de poder, a saber: una amañada y armada desde las alturas, que recoja los beneficios de los más ricos. Ese tipo de constituyente la propondrán los sectores más conservadores de la sociedad hondureña, pero no es la constituyente que aspira el pueblo.

Para finalizar, el camarada afirma que amplios sectores de la rama refundacional sabiamente se han unido al proyecto político electoral de Zelaya. para empezar, hablar de amplios sectores me parece sobredimensionar el número de militantes de las organizaciones del espacio, hasta donde tengo entendido, la mayoría de las organizaciones, a no ser el COPINH son expresiones de vanguardia. Por tanto, no son organizaciones con amplia influencia en las masas, por lo menos hasta el momento. Por otro lado, respetamos la decisión de las organizaciones fraternas, no obstante no dejamos de cuestionarlas, si alguna organización del espacio se ha unido al proyecto político de Zelaya, nos veremos en la forzosa necesidad de cuestionarles y de emplazarles, como en algunas ocasiones lo hemos hecho. Por cierto, frente a las reiteradas acusaciones exhorto a los camaradas del Espacio refundacional a definir posturas frente a su participación en LIBRE, de no hacerlo, caerían en un centrismo que beneficia a Zelaya y a los golpistas.

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