Por Sebastián Ernesto González

Sin duda alguna que las dirigencias gremiales, sindicales y del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) han servido de tapón para detener -posteriormente al golpe de Estado- el clamor popular y la exigencia –de parte del pueblo- de una mayor participación democrática en el país. Es inaudito que en el régimen heredero del golpe se hayan violentado innumerables veces los derechos humanos de individuos y de numerosos sectores tales como los campesinos del Bajo Aguán o al magisterio, y sin embargo, ninguna de estas dirigencias  elaboró una correcta estrategia de lucha y de movilización para retener las conquistas ya perdidas.

Mientras en agosto del 2010 los líderes sindicales de las Centrales Obreras traicionaron al magisterio sin convocar a una huelga general, que los diferentes sindicatos ya habían aprobado en la ciudad de San Pedro Sula, ahora en el 2012 estos tristemente célebres líderes sindicales nos vuelven a sorprender consensuando con la empresa privada un ridículo aumento al salario mínimo que promedia entre el 6 y el 8% y dejando amarrado otro ridículo aumento para el año 2013.

Una traición más a la clase trabajadora

El día martes 07 de febrero se firmó el Acuerdo Nacional “Por un crecimiento económico con equidad social” suscrito por empresarios, gobierno, obreros y campesinos, donde se plantean 7 metas, siendo la más lesiva la cuarta que tiene que ver con los salarios y que plantea que: “…los cuáles deben estar ajustados a la realidad económica del país, tanto en el sector privado como público” (EH 10/FEB/2012). Esto no hace más que confirmar la anuencia de parte de los representantes obreros en aceptar el miserable aumento al salario mínimo.

Dicho acuerdo fue firmado, entre otras personas, por Daniel Durón, Secretario de la Central General de Trabajadores (CGT), y Cornelio Chirinos, titular del Consejo Coordinador de Organizaciones Campesinas de Honduras. Daniel Durón, representante obrero manifestaría que “Esta es una demostración de voluntad política de todas las partes productivas del país y no es más que la ratificación de la necesidad que tenemos en el país de profundizar los procesos de diálogo”. (EH 08/feb/2012).

De esta declaración del líder sindical podemos sacar dos conclusiones. La primera es que ellos como representantes de la clase trabajadora, han sido partícipes de las medidas neoliberales y de los planes de miseria implementadas sanguinariamente por el régimen Lobo-Hernández, al mantener inerte al movimiento sindical. Esto explica por qué en agosto del 2010 Daniel Durón argumentó que no existían las condiciones para ir a una huelga general en apoyo al magisterio. Con esta decisión daba un espaldarazo al régimen y dejaba solo al magisterio.

La segunda conclusión es que ellos, como representantes de la clase trabajadora forman parte de las famosas mesas de diálogo tan bien implementadas por Lobo-Hernández y en las que el Estado nunca cumple si se toman decisiones a favor de los trabajadores y se cumplen si son para beneficiar a la empresa privada o a la clase política. Si es para favorecer a los desposeídos solo queda en papel mojado tal y como lo refleja el supuesto congelamiento de los productos de la canasta básica, pues cada mes incrementan los costos de la misma.  Para muestra, se aumentó el precio del cemento donde “El gobierno cedió ante las cementeras al autorizar un alza de entre 4.70 y 5.30 lempiras a la bolsa de cemento…y dejó sin efecto la prórroga al congelamiento del producto” (EH 08/Feb/2012).

El FNRP también desmovilizado… ¡pero aún hay energía para pleitos particulares!

Para el día jueves 9 de febrero, a través del Subcoordinador general del FNRP y ahora LIBRE, Juan Barahona, se convocó a la “resistencia” para apoyar al periodista del Canal 36, Esdras Amado López. El lugar de la convocatoria era la Corte Suprema de Justicia, donde al periodista mencionado se le sigue un juicio en un conflicto particular que involucra a los directivos de una cooperativa. Si bien es cierto que el mencionado periodista se opuso férreamente al golpe de Estado, también podemos afirmar que es uno de los férreos defensores del régimen Lobo-Hernández.

Sin entrar en detalles de la cantidad de personas que asistieron, vemos que la ironía en todo esto es que, así como las Centrales Obreras nunca han trabajado para movilizar a la clase trabajadora para que defienda sus conquistas y exigir mejores salarios, el FNRP tampoco convoca para esclarecer los más de 300 asesinatos desde el Golpe de Estado, ni moviliza para que los diferentes sectores defiendan sus conquistas, como por ejemplo las ya perdidas por el magisterio, quien en su mejor momento de lucha en contra del golpe fuera llamado “La columna vertebral de la resistencia”.

Hemeroteca

Archivo