Por Frandav Lifú

La recomposición política en el país se inició desde el mismo día en que se realizó el Golpe de Estado en el 2009. El 28 de junio de ese año el Partido Liberal se resquebrajó a tal punto que, en la última elección en el 2021, su candidato Yani Hidalgo Rosenthal solo obtuvo el 10 % de la votación.

En las elecciones generales del 2009 la abstención fue del 51.12 %, siendo la más alta en la historia de Honduras. La gran mayoría de simpatizantes y activistas del PL simplemente no acudieron a las urnas en un claro boicot a la convulsión política del momento.

Poco a poco, va cambiando la estructura política, pero no es suficiente

Los cambios en la composición del Congreso Nacional desde el 2009 se han dado de la siguiente forma; a) en el 2009 el Partido Nacional obtuvo 71 diputados y el PL 45 b) en el 2013 el PN obtuvo 48 diputados, el PL 27, el Partido LIBRE 37 y el Partido Anticorrupción 13 c) en el 2017 el PN 61, el PL 26 y el Partido LIBRE 30 y, d) en la última elección en el año 2021, el PN obtuvo 44 diputados, el PL 22, LIBRE 50 y, el Partido Salvador de Honduras 10. Los residuos para llegar a 128 diputados propietarios siempre se distribuyeron entre el resto de los partidos minoritarios.

Porfirio Lobo Sosa, en su gobierno del 2010-2014, no tuvo ningún problema para aprobar leyes muy lesivas a los trabajadores y a la soberanía del país, con el control abrumador del Congreso Nacional tuvo carta abierta para hacer y deshacer con las leyes, entre los más nocivo que se aprobó en esos 4 años está; la Ley de INPREMA que tanto daño le ha causado al magisterio, la creación de las ZEDE, la sustitución ilegal de cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional, la creación de la Ley Fundamental de Educación, el fraude electoral del 2013 en que se eligió Juan Orlando Hernández en su primer periodo y, muchas otras decisiones completamente ilegales y muy lesivas al pueblo hondureño.

En el primer gobierno de Juan Orlando Hernández (2014-2018), perfectamente se pudo realizar una alianza en el Congreso Nacional entre los liberales, el Partido LIBRE y los diputados del PAC, que juntos hacían un total de 77 diputados, suficiente para que el ahora prisionero en New York no se hubiera impuesto en todo lo que quiso en los 8 años que estuvo al frente de la nación. Por el contrario, diputados liberales y casi todo el PAC se alió sin ningún empacho en todas las arbitrariedades del narco partido Nacional.

En el segundo gobierno de Juan Orlando Hernández (2018-2022), la composición del Congreso Nacional quedó dividida, situación que no presentó algún obstáculo para que el narco Partido Nacional se aliara nuevamente con los diputados liberales y así, gobernar sin mayor problemas.

En los doce años de gobierno del narco Partido Nacional (2010-2022) circuló millones y millones de lempiras al interior del Congreso Nacional para llegar a los consensos y aprobar leyes a diestra y siniestra, el dinero del narcotráfico y del saqueo del Estado, inclinó la balanza a favor del Partido Nacional.

Año 2021, un alto rotundo a gobiernos del bipartidismo

Si bien es cierto Xiomara Castro con el Partido Libertad y Refundación ganaron rotundamente el proceso electoral en el 2021, ese triunfo histórico no sucedió en el Congreso Nacional, en que, nuevamente, los diputados más identificados con los nacionalistas, ahora, son quienes hacen oposición al gobierno de la presidenta Xiomara Castro. Desde inicios de enero del 2022, los nacionalistas han conspirado dentro de las mismas interioridades de LIBRE para controlar el Congreso Nacional, en casi dos años ya obtienen resultados de su estrategia y, actualmente, hacen un solo bloque junto a liberales y diputados del PSH, con un total entre ellos de 74 diputados, logran empantanar cualquier elección, o incluso, ganar una votación por mayoría simple.

Se puede asegurar a estas alturas que, el bloque de oposición al gobierno es mayoría en el Congreso Nacional, y, que, a menos que se coloque algo en la mesa para negociar en una votación, pues, el Partido en el gobierno saldrá perdiendo, sin importar el beneficio de la Ley que se apruebe o se derogue.

¿Quién es el enemigo de las causas justas en este momento?

Si se aplica la Regla del Absurdo, y el pueblo hoy mismo decidiera que el bipartidismo gobierne el país, no existe ningún ápice de duda que la forma de gobierno sería igual a la del 2010-2022; totalmente lesiva al pueblo hondureño. Es evidente que, el gobierno del Partido LIBRE no es revolucionario, de hecho, aun no se cumplen muchas de las promesas ofrecidas en campaña porque algunas de estas rompen con el estatus quo de la empresa privada o de la clase política, no obstante de esta realidad, se debe tener conciencia que con un Congreso Nacional  en que la oposición es mayoría, difícilmente se avanzará en devolver al pueblo lo que se le quitó.

Surge la pregunta entonces, o ¿se está en la oposición junto al bipartidismo cachureco liberal o del lado de quienes gobiernan?

Por ahora, no hay ni procesos revolucionarios ni una estructura organizativa que acumule el descontento de la población y que, sea totalmente independiente de LIBRE y del bipartidismo. Debemos crear esa fuerza politica.

Algo si es seguro, los enemigos son los que en doce años saquearon al país y lo convirtieron en un narcoestado.

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