La dirigencia de ANEP no tolera el surgimiento de una nueva burguesía  

Por Marcial Rivera

El 30 de julio del presente año, la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) –principal gremial empresarial en El Salvador, ligada tradicionalmente al partido ARENA- presentó nuevas pruebas a la Superintendencia de Competencia en contra de Alba Petróleos. Según el Diario El Mundo “La Asociación entregó a la Superintendencia información de la compra o creación por parte de Alba Petróleos de empresas relacionadas a esa empresa, como alimentos, fertilizantes, medicamentos, energía, combustible, gas y arroz. Con las nuevas pruebas, la ANEP quiere demostrar que Alba estaba haciendo concentración económica no solo en los combustibles, explicó Jorge Daboub, presidente de la gremial”.

Estas nuevas pruebas se unen a una denuncia inicial que presentó la ANEP ante la Superintendencia por distintas acciones, entre otras las de fusionar capitales y fusionar estos capitales con otras empresas, sin las respectivas autorizaciones. Básicamente lo que buscan es que se dé un proceso sancionatorio en contra de ALBA Petróleos, por “concentración económica”. Pero además por otras motivaciones como competencia desleal, y las “ventajas” que el Estado mismo otorga a ALBA Petróleos para que incursione en el mercado de las distintas líneas de productos que comercializa. Otras razones por las que han presentado esta denuncia es porque esta empresa “no ha presentado sus estados financieros” desde 2011, lo que también contribuye a la falta de competencia que la ANEP alega.

Esta falta de competencia ha sido anteriormente denunciada en otros espacios. El empresariado considera que al no existir condiciones para competir en el mercado interno, la inversión extranjera es ahuyentada; no obstante, se habla de competencia en un Estado en donde existen grandes oligopolios como el mercado de harinas y otras áreas de producción. Debe recordarse que esta empresa fue creada como resultado de la inversión conjunta de varias alcaldías gobernadas por el FMLN, y que al principio comercializaban gasolina, diesel, y otros derivados del petróleo, pero en la actualidad han diversificado los productos que comercializan.

Entre otros, los rubros en los que ha incursionado en la actualidad ALBA Petróleos son por concentración de activos y capitales en mercados de alimentos, fertilizantes, medicamentos, energía y gas. En este sentido, la realidad es que lo que se está dando es una lucha frontal por la renta nacional, entre los dos protagonistas de la lucha por este tema, que son básicamente la ANEP, principal gremial empresarial ligada a la derecha, y ALBA Petróleos, conectada a los núcleos económicos incipientes, ligados al FMLN.

El crecimiento de ALBA Petróleos, es evidente; y la diversificación de sus ofertas también. En la actualidad sus actividades giran en torno a Alba Alimentos, que son granos básicos a precios accesibles, Alba Fertilizantes, otorgados a los pequeños agricultores, en el interior del país, Alba Energía, ligada al tema del petróleo, Tu Financiera, que busca dar pequeños créditos, Alba Med, que son medicamentos a precios accesibles, además de Misión Milagro y Misión Sonrisa, que son otros proyectos siempre ligados a ALBA Petróleos.

Dentro de la “proyección social” que ha tenido ALBA Petróleos, se encuentra el tema de ALBA Becas, que es un programa cuya finalidad es la de otorgar becas a jóvenes de distintas zonas tanto urbanas como rurales, para que puedan estudiar. Sin embargo, esto es un acto de clientelismo político, en tanto que son otorgadas a gente ligada al FMLN, o se otorgan con fines esencialmente electorales. No obstante, el programa ha sido estratégico, pues ha permitido un aumento sustancial de la base social que tiene el FMLN, sobre todo en las áreas urbanas, en las que tradicionalmente el FMLN no tenía tantas bases, esto por supuesto sin dejar de lado también las áreas rurales. De este modo esta base social que ha logrado el FMLN, no tendrá trabajo político relacionado con la defensa de un proyecto político, de cambio, de izquierdas o socialista; esta nueva base social estará encargada, de luchar por la defensa de un proyecto esencialmente empresarial, comandado por el FMLN “S.A. de C.V.”

Lo que la población debe tener claro es que las intenciones de la ANEP al presentar esta denuncia no son las de defender la “libre competencia” y poder operar en un esquema de plena competencia. Por el contrario, este es un conflicto entre la burguesía tradicional y la nueva burguesía emergente. El descaro de ANEP ha llegado el límite de lo absurdo cuando propone que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no divulgue la lista de empresarios morosos con el fisco. Todas las burguesías son idénticas.

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