Por Saturnino Orellana

Como es costumbre los gobiernos al finalizar el año presentan sus informes oficiales los cuales casi siempre presentan un balance positivo de sus gestiones, este año no ha sido la excepción, al analizar ciertos paramentaros en materia económica veremos que muchos de estos no concuerdan con la realidad.

Crecimiento económico para unos pocos

Según informe oficiales, El Salvador finalizará el año 2017 “…con una tasa de crecimiento económico del 2.4 %, lo cual supera a la calculada que era del 2 % del Producto Interno Bruto (PIB). Siendo los sectores de mayor crecimiento la agricultura con un alza del 3.4 %, la industria de la construcción un 2.2 % y el sector azucarero un 20 %. Resaltando a la vez un incremento de la producción cafetalera, que subió de 784,740 quintales en la cosecha 2015-2016 a los 845,600 en el período 2016-2017. En materia de exportaciones se señala un crecimiento   del 5.7 %. Asimismo se mencionó un incremento de los aportes generados en concepto de ingresos turísticos el cual ascendió a 1,255.5 millones de dólares… y el incremento de la capacidad de generación eléctrica pasando de generar 1,587 megawatts en 2014, hasta alcanzar los 1,881 megawatts actuales…”( http://www.eleconomista.net).

Desmejoramiento de la clase trabajadora y la clase media

Las cifras reflejan un crecimiento en materia económica y por ende podemos decir un balance económico positivo para el gobierno del FMLN pero en realidad para la clase trabajadora es otra realidad ya que dicho crecimiento económico no se refleja en la realidad que vive la clase trabajadora salvadoreña y la clase media quienes sufren las implicaciones de las políticas económicas impulsadas por el gobierno dando así un desmejoramiento del nivel y la calidad de vida de la misma, mientas tanto el gobierno del FMLN en sus discursos resalta  la reducción de la pobreza, pero lo que en realidad se han implementado son proyectos asistencialista para sectores que se encuentran en extrema pobreza al igual como la hacia la derecha tradicional; dicho planes si bien en mínima escala ayudan a dicho sectores, no solución el problema pero si le permiten a los gobiernos mantener un base electoral.

Aumento de salarios para el proletariado agrícola

Si bien se ha dado un crecimiento en el sector de la agricultura y un aumento de la producción cafetalera, dicho crecimiento es para los dueños de los cafetales y no se expresa en un bienestar para el proletariado agrícola. Si revisamos el último pírrico aumento del salario mínimo las personas contratadas por unidad de tiempo en la recolección de café ganan $ 0.834 por hora trabajada, $ 6.67 por día laborado y $ 200.00 por mes. Mientras las personadas contratadas por unidad de obra ganan $0.054, por libra recolectada y $1.334 por arroba, queda claro que la mejora en materia de la producción del café es solo para los cafetaleros.

Es de recordar las disputas por el control de organizaciones de productores de café entre viejos productores y productores ligados al FMLN, así mismo de las condonaciones realizadas a dichos productores y el financiamiento por parte del gobierno. Otro aspecto a cuestionar es el por qué no se dio una nivelación salarial entre trabajadores del campo y la ciudad.

Industria de la construcción debe beneficiar a la clase trabajadora

En materia de la industria de la construcción este no ha llegado a las amplias mayorías de trabajadores, ya que muchas las construcciones viviendas construidas por sus precios no son accesibles a la mayoría de trabajadores, por lo cual debemos exigir un plan de construcción de viviendas dignas desde el gobierno y que los precios sean accesibles a todos los trabajadores.

Renacionalización bajo control obrero del servicio de energía

Se habla como también de un incremento de la capacidad de generación eléctrica pero dicho incremento no refleja en un beneficio para los hogares salvadoreños ya que su distribución está en manos privadas cuando en realidad debería ser dicho servicio debería ser retomado por el estado. A muchos hogares de trabajadores, bajo este gobierno del FMLN, les ha sido quitado el subsidio a la energía, lo cual viene a deterior la economía.

Dicho crecimiento económico no ha llegado a la clase trabajadora y no se refleja en la realidad misma, ya que por una parte habla de crecimiento, pero por otra presenta un déficit fiscal, presenta un presupuesto desfinanciado en donde son más los egresos que los ingresos, a la vez que se presenta como fuentes de financiamiento los préstamos, luego recarga dicho financiamiento a la clase trabajadora.

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