Por Francisco Guardado

En El Salvador el 18 de marzo del 2020 oficialmente fue confirmado el primer caso de enfermedad por COVID-19, al 19 de abril, han sido realizadas un total de 12, 210 pruebas de las cuales 218 han sido reportadas positivas, de estos 46 se han recuperado y 7 han fallecido, entre ellos un menor edad.

Aumento de riesgo de contagio

Medidas como la cuarentena domiciliar obligatoria, cierre de aeropuertos, centros de contención, etc. han sido pertinentes para contener la pandemia y proteger a la población.

Los  218   casos confirmados  han demostrado  las deficiencias del manejo de la pandemia por parte de las autoridades superiores de las instituciones de salud, quienes han  puesto en riesgo la salud del personal que laboran en   los diferentes centros de atención del Ministerio de Salud (MINSAL) y del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), así como también a nivel de hospitales privados.

Contagios intrahospitalarios

El número de personal de salud  con sospecha de contagio o contagiados, mostró  una tendencia al alza a partir del 13 de abril, fecha a partir de la cual se vienen haciendo públicos posibles contagios intrahospitalarios en el hospital Nacional Zacamil, UCI de hospital nacional de la mujer, Policlínico del ISSS Zacamil, unidad Médica Ilopango ISSS, etc.

Las razones que llevaron al personal a sufrir  contagios, van desde una falla al momento del diagnóstico médico, ocultamiento  o desconocimiento del nexo epidemiológico por parte del paciente.

Vale aclarar que ya estamos en una fase (contagio local) en la cual los casos no son importados,  sino producto de un contagio al interior del pais, es por ello la importancia de dotar del Equipo de Protección Personal (EPP) adecuado a todo el personal, ya que podríamos estar ante  personas que son portadoras del COVID-19, pero no presentan el cuadro clínico en ese momento.

Fallas en los protocolos

Según lineamientos del Ministerio de salud (MINSAL), todo paciente con síntomas de COVID-19 y con nexo epidemiológico,   sería trasladado por el sistema de emergencia 132 hacia los centros de atención destinados  actualmente para ello, como fue en un principio al  hospital nacional neumológico,  hospital de Lamatepec del ISSS, hospital nacional San Rafael, y hospital de niños Benjamín Bloom, lo anterior fue válido en un primer momento, pero a la fecha muchos de estos pacientes sospechosos de COVID-19 reciben su consulta en centros de atención que no estaban   previstos para tales fines.

Además de lo anterior también existen fallas para hacer un diagnóstico temprano de la enfermedad por COVID-19, debido a falta de pruebas de laboratorio. La única forma de confirmar dicho diagnóstico, es que los pacientes sospechosos de COVID-19 queden ingresados en centros hospitalarios, algo que no habían sido previsto.

En  toda enfermedad infecto contagiosa, el personal está expuesto a la contaminación. Este problema se agrava debido a que el personal sanitario no cuenta con el nivel adecuado de protección, pero más aún cuando el personal es despachado  a su vivienda. En este caso, de haber contraído la enfermedad, expone a su familia.

Por esta graves fallas e imprevisiones, el personal de salud de  hospitales nacionales y del ISSS   han realizado acciones de protestas y denuncias.

La solución: Exámenes para todos los trabajadores y la población

 Siempre debemos reafirmar la necesidad de EPP y la respectiva higiene de manos, pero a la vez debemos exigir que a todo paciente que se le sospecha enfermedad por COVID-19, le sea realizada la prueba para diagnóstico.

 Mientras dichos resultados no estén, todo el personal  que atendió a pacientes sospechosos de enfermedad por COVID-19, y que se sospeche de algún contagio debe mantenerse aislado de los demás trabajadores y de su propia familia, para evitar nuevos y masivos contagios. Este tiempo debe ser considerado como parte de su trabajo, es decir, tiempo laboral. Se debe garantizar que los lugares en donde se aíslan a los trabajadores, como medida de prevención, reúnan las condiciones mínimas necesarias para el monitoreo

Todo trabador que estuvo expuesto a contagio debido a la inoperancia de las jefaturas, tiene el derecho a que se le realice la prueba de COVID-19 a él y a su núcleo familiar.

Paradojas  del STISSS

Es una falacia que la agrupación “Fuerza-STISSS”, como dirección  actual del STISSS, afirmara en días anteriores que se ha  dotado de  EPP necesario al personal del ISSS. Los trabajadores no afiliados a esta organización, se autoorganizaron y por si mismos han salido a exigir que les doten del EPP necesario.

Lo anterior quedó al descubierto cuando el presidente Nayib Bukele, a raíz de las protestas realizadas de forma valiente por los trabajadores del hospital de Lamatepec del ISSS, pidió a las autoridades del ISSS que se les dotará de EPP a todos los trabajadores. Con ello reconoció la existencia de dichas deficiencias.

Otro elemento a mencionar es el hecho que el STISSS como sindicato oficial no ha acompañado a los trabajadores en momentos que han denunciado posibles contagios.

No todo es silencio en el ISSS. El SIDETTRISS, en el marco de las acciones realizadas por los trabajadores de la unidad médica Ilopango del ISSS vía redes sociales, manifestó: “…Esta situación afecta la situación de distanciamiento solicitado por el gobierno, sin embargo, creemos señor Presidente Nayib Bukele que se debe a que los trabajadores en el ISSS están preocupados por la forma en que las autoridades locales están manejando esto. No hay un verdadero equipamiento de los trabajadores en todo el ISSS, … “

Organización, unidad y lucha de todos los trabadores de salud

Si los Sindicatos y los “Comités de Seguridad y Salud Ocupacional” no garantizan la seguridad y salud ocupacional de los trabajadores de la salud, así como el derecho al trabajo, la estabilidad laboral y los salarios, debemos proceder a autoorganizarnos de manera independiente. No esperemos que caiga el maná del cielo, debemos cuidarnos nosotros mismos.

En los diferentes centros de atención, debemos organizar comité de trabajadores integrados por todos los trabajadores, independientemente la función que realicen.

Como trabajadores debemos desechar toda diferencia política-partidarias y religiosas, debiendo unirnos por el interés común de exigir y luchar por condiciones que garanticen el bienestar integral de los trabajadores.

Debemos denunciar toda inoperancia de jefaturas y falta de EPP. No debemos callar ante condiciones de trabajo que atenten contra nuestra salud. Si enfermamos nosotros, el pueblo sufrirá mayores consecuencias. Debemos desarrollar la más amplia solidaridad entre trabajadores de instituciones públicas, autónomas y privadas.

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