Por Francisco Guardado

La pandemia por COVID-19 ha demostrado la necesidad de  contar con un fortalecido y moderno sistema público de salud, para lo cual el Estado debe asignar los suficientes recursos financieros que permitan la construcción de la infraestructura necesaria, compra de medicamentos, insumos  y equipos médicos, pero además de lo anterior es  fundamental que los gobiernos inviertan  en el recurso humano y no verse como un gasto,  siendo importante que a todos los trabajadores se les dote del Equipo de Protección Personal (EPP).

Profesionales y personal de servicios generales somos vitales

En los diferentes centros médicos-hospitalarios existe todo un equipo multidisciplinario conformado por profesionales de la salud (médicos, enfermería, anestesiología, radiología, laboratorio clínico, educadores en salud, terapia respiratoria, etc) así como también existen otras profesionales que están íntimamente relacionados como son los profesionales de psicología, trabajo social, químicos farmacéuticos, etc.

Pero además de los anteriores existe otro sector   como son los trabajadores de servicios generales que trabajan en áreas como lavandería, alimentación, mantenimiento, transporte, limpieza, etc. 

Independientemente la función realizada,  por más sencilla que parezca, todas son importantes para mantener y recuperar la salud de los pacientes.  Todos somos trabajadores de la salud y nos vemos obligados a vender nuestra fuerza de trabajo por la cual nos pagan un salario.

El contagio: un riesgo permanente

Sea profesional de la salud o de servicios generales, siempre se está  expuesto a sufrir un accidente laboral ya sea por causa de un agente biológico, radiológico, etc.  por lo cual  podría contraer   alguna enfermedad, si no cuenta con el Equipo de Protección Personal (EPP) y la capacitación idónea.

El riesgo de adquirir alguna enfermedad infecto contagiosa, derivada de la actividad realizada,  siempre ha estado presente. Hoy con la pandemia del COVID-19 ha quedado visibilizado y comprobado lo exposición y riesgo de todas las personas que laboran en los diferentes centros de atención médico hospitalario y  la falta de EPP, lo cual se agudiza en esta pandemia de COVID-19.

Trabajadores de servicios concesionados en riesgo

El riesgo de contagio se agudiza más en las personas que laboran en instituciones de salud públicas o autónomas   en donde servicios como limpieza, seguridad, alimentación, etc ,  han sido privatizados  (concesionados)a empresas  privadas quienes además de pagar míseros salarios no cumplen con la responsabilidad de brindar el EPP a los trabajadores en tiempos normales, no se diga ahora.

El gobierno debe terminar con las concesiones y que los  trabajadores de las instituciones de salud que laboran bajo dicha modalidad  pasen a ser contratados directamente por el estado.

De igual manera los trabajadores que laboran en centros medico hospitalarios privados, en la mayoría de casos no cuentan con el EPP  correspondiente.

EPP  adecuado para todos según el nivel

Organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud,  junto a otras instituciones del sistema de salud, ha elaborado  los  Lineamientos técnicos para la atención clínica de personas con enfermedad COVID-19. Además de  resaltar la importancia de la higiene de mano se  ha estipulado diferentes niveles de protección y EPP correspondiente según el nivel así tenemos: 

Protección Nivel  I (EPP: Gorro quirúrgico desechable, mascarilla quirúrgica desechable, Uniforme de trabajo, guantes de látex desechables     y/o ropa de aislamiento     desechable, si fuera necesario).

Protección Nivel II (EPP: Gorro quirúrgico desechable, zapateras, bata manga larga,  mascarilla de protección médica (N95), gafas, mascara facial, guantes). Para el caso del nivel III,  además de lo anterior incluye traje overol y delantal. También es importante que el personal reciba la protección adecuada.

Si bien existe un desabastecimiento de EPP a nivel mundial derivado de la pandemia, los trabajadores, los comités de Seguridad y Salud Ocupacional y las organizaciones sindicales deben exigir que la patronal garantice la existencia de dichos equipos, los elevados costos no deben ser excusa, lo primordial debe ser la salud y la vida de los trabajadores y sus núcleos familiares.

Auto organización

Si las organizaciones correspondientes no están realizando las acciones  para denunciar la falta de EPP y exigir los respectivos equipos e insumos los trabajadores de la salud deben auto organizarse y hacer las denuncias públicas correspondientes y exigir que la patronal los garantice.

En importe la unidad de todos los trabadores de la salud, profesionales y trabajadores de servicios generales deben luchar unidos.

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