Por: Alberto Castro

’’Es momento de trascender’’, con este eslogan anunciaba en enero de este año Yamil Bukele, Presidente del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES), los juegos deportivos Centroamericanos y del caribe 2023, un eslogan afín a toda la propaganda política electoral que acompaña hasta al mínimo acto oficial. Este evento se suma al complejo de espectáculos con los que este Gobierno sostiene su imagen nacional e internacionalmente de cara a su casi inminente reelección.

El espectáculo cómo maquillaje

El 24 de junio pasado iniciaron los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, entre obras sin concluir en un país donde al igual que los fuegos artificiales, muchas cosas que son presentadas entre aplausos cuyas luces fluorescentes son efímeras, teniendo como único propósito distraer la realidad, además de ganar y/o conservar seguidores. ¡Qué acá llevamos más de un año en régimen de excepción! una política de guerra civil enfocada sobre los sectores populares, no puede garantizarse la seguridad en los escenarios deportivos sin esta medida, aun así, tiene fallas sino recordemos lo sucedido hace unas semanas en el Estadio Cuzcatlán.

Un país con una economía estancada que incluso no recupera lo gastado con el millonario experimento que vino con el fraude bitcoin, donde la canasta básica cuyo promedio es de $247,3 sigue subiendo aparejada a la popularidad del presidente Nayib Bukele. Por tal motivo la envergadura de este evento tiene que ver con la amalgama de espectáculos como medios de distracción social del Gobierno, así adormece a las masas mientras apresa, tortura, asesina y estafa, por eso ello no escatima gastos cuando se trata de publicidad.

Mala organización, obras inconclusas y bajo rendimiento deportivo     

En la tercera semana de junio se hizo evidente que muchas obras estaban atrasadas y que por lo tanto no estarían finalizadas a tiempo para los juegos, pero en marzo de este año Yamil Bukele declaró que las obras iban en tiempo y en forma, habló mentiras pues sucedió lo contrario, es evidente que hubo fallos en la planificación,  utilización de mano de obra de reos del Plan Cero Ocio es de verlo de reojo, por la corrupción que se esconde detrás de él, según se sabe son alrededor de 200 los reos que el Gobierno ha utilizado como mano de obra en las obras, es de reconocer qué es esta mano de obra la que hasta estado en labores incluso entre las torrenciales lluvias de un día antes, sin embargo a pura mano de obra esto no iba a salir adelante, es de ver que la mayor parte de los escenarios ya estaban construidos, hubo un proyecto de remodelación que no finalizó según los plazos.

Para el Gobierno los juegos arrancaban con el acto de apertura, se preparó para esto, pero no tomó en consideración que el comienzo estaba dado a partir del arribo de las delegaciones deportivas, en este aspecto se cuidan los países anfitriones de eventos deportivos de esta dimensión, pues les ayuda a promover su imagen, justamente lo que pretendían los Bukele, pero les salió todo mal. Las imágenes de atletas en la espera de movilización entre las obras y personal de construcción dice mucho de la falta de planificación. El bajo nivel que han tenido los atletas salvadoreños en la mayor parte de las disciplinas deportivas, da muestras claras de la mala gestión de Yamil Bukele al frente del INDES. Orgánicamente las funciones de esta institución implican la creación, ejecución, orientación, y el fomento de los deportes en el país, o sea que parte del nivel tiene que ver con la promoción deportiva del INDES. Con la Ley General del Deporte vigente desde el año pasado se hizo del monopolio de todas las disciplinas deportivas a excepción del Futbol profesional, tanto el cómo Nayib han sido críticos del nivel de la selección mayor de futbol, pero él al frente de todas las disciplinas no ha elevado nada por el contrario hay un retroceso.

El discurso de Nayib Bukele  

 Del discurso de apertura podemos destacar su mensaje a la comunidad internacional y a todo crítico del camino hacia la dictadura que lleva El Salvador, dijo que salgan a consultar a cualquier ciudadano qué piensa acerca de su Gobierno, claro está que nadie públicamente en la calle dirá algo en su contra. Legitima la dictadura en su popularidad, un terco.

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