Por Leonardo Ixim

Después de que finalizaron las consultas en la Comisión de Educación del Congreso de la Republica, lo que quedó al descubierto es que existe una total desinformación de parte de la mayoría de  escuelas normales de todo el país. Todo lo contrario de lo que aduce el Ministerio de Educación (Mineduc). Otro buen número, un poco más de la mitad, se opone totalmente a la propuesta y otro número menor, sin conocer la propuesta, dice que está de acuerdo pero con ciertos condicionamientos.

Recientemente se celebró una Asamblea General a nivel nacional de los estudiantes de las escuelas e institutos normales que han estado en la lucha. Este es un paso de suma importancia para lograr el fortalecimiento del movimiento. El propósito era unificar las diversas propuestas que han surgido en el seno de las diversas comunidades normalistas y presentar un planteamiento unificado. Si bien los resultados no fueron los esperados, hay que continuar el esfuerzo unitario, dejando a lado tendencias localistas, liderazgos y otros lastres producto de la inexperiencia política de los compañeros. El tiempo apremia, pues las autoridades del Ministerio recibirán propuestas hasta la primera semana de agosto. La unidad de los estudiantes normalistas deberá darse alrededor de la elaboración de esta propuesta.

El otro eje de acción es la lucha contra las acciones represivas del gobierno. Continúan las medidas intimidatorias contra varios estudiantes que han participado en el movimiento. Sobre esto último se conoce que varios compañeros y compañeras han sido seguidos, sus teléfonos pinchados y una compañera tuvo que salir del país. Así mismo continúa la prisión preventiva contra el docente Nelson Avalos pues será hasta dentro de unos meses que dará inicio un juicio por los cargos con que el Estado pretende inculpar al valiente profesor de magisterio. Este docente es acusado de cargos graves contra el orden público y si es culpado por el sistema de justicia podría sufrir largas penas en la cárcel; contra ellos se requiere de toda la solidaridad de las organizaciones sociales y de derechos humanos.

Además existe una campaña por parte del gobierno central de amenazar con persecuciones penales a “supuestos instigadores del movimiento”, señalando a estudiantes universitarios y maestros de manipular a los compañeros normalistas. Esto pone en evidencia el pensamiento racista, discriminador y paternalista de la oligarquía y sus tramposos intelectuales sobre la incapacidad de los estudiantes para llevar a cabo un movimiento de protesta contra estas políticas neoliberales. Sin duda este discurso ha sido utilizado históricamente de parte las élites criollas burguesas para desfigurar las movilizaciones de la clase trabajadora en contra del orden burgués.

En otro orden de ideas, las organizaciones del movimiento social han reaccionado tarde en lo que se refiere al apoyo a los estudiantes y, tal como hemos planteado en otras ocasiones, urge la creación de una plataforma de apoyo al movimiento y en defensa de la educación pública en general.

Donde sí ha existido un sano movimiento crítico ha sido en seno de la comunidad docente, pues empiezan aparecer voces en contra de la actitud entreguista y oportunista de Joviel Acevedo, el Sindicato de Trabajadores de la Educación que este dirige y el control absoluto de este sindicato en la Asamblea Nacional del Magisterio. Este es el caso de la asamblea de cientos de docentes que se realizó en la ciudad de Zacapa a mediados de julio, en la cual exigieron la renuncia de la Junta Directiva del Sindicato de Zacapa y de Joviel Acevedo. Una de las razones del rechazo a estos dirigentes es que han estado ausentes en la discusión de la propuesta de reforma al pensum de la carrera magisterial y que no han apoyado la lucha de los estudiantes normalistas. Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) saludamos y animamos este movimiento que tendría que sacar a estos malos dirigentes de la ANM.

Por último los estudiantes que han despertado a la política con los cachimbazos, se mantienen en una actitud firme contra estas políticas neoliberales y pese a la desorganización del comienzo, se están dando pasos para consolidar sus organismos de lucha. Urge entonces crear y fortalecer un Frente Nacional de Estudiantes Normalistas que presente una propuesta unificada de carrera magisterial con el apoyo de padres de familia y docentes. Este movimiento unitario debe también exigir la libertad inmediata de Nelson Ávalos y el cese del hostigamiento e intimidación a los líderes estudiantiles.

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