Por Leonardo Ixim

En el marco del día de la autonomía de la Universidad de San Carlos de Guatemala –USAC-,  celebrada el pasado sábado 1 de diciembre, la burocracia universitaria celebró como habitualmente hace con bombos y platillos, derrochando una cantidad de recursos. Esta es una fecha con mucha carga simbólica e histórica, pero que en los últimos años las mafias y los intereses sectoriales enclavados en tal burocracia  han manchado.

Se conmemora el momento en que los constituyentes de 1945, que elaboraron la Constitución de la revolución democrática, le otorgaron a toda la comunidad universitaria un elemento que es una de las conquistas mas sentidas de nuestro pueblo, la autonomía política, administrativa y académica de la Universidad de San Carlos con respecto al Estado. Pese a que es parte de éste, la Usac es a la vez autónoma en cuanto a sus decisiones y proyecciones con respecto a la sociedad; uno de los principios que acompaña esta autonomía es el cogobierno estudiantil, es decir el gobierno autónomo de los estudiantes.

Todo esto implicaría para la USAC  que en buena parte del siglo pasado la U tuviera un compromiso político y social con las amplias mayorías, la clase trabajadora y un claro brillo de transformación social para la edificación de una sociedad distinta. La Universidad pagó muy caro por esta situación, pues por tal razón fueron asesinados, desaparecidos y mandados al exilio mucho de los más destacados académicos, estudiantes y trabajadores que cayeron bajo la represión  del Estado y su ejército.

Pero lo mas grave de todo esto no fue que buena parte de la inteligentzia de este país fuera diezmada y se convirtiera en un componente más del genocidio y exterminio contra la clase trabajadora. La contra revolucionaria constitución de 1985 le otorgó a la Usac la capacidad de intervención en órganos del Estado, específicamente en la elección de magistrados a la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Constitucionalidad, entre otras instituciones oficiales. Con una correlación fuerzas distinta, esta situación se hubiera aprovechado de mejor manera, pero en los hechos sucedió que nuestra Alma Mater se convirtió en un botín político para las fuerzas de derecha y mafiosas, que hicieron  de la universidad su modus operativo y su base de intervención.

Ataques a la autonomía

En los últimos años, tanto desde dentro como desde fuera, ha habido fuerzas que, ya sea por acción conciente o por omisión que raya con la irresponsabilidad y la ilegalidad, han propiciado con su accionar que la autonomía universitaria se vaya socavando.

Así, recordamos la acción de inconstitucionalidad que irresponsablemente 13 docentes en 2007 interpusieron ante la Corte de Constitucionalidad –CC- en cuanto al sistema de votaciones y representación de las juntas directivas de facultades, aduciendo falta de igualdad en todos los cuerpos eleccionarios, cuestión que implicó eliminar el derecho de los estudiantes a votar por representantes docentes. Este fallo de la CC fue ilegítimo porque trastocó la Ley Orgánica sin el consentimiento de la comunidad universitaria. Ante esta situación el Consejo Superior Universitario (CSU) se quedó callado y su única medida fue mantener, después del fallo de la CC, un desacato jurídicamente insostenible, aceptando posteriormente la autoritaria decisión de la CC.

Las tomas del campus en el 2010

Esta alarmante situación en contra de la autonomía universitaria provocó que en 2010 sugiera el colectivo Estudiantes Por la Autonomía –EPA- y protagonizara dos tomas del campus central no sin diferencias interiores por la heterogeneidad ideológica y social de tal alianza. En ese momento el PSOCA apoyó la lucha de EPA pese a las críticas sectarias de grupos con tendencia estalinista, porque era una demanda democrática. Tales tomas se hicieron con el apoyo de otros grupos estudiantiles que ocuparon varios campus en el interior del país con demandas propias, además del tema de inequidad para con el estudiantado en el sistema de representación.

A raíz de tales medidas heroicas se logró el establecimiento dos mesas de discusión. Una de carácter vinculante que después de un año y medio formuló un proyecto de modificación a la composición de las juntas directivas, poniendo en igualdad de tiempos a los representantes de los tres cuerpos (estudiantes, docentes y profesionales), eliminando privilegios para  los docentes que votan tanto por sus representantes como por profesionales y modificando el sistema de votación, de uno basado en colegios electorales, a otro directo.

Sin embargo, hay dos elementos en este proyecto que son un peligro para el ejercicio democrático de eligir y ser electos: se regulariza una reelección para el decano, algo que es muy cuestionado por la comunidad universitaria y en última instancia si hay empates, en los cuerpos electorales el CSU tiene la palabra para decidir quién gana. En ese sentido, los representantes de EPA al final dejaron mucho que desear, pues no impidieron que se aprobara este aspecto. Por otro lado, algo que hemos valorado es la composición actual del Congreso de la Republica, único ente  con la potestad de modificar Ley Orgánica de la Usac; en la actualidad la correlación de fuerzas en el Congreso desfavorable para la aprobación de reformas progresistas. Además, antes de introducir el proyecto de reforma a la Ley Orgánica al Congreso, es necesaria su discusión con la comunidad universitaria.

De la otra mesa, la de reforma universitaria, se hablara al final. En cuanto al problema de la reelección, durante 2011 un grupo de docentes interpuso un recurso de inconstitucionalidad en el marco del estado de derecho ante la CC, debido al vicio de que por lo menos cinco decanos (arquitectura, medicina, ingeniera, económicas y farmacia) se han reelegido ilegalmente usando como base unos artículos del estatuto de Universidad que contradicen a la Ley Orgánica. Este estatuto es jerárquicamente menor con respecto a la Ley Orgánica y además nunca fue publicado en el diario oficial, requisito para que entre en vigencia cualquier ordenamiento.

El CSU actuando nuevamente  de forma criminal ha avalado a estos decanos, pues son parte de este órgano y de las mafias que controlan la universidad. No hace muchas semanas, la CC con claros vínculos con las pandillas enquistadas en la Facultad de Derecho, amarradas a la oligarquía y al crimen organizado, declaró sin lugar la acción interpuesta por estos docentes. Sin duda este fue otro golpe más a la autonomía, porque esta instancia de carácter omnipotente, cual corte celestial,  vuelve a modificar el ordenamiento interno del Alma Mater en función de los intereses del poder establecido, afectando aun más la ley orgánica.

La situación de la Asociación de Estudiantes Universitarios

La otra acción tiene que ver tanto con el tema de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU, que como sabemos está secuestrada y en los hechos destruida desde hace mas de 10 años por grupos de derecha que se dedican actividades delictivas) y con la inútil toma que en septiembre pasado realizó un grupo de estudiantes que se autodenominaban parte de EPA acompañada oportunistamente por otros grupos como el FEU. En dicha toma uno de los acuerdos fue que supuestamente para garantizar la transparencia en las elecciones para AEU, que se deberían llevar a cabo en octubre de este año, se conformara de parte del CSU una comisión garante. Esto en la práctica fue una violación al sentido del cogobierno estudiantil, y por tanto a la misma autonomía universitaria.

Realmente no sabemos si fue ingenuidad de parte de los estudiantes que negociaron ese acuerdo o componendas de éstos con las cúpulas corruptas que controlan la universidad y la AEU. Sin embargo lo sustancial en relación a las elecciones se quedo en el aire, posponiéndose no se sabe para cuándo; si antes las mafias que controlaban la asociación estudiantil estaban en el poder por medio de artimañas y fraude electoral, hoy el CSU y esa facción supuestamente de EPA les da la legalidad de mantenerse en el control de AEU. Ante eso el PSOCA considera que no es el momento de exigir elecciones justas pues la AEU ya esta trastocada, sino de reformar desde abajo la institución.

Importantes luchas recientes

A la par de todo lo descrito se han dado en los últimos años importantes luchas estudiantiles, aunque fragmentadas en parte debido a que EPA no pudo aglutinar a mas colectivos estudiantiles y en parte debido a esta situación de enclaustramiento propio de la hegemonía neoliberal. Algunas importantes luchas han sido por ejemplo:

En la Facultad de Ingeniería en contra de la mala formación pedagógica y el abuso de los docentes; en el Centro Regional de Quiché contra las pésimas condiciones de la infraestructura y la imposición de autoridades; en la Escuela de Historia contra el clientelismo y la compra de votos a los docentes que se vendieron a los factores del poder establecido; en la Escuela de Psicología y la Facultad de Medicina por recuperar las asociaciones que estaban en manos de camarillas delincuenciales, situación que en psicología todavía no se ha solucionado; en la Facultad de Ciencias Económicas en contra de las políticas aplicadas en el Reglamento de Evaluación de Estudiante que provocó, sin importar las causas, que muchos estudiantes tuvieran que dejar de estudiar; en su momento planteamos la necesidad de suspender temporalmente el articulo 27 mientras no se discuta en el proceso de reforma universitaria.

Además ha habido importantes cambios en las direcciones de unidades académicas tales como las escuelas de Historia y Trabajo Social o en el Centro Regional de San Marcos, donde nuevas autoridades con visiones democráticas y académicas han ganado por el apoyo estudiantil. La dirección del sindicato de trabajadores STUSC fue ganada por una corriente clasista y combativa en contra de la anterior plegada a los intereses de la patronal, y la nueva directiva tiene como retos exigir la aprobación del plan de prestaciones y fomentar la participación de los trabajadores en el proceso de reforma universitaria.

Por una reforma universitaria participativa

Después de dos años, la Comisión Multisectorial para la Elaboración de Bases y Metodología de la Reforma Universitaria, concluyó su trabajo, no sin críticas por no estar informando de su trabajo, pero contrarrestando las acciones que los representantes del CSU y otros actores buscaron para entorpecer el proceso. Al final estos últimos presentaron una propuesta sesgada y tecnicista, a diferencia del de la Comisión, que se caracteriza por definir una ruta estratégica para realizar un proceso participativo. Ahora le toca al CSU aprobar  la propuesta de la Comisión Multisectorial y no hacer una miscelánea de ambos.

En este proceso fueron el sector estudiantil, junto a los representantes de EPA y del movimiento maya universitario los que abordaron desde planteamientos de vanguardia la necesidad de una universidad comprometida con la clase trabajadora que se centre en la formación de profesionales competentes y críticos. Es importante resaltar la visión maya que influenció la propuesta, pues maneja como horizonte el rescatar saberes y una producción de conocimientos  no centrados en la nación monoétnica, ladina y en última instancia capitalista y neocolonial. De igual forma mujeres organizadas, docentes y trabajadores platearon la necesidad de garantizar los derechos de todos los actores de la comunidad universitaria y de edificar una universidad científicamente óptima pero cuestionadora al status quo.

Ahora toca elaborar un diagnóstico general universitario centrado en las características mismas de las distintas unidades académicas. Esta tendrá entre algunos elementos a tomar en cuenta, el acceso a la educación, la reforma de los órganos de gobierno, el acceso equilibrado a la distribución de los recursos, basándose en los tres pilares de la universidad a saber, docencia, investigación y extensión. Conformando comisiones de trabajo representativas de trabajadores, docentes, estudiantes, universitarios mayas, xinkas y garifunas y mujeres organizadas, que tendrán la tarea de preparar técnicamente los elementos a discutir en el congreso compuesto por los sujetos anteriormente mencionados. Las autoridades en todo momento, por el carácter constitutivo y resolutivo del proceso, tendrán que acompañar, respaldar y participar en las instan cias que se creen para tan titánica tarea.

Por tanto, es fundamental que el estudiantado, motor de transformaciones, se involucre tanto en la reforma universitaria como en la reforma a la AEU y en esa tarea es necesario seguir informando sobre el proceso de cambio que necesita la universidad.

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