Por Juan Castel

El país se sacude continuamente debido al reacomodo de las elites del poder que se ha trastocado por la develación de la continuada corrupción del gobierno de la fracción lumpen burguesa PATRIOTA y de la también casta política delineada en la oposición de gobierno (Lider), ambas fracciones con fuerte vinculación con los casos de corrupción “La Línea, IGSS-Piza, Redes y otros”.

De este gobierno no quedara otra cosa que el odio general que de la población se han ganado. En el 2013 después del establecimiento de la locomotora naranja se firmaron los pactos colectivos con los dos bloques más grandes del sindicalismo nacional, como lo son el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTS) y el Sindicato de Trabajadores de la Educación en Guatemala (STEG), los fastuosos pactos le aseguraron al gobierno naranja el favor de la dirigencia oportunista (Lara-Acevedo) de ambos sindicatos y el respaldo de cientos de miles de trabajadores o por lo menos la no lucha del sector asalariado más numeroso del país.

Como el gobierno patriota, de esos pactos no queda ya nada más que una conducción expedita de los operadores de gobierno para detener el vendaval que significa el trabajador público en el historial de lucha nacional; Basta con ver los titulares: “Salubristas liberan rutas en la provincia” la nota da informe de más de una docena de bloqueos a nivel nacional (LaPrensaLibre 09/07/15). “Los hospitales, centros y puestos de Salud no están abastecidos, hace falta medicamento y no se ha dado cumplimiento al pacto colectivo de condiciones de trabajo” manifestó Amílcar Alay, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Salud Pública en Jalapa para La Prensa Libre fechada 21/07/15. El Estado pasa por serias dificultades financieras, al entrar en el tercer año recaudación tributaria insuficiente ligando esto en la grave crisis de todo el régimen burgués.

El gobierno encarnado en el ministro de Salud contrataco: “En medio de amenaza de paro en hospitales públicos y bloqueos de carreteras para este lunes, el ministro de Salud, Luis Enrique Monterroso presentó ayer en el Ministerio Público una denuncia penal en contra del exministro de Salud, Jorge Villavicencio, y Luis Lara, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, por el posible fraude en el pago de honorarios por Q20.6 millones por negociación de un pacto colectivo” (PL 27/07/15). La acusación se da para encuadrar el actual pacto colectivo (2013-2015) como lesivo para el Estado de Guatemala, alegando tráfico de influencias, compra de voluntades, coacción y chantajes; también es una medida del actual ministro de Salud, Luis Enrique Monterroso para detener un paro nacional salubrista y con ello mantener abiertos los hospitales nacionales pese al desabastecimiento.

En este punto es esencial remarcar los interés de ambos bandos, por un lado el gobierno tratando de evitar otro frente de colapso que derive en el cierre total o parcial de la salud pública, arremetiendo directamente contra Luis Lara máximo dirigente del SNTS para detener la movilización, bloqueos y paros. Por el otro lado, está la aristocracia sindical, aliada hasta hace poco de las políticas gubernamentales y defensora en los primeros meses de la crisis del régimen (abril-marzo) del status quo dominante, incluso cayendo en movilizaciones anti-populares y pro-gobiernistas. Esta cúpula sindical no es la otrora dirigencia independiente que lucha bajo la bandera de la salud pública y de calidad para todos los guatemaltecos, esta dirigencia es junto con la del magisterio una dirigencia oportunista, corrupta y envilecida por sus propios intereses como sector no obrero que devenga un salario y viáticos inflados de los bolsillos de los guatemaltecos. No será sorpresa que con el tiempo se descubra que la dirigencia de salud y del Frente Nacional de Lucha (FNL) está usando la actual crisis para poder obtener los beneficios firmados en el pacto colectivo por el gobierno de los patriotas.

Por eso desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) reiteramos que los trabajadores son los únicos artífices de su destino, por lo cual deben promover a lo interno de todas las asambleas de base los intereses reales como clase y no los de la dirigencia oportunista y corrupta. Por eso seguiremos haciendo sin canción el llamado a todos los compañeros y compañeras trabajadores de la salud a romper con la cúpula sindical y buscar que se cumplan los acuerdos que benefician a todas y todos los salubristas y no a un ciento de burócratas sindicales. Todos unidos por una salud del pueblo y al servicio del pueblo.

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