Por Horacio Villegas

Bastó solamente una semana para que surgieran en el país, una serie de leyes injustas y descabelladas promovidas por las bancadas de los partidos tradicionales en el congreso nacional. Dos asuntos totalmente contradictorios se han llevado a votación en este recinto de los “honorables” ineptos congresistas: el aumento inescrupuloso y exagerado del salario de cada uno de ellos; y la moción presentada para promover la absurda lectura diaria de la biblia en las escuelas y colegios.

El escandaloso aumento al salario de los congresistas

Los diputados “representantes” de cada rincón departamental del país, desde hace más de un mes vienen exigiendo un aumento salarial que les cubra, arguyen ellos, varios gastos comunes a los funcionarios de su talla. El pretexto y la excusa de este aumento, nace de la medida en contra de los subsidios que se les daba a estos congresistas para las supuestas ayudas que repartían.  

“Unas semanas atrás se venía estudiando una proposición para que se aumentara el salario de los congresistas entre 40 a 50 mil lempiras, es decir, un ajuste de casi un 100 por ciento… Algunos parlamentarios consideran que su salario es objeto de múltiples deducciones y justifican que ya es tiempo de recibir un incremento salarial.” (El Heraldo, “Diputados pretenden recetarse un aumento a su salario mensual”, 20 de abril de 2018).

El aumento fue aprobado el jueves 10 de mayo sin novedad alguna. Lo más controversial de este nuevo aumento salarial que se han dado todos los 128 diputados y sus respectivos suplentes, es que ninguna bancada protestó en contra de dicha medida. La bancada de la Oposición –Libre y Cía– apenas tuvo el leve alboroto de algunos de sus diputados, quienes también justificaron con algo de cinismo en sus débiles argumentos, que este aumento suplirá “necesidades” mayores como el transporte de varios de sus compañeros que vienen desde los interiores del país a la ciudad.

Tal parece que las leyes, antes que asegurar las demandas de la población con políticas que garanticen salud, empleo, educación, etcétera, más bien ahora se dirigen al bienestar de una casta muy particular de políticos ambiciosos y –con toda certeza– corruptos; y no es posible que estos diputados, representantes todos de los enclenques partidos tradicionales, traten de diferenciarse del pueblo sencillo que tiene que soportar un mísero salario mínimo que no ajusta ni para la canasta básica. TRAICIÓN es la palabra que cabe para este acto que pone en un mismo costal a todos los diputados sin excepción alguna.

Lectura de la biblia en escuelas y colegios es un disparate y atenta contra la laicidad

La moción de establecer la lectura de la biblia en escuelas y colegios, presentada por un diputado de la bancada del Partido Nacional Tomás Zambrano, muestra de lleno, la tradición con la que está revestido este vil partido de gobierno y los demás partidos tradicionales: los cachurecos han adoptado a través de la historia un conservadurismo de corte militar con algo de las vísceras más retorcidas de una religión atrasada y elitista.

Por otro lado, las corrientes liberales han sido diametralmente opuestas a esta posición en un pasado lejano, pues en la actualidad tienen más de moderados religiosos que de acérrimos anticlericales. Por su cuenta, el partido Libre apareció en la escena política con un discurso altisonante, que despotricaba críticas a los altos mandos de la iglesia católica y evangélica. Este perfil de los partidos tradicionales que legislan en el congreso, hace comprender las tendencias que puede haber a la hora de votar esta absurda ley de lectura de la biblia en centros educativos.

¡La violencia la genera el gobierno! ¡La desigualdad, la corrupción y el militarismo son los verdaderos causantes de la violencia!

El diputado del Partido Nacional, Tomás Zambrano, el congresista que ha propuesto la lectura de la biblia en centros educativos, sostiene que por medio de esta dichosa lectura bíblica se prevendrá y erradicará por arte de magia, la violencia. Y que por medio de este mecanismo de “lectura de la biblia a los niños y jóvenes, jornadas de oración, consejería para padres y alumnos” (La Prensa, “Aprueban moción para promover la lectura diaria de la biblia en escuelas y colegios”, 10 de mayo de 2018), también se “salvarán las almas” de estos jóvenes. ¡Pareciera que estuviéramos frente a los evangelizadores del siglo XVI, quienes, con cruces, biblias y espadas, se dieron la tarea de salvar las almas de los indios! Así de arcaicos son los planteamientos de estos diputados nacionalistas.

Desde el PSOCA llamamos a todas las organizaciones magisteriales, de estudiantes universitarios, y demás organizaciones civiles que defienden incondicionalmente la laicidad, a que puedan pronunciarse en contra de esta moción presentada por este esbirro diputado nacionalista. Ninguna lectura rutinaria de la biblia resolverá la gran crisis social en la que se encuentra inmerso el país.

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