Por Frandav Lifú

Enorme revuelo interno y externo a ocasionado el voto de Honduras en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDH), en contra de la aprobación de un mecanismo para investigar la violación a derechos humanos en el vecino país, principalmente las sucedidas en la convulsión social en el 2018 y posteriormente.

Honduras se sumó al voto de Bolivia, Cuba, China, Eritrea, Venezuela y la Federación Rusa, haciendo un total de 7 votos en contra del mecanismo de investigación. Lo lamentable es que un gobierno del Partido Libertad y Refundación (LIBRE) con Xiomara Castro a la cabeza, proviene de un movimiento político social a raíz del golpe del 2009, desde entonces, se sufrió reiteradas violaciones a los derechos humanos y centenares de asesinatos de militantes y luchadores por oponerse al régimen postgolpe, principalmente en los ocho años del ex dictador Juan Orlando Hernández. Desde el 28 de junio del 2009, el pueblo hondureño vivió en un Estado de indefensión, en el que los operadores de justicia descargaban todo su ímpetu contra manifestantes que exigían la caída del dictador.

En el caso de Nicaragua fue en el 2018 que el régimen dictatorial descargó toda su bestialidad contra el pueblo que se movilizó para frenar a Daniel Ortega en su ambición continuista. Las violaciones cometidas en Nicaragua no se diferencian en nada con las cometidas por Juan Orlando Hernández en Honduras, de ahí que, genera mucha sorpresa que el recién iniciado gobierno de doña Xiomara, se haya alineado a favor de un régimen dictatorial y violador de derechos humanos como lo es el de Daniel Ortega.

La heterogeneidad en el gobierno de doña Xiomara

Para entender esta pésima decisión del gobierno hondureño, hay que conocer la diversidad de pensamiento ideológico que componen las diferentes secretarías de Estado, subsecretarías y otros puestos de confianza. A estas alturas, para nadie es desconocido que la dirigencia de LIBRE negoció con diversos sectores del país, incluyendo la embajada americana, la instauración de un gobierno heterogéneo al derrotar al Partido Nacional, por eso no extraña que la política estadounidense imponga en cierta forma, algunas decisiones a la mandataria hondureña.

Sin embargo, el gobierno hondureño alineado con el régimen nicaragüense deja con la boca abierta a todo defensor de Derechos Humanos. El asunto es que, el gobierno hondureño actual tiene desde empresarios como Pedro Barquero en el gabinete hasta exmilitantes de partidos de izquierda. Por ejemplo; el Secretario de Educación fue militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), dos Subsecretarios de Educación han militado en grupos de izquierda como la Tendencia Revolucionaria (TR) y, además, muchos de estos funcionarios han dirigido los colegios magisteriales, un Subcanciller ha militado en un grupo de izquierda, algunos diputados también han militado en la izquierda hondureña entre varios que se pueden mencionar.

El Partido Libre terminó engullendo a gran parte de los que antes conformaban el Espacio Refundacional, y que; ahora son parte del gobierno de doña Xiomara. Esta descripción de la conformación del gabinete de doña Xiomara vuelve más preocupante el voto en la ONU, es decir; la persona que ejerció el voto en contra del mecanismo de investigación al gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, deja en evidencia que muchas decisiones se toman por fuera de la Presidenta de la República, en este caso, el sector de la izquierda que le claudica al régimen de Daniel Ortega tuvo que haber incidido en la persona que representaba a Honduras y emitió el voto. En un gobierno compacto y homogéneo ya se hubiera despedido a tal persona y además, se sometería a una investigación inmediata, asumiendo que fue un “error”.

Las contradicciones que no convencen a nadie

“El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDH) aprobó un mecanismo que permitirá investigar y promover la rendición de cuentas del Estado de Nicaragua. El mecanismo se llevará a cabo por expertos a nivel internacional después de un monitoreo exhaustivo a la condición de crisis en la que vive el país centroamericano estos últimos tres años. Honduras, país limítrofe con Nicaragua, votó en contra de la aprobación de este instrumento”. “La resolución quedó aprobada con 20 votos a favor, 20 abstenciones y 7 votos en contra, indicó el medio de comunicación nicaragüense. ContraCorriente (01/04/2022).

Según el ministro hondureño de Desarrollo Económico, Pedro Barquero; “el voto en contra fue por “un error de comunicación” entre Ginebra y Tegucigalpa, “Aparentemente una persona no entendió la instrucción que había salido desde la casa de Gobierno y por eso votaron de esa manera, pero ya se están implementando los controles para asegurarnos que estos errores no vuelvan a cometerse”. Confidencial (02/04/22).

Mientras que el Canciller de la República Eduardo Enrique Reina en un comunicado oficial manifestó que “Honduras se abstuvo de votar en la reciente resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, orientada a investigar a Nicaragua sobre supuestas irregularidades relacionadas con esta temática”. “En este caso Honduras se abstuvo en el voto para investigar a Nicaragua, fue un malentendido de los medios con la información”. Tiempo (01/04/22).

No obstante las declaraciones de Pedro Barquero y de Enrique Reina en asegurar que el “error” ya se enmendó, según el investigador senior de la división para las Américas de Human Rights Watch, Juan Pappier, explicó que legalmente “no es posible cambiar el voto como tal”. “Sin embargo, dijo que, en casos como este, lo que se busca es que quede una nota en el informe final de la sesión indicando la posición posterior de Honduras, que marcaría distancia con el régimen orteguista”. Confidencial (02/04/22).

 Inmediatamente a la noticia del voto de Honduras, la docente universitaria e investigadora, Leticia Salomón, publicó un amplio texto en el Facebook lamentando la decisión de Honduras, en uno de los fragmentos escribió “Honduras emitió un voto negativo, es decir, se pronunció para que no se investiguen esos hechos que avergüenzan a la humanidad y que, por lo tanto, deberían avergonzarnos a nosotros, como país, en el que apenas empezamos a salir de doce años de oscuridad y de violación de derechos humanos …”. “Urge que el gobierno, que no es lo mismo que el partido, resuelva las contradicciones internas entre grupos y grupúsculos…”.

Las voces disonantes con el craso “error” hondureño fueron diversas, interna y externamente, de ahí que, el gobierno hondureño aplicó la reculada sin ponerse de acuerdo primero en lo que se diría a los medios de comunicación. En nuestra percepción, tal y como lo manifiesta Leticia Salomón, la decisión obedeció a un “grupúsculo” dentro del engranaje de los funcionarios del Partido LIBRE, posiblemente provenga del sector de izquierda “orteguista”, de los que tienen a Daniel y su esposa Murillo como dioses, al igual que los “nacionalistas” acá, aún siguen teniendo como Dios a Juan Orlando Hernández.

Sin duda alguna que, de los funcionarios con ideología “Trotskista” no puede provenir tan incongruente decisión, así que, debe ser de los otros grupos de izquierda, fieles  a Daniel.

Doña Xiomara y LIBRE tienen la obligación de condenar a cualquier violacion de Derechos Humanos

Aún existe en grupos de izquierda latinoamericana, principalmente en los hondureños, la creencia de que países como Rusia, China, Venezuela y Nicaragua son “socialistas”, y que por ende, todo lo que se haga en esos países es correcto y “divino”, sin importar si se invade Ucrania o se aplasta la oposición como en el caso de Nicaragua. Si bien es cierto la ONU y la OEA son organizaciones que obedecen a estrategias geopolíticas, no se puede desconocer que hay situaciones en las que se toman decisiones medianamente correctivas, tal y como sucedió cuando se condenó el golpe de Estado en Honduras en el 2009. Es muy probable que muchas veces, estas estructuras mundiales se inclinan del lado imperialista occidental, no obstante, también hay situaciones que no se pueden soslayar o ignorar, como en el caso de Nicaragua. Las violaciones a los Derechos Humanos cometidas en Nicaragua van desde asesinatos, desapariciones, torturas, exiliados, judicializados, hasta prácticamente meter a la cárcel a toda la oposición. Por lo anterior, el gobierno de doña Xiomara Castro tiene la obligación de repudiar a un régimen que no tiene el mínimo respeto por la vida y por libertades democráticas.

Si se le da la oportunidad de la duda a la Presidenta de que no fue decisión suya el voto emitido en la ONU, entonces, es obligación dar a conocer los responsables de tan terrible “error”. El pueblo hondureño al haber sufrido la férrea represión de una dictadura que aun mantiene sus estructuras en la administración pública, tiene la obligación histórica de luchar por el respeto a la vida. Por cada asesinato cometido por el régimen en Nicaragua, en Honduras también tenemos un mártir a la par, por el hecho de salir a las calles a exigir justicia e igualdad social.

En Honduras jamás se deben permitir violaciones a los Derechos Humanos y todo hondureño consecuente debe repudiar a cualquier gobierno que irrespete la vida.

¡Solidaridad y lucha con el pueblo nicaragüense!

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