Por Carlos M. Licona

El sábado 28 de junio se cumplen 16 años del Golpe de Estado, orquestado desde la embajada imperialista en contra de Manuel Zelaya Rosales. Ese mismo día se organizó el Frente Nacional de Resistencia en contra del Golpe de Estado, cuyo fin inmediato fue el regreso al orden constitucional. Posteriormente, al avanzar el tiempo sin lograr el propósito, y, al asumir el gobierno nacionalista de Porfirio Lobo Sosa como una continuación del golpismo, la lucha organizada pasó a llamarse Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).

Pasaron tres gobiernos nacionalistas donde se reprimió drásticamente a los miembros del FNRP, el odio generado utilizando las correas de transmisión (supuestos analistas políticos y dirigentes golpistas) y un cerco mediático permanente realizado por la mayoría de los medios de comunicación, dividió a la familia hondureña, una herida profunda que aún sigue sangrando en la familia hondureña y que se abre en cada proceso de elecciones generales.

Los tres gobiernos nacionalistas en comparsa con el partido Liberal, violentaron derechos sociales y laborales a la clase trabajadora, a los miembros del FNRP se les reprimió en diferentes formas; presos políticos, exiliados, despido laboral, congelamiento de salarios, asesinatos, y, sobre todo; una campaña intensa satanizando cualquier indicio de lucha en contra de la narcodictadura nacionalista-liberal. Los medios de comunicación desinformaban escondiendo las ilegalidades del régimen nacionalista-liberal, mientras que, por otro lado, explotaban al máximo la estigmatización de alguna lucha social.

Las promesas incumplidas

Si bien es cierto, el gobierno de Xiomara Castro del partido Libre, ha tenido éxito en algunas políticas nacionales como ser; la situación de seguridad, disminución de la corrupción, aumentos de salarios, derogación de las ZEDE, construcción de carreteras y hospitales, reparación de infraestructura de centros educativos, implementación del programa de alfabetización “José Manuel Flores Arguijo”, entrega del bono tecnológico, becas estudiantiles, subsidio al combustible, y muchos aciertos más, también es de mencionar algunos grandes incumplimientos del gobierno.

El incumplimiento de la llegada de la Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH) al país no es solamente responsabilidad de las actuales autoridades, de hecho, el incumplimiento de esta promesa de campaña es una responsabilidad de toda la clase política en su conjunto, la gran mayoría (de todos los partidos) involucrada en actos ilícitos o de corrupción, de ahí que, boicotear esta exigencia de la población fue un fin de los corruptos para no ser sometidos al brazo de la justicia. Por supuesto, recibir justicia de entes externos no es alentador, por el contrario, es preocupante que una Corte Suprema de Justicia recién electa con un Fiscal General en las mismas condiciones, no garanticen la imparcialidad en la aplicación de la justicia, una herencia de la corrupción de los políticos. 

A los docentes aun no se les cumple con la aprobación de las reformas a la Ley de jubilación, aunque existe la promesa de que en el mes de julio se aprobarán, sin embargo, hasta ahora no se ha cumplido.

La devaluación no se ha detenido, el gobierno que se declara antiimperialista acata las órdenes del Fondo Monetario Internacional para poder firmar acuerdos económicos, el deslizamiento sutil de la moneda incrementa los precios de la canasta básica y servicios públicos, disminuyendo el poder adquisitivo de la moneda.

Si bien es cierto el país no tiene los índices de inseguridad sufridos en la narcodictadura nacionalista liberal, la delincuencia se hubiera disminuido considerablemente con políticas acertadas que involucraran a las comunidades, esta es una promesa que nunca se cumplió, por el contrario, la delincuencia se encuentra como conejos cuidando a las zanahorias, los asesinatos contra defensores del medio ambiente y luchadores sociales siguen quedando en la impunidad, mientras que, el Estado mantiene un oneroso aparato militar y policial muy lejos de generarle tranquilidad a la población.

Los pecados capitales del gobierno

El principal error del gobierno fue nombrar en cargos muy importantes a muchachos recién graduados de la universidad con el único mérito de haber estado en las luchas del FNRP en algunos casos, en otros, el partido Libre se dejó invadir por oportunistas de oficio que sacan provecho de cualquier oportunidad que se presenta, copando así muchos cargos importantes en el engranaje público, marginando a muchos miembros de la resistencia con altas capacidades profesionales.   

La falta de sagacidad administrativa en la presidenta Xiomara Castro permitió que en muchos conflictos en diferentes secretarías del Estado se fueran al límite entre jefes y subalternos, los mejores ejemplos son los sucedidos en la Secretaría de Derechos Humanos, la Secretaría de Arte y Cultura, el INFOP, Banhprovi, Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (CENAF) y otros casos enigmáticos, los colectivos de Libre de forma anárquica se han movido de instituciones en instituciones a favor o en contra de X funcionario,  es decir, la anarquía se trasladó de las calles a las oficinas públicas.

El otro gran problema del gobierno son los exabruptos que emanan de sus mismo funcionarios o diputados, los casos más recientes son el de Bartolo Fuentes, quien aseguró después de las elecciones internas del nueve de marzo que sus rivales habían comprado votos por L 4,000.00 ¿cuánto invirtió el que los compró para poder ganar? ¿de dónde salió el dinero?

Fresca está la conversación entre el mero mero de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), José Carlos Cardona y la diputada por el departamento de Copán, Isis Cuéllar, en la conversación hablan de la emisión de cheques igual o más de L 100,000.00 para ser entregados como asistencia social a personas vinculadas al partido o a la congresista, en la misma conversación queda claro que el dinero se utilizará para elaborar material o productos políticos. Una conversación que tiene suficiente motivo para que sea separado del cargo José Carlos Cardona y que la diputada Isis Cuéllar sea llevada a la comisión de moral. La presidenta Xiomara Castro se limitó a exigir una investigación urgente y transparente, mientras tanto…

¿Los 16 años de lucha deben ir al cesto de la basura?

Si bien es cierto la lucha de quienes fueran miembros del FNRP ha disminuido ostensiblemente, principalmente porque la mayoría de las direcciones de sindicatos y gremios fueron cooptadas por el gobierno, han sucedido reiteradamente focos de lucha en las comunidades y sectores aislados, las exigencias de carreteras, nombramiento docentes, luchas ambientalistas o reparación de centros educativos, de todo se ha dado en el actual gobierno, sin embargo, estas acciones han sido desviadas de su eje principal y conminadas al provecho político de nacionalistas y liberales, desviándolas de su cauce principal.

Reivindicar la memoria histórica del 28 de junio no es aplaudir al zelayismo o gritar vivas por el partido Libre, conmemorar esa fecha como lucha política social significa plantearnos un nuevo reto por una dirección revolucionaria con principios revolucionarios, lucha por eliminar la corrupción en todos sus niveles y aplicación imparcial de la justicia. El 30 de noviembre se corre el peligro que quienes reprimieron a la clase trabajadora regresen al poder ¿resurgirá entonces el FNRP como un organismo independiente de lucha?

La militancia del FNRP y que ahora forman parte del partido Libre ¿tendrá el olfato político para conocer que los errores del actual gobierno provienen porque precisamente el partido no es revolucionario?

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