La pobreza genera conexiones ilegales

Por Aquiles Izaguirre.

Hace 15 días escribíamos sobre la maldición de Sísifo y la comparábamos con las penurias que pasa el pueblo trabajador de Nicaragua, sobre todo con las constantes alzas en los precios de la energía eléctrica. Aparentemente, los precios de la energía deberían ser más baratos como resultado de que Nicaragua está en el ALBA y recibe ciertas condiciones preferenciales en el pago de los combustibles. Pero desde que asumió la presidencia Daniel Ortega las alzas son el látigo con que laceran a los trabajadores; en esta ocasión, no les basta con aumentar los precios de la energía, sino que apuestan a criminalizar y endurecer las leyes contra los que “hurten” o “roben” energía eléctrica.

El perro más flaco

El argumento que esgrime el gobierno sandinista para calmar un poco la angustia de la población es el famoso subsidio a los consumidores menores de 150 kilovatios. Pero como dice el famoso adagio: “al perro más flaco se le pegan las pulgas” en alusión que siempre el pobre es el que termina pagando. Ahora hasta el presidente del COSEP revela el secreto que todos los nicaragüenses conocemos: “Hemos recibido un incremento tarifario de 7.78% este año, ese incremento lo estamos asumiendo los industriales, los comerciantes, los residenciales, y eso significa que, de alguna forma, esto incrementa los costos de las estructuras de las empresas, y de alguna manera esto es trasladado a los precios” (Nuevo Diario 24/5/2013).

Como ya hemos mencionado, el problema de los altos costos de la energía no es producto solamente de cómo se produce la energía; el mismo gobierno ha admitido que ha tenido enormes avances en el cambio de la matriz energética. Sin embargo, el problema es que la misma burguesía sandinista se ha vinculado a los negocios de producción energética y subsidios de la misma. Es normal que estén interesados en subsidiar la energía e imponer incrementos.

Endurecimiento de leyes penales

Pero la burguesía sandinista ya no se contenta con solo imponer los incrementos semestrales, sino que avanza estrepitosamente para asegurar sus negocios. Ya hace unos años habían promovido el marco jurídico para penalizar “el robo de la energía”. En esta ocasión avanzan nuevamente en ese sentido; según el magistrado de la Corte Suprema de Justicia Rafael Solís: “La reforma al artículo que solicita la iniciativa del Gobierno, es la incorporación de un nuevo párrafo segundo para penalizar como delito la manipulación no autorizada de redes y bienes eléctricos que forman parte de las redes de transmisión y de distribución” (…) “estado pegando y que, simplemente, se pegan, pagan la multa y se vuelven a pegar” (Ídem).

El problema es que la ambivalencia en la ley permitirá a la compañía energética ir contra cualquier poblador al que desee presionar para que pague la factura energética. Al final, siempre son los trabajadores pobres y no la burguesía, quienes terminan viéndose en la penosa situación de “hurtar” energía eléctrica cuando los miserables salarios no les alcanzan para el pan de cada día. “Para variar”, la burguesía no se opone a la reforma, el José Adán Aguirre presidente del COSEP declaró: “No hemos revisado la ley, pero sí es necesario que, efectivamente, se penalice con cárcel el robo, como cualquier robo que ocurre, que así sea. Estamos de acuerdo de que si hay robo hay que penalizar el robo, y eso sí es con cárcel, pues tiene que ser con cárcel, no hay otra forma de penalizar el robo” (Ídem).

No a la penalización de la pobreza!!

La penalización es un crimen contra el pueblo trabajador y puede servir como herramienta en contra de los trabajadores. No olvidemos que la empresa que factura la energía es juez y parte, es decir, que te pone la factura, dice si estas robando energía e imputa una sanción o multa a criterio “personal”. Por ende, hacemos un llamado a los estudiantes para que hagan asambleas informativas y que se movilicen en contra de esta iniciativa de ley. A los trabajadores para que desde los sindicatos marchemos en contra de la penalización de la pobreza. Solo los trabajadores podemos luchar en contra esta embestida del gobierno al pueblo.

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