Por Diego Lynch

La crisis económica que se vive en Nicaragua ha venido deteriorando las condiciones de vida de las familias nicaragüenses. Los más afectados han sido los sectores económicos más empobrecidos, los trabajadores hemos tenido que pagar los platos rotos por el Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), con Daniel Ortega a la cabeza.

A pesar de las masacres y la represión constante en el año 2018, los dirigentes sandinistas manejan discursos populistas, aunque apliquen políticas económicas dirigidas a favor de los burgueses. Las ultimas políticas económicas, tanto en la Asamblea Nacional como en el Ministerio del Trabajo (MITRAB) acaban de echar la última palada de tierra contra los trabajadores.

Congelan Salario Mínimo

La legislación laboral en Nicaragua establece que la Comisión Nacional del Salario Mínimo (CNSM) debe de reunirse cada seis meses para discutir el incremento al mismo. Sin embargo, desde que el FSLN llego al poder en el año 2007 esto no ha sido así, y de común acuerdo con la empresa privada han aprobado incrementos raquíticos para periodos más largos ( un año o dos, dependiendo del caso) para no afectar la bolsa de los empresarios.

 En el año 2019,  argumentando que existe una profunda crisis, los empresarios del COSEP y el gobierno han llegado a la desfachatez de acordar que no habrá incremento al salario mínimo, en clara violación a las leyes laborales, afectando aún más las criticas condiciones de vida de los trabajadores nicaragüenses: "La Comisión Nacional de Salario Mínimo en Nicaragua, presidida por Alba Luz Torres Briones, Ministra del Trabajo, acordó este jueves que no habrá aumento en el Salario Mínimo en los nueve sectores de la economía, incluida la micro, pequeña y mediana empresa (MIPYME)... Leonardo Torres, Presidente del CONIMIPYME manifestó que la intención es mantener el empleo actual y tratar de general nuevos empleos"(La Prensa; 7 de marzo del 2019).

Dirigentes Sindicales, los mayores traidores

Desde el 2007 hasta la fecha, los dirigentes sindicales (afines a Ortega y el Frente Sandinista) son quienes representan a los trabajadores en todas las reuniones ante la CNSM para negociar el incremento el salario mínimo. En Nicaragua se aplica anualmente una devolución del 5% del córdoba en relación al dólar, lo que afecta y acumula en el tiempo una pérdida del salario real, tomando en cuenta la dolarización de los precios y de la economía. No obstante, estos dirigentes sindicales vendidos siempre traicionan a los trabajadores, se amarran tanto con el gobierno como con los empleadores, práctica que llevan a cabo los sindicalistas tanto en la empresa privada como en el Estado. Estos dirigentes sindicales del FNT, la CST y otras centrales minoritarias son los más grandes traidores a la clase trabajadora, vendidos y serviles a la clase burguesa.

"El Frente Nacional de los trabajadores (FNT) presento la propuesta del aumento del 4 por ciento para las micro y pequeñas empresas y del 6.25 por ciento para el resto de sectores y al final termino firmando el acuerdo". (La Prensa; 7 de marzo del 2019).

Por otro lado, la Central Sandinista de Trabajadores (CST) en su momento propuso un ajuste diferenciado entre 3 y 8.25 por ciento, pero al acordarse el congelamiento del salario mínimo decidió no firmar. Sin embargo, aunque no se sumó a la política de consenso de los empresarios y el gobierno, no ha tomado una postura firme. No ha llamado a organizar la lucha por el aumento de salarios, sino que han expresado que interpondrán un Recurso de Amparo ante el Tribunal de Apelaciones, por el congelamiento del salario mínimo. La CST ha denunciado que el sector público y el gobierno central y municipal si recibieron su debido reajuste del 5%, por lo tanto, el resto de sectores merecen lo mismo. (Roberto González, Secretario General de la CST, Declaraciones para medios de comunicación. 12 de marzo del 2019).

Por un Incremento Salarial justo, conforme el costo de la vida

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hacemos una denuncia pública por el pacto existente entre el Gobierno de Ortega,  y la burguesía empresarial de Nicaragua en torno al congelamiento del salario mínimo. El gobierno sandinista de manera brutal no solo reprime a los jóvenes y trabajadores, sino que ha aprobado leyes tributarias que suben los impuestos y gravan más productos de la canasta básica, ha incrementado la cuota del seguro social, aumentando el precio de los servicios básicos, lo que se traduce en mayor carestía de la vida.

No podemos permitir que los patrones continúen enriqueciéndose a costillas del trabajador y que los mal llamados dirigentes sindicales continúen utilizando a los trabajadores para negociar prebendas y traicionándoles para favorecer a sus aliados políticos y económicos. Es necesario iniciar un Paro Nacional de trabajadores y de esta manera obligar tanto al gobierno como a los empleadores a reformar las leyes tributarias, de seguridad social y aprobar un incremento al salario mínimo que logre cubrir cuando menos la canasta básica y que se equipare de manera porcentual a los salarios mínimos en toda Centroamérica.  La crisis económica debe recaer sobre la burguesía capitalista y la burguesía sandinista que son quienes tienen al país sumergido en la miseria.

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