ESCA

Las condiciones básicas para una paz justa en Ucrania

La guerra en Ucrania ya cumplió un año y probablemente durará muchos años más. Lo que hoy es Ucrania formó parte del imperio zarista, posteriormente formó parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), hasta la disolución de ésta en diciembre de 1991. A partir de ese momento se gestó la formación de Ucrania como Estado independiente, pero con profundos nexos con Rusia.

En 2014, la revolución democrática que se gestó contra el gobierno prorruso de Víctor Yanukóvich, terminó siendo controlada por grupos ultranacionalistas de derecha. Crimea se separó de Ucrania y se anexó a Rusia, y la guerra civil estalló en el este de Ucrania, en la zona conocida como Donbass, que había formado parte de Rusia.

El 24 de febrero de 2022, Rusia invadió Ucrania alegando que, al fracasar los Acuerdos de Minsk, reconocía como republicas independientes Donetsk y Lugansk, porque no podía abandonar a la población que consideraba rusa.

Muchos factores incidieron en el inicio de esta guerra. Después del desplome de la URSS, mientras los rusos disolvieron la alianza militar conocida como el Pacto de Varsovia, Estados Unidos continuó expandiendo la OTAN, como si estuviese en la guerra fría. Obviamente, la cercanía de bases militares y el emplazamiento de cohetes nucleares, preocupaba a los rusos. Esta preocupación creció a partir del 2014 cuando el nuevo gobierno en Ucrania, se alineó plenamente con Europa y los Estados Unidos, quienes comenzaron a armar y modernizar su ejército.

En diferentes momentos, Rusia imploró públicamente que Estados Unidos otorgase garantías de seguridad, pero sus suplicas no fueron escuchadas. La transformación de Rusia en un nuevo imperialismo con armamento nuclear, no deja dormir a Washington. El statu quo que existió después de los pactos de Yalta y Potsdam, después de la segunda guerra mundial, se desplomaron junto con la URSS. Mientras Rusia puja por recuperar el status que tuvo la URSS en el mundo, Estados Unidos se empecina en lo contrario.

En esas circunstancias, Estados Unidos y la OTAN decidieron manipular las aspiraciones de autodeterminación de los ucranianos, siendo un pueblo eslavo que, aunque tiene su propio idioma también habla ruso, para lanzarlos contra Rusia. Un pedazo de Rusia contra Rusia. La oportunidad la dio la instauración de un gobierno ultranacionalista que derrocó Yakunovich en 2014.

La guerra es la continuación de la política por otros medios. N hay actos políticos sin justificación ideológica. En ese sentido, Estados Unidos ha promovido el discurso ultranacionalista de que Ucrania lucha por y democracia y la independencia como nación. Pero Ucrania no es un Estado unitario, sino diverso, es decir, conformado por diferentes grupos étnicos. En términos generales, Ucrania está dividida en dos grandes zonas: la zona del este es prorrusa y practica la religión ortodoxa, y la zona occidental es católica y proclive a Europa.

Ucrania como una sola nacionalidad no existen, pero esta es la bandera que agita el gobierno de Zelensky, alentado y financiado por Estados Unidos, para cortar de tajo los lazos de sangre con Rusia. Por eso derriban estatuas y queman libros en ruso, y prohíben hablar ruso. Lo más trágico de esta guerra, es que el gobierno de Zelensky es quien más destruye la independencia nacional y la existencia de Ucrania como Estado independiente, porque ha subordinado el país a la estrategia norteamericana de usar a los ucranianos, una parte de Rusia, para desgastar a Rusia. Ucrania, bajo el gobierno de Zelensky, es una semicolonia, y una base militar controlada por norteamericanos y europeos para arremeter contra Rusia.

Estados Unidos y la OTAN financian la guerra, dotan de armamento, pero son los ucranianos quienes ponen los muertos. En realidad, a Estados Unidos y la OTAN, solo le interesa debilitar A Rusia, ocasionarle una “derrota estratégica” que impida su consolidación como nueva potencia imperialista.

El ejército ucraniano juega el mismo rol que en su momento jugaron los muyadines en Afganistán, quienes fueron armados y manipulados por estados Unidos, para debilitar a la URSS en el juego de poder entre las potencias.

La guerra en Ucrania, en el fondo es una guerra fratricida, que está destruyendo a ese país, y que se libra entre hermanos que tienen un origen común.

La existencia de Ucrania, como Estado nacional, libre e independiente, solo es posible cambiando al gobierno de Zelensky, paralizando el envío de armas de la OTAN, estableciendo un alto al fuego para negociar una paz justa con Rusia, sin anexiones forzadas, que garantice la neutralidad perpetua de Ucrania.

Hemeroteca

Archivo