Por Isyoli Mafú

Hablar del Sistema Educativo nacional se vuelve engorroso y un enigma para los financistas internacionales que año con año inyectan mucho dinero para financiar proyectos en Educación, que, al final, muy poco o en nada se refleja en la calidad de vida de la gran mayoría de hogares hondureños.

En primera instancia, para saber si la educación avanza, es suficiente con evaluar las competencias mínimas de conocimiento en las diferentes áreas curriculares y  muy rápido nos damos cuenta que nuestra Educación en las instituciones gubernamentales, en comparación con años anteriores; o se ha estancado o a retrocedido.

En el análisis, ya no se trata de si la culpa fue de los 12 años de la narcodictadura o de los dos años del Socialismo Democrático, el problema es más profundo y para esperar lograr hacer cambios, se requiere de un consenso y un compromiso entre todos los sectores, iniciando por la comunidad internacional que casi siempre impone las pautas y las normas en cualquier proyecto educativo, políticos, padres y madres de familia, sector privado y el gremio magisterial.

Si bien es cierto, los problemas en Educación son un problema en la mayoría de países del planeta, no significa que no se puedan realizar cambios en una región, basta con la voluntad y compromiso para hacer bien las propuestas. Para mejorar nuestra educación se requiere de un cambio de raíz, un cambio revolucionario que en ningún momento depende de una persona o de un solo gobierno, debe depender de un Plan de País a largo plazo y con el compromiso de respetarlo esté quien esté en la administración pública.

¿Qué es lo que más afecta en la educación oficial hondureña?

En realidad, son muchos los factores,  pero se puede iniciar por el más evidente y es el que tiene que ver con la calidad de vida de los estudiantes, en su mayoría provienen de familias desintegradas o de bajos recursos económicos, viven en zonas marginales asediados por la delincuencia común y las maras, crecen desde niños en medio de las bebidas alcohólicas y las drogas.

De la misma forma en que avanzan en edad y en el grado académico, también avanzan en el consumo de alcohol y estupefacientes, no existe diferencia entre muchachos y muchachas. Varios terminan siendo parte de las maras, se vuelven consumidores y vendedores de drogas, ir a los centros educativos es ir a un mercado donde se observa la oferta y la demanda. Así que, el objetivo principal de los que se no se involucran en el mundo del vicio, es sobrevivir en la jungla, que también les sirve como un escape de hogares violentos y agresivos. Estudiar o cumplir con las obligaciones educativas es el último escalón de prioridades.

En conclusión, la miseria en que viven la mayoría de jóvenes es el primer factor que incide en el bajo rendimiento escolar. En segundo lugar, que se vuelve evidente, es la educación que se les brinda a los niños y jóvenes a través de los docentes, por supuesto, no caen todos en el mismo costal, sin embargo, gran parte de la responsabilidad educativa debe ser asumida por los maestros, las ausencias en las instituciones, el tiempo de calidad al impartir una clase, la metodología, el pleno conocimiento de lo que se enseña, poco interés para comprender al estudiante, desinterés para actualizarse en la información educativa y de su área específica, muchos otros.

El tercer factor a considerar para analizar el bajo rendimiento educativo es el papel de los Colegios Magisteriales, aunque ellos digan que pelean por la calidad de la Educación Pública, no es cierto, las dirigencias de los seis colegios del magisterio tienen como objetivo primordial lucrarse de las finanzas de las instituciones, utilizar la influencia y el poder para satisfacer sus ambiciones personales, la meritocracia nunca se cruza por la mente, prevalece el yo te ayudo y tú haces esto por mí… El Concurso Docente realizado en el 2022, fue para maquillar las arbitrariedades que se cometieron, fue para legalizar muchas ilegalidades, por supuesto, unos a la bulla y otros a la cabuya, en medio de la alta expectativa que se generó sobre el concurso, las autoridades educativas confabulados con las dirigencias, nombraron a todos los que quisieron.

En el gobierno del Socialismo Democrático se está cometiendo un craso error, peor aún, incidir desde la misma Secretaría de Educación en la elección de las dirigencias, algo que le pasará una factura muy cara a la presidenta Xiomara Castro.

¿Qué debe hacer la base con conciencia del magisterio?

A casi dos años del gobierno de LIBRE, es el momento para que el magisterio desde la base, con conciencia de clase, inicie a organizarse de forma independiente de las dirigencias y sin incidencia de las autoridades educativas.  La lucha desde abajo, debe empezar por un cambio radical en el Sistema Educativo

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