Por: Magdalena de Paz       

Enero es un mes en el que se conmemoran algunas fechas importantes de la memoria histórica del pueblo salvadoreño, tenemos por ejemplo los Acuerdos de Paz, suscritos en 1992, y, la masacre de los pueblos originarios nahua-pipil de 1932, ambos de fechas 16 y 21 respectivamente. A propósito de ello en este artículo vamos a centrarnos en los Acuerdos de Paz, sobre los que el bukelismo ha lanzado la campaña de desprestigio aduciendo que estos fueron una farsa, apoyándose oportunamente con lo que en los hechos reviste de obviedad actualmente; el contubernio entre el FMLN y ARENA, sobre todo ahora que ya no son las principales fuerzas políticas del país. Por otro lado, se han suscitado algunas opiniones e incluso actividades en pro de conmemorar estos acuerdos porque fueron el final de la guerra civil, poniendo frenos a la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) en la vida política, y al montaje de una institucionalidad “democrática’’ en la posguerra.  

La paz como antípoda de la guerra    

A la retórica oficial le resulta oportuno y fácil de escarmentar ante la opinión pública (sobre la cual ejerce enorme influencia), los Acuerdos de Paz firmados en el castillo de Chapultepec, México, en aquel 16 de enero de 1992, ya que se enmarcan adecuadamente dentro del conjunto de mea culpas hacia FMLN y ARENA; aún tiene para exprimir el hartazgo popular que sobre esos partidos pesa por buena parte del electorado, eso le permite enlazar conjeturas en lo que respecta a los Acuerdos de Paz, porque resultaron beneficiados por una parte, la comandancia general del FMLN y por otra la dirigencia de ARENA cercana y respaldada por amplios sectores oligarcas.

No obstante, sostener esta versión es reducir la historia de la guerra civil al absurdo, lo cual dice que hubieron miles de engañados y dos protervas halas políticas, disímiles en sus formas pero afines en su maliciosa naturaleza, toda una tergiversación de los hechos históricos. Con esta falacia el bukelismo intenta negar toda autonomía de las masas obreras, campesinas y estudiantiles que iniciaron sus primeras escaramuzas en los años 60’s, alcanzando su máximo desarrollo en los años 70’s mediante la experiencia acumulada en organización, unidad, y acción directa. Por supuesto que lo sucedido más adelante en el FMLN, donde algunos dirigentes se aprovecharon de la composición orgánica de la guerrilla, para con base a traición y engaño, cambiar la estrategia político militar del Gobierno Democrático Revolucionario (GDR), por el de Gobierno de Amplia Participación (GAP) en el año 1983, luego sin verdaderos revolucionarios a la cabeza se les hizo posible subyugar a las y los combatientes.

De la conmemoración a lo que debe considerarse  

El domingo 14 pasado, ong’s, organizaciones de víctimas de guerra, familiares de las víctimas del régimen de excepción y representantes de partidos políticos marcharon para conmemorar los XXXII aniversario de los Acuerdos de Paz.      Resulta interesante cómo en el otro extremo la oposición si conmemora esta fecha histórica, al hacerlo lo coloca como el cenit de la guerra que duró doce años, acá también se deforma la participación activa de las masas en su lucha cuya esencia no fue otra que la toma del poder político, pero todo se reduce a que se debe defender la institucionalidad de la democracia burguesa suscrita con esos acuerdos.

La clase trabajadora y pueblo salvadoreño deben distanciarse de estas posturas, tanto el bukelismo como la oposición ocultan la importancia real que tienen no solo los Acuerdos de Paz, sino la experiencia colectiva que queda del periodo de ascenso revolucionario, de la guerra misma y del viraje que tuvo de luchar en armas por tomar el poder político a una guerra para lograr la paz.  Recordar esta fecha es para caer en cuenta de la capacidad que podemos lograr al organizarnos como clase en sí y para sí, de llevar a cabo y sostener una guerra frente al Estado salvadoreño, esto cobra sentido cuando estamos a las puertas de otra dictadura, a la cual en algún momento deberemos de enfrentar con las mismas tácticas, eso sí, retomando la estrategia por la toma del poder. 

La desmovilización de los sindicatos  

Los  Acuerdos de Paz  fueron Acuerdos políticos entre la otrora guerrilla del FMLN y ARENA  para poner fin a la guerra civil, pero no solucionaron las causas estructurales que lo habían generado, el tema económico y social fue el menos tratado y como consecuencia de dichos Acuerdos el movimiento social y los sindicatos fueron llevados a la desmovilización y al abandono de los métodos de lucha de la clase trabajadora.

Por Antonio Fernández

El 15 de diciembre del 2023, el Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño de Seguridad Social (STISSS), realizó su Asamblea General la cual contrario a lo que se esperaban los afiliados del sindicato,  estuvo marcada por una serie de acontecimientos que no permitieron a las grandes mayorias expresarse libre y democráticamente,  aclarar dudas, así como también debatir y acordar un plan de lucha de cara a recuperar la titularidad del STISSS y negociación del Contrato Colectivo de Trabajo.

A lo anterior se le suma el grave  irrespeto a la libertad sindical por parte del Ministerio  de Trabajo quien, según las bases del STISSS,  terminó imponiéndoles un nuevo Secretario General.

Falta de libertad y democracia sindical

Los Colectivos que se  presentaron el pasado  15 de diciembre en la  Asamblea General y que buscaban competir para la Junta Directiva fueron tres: Fuerza STISSS bajo el cual participo  Ricardo Monge padre, Colectivo Renacer STISSS quien tenía como Candidata a Ruth Beltrán  y el Colectivo Tribuna Sindical liderado por Adrián Reyes. De estos tres colectivos el Colectivos Fuerza STISSS, de Ricardo Monge padre quienes tiene la dirección  del STISSS,  según denuncias de gran parte de las bases no permitieron que los otros colectivos participaran y presentarán sus propuestas y permitir que fueran  los trabajadores sindicalizados y afiliados al STISSS quienes pudieran elegir a los miembros de la junta directiva nacional así como también a los miembros de las Comisiones de Hacienda y la comisión de Honor y Justicia.

Por lo anterior los bases del STISSS en su mayoría desconocieron a Ricardo Monge y decidieron realizar paralelamente en las afueras del local del STISSS su propia Asamblea en donde tomaron acuerdos  y realizaron elecciones en las que participaron los colectivos Renacer STISSS y Tribuna Sindical saliendo electo para el periodo 2023-2024 el Licenciado Adrián Reyes Martínez.

Ministerio  de Trabajo entrega credenciales

Las bases del STISSS  fueron tomadas por sorpresa al saber que el Ministerio de trabajo había entregado credenciales como Secretario a General del STISSS a Edwin Ortez en lugar de Ricardo Monge, para las bases del sindicato esta  acción se trata de una imposición la  cual vulnera las libertades y la autonomía sindical restando aun más legalidad y legitimidad a las elecciones.

Independiente del accionar de Ricardo Monge, eran las bases quienes debían decidir, es de Recordar que la Máxima autoridad del STIIIS es la Asamblea General y ningún funcionario puede usurpar las funciones de esta.

Tuvo que acudir a las bases

La administración de Ricardo Monge junto al  Sindicato de Médicos Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (SIMETRISS) denuncio  publicamente  y  judicialmente posibles actos cometidos por la  actual administración de la Directora General del ISSS, como fue el caso Tocilizumab y de las compras de ambulancias, hasta la fecha no se ha comprobado nada. Así mismo Ricardo Monge realizó varios posicionamientos en favor de los trabajadores llegando a cuestionar hasta el régimen de excepción. Lo cual le acarreo problemas con miembros del partido gobernante.

De igual manera fueron dados a conocer documentos relacionados a un préstamo  de   $245,400 en la   Cooperativa Financiera Segura de R. L. (COSTISSS), el cual ha sido utilizado por los distractores contra Ricardo Monge.

La pasada Asamblea General era el momento oportuno donde Ricardo Monge y su Colectivo Fuerza STISSS y la Comisión de Honor y Justicia y la Comisión de Hacienda  debieron brindar un informe en relación a dicho prestamo y en qué han sido invertidos los fondos.

Ese era el momento oportuno para que las bases aclararan todas sus dudas respectos a todos los rumores. Pero todo parece que dicho espacio no fue dado a las bases quienes  son las únicas que democráticamente pueden quitar y poner a sus representantes en base a sus estatutos y según los procedimientos establecidos en los mismos.

A las bases del sindicato les queda la duda si el quitar a Monge del cargo que ocupaba fue una pasada de cuentas por parte del partido de gobierno o una pacto  a cambio de protección.

El nuevo secretario del STISSS debe dar cuentas

El Ministerio de trabajo ha entregado credenciales a  Edwin Ortez como Secretario General quien también es miembro de Fuerza STISSS, por la forma como llego las bases están inconforme con su nombramiento, contrario a cuando llego Ricardo Monge por primera vez en el gobierno de Bukele.

 Edwin Ortez y la actual junta directiva  debe integrar una comisión que investigue las administraciones anteriores y si ha existido mal manejo de los recursos financieros obligarlos a que los devuelvan.

Asamblea  libre y democratica del STISSS. ¡Que las bases decidan!

Dado que en la Asamblea General del 15 de diciembre del 2013 no hubo condiciones que permitieran a las bases elegir a sus organismos de gobierno y ante la imposición del Ministerio de Trabajo es necesaria la urgente convocatoria a una Nueva Asamblea General libre y democrática que permita a las bases decidir a quienes estarán al frente de la organización.

La lucha por la independencia sindical es necesaria, se tiene que despartidizar al STISSS, las personas que estén al frente deben ser producto de la decisión de la mayoría de las bases y no de negociaciones con partidos políticos o funcionarios de gobierno, ya que lo anterior termina condicionando la lucha por los intereses de los trabajadores.

Deben prevalecer los intereses de los trabajadores sobre cualquier interés político partidario.

 

Por Hermes

El actual Estado salvadoreños es por demás un estado genocida, torturador, criminal y que, de ser considerado un sujeto, seguramente estaría condenado a pena de muerte miles de veces por las atrocidades históricas que ha realizado contra su población desde su concepción en la independencia y su prototipo en la colonia.

Desde la conquista española la población de este territorio ha sido fuertemente flagelada de maneras dolosamente sádicas, pero una de las cuestiones más atroces que se le puede hacer al ser humano es la destrucción de su identidad, y para la dominación de las poblaciones originarias de este territorio, una de las estrategias más importantes de los conquistadores fue desmembrar la identidad de las diversas identidades étnicas del territorio y transformarlas primero en mano de obra esclava, luego en cosas de uso público (res públicas), y por último en “ciudadanos salvadoreños”.

Esta pérdida de sentido de pertenencia, de una raíz cultural, y pasar a sostener únicamente una condición (más no conciencia ni identidad) de clase explotada, ha generado en la población indígena una falta de comprensión de sus raíces, de su historia y de su presente, una crisis existencial que le impide tomar control de su propio destino. Tal cual como lo expresa la investigación de Naomi Klein sobre los métodos de tortura y control social de la CIA “La pérdida masiva de memoria (…) No solamente se produce una pérdida de la imagen espacio-tiempo, sino que también se pierde el sentido de que debería existir” (Klein 2007, 41).

Perdida la memoria colectiva de los tiempos pasados, ya nos solo tras la perdida de la identidad cultural, sino que ahora suplantada con una identidad de parroquia, una identidad nacional, una identidad consumista por parte de Estados Unidos, y otras expresiones que se imponen sobre nosotros, además de la ausencia de educación histórica casi punitiva, hace que la crisis de los pueblos indígenas sea profunda y arraigada, permitiendo que figuras nefastas como las Naciones Unidas y sus ONG con intereses partidarios y extranjeros de grandes corporaciones, construyan la visión “exótica” y turística que les conviene de nuestros pueblos. Para además de explotar comercialmente la caricatura que hacen de nuestras raíces, prevenir y suprimir cualquier movimiento popular que desafié el orden establecido.

Esto ha generado una gran cantidad de ONG´s serviles al sistema, que buscan socavar las luchas populares imponiendo sus métodos “pacíficos”, el estudio irrelevante e imperativo de legislaciones nacionales e internacionales que serán siempre el fango en el que se estanquen las luchas, y sus doctrinas políticas pseudo izquierdistas, que nuevamente caricaturizan la lucha, le imponen cuotas ideológicas y reducen la expresión indígena a luchas dividas, atomizadas y románticas que no solucionaran los problemas medulares de la población.

Las Luchas Indígenas de Hoy

Después de los grandes alzamientos indígenas del siglo XIX y XX, que terminaron cruelmente masacrados por el estado, reduciendo cada vez más su capacidad de lucha con diferentes tácticas sucias, y luego de las grandes expresiones populares de la población campesina (genéticamente mestiza con gran porcentaje indígena) de las décadas 70 y 80, la realidad del siglo XXI dio paso a una nueva reconfiguración con las políticas neoliberales. La gran lucha ahora no giraba en torno a ideales revolucionarios por la construcción de una nueva sociedad, sino que han sido esfuerzos de resistencia contra la amenaza de las corporaciones en sus territorios. Las dinámicas del neoliberalismo, sin embargo, encontraron en estas luchas ahora de carácter socio-ambiental, o socio-territorial, una nueva expresión medular de la contradicción capital-trabajo, puesto que la lucha se ha librado en torno a las formas de subsistencia rentables para las poblaciones indígena-campesinas relacionadas con su territorio ancestral, y los proyectos capitalistas que buscan la instalación de sus proyectos económicos para el control y explotación de los territorios. 

Son estos conflictos socio-ambientales los que definen las realidades de lucha actualmente, estos esfuerzos de resistencia disgregados por todo el territorio, a los cuales se suma una mayor o menor identificación ancestral, con mayor o menor coherencia según el espacio, al no tener un proyecto político amplio, sino ser procesos de resistencia y rebeldía contra el poder económico (y en muchos casos el estado), cada una de estas, aunque en ocasiones idénticas entre sí, están aisladas en sus propios procesos, por lo que se encuentran fatalmente divididas.

A esto hay que añadirle el papel que ya mencionamos de las ONG y agentes estatales e internacionales en el desarrollo y dirección de estas resistencias, que las condicionan casi en su totalidad a luchas fracasadas de carácter reformista (por buscar reformar el sistema no cambiarlo) condenadas al fracaso en la búsqueda de ratificaciones internacionales, leyes o proyectos naciones, que nuevamente, las caricaturizan, suprimen y coaptan para sus intereses políticos y económicos.

¿Qué hacer?

Si estamos de acuerdo en que el “desarrollo” capitalista es una poderosa amenaza en contra de los intereses de los explotados y nuestra supervivencia en el territorio; si estamos de acuerdo que el Estado no garantiza ni garantizará en ningún momento las condiciones dignas para el bienestar de estas poblaciones; si además estamos de acuerdo que las luchas separadas como están no avanzarán jamás en otra dirección que no sea el doloroso fracaso nuevamente; y si estamos de acuerdo que se necesita un nuevo proyecto de sociedad que si garantice las condiciones necesarias para el bienestar y subsistencia de las poblaciones en su territorio, entonces la respuesta es sencilla, necesitamos una plataforma revolucionaria indígena-campesina.

¿Qué significan estas palabras? Quiere decir que debemos romper las cadenas legalistas (de luchas legales y electorales) que las ONG dentro del neoliberalismo nos han impuesto, romper con la ausencia de proyectos revolucionarios y utopías que nos dejó el fin de la guerra (y el comienzo de la posmodernidad), y por sobre todas las cosas romper con las identidades hegemónicas que nos han impuesto desde el tiempo de la colonia, y pasar a construir una nueva identidad de clase explotada, con carácter indígena-campesino que sepa unificar nuestros procesos de luchas territoriales a lo largo de nuestro país y (más adelante) a lo largo del continente.

Esta nueva plataforma lejos de las concepciones neoliberales, y de los espacios traidores que ya conocemos bien, formados por los enemigos de nuestro pueblo como algunas organizaciones, debe tener claros los principios revolucionarios de Acción Directa, Autoorganización, Apoyo Mutuo, Conciencia de Clase, Acuerdo Voluntario, Síntesis Ideológica, para construir una coordinación en la praxis que unifique las luchas contra el mismo enemigo, el poder económico nacional e internacional y el Estado Salvadoreño y construya a su vez un proyecto de sustitución de este Estado Genocida, por un nuevo tipo de sociedad política (rastreable en los modelos de nuestros ancestros precoloniales), que se funde sobre la base del bienestar popular.

Los pies en la tierra

Cualquiera podría argumentar que todo esto es utópico, o peca de ingenuidad, que no hay condiciones y que tampoco ha sido posible nunca.  Pero lo único verdaderamente utópico, es creer que tenemos alternativa. Si analizamos las condiciones actuales, la realidad histórica del mundo, nos daremos cuenta de una verdad innegable: Estamos llegando al fin de la humanidad.

Los daños causados por el capitalismo al mundo, son mortales e irreparables, la extinción de la humanidad por estos procesos depredadores en el mundo (de los cuales se puede hacer miles de artículos al respecto), es un hecho científico. Lo que nos pone en una disyuntiva, o destruimos el actual orden del mundo, o este nos aniquila a nosotros.

Lejos de eso, la devastación capitalista no es una consecuencia de su producción, sino un interés y objetivo de esta misma. Me explico. Si analizamos a profundidad la economía capitalista, esta busca crear una sobreproducción desmedida, pero según las leyes económicas de oferta y demanda, esto genera una disminución excesiva de los precios y una accesibilidad que terminaría diluyendo la ganancia, para evitar esto los capitalistas destruyen el excedente de producción para mantener los precios de sus mercancías (como alimentos, petróleo, bienes de necesidad), lo suficientemente altos, además de crear una profunda red de intermediarios que diluyan la ganancia de los pequeños productores (Kropotkin 1892).  Esto sumado a que la destrucción ambiental es necesaria para que la mayoría de las fuentes de subsistencia se reduzcan al trabajo asalariado o a los intermediarios de la producción, hace que la destrucción ambiental sea un requisito para el capital (Menjívar 1980).

Un modo de producción alternativo, no es imposible, es necesario.

Por otro lado, las actuales contradicciones que existen en nuestra sociedad, la unidad contra un mismo enemigo esta lejos de ser una fantasía, cada vez más es una necesidad, pues los mismos problemas que aqueja a Huizucar (La Libertad, zona central), aquejan a Nahuizalco (Sonsonate, zona occidental), al luchar contra empresas de producción eléctrica que buscan la (intencional) destrucción del rio Huiza y Sensunapan respectivamente. De la misma manera que los desalojos de Condadillo y Ojo de mangle (San Miguel y la Unión, zona oriental) por la construcción del nuevo “Aeropuerto del Pacifico” coinciden con los de los habitantes de la Isla Tasajera (La Paz, zona paracentral); la persecución sufrida por la lucha contra la minería, excombatientes y comunidades eclesiales de base de Santa Marta (Cabañas, zona central), con los de El Bajo Lempa (Usuluán, San Vicente y La Paz, zona paracentral y oriental). Así como muchos otros contra Coca Cola, La Constancia, Las empresas cañeras de los Regalado-Dueñas, las urbanizaciones de narcotraficantes, y todas tienen en común el despotismo de las grandes industrias y la complicidad bélica del Estado, que imponen sus proyectos capitalistas mortales contra los verdaderos dueños de la tierra, los trabajadores.

Es por esto por lo que ante la avanzada de los mega proyectos, el saqueo, despojo, explotación, y por la construcción de una fuerza que pueda imponer el poder popular, así como generar una nueva identidad colectiva ancestral, la unidad presenta como el horizonte más coherente.

Por último, esto ha sido (y es) aplicado en otros espacios, que nos dan el ejemplo y señalan el camino a seguir. Desde las resistencias Mapuches y Aimara en el sur del continente que buscan el control de sus localidades por los consejos indígenas, pasando por las comunidades Lencas y Quiché que practican el control autónomo y de facto de sus territorios, hasta los pueblos purépechas, de guerrero y el gran ejemplo zapatista que con bases en las ideologías revolucionarias de clase (anarquismo y comunismo maoísta), y los antiguos sistemas políticos comunitarios de la era precortesiana, han desarrollado nuevas propuestas políticas y formas productivas que se enfrentan a los megaproyectos neoliberales de los imperios de turno.

Sin mencionar a los heroicos esfuerzos existentes con los Naxalitas de la India, las guerrillas filipinas y un sin número de expresiones de lucha que nos remarcan que la hora de una nueva apuesta revolucionaria que combine las luchas territoriales ancestrales es nuestro camino hacia otro mundo posible.

Por Alejandra Herrera

Este 15 de diciembre del 2023, el Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño de Seguridad Social (STISSS), realizará su Asamblea General en donde los trabajadores sindicalizados y afiliados al STISSS podrán elegir a los miembros de la junta directiva nacional así como también a los miembros de las Comisiones de Hacienda y la comisión de Honor y Justicia, en esta ocasión participan tres Colectivos como lo son Fuerza STISSS liderado por Ricardo Monge padre, Colectivo Renacer STISSS y el Colectivo Tribuna Sindical liderado por Adrián Reyes.

Frenar la arremetida antisindical

Está Asamblea del STISSS se realizará en un contexto muy diferente al de los años anteriores. A nivel nacional las organizaciones sindicales de empleados públicos, municipales y de instituciones autónomas y sus dirigencias son víctimas de una marcada política antisindical y anti trabajadores por parte del gobierno de Bukele,  la cual se expresa mediante despidos y encarcelamiento de miembros de las Juntas directivas, y culpar  de las deficiencias de las instituciones a los trabajadores. Así mismo los trabajadores de las instituciones públicas y autónomas sufren un congelamiento de sus prestaciones y una negativa a las negociaciones de los Contratos Colectivos de Trabajo y en otros casos las cláusulas que benefician a los trabajadores se incumplen. En el caso de los trabajadores municipales de las alcaldías en muchos casos les han atrasado el pago de sus salarios.

 Lo anterior no refleja más que la crisis financiera por la cual atraviesa el gobierno de Bukele lo que le obliga a recurrir a préstamos constantes y  ha obedecer los dictados de organismos financieros internacionales o en otros casos recurrir a donaciones de gobiernos pero someterse a las condiciones que estos le imponen. Unido a lo anterior están las ansias desmedidas de acumulación de una burguesía ligada al gobierno de Bukele la cual hace negocios desde las instituciones del estado para poder acumular, en este proceso es que los trabajadores públicos y los sindicatos  son una amenaza a los intereses del gobierno de Bukele y a sus núcleos económicos debido a que son los trabajadores quienes saben dónde está dándose la corrupción y los negocios oscuros.

Que siga la lucha sindical del STISSS

Las políticas del gobierno están  golpeando a todos los trabajadores por igual, a nivel del ISSS las autoridades se niegan a reconocer al STISSS como sindicato titular,  lo cual usan como argumento para negarse a la revisión del Contrato Colectivo. Desde que las autoridades del ISSS hicieron público el desconocimiento del STISSS como sindicato titular en los diferentes centros del seguro social  los trabajadores viven bajo un régimen de terror y constantes amenazas para evitar que estos hagan públicos sus inconformidades y la verdadera realidad de lo que está pasando, basta ver cómo son sometidos a rigurosos chequeos al momento de su salida después de su jornada laboral  argumentando que lo hacen para evitar que los trabajadores no se  lleven nada de la institución; está bien que cuiden los bienes  de la institución, pero a la larga con dichas acciones las autoridades del ISSS buscan un chivo expiatorio. Las deficiencias de insumos, medicamentos, etc. No es porque los trabajadores la están sacando, sino por falta de compras según la demanda de pacientes. La corrupción y el uso indebido de los recursos del ISSS deben ser investigados empezando por las autoridades misma.

La furia desatada por la patronal del ISSS no es para menos debido a que el STISSS en unidad con el SIMETRISSS, han hechos público y denunciado actos de corrupción y mal uso de los fondos por parte de las autoridades del ISSS.

La patronal ha buscado restar  fuerzas al STISSS y a los demás sindicatos haciéndoles ver cómo innecesarios, los trabajadores por su parte sufren el derrotismo, lo cual es necesario superar. Los sindicatos continúan siendo una forma de organización e instrumentos de luchas de los trabajadores de igual manera la lucha por mejores prestaciones  económicas y condiciones laborales es posible.

Recuperar la titularidad y el Contrato Colectivo de Trabajo

Bajo ese contexto externo e interno los trabajadores afiliados al STISSS tendrán que elegir a sus representantes, que estarán al frente de los organismos de dirección sindical  en el 2024. Los afiliados del STISSS estan en el Derecho y el Deber de asistir este 15 de Diciembre a la   Asamblea General Ordinaria del STISSS y elegir a los miembros de los colectivos que presenten planilla. Los representantes que sean electos tienen como máximos desafíos la lucha por recuperar y mantener la titularidad del STISSS, negociar el Contrato Colectivo de Trabajo ya que  el actual solo tiene un año más de vigencia y detener la arremetida patronal y de las jefaturas contra los trabajadores.

La lucha es de todos

Los desafíos son grandes, por lo tanto, es necesario fortalecer la unidad al interior del STISSS, siendo lo ideal tener una Junta Directiva integrada por representantes de todos los Colectivos. Los trabajadores del ISSS que no están afiliados deben de afiliarse. Los dirigentes de los demás colectivos más allá de los resultados de las elecciones deben luchar unidos a la dirección del STISSS. Si existen diferencias con la cual Dirección estas deben ser expuestas internamente.

Con todos colectivos y sindicatos del ISSS independientemente sus preferencias electorales, se debe integrar un comité de lucha por la defensa del Contrato Colectivo, defensa de los Derechos de la clase trabajadora y mejores prestaciones económicas y laborales.  Se debe mantener la independencia respecto a los partidos políticos electorales.

 

Por Alejandro Arnulfo Galdámez

Sólo durante la dictadura militar se dio la situación que hoy se tiene para estas elecciones próximas de febrero 2024: Se parte con absolutamente todos los dados cargados del lado del gobierno. Las elecciones ya se han convertido en un acto meramente formal de lo que ya se da por dado: la reelección de Bukele en la presidencia.

La izquierda se presenta desprestigiada ligada a alegados actos de corrupción durante sus dos gobiernos y sus ex presidentes Funes y Sánchez Cerén habiendo huido a Nicaragua y obtenido ciudadanía en dicho país. Al contrario de lo que el Chino Flores piensa que hace al decir que su financiamiento vendrá de vender sopa de patas, lo que hace es inspirar una gran ternura.

La historia se ha vengado de una manera muy fea con el FMLN si nos ponemos a pensar sobre lo que le ha pasado con Nuevas Ideas. El FMLN perdió casi la mitad de su membresía que se pasó a Nuevas Ideas. De nuevo, esto se debió a la admisión indiscriminada de gente de partidos de derecha. Los funcionarios y diputados más relevantes de Nuevas Ideas, incluidos Bukele y el presidente de la Asamblea Castro, mamaron a dos tetas de los gobiernos del FMLN con jugosos negocios y contratos multimillonarios. Eso solo dice de lo pasmados que fueron los del FMLN al confiar en gente sin escrúpulos que ahora vinieron a sacarles los ojos. Y por supuesto, no dice nada bueno de Bukele ni de sus secuaces bandidos.

Al inicio de campaña, dos militantes del FMLN fueron asesinados ante las atónitas cámaras del público por militantes de Nuevas Ideas. Luego se sobrevino toda una guerra declarada de Bukele desde el gobierno contra el mismo FMLN y que acabó con casi la mitad del gabinete de Funes con acusaciones fabricadas de corrupción. Tan inmoral fue el ataque de Bukele hacia el FMLN que hasta la demanda de la cancelación de ARENA como partido político fue engavetada por mucho que lo robado por los areneros haya sobrepasado MILLONES de veces lo supuestamente robado por Funes.

Bukele concentró su artillería contra el enemigo más débil, Funes y los descalzos del FMLN, con supuestamente haber desfalcado 300 millones, mientras que ARENA que robó casi 28 MIL millones según el mismo Walter Araujo lo afirmó, solo tuvo el caso show mediático de las incautaciones hechas a Cristiani por $68 millones y el resto se ha quedado impune y feliz. Sin embargo, el caso Cristiani por muy show que haya sido, vino a poner en vergüenza al FMLN de todas maneras. También habrá que ver que varios de los proyectos de infraestructura que fueron completados durante Bukele fueron comenzados bajo el segundo mandato del FMLN de Sánchez Cerén. Todo esto además de que Bukele usufructúa a la grande de la apertura hacia China que le fué servida en bandeja por el FMLN.

El resto de la oposición al régimen bukeliano se presenta con candidatos que no se dan cuenta de que es 2023.

Las encuestas siguen favoreciendo a Bukele con al menos 68% de simpatía del electorado. La reducción de los municipios y el número de diputados en la Asamblea y la eliminación de diputados elegidos por residuos aseguraron reducir a un mínimo a toda la oposición que en la actualidad su mayoría de diputados son por residuos. Se prevé que el FMLN no gane ni un diputado ya que 3 de sus 4 diputados actuales fueron por residuos. El TSE fue el último clavo en el féretro electoral al darle un gran espaldarazo a Bukele al aceptarlo como candidato presidencial. Previo al TSE, sin embargo, ya la oligarquía se había decantado a favor de Bukele al reunirse a puerta cerrada y darle luz verde al régimen durante la pandemia.

ARENA, por su lado, se presenta en harapos abandonada por la oligarquía y con candidatos totalmente ineptos, absurdos y desubicados sin experiencia política ni preparación profesional. Del resto de candidatos de la derecha, partidos nuevos y pequeños como FS y FPS, son solo un tragicómico hazmerreír del evento electoral. Nos merece una palabra de reconocimiento la fórmula de Nuestro Tiempo que, a pesar de ser un partido pequeño y de derecha, ha sabido combinar una buena estrategia de presentación de candidatos con la organización SUMAR, además de que los mismos candidatos tienen una trayectoria respetable en su campo profesional y político. Pero NT es un partido de derecha y pequeño y sin apoyo de la oligarquía, y ahí se termina su historia.

Estas elecciones prometen barrer con toda la oposición de derecha e izquierda, y Nuevas Ideas probablemente se convierta en partido único en todo el país. Esto no es un evento positivo para el país, ya que la experiencia de los países con un solo partido político no son buenos referentes. En términos democráticos, pasar de un bipartidismo a un unipartidismo es una involución y no una evolución. Es un retroceso a menos democracia. El escenario en el que Bukele sea la única fuerza política en la Asamblea Legislativa se plantea como una posibilidad muy real. Y decir Bukele, ya que Nuevas Ideas con sus superdipurratas puyabotones intrascendentes y desconocidos es un partido hueco, sin carácter, ni identidad.

El segundo período de Bukele se plantea como uno en el que la disparidad económica y la polarización social irán paulatinamente en aumento debido al enfoque esencialmente desarrollista de la política de Bukele, además del cuestionado crecimiento acelerado de la deuda pública. Se aviene un período de ¨pobres pero felices¨, y los que no lo sean, simplemente abandonarán el país calladamente así como los casi 40,000 vendedores ambulantes se fueron después de ser desalojados del Centro Histórico sin ninguna expresión de oposición por temor al régimen de excepción. La pobreza se barrerá debajo de la alfombra y lo feo, lo pobre, lo no muy presentable, se ocultará de formas insospechadas. Bukele ya se planteó como la soberbia y arrogante dictadura de la mayoría democrática con poca tolerancia hacia las minorías democráticas, la oposición, y poco respeto a las leyes de la nación establecidas en anteriores gobiernos.

El Salvador volverá a ser ¨el país de la sonrisa¨ con militares y policías en las playas y balnearios bajo un régimen de excepción de puro show y sin mayores pretensiones. Hasta hoy la utilidad del régimen de excepción parece haber finalizado y se prevee que en el segundo mandato será solo de adorno para asegurar la continuidad de los capturados en el CECOT. Si Bukele se compromete más con los chinos, El Salvador probablemente se saldrá de la OEA y se unirá a la CELAC y los BRICS. No se puede predecir hasta dónde llegará Bukele con los chinos en relación a EUA ni lo que pueda ocurrir.

Con el segundo mandato de Bukele, El Salvador será dividido en dos mundos, de los que el mundo más visible será el de quienes viven bien y dan una cara bonita moderna y consumidora de la subcultura de las redes sociales, los centros de compras como Metrocentro y La Gran Vía y la vida al estilo de los residentes en EUA remeseros. No se sabe aún hasta qué punto llegará la ocultación y reserva de información y estadísticas sobre la realidad nacional verdadera y del gasto gubernamental, pero no se augura nada bueno.

Hay que recalcar que en un modelo desarrollista como el bukeliano se enfatiza en obras de infraestructura que benefician primariamente la actividad económica y los negocios de la clase oligarca cuyas empresas usan con mayor provecho multimillonario y gratis las carreteras, la electricidad, puentes, agua, contratos de gobierno, aeropuertos, puertos marítimos, centros de compras y recreación turística con las cadenas hoteleras de lujo. Sí, los eventos que se organicen dejarán millones en ganancias en el país, pero serán millones para la clase oligarca y rica. La gente estará feliz con sus shows internacionales que benefician a la industria hotelera, juegos de fútbol en el nuevo estadio, tomarse fotos frente a la nueva biblioteca, lucecitas LED en los parques, y los remeseros se irán a emborrachar a los restaurantes del Centro Histórico.

Para desgracia del FMLN, el discurso que habla de la pobreza y del atraso social rampantes de la nación ya dejó de tener impacto en los votantes y tendrá mucho menos importancia cuando aparezcan más parques de diversiones con más luces LED en el país, más Surf Cities, más hoteles lujosos, más metrocentros y el gobierno esconda más la información. La magia y secreto del régimen bukeliano residirá en dos fenómenos: la creciente llegada de remeseros a turistear al país e inyectar dinero a la economía, y un probable crecimiento en el éxodo de más connacionales al convencerse de que las luces LED son solo una ilusión engañabobos. Pero el modelo subdesarrollista se caracteriza precisamente por ser un régimen en el que el gobierno promueve un falso desarrollo con una economía basada en importaciones que no produce nada en el país y concentra la riqueza en menos manos.

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