Por Aquiles Izaguirre
Como se ha vuelto costumbre en este país, inicia nuevamente el tortuoso camino para la aprobación del salario mínimo, y al igual que los años anteriores, la penuria que acosa a los trabajadores, se asemeja a la maldición de Sísifo. Personaje de la mitología griega condenado por Zeus, a cargar una roca hasta la cima de una colina, y cuando estaba a punto de llegar a la cima, la roca se le caía, dicho castigo debía ser realizado por toda la eternidad. A diferencia de la mitología, en donde los dioses actúan a su gusto y antojo, nuestros “dignos empresarios” nicaragüenses están ansiosos de descargar los costos de la crisis económica, en los brazos de los trabajadores nicaragüenses. Es por ello que han decido promover una reforma a la ley del salario mínimo, en la que el mismo, sea discutido solo una vez al año y bajo los parámetros que la burguesía desea, es decir, aumentar no más del 8% anual.