Por Noé Flores

El haber desmilitarizado la seguridad pública fue uno de los logros alcanzados con la firma de los  Acuerdos de Paz, los cuales han sido alabados tanto por FMLN y la derecha arenera. Paradójicamente, a 20 años de la firma de dichos acuerdos, es el gobierno del FMLN y de Funes quien está regresando a la participación de la Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública. Para ello primeramente nombró como Ministro de Justicia y Seguridad, a un militar: el general David Munguía Payés. En estos días a nombrado como Director de la Policía Nacional Civil (PNC) a otro militar, al general Francisco Ramón Salinas Rivera amigo del Ministro.

¿Contra qué atenta la militarización de la PNC?

Aún en el marco de la reaccionaria constitución burguesa salvadoreña, dicho nombramiento es inconstitucional. Esto ha sido lo señalado por Medardo González, Secretario General del FMLN, quien manifestó: “No importa el nombre o quien sea la persona, el nombramiento de un general del ejército nacional de la fuerzas armadas de El Salvador va en contra y violenta la Constitución” (Colatino, 25/01/2012).

De igual manera Oscar Luna, Procurador de Derechos Humanos,  ha expresado que dicho nombramiento es inconstitucional. Todos señalan que bajo los argumentos jurídicos burgueses dicho nombramiento es ilegal y viola la misma Constitución. Pero además de ello, con dichos nombramientos el presidente Funes también está exponiendo al pueblo para que seamos víctimas del accionar de los militares, como en los años anteriores.

Los miembros de la PNC deben sindicalizarse

El nombramiento de militares al mando de la PNC ha generado descontento en el interior de la PNC, hecho que trata de desvirtuar el Ministro de Seguridad. Pero esa es la realidad, la militarización del PNC atenta contra los intereses de los  miembros de la corporación policial, por lo cual desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)  llamamos a la organización de los personas que trabajan en dicha corporación, a que exijan el derecho de libertad de sindicalización y a que boicoteen los planes de militarización de la PNC.

Ante el peligro que representa el ascenso de los militares todas las organizaciones sociales debemos  pronunciar nuestro repudio mediante los métodos de lucha popular.

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