Por Justo Severo

La lucha que sostienen los trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y los empleados del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), no ha contado con el respaldo total de los gremios, sindicatos y centrales obreras. La lucha se ha vuelto silenciosa y sin la solidaridad de todos los sectores encargados de velar por los derechos y conquistas de la clase trabajadora.

En repliegue las conquistas de la clase trabajadora

Desde que ocurrió el golpe de Estado en el 2009, los gobiernos que se consolidaron en el poder de manera fraudulenta y sin gozar de la popularidad de la mayoría de los hondureños, se han encargado de precarizar y golpear a toda la clase trabajadora. Los gobiernos de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández, acabaron con las conquistas salariales y sociales, desbarataron sindicatos y gremios, privatizaron HONDUTEL, SANAA y ENEE, esto causó el despido de miles de trabajadores, de igual forma hay que agregar el alto nivel inflacionario, la entrega de nuestro territorio a compañías extranjeras, la receta de paquetes fiscales, el alto costo de la canasta básica. Ante este panorama, los dirigentes de sindicatos y centrales obreras no han sido capaces de hacerle frente a las políticas nefastas del gobierno con acciones contundentes que reviertan la actual calamidad que viven los trabajadores.

Caso de ENEE y SANAA

En los últimos meses, en la estatal energética se han despedido cerca de 1500 empleados, mientras que en el SANAA se han reportado cerca de 400 despidos. Los trabajadores han hecho plantones, tomas de instalaciones, cierre de calles que impiden el acceso a los demás empleados como medidas de presión para lograr los reintegros y que se les pague de alguna manera sus derechos. En relación todos estos despidos, planteamos que se debe luchar para que estos trabajadores sean reintegrados. Lo que se tiene que hacer es reducir los gastos a través del control de los trabajadores por el despilfarro que hay de la burocracia gobernante, el hecho también que se distribuya las horas de trabajo, es decir, en vez de trabajar ocho horas que se trabajen seis o siete horas según sea el caso, de manera tal que todos trabajen y tengan el mismo salario. Lo mismo se debería hacer en el SANAA, sería la estatización, la no municipalización, el control obrero sobre la empresa para vigilar los gastos y cuando haya déficit, el Estado tiene que asumir de manera tal que los trabajadores no paguen las consecuencias, ni la población tampoco.

Lucha de los trabajadores de la ENEE y SANAA son tan importantes como la marcha de las antorchas

La marcha de las antorchas ha opacado enormemente la lucha que sostienen los trabajadores de la ENEE y el SANAA. Estas marchas se han creado producto de la rebelión de la clase media a través del movimiento de los “indignados”, quienes piden una comisión internacional para que acabe con la corrupción y la impunidad que se vive en el gobierno de turno; las marchas se han encargado de olvidar la problemática que ocurre en la ENEE y SANAA, producto que los medios están más al tanto de lo que ocurre con la huelga de hambre, el gran diálogo nacional y la instauración de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), mientras tanto, la dirigencia sindical y centrales obreras están más preocupados por conformar una agenda que permita entrar al gran diálogo nacional con el gobierno y no una estrategia que permita el reintegro de los trabajadores y la recuperación de las estatales. Estas luchas han sido olvidadas y son tan trascendentales porque defienden los servicios públicos de suma vitalidad como la energía eléctrica y el servicio de agua potable, algo que la población necesita con urgencia en Honduras.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a luchar conjuntamente a todos los sectores organizados y no organizados para frenar todo acto que dañe los intereses del pueblo; defender las instituciones estatales y sumarse al apoyo solidario y total a los trabajadores de la ENEE y SANAA. Nos oponemos a la municipalización del agua y proponemos que se desbarate la Ley Marco y que se aplique la Ley Constitutiva para fortalecer y volver eficiente al SANAA.

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