Por Ricardo Velásquez

La situación económica del país es crítica; aunque el gobierno se jacte de haber mejorado la situación macro económica y el FMI venga constantemente a corroborar la mejoría de las finanzas del estado, lo cierto es que los planes de miseria impuestos por el FMI y ejecutados al pie de la letra por los gobiernos sucesivos de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández tienen al borde del colapso la economía familiar de los docentes.

Increíblemente la calidad de vida de los docentes, en los últimos 6 años, posteriormente al golpe de Estado, se ha reducido a tal punto que los salarios ni siquiera ajustan para pagar deudas. Cada mes los docentes deben endeudarse más para salir con los compromisos de alimentación, educación y salud del núcleo familiar.

Contradictoriamente, la cúpula gobernante se vuelve muy millonaria a través de los negocios con el Estado, o través del saqueo de las instituciones de previsión, tal y como hicieron con el saqueo del Instituto Hondureño de Seguridad Social, de donde se robaron más de 7,000 millones de lempiras.

Todos los casos de corrupción terminan afectando aún más el bolsillo de los docentes; al no haber medicamentos o instrumentos en el laboratorio, corresponde a los derechos habientes cargar con el costo de lo necesitado. En el caso de los docentes, han sido a ellos también que se les cobró la factura del INPREMA, donde para recuperar la institución se le cercenaron muchos derechos a los maestros y maestras.

Cero aumentos, más evaluaciones y más hostigamiento

A la vez de que el magisterio no ha recibido un aumento, el gobierno de JOH se ha dado una política de hostigamiento, persecución y amenaza constante contra los empleados de la educación. Para ello ha utilizado a su titiritero del Ministro Marlon Escoto, quien violentando la Ley, suspende y destituye maestros a diestra y siniestra.

Siempre con el afán de cumplir con las exigencias de los cooperantes externos y mantener amedrentados a los docentes, se ha convocado para el viernes 17 de julio a 10,000 maestros, quienes serán sometidos a una evaluación de conocimientos en lo pedagógico, comprensión y conocimientos del área específica. La tal evaluación será complementada por otras evaluaciones que llenará el alumno, otra el padre-madre de familia y una la administración de cada centro educativo.

La evaluación de los y las docentes es correcta cuando el maestro está en primera instancia muy bien motivado y se cumple la Ley en cuanto al régimen económico; seguidamente cuando el propósito de la evaluación es encontrar las debilidades generales y que se implementen políticas educativas consensuadas para superar la deficiencia. No obstante, hasta ahora las evaluaciones realizadas solo han sido para denigrar al magisterio y desmeritar la labor docente. Tanto así que la figura de los maestros es irrespetada por muchos ciudadanos, incluyendo alumnos y padres de familia.

La información recabada con las últimas evaluaciones, que por cierto no han sido objetivas ni científicas, solo han sido utilizadas por los medios de comunicación burgueses para desprestigiar al magisterio, y obviamente, para dar estadísticas e informes a los cooperantes externos.

Es urgente que surja un magisterio indignado que luche por un aumento salarial

Para no ser afectados por las reformas al INPREMA, toda una vanguardia de base que conformaba una reserva moral dentro de las dirigencias se jubiló, a esto sumamos la profunda división en que cayeron las burocracias de los diferentes colegios magisteriales, después de la derrota en la lucha contra el golpe de Estado. Sumado a esto, una nueva generación de docentes ha entrado al sistema sin ninguna experiencia de lucha y una burocracia dirige sin confianza en la base. Todo esto ha facilitado la implementación de la política educativa de JOH y ha mantenido al magisterio agachado recibiendo golpe tras golpe.

En los últimos dos meses se han venido realizando en el país las marchas de las antorchas, a las que llegan todos los ciudadanos que se consideran indignados por el alto grado de corrupción de los gobernantes. Estas marchas han ido aumentando en participantes de tal forma que superan las realizadas en contra del golpe de Estado.

Es el momento propicio para que el magisterio se levante indignadamente y salga a las calles a exigir sus derechos económicos y un cese a la represión. La organización es imperativa y sobre todo la reconstrucción democrática de la FOMH.

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