Para leer o bajar el archivo PDF, haz click en la imagen de arriba.

 

Defendamos las libertades democráticas.

 

En diferentes oportunidades hemos expresado que la decadencia del sistema capitalista conduce inexorablemente al deterioro de la democracia burguesa y al establecimiento de regímenes fuertes o totalitarios, que limitan las libertades democráticas a los trabajadores y el pueblo.

 

En Centroamérica, bajo el pretexto de combatir al crimen organizado, el narcotráfico, y el fenómeno juvenil de las pandillas o maras, el imperialismo norteamericano está impulsando el llamado “Plan Mérida”, que consiste en rearmar a las policías y fortalecer a los organismos de seguridad. Poco a poco estamos observando un endurecimiento de los regímenes políticos. Quizá el caso más significativo es Panamá, en donde el gobierno de Martin Torrijos intenta fortalecer los órganos de seguridad y dotar de mayores poderes al Presidente de la República.

Leer más…EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO No 78

Para leer o bajar el archivo PDF (0.654 megas) haz click en la imagen

La izquierda Hondureña ante el ALBA y el gobierno de Mel Zelaya.

 

La reciente adhesión de Honduras al Tratado de Comercio entre los Pueblos (TCP), mejor conocido como Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA), ha colocado a la defensiva a los partidos y grupos de Izquierda en Honduras. De repente, en el contexto de un alza en las luchas obreras y populares, el gobierno de Mel Zelaya, quien ha aplicado fielmente las políticas neoliberales del Fondo Monetario Internacional (FMI), asumió una postura de “izquierda”, sumándose al proyecto del ALBA que es impulsado por el Presidente Hugo Chávez.

Este abrupto giro político del gobierno de Mel Zelaya, nos plantea varias interrogantes. ¿Qué es el ALBA? Hasta hace poco el  ALBA estaba conformado por Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, pero la adhesión de Honduras confirma que ya no se trata de una alianza revolucionaria de países en contra del imperialismo norteamericano, sino de la desesperada búsqueda de negocios en los marcos de la actual crisis del sistema capitalista. Honduras primero ingresó a PETROCARIBE y después al ALBA, con una clara necesidad de financiamiento. Hasta el derechista gobierno de Costa Rica ha solicitado el ingreso a PETROCARIBE, lo que indica que en asuntos de negocios o de sobrevivencia de nuestras débiles y dependientes economías, la fracción burguesa dominante hace caso omiso a las diferencias políticas con el presidente Chávez.

Leer más…EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO No 77

 

Active Image

Para bajar o leer el archivo PDF (0.634 megas) haz click en la imagen.

 

¿Comenzó el ocaso de los gobiernos de “izquierda”?

 

En 1990 se produjo un cambio brusco en la situación mundial con el derrumbe de la URSS y del llamado “campo socialista”. En Centroamérica, el golpe fue doble: invasión norteamericana a Panamá en 1989 y triunfo electoral de la coalición derechista que llevo al poder a la Sra. Violeta Chamorro (1990-1996).

Terminada la guerra fría, el imperialismo norteamericano, europeo y japonés profundizaron su ofensiva “neoliberal” en todo el mundo, con una oleada de privatizaciones, despidos y desmantelamiento de la industria nacional en muchos países. Esta ofensiva produjo un efecto devastador en la conciencia y organizaciones de la clase obrera y un fuerte retroceso de los partidos de izquierda en la escena política. La desaparición de los partidos comunistas (stalinistas) no significó que nuevas fuerzas de izquierda tomaran su lugar. Este vacío fue llenado, al menos en América Latina, por las fuerzas nacionalistas burguesas o pequeñas burguesas, que le hacían algún grado de resistencia al neoliberalismo.

Leer más…EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO No 76

 

Active Image

 

Para bajar o leer el acrhivo PDF (1, 2 megas) haz click en la imagen.

Ortega debe cumplir sus promeses electorales:

“Hambre, desempleo y analfabetismo: Cero”

 

Todo cambio de gobierno genera grandes expectativas en las masas. El gobierno de Ortega no es la excepción. A pesar que el FSLN ganó la Presidencia de la República con el 38% de los votos validos, una encuesta realizada “cara a cara” a nivel nacional a finales de  diciembre del 2006 mostraba como un 57,9 de los entrevistados miraban con “agrado” a Daniel Ortega y el 52, 7 consideraba que habría “prosperidad” o mejoría económica bajo el nuevo gobierno. En el plano político, siete de cada diez nicaragüenses se manifestaron a favor de reformas constitucionales que prohíban absolutamente la reelección presidencial, ocho de cada diez encuestados se pronuncian a favor de el mínimo para ganar una elección presidencial sea del 50 por ciento de los votos.

La situación la podemos resumir en grandes expectativas sobre una posible mejoría de la economía y desconfianza en el plano político. Y es que durante la campaña electoral, Daniel Ortega guardó un profundo mutismo en torno a las propuestas de los otros candidatos, y centró su discurso en afirmar que bajo su gobierno el hambre, el desempleo y el analfabetismo bajarían a cero.

Los únicos países que lograron destruir estos flagelos sociales fueron aquellos en donde triunfó la revolución socialista, donde se nacionalizaron los principales medios de producción. En muchos de estos países se ha impuesto una restauración o regreso al capitalismo, y ahora observamos como en Rusia y China que el hambre y el desempleo aumentan.

El programa “hambre cero” que liderará el sociólogo Orlando Núñez es una copia al carbón del programa impulsado por Lula en Brasil. Al parecer, Ortega pretende combinar una macroeconomía capitalista con programas de asistencia social, que constituyen paliativos al sistema capitalista, y que no erradican el hambre, el desempleo y el analfabetismo. La pobreza se combate, no subsidiando alimentos a las familias pobres, sino creando empleos productivos y mejorando los salarios.

Como es su característico estilo, Ortega ha golpeado la mesa de negociaciones. En una reunión con el cuerpo diplomático dijo que “las privatizaciones fueron las primeras en alimentar la corrupción. Cuando los organismos demandaron la privatización de la banca y los servicios, allí se multiplicó la corrupción”, insinuando que podrían ser revisadas. En Nicaragua casi todos los servicios básicos están privatizados, telecomunicaciones y energía, menos el agua.

Bayardo Arce, principal asesor económico del gobierno, ha declarado que el gobierno pretende “mantener la estabilidad macroeconómica para hacer viable la economía, cómo  funcionamos, con qué ingresos lo vamos a hacer (...) si ayudan a la inversión y al empleo vamos a recoger todas las ideas que nos están dando” al referirse al FMI.

De antemano somos categóricos en afirmar que la suscripción de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) conllevará a grandes limitaciones en el empleo y en el salario, y a más sufrimientos a los trabajadores.

Alertamos a los trabajadores sobre la utopía de Daniel Ortega de intentar mantener acuerdo con el FMI y combatir al mismo tiempo la pobreza, erradicando el hambre, el desempleo, y el analfabetismo. Es como mezclar el agua y el fuego, ambos elementos son contradictorios.

Nosotros vamos a luchar unidos con los trabajadores y el pueblo, independientemente de la filiación partidaria, por mejorar los salarios y los niveles de empleo, al mismo tiempo que llamamos a las bases del FSLN a exigirle al gobierno de Daniel Ortega que cumplan con sus promesas electorales.

Active Image

 

Para leer o bajar el archivo PDF (1.7 megas) haz click en la imagen

!!FUERA BUSH DE GUATEMALA Y CENTROAMERICA!!


El Presidente George W. Bush visitara Guatemala entre el 8 y 14 de Marzo como parte de su gira por América Latina que incluye periplos en México, Colombia, Brasil y Uruguay. Esta visita pretende articular una nueva estrategia imperialista para coexistir, contener y desvirtuar el avance electoral de los partidos de izquierda que gobiernan en la mayoría de los países de América Latina.

Esta nueva política contempla la coexistencia con gobiernos de “izquierda moderada”, como el de Lula en Brasil, Bachelet en Chile, Vásquez en Uruguay, que incluye también a Allan García en Perú, al rebelde Evo Morales en Bolivia y al comandante Daniel Ortega en Nicaragua, debilitando y aislando al presidente Hugo Chávez de Venezuela.

La visita a Guatemala no es una casualidad. Este año se cumple el veinte aniversario de los acuerdos de Esquipulas II (1987), cuya implementación puso fin a las guerras civiles en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. De todas las guerrillas que depusieron las armas y se reincorporaron a la vida política, la más debilitada por la bestial represión fue la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Mientras en Nicaragua el FSLN conservó importante cuotas de poder, que le posibilitaron el retorno al gobierno este año, en El Salvador el FMLN conserva un importante caudal de votos, pero en Guatemala la votación a favor de las organizaciones de izquierda ha sido mínima en relación al poderoso movimiento obrero, campesino, popular e indígena de este país clave para la revolución centroamericana.

Debemos rechazar la presencia de Bush en las calles de todas las ciudades de Guatemala, pero al mismo tiempo debemos preparar los mecanismos que posibiliten una derrota de los candidatos del imperialismo en las próximas elecciones.

El interés de Rigoberta Menchú Tum por lanzar su candidatura presidencial en los comicios de septiembre de este año puso en evidencia los métodos antidemocráticos en las dirigencias de la URNG y del Movimiento Amplio de Izquierda (MAIZ). Estas dirigencias prefirieron discutir acuerdos en la cúpula con la Sra. Menchú y su grupo político WINAQ, antes que realizar un proceso democrático de elección de los candidatos a través de asambleas donde los trabajadores, campesinos y sectores populares presenten sus precandidatos.

El WINAQ y Menchú exigieron el 50% de las candidaturas para ellos, lo que resulta inaceptable para el conjunto de fuerzas que forman parte de la alianza. Doña Rigoberta y otros integrantes de WINAQ son o han sido integrantes de los dos últimos gobiernos de Alfonso Portillo y Oscar Berger. WINAQ no representa a la mayoría de indígenas, población en situación de extrema pobreza. Representa más bien a los sectores más acomodados de las etnias mayenses: pequeños y medianos empresarios, profesionales e intelectuales, funcionarios de ONGs y empleados del gobierno.

Al final, la señora Menchú no quiso someterse a la voluntad popular y prefirió amarrar su candidatura con el movimiento “Encuentro por Guatemala”, una agrupación socialdemócrata que lidera la diputada Nineth Montenegro.

El gran problema de las candidaturas únicas de la izquierda guatemalteca sigue pendiente. La deserción de la señora Menchú no debe amilanarnos. Llamamos a la unidad de la izquierda guatemalteca en torno a candidatos que sean luchadores por las causas populares. El MAIZ aún no define su programa de gobierno; la unidad de la izquierda debe ser en torno a un programa realmente revolucionario y en torno a candidatos obreros, populares e indígenas, elegidos democráticamente por una asamblea nacional de los sindicatos y principales organizaciones campesinas, indígenas y populares de Guatemala.

Este es el único camino que permitirá derrotar a los candidatos de la burguesía y del imperialismo en las próximas elecciones.

Más artículos…

Hemeroteca

Archivo