Por: Salvador Belloso

En El Salvador sin mostrar disimulos se ataca a personas y medios de comunicación que no alaben la gestión de Nayib Bukele. La crítica si bien es permitida aparentemente, sin embargo, es batallada a través de diversas formas, desde espionaje, acoso policial, troles y fakenews distorsionadoras de la realidad, y recientemente con el haber elevado a los llamados influencers y generadores de contenido, los que reciben por el Gobierno reconocimiento mayor que al de los periodistas de carrera. El Derecho a informar discurre entre quienes reclaman tener la libertad de expresión y libertad de prensa, y la voz oficial vertida y repetida de diversas formas en los medios y portavoces del Gobierno en las redes sociales, donde los influencers y generadores de contenido progobierno corren con amplia preeminencia, por encima de quienes se supone tienen la formación para el ejercicio periodístico y de comunicación.

Debemos ver dónde está el problema

El problema con el ejercicio de los derechos de prensa e información, no parte por la idoneidad de quienes tienen formación académica pertinente y quienes no la tienen, con el advenimiento de las redes sociales la noticia y la información han tomado otra dinámica, cualquier persona con acceso a internet puede mostrar información relevante de manera instantánea y no por ello se ha quedado superado el periodismo como profesión, ni ha pasado la prensa a un segundo plano de la información, sino que las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), contribuyeron al cambio de las interacciones entre las personas y los medios de comunicación, el binomio emisor-receptor ya fue superado por un intercambio más fluido entre quienes publican y quienes llegan a conocer tal contenido.

El problema está relacionado con la utilidad de la noticia, donde tiene que ver el interés por dar a conocer u ocultar determinada información y aquí es donde el Gobierno de El Salvador coarta a medios independientes y opositores y en cambio confiere a sus medios oficiales y no oficiales la repetición de lo que desea tenga por conocida la población salvadoreña, por eso los influencers y generadores de contenido alineados al bukelismo, tienen un enorme reconocimiento por parte del oficialismo en su rol de dar a conocer lo que el Gobierno desea, cumplen una función de extensión de la propaganda oficial y robustecen la campaña de desprestigio enfocada en contra de los medios independientes y opositores.

La expresión política de los medios

Algunos de los medios de la derecha tradicional ahora críticos u opositores, fueron durante la posguerra los medios de la propaganda oficial y portavoces de la oposición parlamentaria (cuando ARENA pasó a serlo), y por tal motivo han perdido credibilidad. La izquierda legal representada en el FMLN, en un menor grado tuvo sus medios, pero no han perdido tanto prestigio como sus pares derechistas. El caso del periódico El FARO merece mención especial, expuso tanto a los Gobiernos de ARENA como del FMLN, eso si bien da cierta identidad diferente, sin embargo, por haber sacado trapos al sol de la corrupción del Gobierno de Bukele, eso le ha valido para recibir persecución y coacción en la práctica del ejercicio periodístico, sin respaldo político fuerte ha tenido que mover sus operaciones hacia Costa Rica.

Las mentiras se pagan, la realidad se distorsiona

En lugar de enumerar de las diferencias que existen, porque son muchas, entre periodistas de carrera y los influencer, streamers, etc, debemos centrar atención al contenido que producen en sus espacios, para identificar al servicio de quienes están. Los llamados youtubers, streamers, etc, fungen un papel como reproductores de la alienación y son vitrinas de pluralidad publicitaria, por el que cobran dinero, no es extraño que para el caso nuestro ocupen un rol dentro de la extensión de la propaganda bukelista. Al carecer de ética profesional, fácilmente vierten descaradamente la desinformación y el linchamiento mediático que dirige el Gobierno contra quienes le hagan críticas u observancias. Para ponerse a este gran aparato es necesario contemplar no solo los espacios de las redes sociales sino además retomar las tradiciones revolucionarias de propaganda y agitación, allí el enemigo de clase, sea este rosado, tricolor o celeste no nos supera.  

Este 1 de mayo del 2023 trabajadores, campesinos, indígenas, estudiantes, vendedores por cuenta propia y demás sectores populares junto a sus organizaciones salieron a conmemorar el día internacional de la clase trabajadora, partiendo de varios puntos y teniendo como llegada solamente dos.

Quienes partieron del parque Cuscatlán, Universidad de El Salvador (UES), Hospital Bloom, Ministerio de Hacienda, etc. Finalizaron y se concentraron en la Plaza Gerardo Barrios frente a Catedral. Otro de los puntos de partida fue la rotonda del Constitución quienes finalizaron en la plaza México. Al final fueron dos lugares de llegada en donde las dirigencias sindicales, representantes de partidos políticos y funcionarios del gobierno pronunciaron sus discursos.

Unidad Sindical Salvadoreña (USS) y sus demandas

El bloque de organizaciones Sindicales que partieron de la rotonda del Constitución y que culminó en la plaza México fue liderado por la Unidad Sindical Salvadoreña (USS), y contó la asistencia de los sindicatos que integran la   Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de El Salvador (CSTS), sindicatos de Alcaldías, Etc. En este bloque participo también Rolando Castro Ministro de Trabajo. Mayoritariamente este bloque lo integraron trabajadores del sector públicos, instituciones a autónomas y Alcaldías, aunque también participaron trabajadores del sector privado y trabajadores por cuenta propia.

En esta movilización los representantes de las organizaciones   resaltaron los aciertos del gobierno de Bukele, y gesta heróica de los Mártires de Chicago, Ricardo Monge del Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (STISSS) y de la USS expreso: “Es muy importante recordar la lucha que dio vida al Día Internacional de los Trabajadores, un acontecimiento sangriento que costó la vida de trabajadores quienes lucharon por las injusticias que vivían con más de 16 horas de trabajo. Los avances en los derechos laborales son gracias a todos los trabajadores que han luchado en contra de las injusticias”.

Emilia De Paz quien forma parte de la USS puntualizó algunas de las demandas manifestando: “Nosotros como pueblo salvadoreño ponemos o quitamos a nuestros líderes, solicitamos la reforma al Código de Trabajo, nuestro código está atrasado con más de 50 años,… ampliar a 3 años las juntas directivas de los sindicatos… dar respuesta a los agentes de seguridad privada, pues ya van dos años cuando se presentó la propuesta de la nueva ley y siguen esperando respuesta… un aumento del salario mínimo y que este llegue por lo menos a $400 sujeto a negociación…”. Así mismo exigieron detener los desalojos de los vendedores ambulantes.

Para el caso de los trabajadores de salud y el Sindicato General de Trabajadoras y Trabajadores de Salud de El Salvador (SIGTRADES) hicieron públicas sus peticiones mediante una pancarta en la cual   exigen: “...estabilidad laboral, cumplimiento a la ley del escalafón, derecho de ascenso y reclasificación de plazas, respeto al estado de derecho, honrar el pago de nocturnidades y vacaciones y un No al acoso laboral y cibernético. No al abuso de autoridad en el Minsal.

La demanda de la aprobación de la ley de agencias de seguridad privada tiene sus años. En agosto del 2022 llevo a un enfrentamiento entre el Rolando Castro Ministro de Trabajo y el Diputado Edgardo Mulato de Nuevas Ideas (NI) quien expresó: "Señor Rolando Castro. Entiendo que usted tiene una agenda personal. Nosotros estamos claros legislando para el pueblo. Ya deje de mentir. La ley especial para agencias de seguridad privada saldrá en el momento idóneo, no para cumplir, ni su agenda, ni sus caprichos" (LPG.17/08/22).

La marcha de la oposición sindical y popular

Quienes finalizaron el recorrido frente a Catedral metropolitana   partieron de diferentes lugares posiblemente por la naturaleza misma de las organizaciones, diferencias políticas como por ejemplo posiciones respecto a las elecciones, preferencias hacia ciertos partidos de la oposición parlamentaria y la misma independencia política. Entre las personas que se movilizaron en este otro bloque se encuentran trabajadores, estudiantes, campesinos, vendedores por cuenta propia, y otros sectores populares, así como también organismos creados por las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), entre los organismos aglutinadores se encuentran:

Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular (BRP) el cual está integrado por sindicatos, organizaciones populares y Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y sus organismos. Coordinadora Sindical Salvadoreña (CSS) que aglutinan principalmente sindicatos independientes, estudiantes, organizaciones juveniles. Movimiento El Salvador en Paz el que aglutina sindicatos y trabajadores de hospitales públicos, educación, sector justicia y seguridad, Policía Nacional Civil y la Central Sindical Independiente (CSI) entre otras. En este bloque se integraron la oposición política parlamentaria de los partidos   Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), VAMOS y Nuestros Tiempos.

Entre la principales demandas de este bloque fueron mejores salarios, detener el costo de la canasta básica, detener los desalojos y decomiso de la mercadería de los trabajadores por cuenta propia, pago de indemnización de $1000 para veteranos, estabilidad laboral y reinstalo de los despedidos, así mismo exigían libertad para las personas inocentes víctimas del régimen de excepción el cual fue una de las principales demandas y el restablecimiento de la libertades democráticas. Así mismo se mostraba un rechazo a la reelección de Bukele.

Las coincidencias en las demandas

La clase trabajadora y sus sindicatos se hicieron sentir este primero de mayo, las dos movilizaciones fueron numerosas, cosa que no se había visto desde hace años; si todos los sindicatos lograrán la unidad de acción de cara a sus propios intereses obligarían a la patronal del sector privado y al gobierno a cumplir sus demandas.

Ambos bloques sindicales coincidieron en la mayoría de sus demandas como lo fueron: aumento de salario mínimo, el cual debería ser de $700, detener el aumento de los precios de la canasta básica, mejores prestaciones económicas y laborales, etc. Coinciden también en la demanda de respecto a la no continuación de los desalojos y el decomiso de la mercadería de los vendedores por cuenta propia, los planes de reordenamiento de las Alcaldías están desalojando a cientos de vendedores sin darles una opción que garantice los recursos financieros que les permitan sobrevivir.

En ambos bloques se denunció el acoso laboral con la diferencia que la oposición Sindical responsabiliza al gobierno directamente, mientras las direcciones sindicales de la USS responsabilizan a las jefaturas y exime al presidente Bukele.

Lo electoral debe quedar para otro momento

El punto donde entran en contradicción las direcciones sindicales es respecto a la reelección del Presidente Bukele. La direngencia de la Unidad Sindical Salvadoreña (USS) expreso su total apoyo a la reelección de Bukele, respecto a lo cual German Muñoz manifestó: "… Por primera vez en una lucha, en una celebración del Día Internacional de los Trabajadores, vienen a traer nuestras demandas. Es por ello por lo que quiero pedirles que como movimiento sindical apoyemos la reelección de nuestro presidente Nayib Bukele”.

Por su parte el bloque opositor se opone a qué el Presidente Bukele sea candidato a la Presidencia, ya que la Constitución misma lo prohíbe, pero dicho obstáculo ya fue superado mediante una resolución de la Sala de la Constitucional impuesta.

Por el momento este tema que divide a las organizaciones sindicales, si bien necesita amplio debate, no debe ser obstáculo para trabajar una agenda común.

Al gran empresariado, a los grupos económicos emergentes, al gobierno y a los partidos de oposición política parlamentaria no les interesa la unificación de las organizaciones Sindicales y en lugar de ello de cara a sus interés fomenta la división sindical deslegitimándolos así por ejemplo medios de comunicación ligados a la derecha tradicional hablan de dos marchas con grupos críticos del Gobierno y sindicatos afines al oficialismo. Otros ligados a la izquierda política parlamentaria hablan de la progubernamental Unidad Sindical Salvadoreña (USS). Funcionarios del actual gobierno como Rolando Castro hablan de un auténtico movimiento sindical, al referirse a las organizaciones sindicales críticas al gobierno. En todos esos señalamientos en el trasfondo buscan evitar cualquier unificación de los sindicatos mismos del sector público y de estos con los sindicatos del sector privado.

Alto a los despidos y lucha en defensa de las libertades Sindicales

En su intervención del 1 de mayo el Ministro de Trabajo Rolando Castro   manifestó: "… Reciban en nombre del presidente Nayib Bukele un fuerte saludo, él pidió que acompañara esta marcha para demostrar que estamos a favor de la clase trabajadora… Nunca ha habido una acción de represión en contra del movimiento sindical. El presidente Nayib Bukele siempre los ha respaldado y nunca ha actuado en contra de ellos… que en la actual administración están firmes con la clase trabajadora, con la gente humilde y con el auténtico movimiento…”. Lo anterior se queda solo en discurso. En lo que va del gobierno de Bukele un aproximado de 19,025 trabajadores públicos han sido despedidos, se le han negado credenciales a sindicatos, así mismo se le aplicado el régimen de excepción a trabajadores y dirigentes sindicales que han exigido el cumplimiento de sus Derechos, incluidos   miembros de USS. La restricción de la libertades y garantías democráticas es un impedimento para que los trabajadores y los sindicatos pueden ejercer sus Derechos.

Por: Alberto Castro

Bukele vuelve a repetir las viejas prácticas de sus predecesores. Algo en común que han tenido los seis presidentes de este periodo neoliberal, es decir, desde Alfredo Cristiani; Armando Calderón Sol; Francisco Flores; Antonio Saca; Mauricio Funes; Salvador Sánchez Cerén, hasta llegar a Nayib Bukele, es haberse servido de las pensiones de la clase trabajadora para financiar gastos en determinados momentos, y sobre todo sin el consentimiento previa consulta a las organizaciones sindicales, dando como resultado que se vuelvan estos ahorros de pensiones un recurso siempre a sus disposición del Gobierno de turno.

Historia del SAP: privatizaciones, AFP, FOP y deuda pública

Alfredo Cristiani puso sobre la mesa la necesidad de transformar al Sistema Nacional de Pensiones (SNP), el cual integraba al Instituto Nacional de Empleados Públicos (INPEP), y al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) e Instituto de Previsión Social de la Fuerza armada (IPFA), con la privatización de la banca la suerte ya había sido echada al haber sentado las bases de la privatización de la seguridad social pero fue concretamente bajo el Gobierno de Armando Calderón Sol, que en 1996 la Asamblea Legislativa (AL), derogó al SNP y aprobó al Sistema de Ahorro de Pensiones (SAP), y la Ley Orgánica de la Superintendencia de Pensiones.

Con ello se profundizó inició la institucionalización del neoliberalismo dentro de la previsión y seguridad social con el nacimiento de las aseguradoras del fondo pensiones (AFP). Bajo el Gobierno de Francisco Flores el Gobierno asumió la responsabilidad de las obligaciones que quedaron del SNP. En el gobierno de Elías Antonio Saca, ya con inconvenientes el SAP, para salvar de un quiebre a las AFP y quitarle carga al presupuesto nacional, la AL aprobó el Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP). En estos últimos gobiernos de ARENA se incrementó gradualmente la deuda del Estado y en cambio se aumentaron las ganancias de los bancos privados y de las AFP mediante los Certificados Públicos de Inversión (CPI).

El SAP durante los Gobiernos del FMLN tuvo dos reformas, la primera en el Gobierno de Mauricio Funes donde la AL aprobó la reducción de la comisión de las AFP, en su segundo Gobierno con la deuda pública por encima del 60% del PIB, se planteó la creación de un sistema mixto (arriba de dos salarios mínimos con el sistema estatal y menos con las AFP). Entre los gobiernos de ARENA y FMLN al haber utilizado al FOP como el medio incondicional para hacer frente a las obligaciones del SAP, cuando Bukele asume la deuda ascendía por encima de los seis mil millones de dólares,   en su tercer año de Gobierno esta deuda ya era de $7,374.5 millones lo que demuestra como este gobierno al igual que los anteriores también ha utilizado al FOP para financiarse.

Bukele no ha mejorado la situación

Tan crítico con los Gobiernos de ARENA y FMLN, Bukele ha terminado haciendo lo mismo con las pensiones sólo haciendo cambio de matices para el bien de su imagen, pero en el fondo no ha resuelto el problema. Teniendo la mayoría simple con Nuevas Ideas y mayoría absoluta junto a GANA dentro de la AL, pudo haber impulsado una reforma favorable para la población cotizante, quienes estén jubilados o estén por jubilarse, pero no, una vez más impero la protección del capital que está tras las AFP, en 2022 hubo otra vulgar reforma al SAP, en la cual pese a eliminarse el FOP y por consiguiente reducirse la deuda publica en un 77%, muchas cosas quedaron en el aire.

Recientemente se ha dado a conocer que este Gobierno hizo un recorte de $507.5 millones destinados para el financiamiento del Sistema Integral del Fondo de Pensiones, para financiarse lo que afecta directamente a las Cuenta de Garantía Solidaria, significando un problema la estabilidad del fondo y es un riesgo para la estabilidad de las cuentas individuales. Con la actual ausencia de transparencia no hay certeza de cómo será saldada esta deuda, lo que queda claro es que nuevamente la crisis fiscal junto a la deuda pública originada por el desfinanciamiento del fondo sigue siendo un enorme problema. La clase trabajadora debe empujar por cambiar este sistema de pensiones, hecho a la medida neoliberal por un sistema público de pensiones, con representación sindical en su administración. Grande es el problema con las pensiones, pero el valor de luchar por cambiarlo debe ser mayor.

Por Francisco Pérez

Este 1 de mayo a nivel internacional se conmemora la gesta heroica de los Héroes de Chicago en cuyo honor ha sido denominado el 1 de mayo como día internacional de la clase trabajadora. Al hablar de la clase trabajadora necesariamente debemos hablar de los Sindicatos los cuales históricamente han sido y son los instrumentos de lucha para la defensa de los intereses de la clase trabajadora ya sea de hecho o derecho, ya que históricamente aún sin haber sido reconocidos en las leyes burguesa y mediante legítimos métodos de lucha como la huelga y suspensiones laborales le han arrancado a la patronal las prestaciones económicas y laborales.

2023: menos trabajos y más despidos de trabajadores públicos

Actualmente, según informes oficiales, la población salvadoreña es de 6,338,881 habitantes, de los cuales el 53% son mujeres y 47% hombres, con una población económicamente activa (PEA) de 2,963,018 de los cuales a enero del 2023 solo el 32% (962,575) cotizaban al ISSS siendo las mujeres (40%) quienes menos acceso tiene a un trabajo formal. Así mismo el total de trabajadores formales a enero del 2023 era 962,575; aunque a finales del 2022 el ISSS refería que tenia 972,832 cotizantes activos, registrándose de diciembre del 2022 a enero del 2023 una pérdida de aproximadamente 10,247 empleos.

Si comparamos la cifra de enero del 2023 en relación a otros años se mantiene el aumento ya que ha octubre del 2020 año de la pandemia por el COVID-19  existían un total de  837,807 empleos formales y para el 2021 existían un total de 906,253 empleos. El crecimiento de los empleos de enero del 2022 a enero del 2023 a nivel general fue del 4.9%, lo que representa 44,774 empleos. El sector privado creció un 5.5% y el sector publico un 2.3%.

Los  sectores donde mayor se concentran dicho crecimiento son: sector de Comercio, restaurantes y hoteles, Transporte, almacén. Actividades de Alojamiento y Servicios de Comida donde mayor crecimiento se dio (16,165) y el sector Actividades Profesionales, Científicas, Técnicas y de Servicios Admon, de Apoyo (11,007) y el sector servicios (4,205). Mientras estos sectores crecían el sector de Industrias manufactureras, Explotación de minas y canteras y Otras actividades Industriales registró una pérdida de 3,968 empleos.

Para el caso del sector público a enero del 2022 eran un total de 190,051 y para enero del 2023 era de 194,166 registrando un aumento de 4,115. Vale señalar que sindicatos de la Mesa Permanente por la Justicia Laboral, reportan  alrededor de 19,025 trabajadores públicos despedidos los cuales la “…mayor cantidad proviene de disoluciones de varias instituciones, entre ellas la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC), el Instituto Salvadoreño de Desarrollo Municipal (ISDEM), el Instituto Nacional de Pensiones de los Empleados Públicos (INPEP), la Autoridad Marítima Portuaria (AMP) , y otras 45 dependencias, que han dejado un saldo de 12,637 despidos que consideran son “ilegales”. Además, 2,550 trabajadores han sido despedidos de la Asamblea Legislativa y 3,838 son de 25 alcaldías que están bajo la administración de alcaldes de Nuevas Ideas.” (LPG/11/04/2023)

Una economía de servicios con raquíticos salarios

De la empresa privado los cinco sectores   donde mayor empleo se tiene son: Comercio, restaurantes y hoteles, Transporte, almacén, Actividades de Alojamiento y Servicios de Comida (236,141). Sector de Industrias manufactureras, Explotación de minas y canteras y Otras actividades Industriales (191,739), Actividades Profesionales, Científicas, Técnicas y de Servicios Admón. De Apoyo (156,324), sector de Servicios (72,641), sector de la construcción (29,406).

En materia de salarios mínimos en El Salvador, según los Decretos 9 y 10, publicado en el Diario Oficial N°129 Tomo 432 en fecha 7 de Julio de 2021 para el sector industria, comercio y servicios el salario mínimo es US$ 365, para maquila textil y confección es de US$ 359,16, para los trabajadores de beneficio de café y recolección de caña de azúcar es US$ 272,66 y para quienes trabajan en el sector Agropecuario, recolección de café y algodón el salario mínimo US$ 243,46.

Debemos superar las derrotas

Los Derechos, prestaciones y mejoras económicas y laborales de las cuales gozan los trabajadores salvadoreños y Centroamericanos han sido producto de la lucha de los trabajadores junto a las organizaciones sindicales y populares, las cuales con la firma de los Acuerdos de Paz entre la guerrilla del FMLN y ARENA y la consiguiente implementación del modelo económico neoliberal terminaron golpeando a los sindicatos del sector público, llevando consigo repercusiones al sector privado.

El movimiento laboral y sindical a nivel privado y público han pasado por varias etapas. Para el caso de los trabajadores públicos legalmente no les estaba permitido formar sindicatos para defender sus derechos por lo cual lo hacían vía Asociaciones, la ratificación del Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación en el 2006 sentó las bases que permitirían el reconocimiento formal a sindicalizarse de los trabajadores públicos en el 2009.

Debe rescatarse que ni regímenes dictatoriales, ni la falta de reconocimiento jurídico o formal por parte del Estado, desde el surgimiento de la clase obrera salvadoreña, nunca ha sido impedimento para luchar por mejores condiciones económicas y labores y la defensa de la clase trabajadora.

Baja sindicalización e inactividad

Para el caso salvadoreño los trabajadores se pueden organizar en Sindicatos siendo necesarios 35 trabajadores para ello,    como sindicatos se pueden unificar y conformar Federaciones (5 sindicatos), las cuales a la vez pueden integrarse y conformar Confederaciones (3 Federaciones).

Para agosto del 2021 existían 155,843 personas afiliadas a los sindicatos de estos 115,981 corresponde a la empresa privada, 23,271 están en sindicatos de instituciones públicas y 16,591 en sindicatos de instituciones autónomas. A nivel general 73.7% son del género masculino y 26.3% son del género femenino. En cuanto al tipo de sindicato la mayor afiliación se registra en los sindicatos de Industria (91,687), publico (23,271), Autónomas (16,591), trabajadores independientes (11,595).

Según el Ministerio de Trabajo… la afiliación sindical es baja con respecto a la fuerza de trabajo (5.3 % del total en 2020) y con respecto a la población ocupada (5.7 % del total en 2020)… la afiliación sindical se ha debilitado, y a la fecha (2021) solo un 5.7 % de los ocupados pertenecen a un sindicato en el país.

Para agosto del 2021 se tenían un total de 950 sindicatos inscritos (757 del sector privados y 193 públicos). Las cifras se ven en grande pero realmente los sindicatos activos o con sus credenciales vigentes son 253 de estos 57 son de empleados públicos, 26 de instituciones autónomas y 170 son del sector privado de los cuales 34 son de gremio, 8 de empresa, 45 de industria, 83 de trabajadores independientes. Así mismo de un total de 62 federaciones solo 19 están activas, de cuales 18 son del sector privado y 1 pública. En materia de Confederaciones están registradas 8 de estas solo 4 están activas y corresponden al sector privado.

Existen un alto porcentaje de sindicatos que se encuentran inactivos ya sea por acefalia o cancelación tanto en el sector público como en el privado la situación es preocupante ya que muchos sindicatos han denunciado bloqueo por parte del Ministerio de Trabajo lo que les lleva a dicha acefalia.

Pérdida de la legitimidad, democracia y representatividad de los sindicatos

A nivel cuantitativo a partir de los registros oficiales se tienen una baja tasa de sindicalización, así mismo una reducción de los sindicatos, federaciones y confederaciones. Más allá de los números en la práctica han sido los trabajadores junto a sus sindicatos públicos y autónomos quienes se han estado manifestando, ya sea con posturas confrontativas hacia el gobierno, con posturas de apoyo crítico o mediante posturas de emplazamiento.

Muchas veces estas posturas tienden a confundir a los trabajadores sobre todo los entes públicos y autónomos quienes, por miedo a perder la plaza de trabajo, dan su apoyo al gobierno pero desaprueban la actuación o pasividad de las direcciones sindicales sin darse cuenta que dicho accionar está condicionado por el mismo gobierno. Por su parte el sector de trabajadores y sindicatos del sector privado en su mayoría viven bajo la pasividad.

Actualmente el movimiento sindical y los trabajadores sobre todo los públicos o autónomos están divididos entre los que apoyan ya sea críticamente o de forma incondicional y quienes se declaran enemigos del gobierno siendo estos últimos en menor porcentaje. Como tal dichos sindicatos no han logrado detener los despidos pero si han obtenido mejoras mínimas para sus bases, tácticamente el gobierno le ha dado mejores prestaciones a un sector respecto otro para fomentar la división.

Existen un sector de trabajadores descontentos con la direcciones sindicales ya sea por prácticas que atentan contra la democracia obrera, falta de transferencia en el manejo de las cotizaciones y fondos, perpetuidad en los cargos de dirección, prácticas autoritarias, subordinación política al gobierno, etc, todo lo anterior está llevando a una pérdida de la legitimidad, la democracia y representatividad de los sindicatos. Lo cual está siendo aprovechado por la dirigencia de partidos de la oposición parlamentaria quienes se quieren presentar como los redentores de los trabajadores y están promoviendo ante dicha situación que los trabajadores sindicalizados se desafilien o que se creen nuevos sindicatos, nada nuevo de la oposición parlamentaria quienes cuando fueron gobierno generaron una atomización del movimiento sindical, tildando a los organizaciones según su conveniencia, causando divisiones entre las organizaciones sindicales, además de haber violentado Derechos laborales.

Recuperemos la unidad y organización sindical

Los esfuerzos de unificación de las organizaciones sindicales deben continuar hasta superar la atomización sindical en la que fueron mantenido por los gobiernos y los partidos políticos del régimen, debiendo recuperar la independencia respecto a los mismos, está claro que en el caso de los sindicatos de empleados públicos y de las autónomas la situación se vuelve más compleja ya que le corresponde dialogar y negociar la mejora de las prestaciones con el gobierno que administra el Estado, lo cual es usado por la oposición para tildarlos de ser oficialista, igual pasa cuando necesitan un Decreto o una Ley que les beneficie, obligadamente necesitan a un Diputado para que de paso a dicha iniciativa.

Es momento de hacer prevalecer la Democracia sindical en el interior de los sindicatos, las direcciones o representantes deben ser electas de forma Democrática y permitir que las bases decidan el rumbo de las organizaciones, para ello deben darse Asambleas sindicales generales y locales periódicamente, en las cuales las bases se expresen sin ningún temor así mismo que las Direcciones informen del uso de los fondos económicos y de todo proceso de negociación con la patronal y/o el gobierno.

En los centros de trabajo privados, públicos y autónomos dónde existe Sindicato las bases deben continuar afiliados y aquellos que no están afiliados aun deben afiliarse. En aquellos centros de trabajos donde no existe Sindicato se debe apoyar la Construcción de Sindicatos. Se debe promover afiliaciones masivas para lograr la negociación de Contratos Colectivos de Trabajo., la integración de Federaciones y Confederaciones Sindicales a nivel privado, público y de autónomas.

Por una movilización sindical y popular

Cómo bien se ha visto de la población apta para un trabajo un alto porcentaje no cuenta con un trabajo formal que le permita gozar de seguridad social. Por eso es necesario que toda la clase trabajadora salvadoreña junto a los sectores populares y desempleados se movilicen y exijan:

Restablecimiento de las libertades democráticas: no se puede negar los resultados del régimen de excepción, impuesto por Bukele, en el combate a la violencia y delincuencia que mantenía sometido al pueblo salvadoreño, en donde muchas burocracias sindicales la usaban también a su favor para aterrorizar cualquier oposición en su interior. Pero también es obvio que Bukele ha utilizado el irresoluto problema de la violencia de las pandillas para montar una dictadura, cuya primera fase consiste en conseguir la reelección, a pesar que lo prohíbe la Constitución.

Pero vale mencionar también que el régimen de excepción al limitar las libertades democráticas obstaculiza las luchas de las organizaciones sindicales, así tenemos que en lo que va del régimen se registra un aproximado de 16 sindicalistas detenidos por señalar aptos de corrupción, defender y exigir sus derechos, etc, de los cuales unos han sido liberados con medidas sustitutivas, otros se encuentran detenidos y otros han fallecido en el interior de las cárceles. Lo anterior mantiene aterrorizado y paralizaos a los trabajadores y las direcciones. Se debe exigir la libertad y sobreseimiento definitivo de todos ellos.

Unidad de acción sindical y popular: para defender las libertades democráticas y los derechos y conquistas sindicales, podemos y debemos impulsar unidad de acción con otros sectores, pero también debemos insistir en conquistar la independencia política de los sindicatos y organismos populares

Empleo formal, estabilidad laboral: se debe exigir trabajo formal para todos, así mismo estabilidad laboral para ello todos aquellos trabajadores que están por contratos temporales deben ser contratados de forma permanente. Para ahora el caso de los trabajadores públicos existen trabadores subcontratados para realizar laborales de limpieza, seguridad, etc, para el caso de los centros educativos públicos existen un sector de trabajadores contratados por los Consejos Directivos Escolares (CDE), ambos trabajadores deben ser pasar a Ley de Salarios.

Salario mínimo de $700, nivelación salarial de $ 1500 e incentivos económicos para todos

A enero de 2022 la canasta básica alimentaria en el área rural era de $157,13, registrando un aumento respecto a enero del 2023 ( $185,26). A nivel urbano a enero del 2022 el costo era de $213,43 mientras en el 2023 aumento a $245,02. Esto solo refiriéndose a la canasta básica, sin incluir otros gastos.

Los actuales salarios mínimos establecidos realmente nunca han alcanzando, siendo los trabajadores del sector privado quienes menor salario ganan, lo cual hace necesario exigir un salario mínimo de $700. Así mismo se hace necesario que los trabajadores profesionales del sector privado y gubernamental que laboran en salud y educación los salarios de contracción les sean nivelados a $1,500, de igual manera otórgales un bono $1,000 semestralmente, vacaciones de un mes las cuales deben ser pagadas al 100% independientemente el tiempo laboral.

Bono de desempleo y pensión básica: existe una alta tasa desempleado y una inestabilidad laboral lo cual hace necesario que el estado otorgue un bono de desempleo de $500. Y para todos los adultos mayores que no cuenta con una pensión les deben asignar una pensión básica universal de $500.

Mejorar la seguridad social: uno de los componentes de la seguridad social son las ´pensiones la última reforma de pensiones jugó un papel mediático y propagandístico, solo fue mejora raquítica y de paso solo para un reducido grupo de pensionados.

La reforma de pensiones estableció un aumento del 30% para quienes no habían sacado parte de los fondos, de esta forma la pensión mínima por vejez o invalides es de $400 y un máxima de $3,000 de la cual gozan un grupo privilegiado. Es necesario una verdadera reforma de pensiones que establezcan un incremento significativo a las pensiones de los trabajadores con menor pensión, en donde la pensión mínima por vejez o invalides sea de $700, debiendo reducir la edad de jubilación y el tiempo de años laborados.

Debemos romper con el actual Sistema de Ahorro de Pensiones (SAP), hecho a la media del neoliberalismo por un sistema público donde haya participación directa de las organizaciones sindicales en su administración.

El llamado es para todo el pueblo salvadoreño a movilizarse este 1de mayo de cara a estas demandas, se debe hacer sentir el descontento, pero también se debe evitar ser instrumentalizados por los partidos de la oposición formal y no caer en las trampas de la provocaciones, así mismo tener independencia respecto al gobierno de Bukele. Este 1 de mayo debe marcar el inicio de la lucha sindical y popular de cara a defender nuestros propios intereses.

 

Por: Alberto Castro  

Desde que la criptomoneda digital bitcoin empezó gradualmente a caer finales de 2021, el bukelismo ha reducido la promoción de la publicidad masiva que había desarrollado alrededor de eso; en noviembre de 2022 el bitcoin descendió en un ritmo de 52 semanas a 15,000, para no dar su brazo a torcer Bukele en Twitter dijo que durante este lapso de baja El salvador compraría un bitcoin por día.

Esta moneda después de 9 meses volvió nuevamente a superar los 30,000 dólares, lo que en cierta medida vuelve alentar las expectativas al respecto, por tal motivo es importante separarse de la propaganda oficial que decora a esta criptomoneda como si fuese un regalo del cielo donde todo es positivo, pero con los resultados obtenidos solo podemos hablar de perdidas, sí, de pérdidas de fondos públicos utilizados irresponsablemente por el Gobierno de Bukele-GANA-NI.      

Las oscilaciones internacionales y las perdidas nacionales         

Cuando se ve a las criptomonedas resalta una característica, su volatilidad, entendiendo esto como la variación sobre la cotización que dichos activos producen en periodos de tiempo determinados. Bukele cuando hizo la publicidad previa a la legalización como curso legal, sin embargo, en ella no advirtió al pueblo salvadoreño sobre el riesgo que existe ante la inestabilidad de su precio. No obstante, las críticas externas lo hicieron, pero fueron diseminadas ante la enorme publicidad montada por su aparato propagandístico, sin oposición y sin rendición de cuentas claras Bukele ha comprado Bitcoins al nivel de apuestas. Según cálculos de analistas de riesgo, El Salvador ha comprado 2,546 bitcoins, a un precio de 108 millones de dólares, en este periodo de tiempo las oscilaciones se sitúan en dirección a la baja y no al alza, a propósito que su máxima la registró en noviembre de 2021 cuando alcanzó los $70,000, en la actualidad se cotiza, como se puede constatar a menos del 50% de aquel precio. De $108 millones El Salvador presenta una pérdida de $77 millones, lo que significa el 29% menos del precio que se pagó por cada unidad de bitcoin.         

¿Está beneficiando al pueblo esta criptomoneda?

En un inicio se presentaba al bitcoin como   una apuesta que atraería inversionistas, a través de la entrada como moneda de curso legal, se creía que resolvería los inconvenientes que la mayor parte de la población tiene en cuanto a las transacciones bancarias, al ser único requisito tener un teléfono smartphone para la instalación de la billetera digital CHIVO WALLET, que elimina cualquier obstáculo de acceso a la circulación de dinero y mercancías, siendo una alternativa para el envío remesas que constituyen el 20% de PIB pues sus transacciones son gratuitas, a pesar de eso solo el 2% del total de remesas han sido realizadas a través de Chivo Wallet. Otra de las proyecciones era el minado con energía geotérmica, dentro de la surrealista construcción del bicoincity que no es más que la visión de un paraíso fiscal, y como tal un paraíso para los bitcoiners a nivel mundial, pero la inversión extranjera no es la esperada. La veterinaria Chivo Pets fue creada y financiando a partir de préstamos y no por ganancias producidas por la venta de bitcoin, lo que esto tampoco es la mejor cara de este proyecto. Con las escasas regulaciones, el lavado de dinero y la corrupción se han favorecido de esta billetera digital.            

Lo que se esperaba y lo que se tiene          

El bitcoin era destinado principalmente para atraer inversionistas, por tal motivo todo el esfuerzo por mostrarse al mundo como un paraíso fiscal a los inversores de criptos, no estaba enfocado en favorecer a la mayor parte de la población en sí, sino que generalizar el uso del bitcoin a un nivel electrónico que equipare o supere al dólar, creando una atmosfera de seguridad al inversor y una imagen a nivel global del éxito de esta aventura. Nada de eso ha sido así. Como podemos constatar no hay ganancias para el país del bitcoin, al momento solo tenemos perdidas, tampoco la inversión extranjera amortigua los invertido. Lo más adecuado es que el Gobierno deje de invertir sin antes recuperar lo invertido, la testarudez de Bukele es bastante cara.

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