Por Suyapa Castro Romero
El 25 de noviembre se celebra el “Día Internacional para la eliminación de la Violencia contra las mujeres”, curiosamente, en nuestro país, el emporio de la comunicación en manos de los empresarios y de la derecha más recalcitrante que podríamos tener, desde que inició el gobierno la Presidenta Xiomara Castro, se han dado a la tarea de insultar, descalificar, minimizar y atacar permanentemente la figura de “mujer” de nuestra presidenta, más allá del matiz político que se le acredite a esta deleznable actitud de los periodistas que aplaudían todo lo que hacía el reo encontrado culpable de narco traficar drogas a USA, Juan Orlando Hernández, todo se reduce al cinismo más descarado e hipócrita de tales periodistas al seguir un guion de los patrones como revancha por no recibir los multimillonarios pagos en publicidad que antes si recibían.
Es de resaltar que esta violencia disfrazada de “libertad de prensa” también es ejecutada por periodistas mujeres que, amparadas en la lectura de mensajes, supuestamente, enviados por telespectadores o radioescuchas, dan rienda suelta a los insultos más denigrantes contra la figura de la presidenta Castro. Tales presentadores y presentadoras de noticias, entre líneas, manifiestan y motivan, ya sea por opiniones propias o de los participantes, ha generar noticias falaces y tendenciosas para crear una nebulosa oscura alrededor del gobierno, olvidando todas las violaciones a los derechos humanos, y, principalmente las violaciones cometidas a las mujeres en los doce años de gobierno del Partido Nacional.
Cualquier tipo de violencia es condenable
Hay que ser coherentes y condenar cualquier tipo de violencia ya se en contra de mujeres o de hombres, sin embargo, los crímenes contra de las mujeres llevan varios elementos que vuelven más atroz el acto, convirtiendo el crimen en “femicidio”, por ser realizados precisamente contra una mujer por el hecho de ser mujer.
Honduras sigue siendo uno de los países más violentos de Latinoamérica, y, en lo que respecta en crímenes contra mujeres es el más violento “En Latinoamérica, Honduras (7.2 casos por cada 100,000 mujeres), República Dominicana (2.4) y Brasil (1.4) registraron las mayores tasas de femicidios, mientras que Haití (0.2) y Chile (0.4) presentan los menores índices”. Proceso Digital (25/11/2024)
Por supuesto que, la violencia en contra de las mujeres no surgió de la noche a la mañana, tampoco es exclusiva de los estratos más pobres de la población, si bien es cierto la violencia contra una mujer en muchas ocasiones es realizada en lo interno de cada hogar, tampoco hay que desconocer que el auge del narcotráfico y del crimen organizado también ha incrementado estas cifras, donde, en muchas ocasiones una mujer se ve obligada a introducirse en el escenario criminal producto del abandono paternal o de la miseria en que ha crecido.
Al hacer un análisis de las cifras desde el año 2005, ofrecidas por el “Observatorio Nacional de la Violencia” de la UNAH, es muy evidente que los años en que más hubo violencia contra las mujeres fue en el periodo del 2009 al 2021, precisamente en los doce años de gobierno del Partido Nacional, posteriormente al Golpe de Estado de 2009. De 175 muertes violentas que hubo en el 2005 se pasó a 606 en el 2012 y 636 en el 2013.
Lo más deleznable de los medios de comunicación en su mayoría, principalmente los ligados al caso de corrupción “Hermes”, es la manipulación que hacen de la estadística haciéndola ver como que si es exclusiva de este año, donde comparan las cifras del 2023 con las del 2024, además, invisibilizan ese exponencial aumento de violencia en ese periodo oscuro de la historia del país (2009-2021), porque, obviamente, muchas de esas muertes fueron originadas desde el mismo Estado por el gobierno narco nacionalista, y muchos de esos crímenes fueron contra luchadoras y defensoras del medio ambiente como ser los casos de Margarita Murillo y Bertha Cáceres, por solo citar dos ejemplos.
Pretender resaltar que los crímenes contra mujeres son inherentes exclusivamente a este gobierno es el cinismo más descarado que se realiza desde la prensa mediática al servicio de la derecha y de la clase política corrupta, los señalamientos deben ser condenados sin olvidar los miles casos de violaciones cometidas en contra de miles de mujeres que participaron en las movilizaciones de la resistencia y que quedaron en la impunidad.
Organización y lucha
Al parecer, desde la misma clase política no se podrán aprobar leyes en protección de los derechos de la niñez, de las mujeres y población en general, porque sencillamente no les interesa. Las comunidades, los gremios, los sindicatos, los estudiantes y amas de casa deben organizarse y exigir Leyes con políticas claras y contundentes para detener cualquier acto de violencia contra una mujer, sin importar el estrato social desde donde se comete el acto. El llamado es que tanto hombres como mujeres se organicen en círculos o colectivos para la protección permanente de los derechos de una mujer y sus hijos, la denuncia debe ser permanente y contundente, pero, jamás como una respuesta violenta contra el género opuesto.
¡Boicot a los medios de comunicación que promueven cualquier tipo de violencia contra una mujer por pensar y actuar diferente a ellos!