Por Maximiliano Fuentes

El día martes 14 de febrero de 2012,  tuvo lugar un  suceso sin precedentes en la historia reciente  del país y de América latina. Más de 370 reclusos murieron quemados por las llamas de fuego y asfixiados en la granja penal de Comayagua.  Según organismos de derechos humanos, el incendio pudo haber sido provocado por agentes de la policía y empleados administrativos del centro penal, pero independientemente de las causas que posibilitaron el hecho, evidenciamos la política de represión selectiva del Estado de Honduras y concretamente del régimen de Porfirio Lobo contra los miembros de maras y las pandillas.

La cifra de muertos en el incendio del centro penal de Comayagua, en la zona central de Honduras, crecía este miércoles a 377 víctimas, según el nuevo recuento proporcionado por las autoridades..

El dato incluye a reos desaparecidos que bien pudieron darse a la fuga durante la conflagración, o que fueron calcinados por el fuego.

La tragedia, la mayor que se recuerda en la historia de los centros penitenciarios de Honduras, mantenía conmocionado al país.

Los muertos en el incendio que se produjo a las 11:50 de la noche del martes podrían superar los 400, según han admitido las autoridades hondureñas en declaraciones radiales.

"Hay 272 muertos confirmados, pero creemos que son más de 300" los fallecidos, dijo el ministro de Seguridad Pompeyo Bonilla más temprano este miércoles.”

Responsabilidad del Estado y precariedad de los centros de reclusión

Distintas voces han denunciado el hecho, y es muy probable que haya una intención del régimen de Porfirio Lobo en masacrar a pequeños sectores de la sociedad organizada en maras y pandillas, no obstante, probar lo anterior resulta un tanto complicado, y fácilmente se puede incurrir en la especulación si no se cuenta con las pruebas del caso. Pero resulta extremadamente curioso que en los gobiernos nacionalistas se repitan situaciones similares.

Pero ante lo evidente, no requerimos de explicaciones fundamentadas en la ciencia, el más sano sentido común nos permite describir lo obvio.  Resulta notorio la precariedad de los centros penales, durante años han venido funcionando con presupuestos raquíticos y bajo condiciones infrahumanas, el hacinamiento y una deficiente política administrativa han sido las causas de violentos sucesos durante los últimos diez años.   Los sucesos macabros ocurridos en las cárceles del país en los últimos diez años muestran el desatino con que las autoridades gubernamentales han manejado el tema penitenciario al entregárselo a una entidad policial que se desvió del camino de servir y proteger.

Hasta 1984, Honduras  había manejado su sistema carcelario utilizando la Ley Reglamentaria de Presidios de 1909. En 1984 hace a un lado la antigua normativa y crea la Ley de Rehabilitación del Delincuente que tiene vigencia hasta 1998.Hasta ese momento, las cárceles del país son manejadas sin mayores incidentes.

Todo fue que erróneamente -como lo señalan algunos conocedores del tema- al crearse la Ley Orgánica de la Policía mediante decreto 156-98, de fecha 26 de mayo de 1998, se le entrega el manejo administrativo y operativo de las prisiones a la Policía y comenzó el desastre. Para ello se crea una Dirección Nacional de Servicios Especiales Preventivos y surgen las denuncias de corrupción a lo interno de algunas cárceles. Se denuncian a ciertos directores de presidios de estar confabulados con gente del crimen organizado que custodian, y de quienes recibieron carros como regalos por ciertas canonjías. Asimismo, se desatan las matanzas. El 12 de noviembre de 1999, en el vetusto centro penal de San Pedro Sula, mueren 11 personas y 31 resultaron heridas.

El 5 de abril de 2003 en la granja penal de El Porvenir, La Ceiba, perecen masacrados 65 reclusos y tres visitas, como consecuencia de un régimen disciplinario de facto. El 17 de mayo del 2004 se incendia parte del penal de San Pedro Sula y se calcinan 107 pandilleros. A partir de ese entonces, se calma la situación en las cárceles del interior del país, pero continúan las carnicerías en la Penitenciaría Nacional. El sistema requiere atención urgente. La crisis desborda, pero las autoridades gubernamentales hacen muy poco. Miran el tema con indiferencia. La noche del 14 de febrero recién pasado llega la catástrofe. Se quema parte de la granja penal de Comayagua y los muertos ya suman 359.”[1]  

Esta situación violatoria, ha alertado a los funcionarios del actual administración, ellos mismos han reconocido que  “Las demandas en contra del Estado hondureño luego del siniestro en el Centro Penal de Comayagua, son “inminentes”, indicó la secretaria de Derechos Humanos Ana Pineda, tras recomendar se deben respetar los protocolos para la investigación.

La funcionaria señaló que las demandas por parte de los familiares y la condena "irreversible" de organismos internacionales, ante la catástrofe son indetenibles.

“El gobierno se esta preparando para recibir demandas. La Secretaria de Derechos Humanos ha hecho un pronunciamiento para que se vea esto. Se deben investigar las distintas versiones”, añadió.

Manifestó que “tenemos que prepararnos para cuando Honduras pague por violación a derechos humanos se deduzcan las irresponsabilidades de los funcionarios o responsables de estos hechos”. (..)La funcionaria reconoció que existe “un problema de derechos humanos, pues los privados de libertad no son vistos como sujetos de derecho. Las cárceles son bodegas en nuestro país y las condiciones que se tienen son malas”.

Expresó que “los centros penitenciarios no están construidos con el diseño arquitectónico para dar las condiciones y están sobre poblados. Hay instalaciones eléctricas hechas de manera cacera. Las condiciones de agua, no siempre hay para la higiene personal. Esta es una situación que no se puede desconocer”.

Sostuvo que “el Estado debe tener condiciones garantes. El problema es que las condiciones no se han construido en el país. No se han hecho esfuerzos para solventar esto”.[2]

El carácter cíclico de la historia: los nerones nacionalistas

Los sucesos históricos, en determinadas épocas y situaciones parecieran repetirse, los incendios que han arrasado la granja penal de Comayagua y los mercados de Tegucigalpa parecieran ser objeto de una orientación política del gobierno de Porfirio Lobo, la verdad es que hay muchos cabos sueltos, y aún no se proporciona las verdaderas causas del suceso. “..Existen varias hipótesis acerca de cómo se inicio el incendio en los mercados capitalinos.

Uno de los propietarios de uno de los puestos del mercado dice que el fuego inicio cuando una piñata se incendio en el interior de uno de los negocios, otras personas hablan de una sobrecarga y cortocircuito dentro también de uno de los negocios. Una de las primeras hipótesis que se maneja fue la explosión de uno de los chimbos de los postes del tendido eléctrico…”[3]  

Al margen de lo anterior, resulta curioso que el suceso se haya dado en la misma semana del incendio de la granja penal de Comayagua, no es ajeno pensar que el mismo sea una maniobra para desviar la atención y las acusaciones contra el régimen.

Lo cierto, es que las desgracias de muchos ha sido extremadamente aprovechada por las aves de rapiña del nacionalismo. Hemos visto a Miguel Pastor, actual ministro de SOPTRAVI y al alcalde capitalino y aspirante a la presidencia Ricardo Alvarez hacer proselitismo político para acrecentar su asentimiento político a partir de la desgracia y la histeria colectiva provocada por los grandes incendios. Esta faceta de la realidad hondureña es un tanto parecida a lo ocurrido Gran incendio de Roma al incendio que arrasó parte de la ciudad de Roma durante el verano del año 64, reinando Nerón como emperador. el incendio se inició o la noche del 18 al 19 de julio  del año 64, o la noche del 19 de julio, y que la ciudad ardió por espacio de al menos cinco días. La destrucción que causaron las llamas fue importante; según Tácito, cuatro de los catorce distritos de Roma fueron arrasados, y otros siete quedaron dañados. Quizá lo más relevante del gran incendio fueran sus consecuencias. Por un lado, la historiografía cristiana señala este hecho como la raíz de la primera persecución a los cristianos, ya que, tras el incendio, Nerón culpó a éstos de haber provocado el fuego, y muchos cristianos fueron ajusticiados por ello.

Al margen de las verdaderas intenciones, desde el Partido Socialista Centroamericano PSOCA  demandamos que se forme una comisión de investigación con los familiares de las victimas, que renuncie el ministro de seguridad Pompeyo Bonilla, y el Director de Centros Penales. Que se investigue y castigue a los culpables, y que el Estado indemnice a los familiares de las victimas. Por otro lado, demandamos la entrega inmediata con sus respectivas autopsias de los cadáveres a sus familiares. De igual manera, que el Estado de Honduras indemnice a los pequeños comerciantes que perdieron sus  pertenencias en el incendio en los mercados capitalinos, y que reconstruya los mismos garantizando las condiciones optimas para el desarrollo de la actividad comercial de los locatarios.

 

Por Allan McDonald

 

Los que entráis, abandonad toda esperanza.

Dante Alighieri

 

Desde la cárcel de mi casa, desde la vidriosa prisión de mis ideales perdidos veo un periódico ardiendo en mis manos con las fotos de aquellos cienes

Que se quemaron en los fuegos encendidos de la miseria humana.

Que se cocinaron en el horror de esta vida.

Que salieron huyendo con una antorcha de fracaso en sus ojos.

Condenados por ser propietarios de la nada.

Presos de la suerte echada entre los brazos de un juez corrupto.

Que se tatuaron el infortunio en las espaldas del olvido.

Que por un poco de frijoles robaron para engañar el estómago.

Que nunca fueron a la escuela del hijo del ministro.

Que se arroparon con las cenizas del sueño en el musgo de la libertad.

Que se les ensartó una bolsa negra como un luto plástico.

Que cayeron baleados como en una feria de fuegos no artificiales.

Que aun tenían las marcas de las flechas de san Valentín.

Que ardieron en la batalla contra el silencio.

Que apartaron el humo de las cortinas oficiales.

Que cayeron en las bartolinas de la inocencia.

Que no tenían el permiso para ser decente.

Que eran ladrones, rateros que no aprendieron a robarse la casa presidencial.

Que no tenían una sonrisa perfecta para ser diputados.

Que no pudieron pagar un magistrado en la corte celestial de la las leyes monetarias.

Que no tuvieron gracias para usar la corbata blanca de la cleptomanía.

Analfabetos que no leían a Dale Carnegie.

Que no tomaron tiempo de entender a Paulo Coelho.

Que no les interesaba la poesía.

Que no fueron Opus Dei.

Ateos de la esperanza redentora del Cardenal.

Que andaban colgando la medallita de la virgen de Suyapa.

Que tenían la claridad de su voz en el oído de la clemencia.

Que no se parecían a Steve McQueen en Papillón.

Que no escuchaban a Mozart.

Que creían en la música de liberación de los Tucanes de Tijuana.

Que se drogaban en la función cirquera del código penal.

Que amaban a sus mujeres gordas sin la vergüenza del rico que paga amantes rubias.

Que no hablaban bonito frente al paredón falso del poder.

Que lavaban su ropita en las pilas sin el agua bendita de la iglesia que los llora.

Que no usaron maquillaje para salir hoy en las portadas de la prensa.

Que no se peinaron para las entrevistas rojas de la televisión.

Que aprendieron carpintería para ser como el hijo de Dios.

Que inventaron el lenguaje con las manos para no hablar como las mentiras del gobierno.

Que tenían las esperanzas en los burdeles de un licenciado.

Que fueron condenados por un tribunal sin juicio ni historia.

Que se hicieron hamacas para aprender a dormir en los cantos de sirena de la justicia.

 

Todos ellos han sido libres del infierno de estar vivo en esta impunidad

Por Sebastián Ernesto González

Sin duda alguna que las dirigencias gremiales, sindicales y del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) han servido de tapón para detener -posteriormente al golpe de Estado- el clamor popular y la exigencia –de parte del pueblo- de una mayor participación democrática en el país. Es inaudito que en el régimen heredero del golpe se hayan violentado innumerables veces los derechos humanos de individuos y de numerosos sectores tales como los campesinos del Bajo Aguán o al magisterio, y sin embargo, ninguna de estas dirigencias  elaboró una correcta estrategia de lucha y de movilización para retener las conquistas ya perdidas.

Mientras en agosto del 2010 los líderes sindicales de las Centrales Obreras traicionaron al magisterio sin convocar a una huelga general, que los diferentes sindicatos ya habían aprobado en la ciudad de San Pedro Sula, ahora en el 2012 estos tristemente célebres líderes sindicales nos vuelven a sorprender consensuando con la empresa privada un ridículo aumento al salario mínimo que promedia entre el 6 y el 8% y dejando amarrado otro ridículo aumento para el año 2013.

Una traición más a la clase trabajadora

El día martes 07 de febrero se firmó el Acuerdo Nacional “Por un crecimiento económico con equidad social” suscrito por empresarios, gobierno, obreros y campesinos, donde se plantean 7 metas, siendo la más lesiva la cuarta que tiene que ver con los salarios y que plantea que: “…los cuáles deben estar ajustados a la realidad económica del país, tanto en el sector privado como público” (EH 10/FEB/2012). Esto no hace más que confirmar la anuencia de parte de los representantes obreros en aceptar el miserable aumento al salario mínimo.

Dicho acuerdo fue firmado, entre otras personas, por Daniel Durón, Secretario de la Central General de Trabajadores (CGT), y Cornelio Chirinos, titular del Consejo Coordinador de Organizaciones Campesinas de Honduras. Daniel Durón, representante obrero manifestaría que “Esta es una demostración de voluntad política de todas las partes productivas del país y no es más que la ratificación de la necesidad que tenemos en el país de profundizar los procesos de diálogo”. (EH 08/feb/2012).

De esta declaración del líder sindical podemos sacar dos conclusiones. La primera es que ellos como representantes de la clase trabajadora, han sido partícipes de las medidas neoliberales y de los planes de miseria implementadas sanguinariamente por el régimen Lobo-Hernández, al mantener inerte al movimiento sindical. Esto explica por qué en agosto del 2010 Daniel Durón argumentó que no existían las condiciones para ir a una huelga general en apoyo al magisterio. Con esta decisión daba un espaldarazo al régimen y dejaba solo al magisterio.

La segunda conclusión es que ellos, como representantes de la clase trabajadora forman parte de las famosas mesas de diálogo tan bien implementadas por Lobo-Hernández y en las que el Estado nunca cumple si se toman decisiones a favor de los trabajadores y se cumplen si son para beneficiar a la empresa privada o a la clase política. Si es para favorecer a los desposeídos solo queda en papel mojado tal y como lo refleja el supuesto congelamiento de los productos de la canasta básica, pues cada mes incrementan los costos de la misma.  Para muestra, se aumentó el precio del cemento donde “El gobierno cedió ante las cementeras al autorizar un alza de entre 4.70 y 5.30 lempiras a la bolsa de cemento…y dejó sin efecto la prórroga al congelamiento del producto” (EH 08/Feb/2012).

El FNRP también desmovilizado… ¡pero aún hay energía para pleitos particulares!

Para el día jueves 9 de febrero, a través del Subcoordinador general del FNRP y ahora LIBRE, Juan Barahona, se convocó a la “resistencia” para apoyar al periodista del Canal 36, Esdras Amado López. El lugar de la convocatoria era la Corte Suprema de Justicia, donde al periodista mencionado se le sigue un juicio en un conflicto particular que involucra a los directivos de una cooperativa. Si bien es cierto que el mencionado periodista se opuso férreamente al golpe de Estado, también podemos afirmar que es uno de los férreos defensores del régimen Lobo-Hernández.

Sin entrar en detalles de la cantidad de personas que asistieron, vemos que la ironía en todo esto es que, así como las Centrales Obreras nunca han trabajado para movilizar a la clase trabajadora para que defienda sus conquistas y exigir mejores salarios, el FNRP tampoco convoca para esclarecer los más de 300 asesinatos desde el Golpe de Estado, ni moviliza para que los diferentes sectores defiendan sus conquistas, como por ejemplo las ya perdidas por el magisterio, quien en su mejor momento de lucha en contra del golpe fuera llamado “La columna vertebral de la resistencia”.

Por Martín Dalton

Desde el 15 de noviembre del 2011, fecha en que se programaron las elecciones estudiantiles por parte de las Autoridades Universitarias y la Junta Nacional Electoral en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, existe un malestar dentro del estudiantado porque no se percibe la intención de llevar a cabo un proceso limpio e incluyente.

Esas elecciones fueron saboteadas por los estudiantes, que no toleraron las condiciones antidemocráticas y excluyentes que estaban imponiendo los frentes estudiantiles tradicionales.

Una de ellas fue la no inscripción de los movimientos independientes que querían participar. Se emplearon tácticas dilatorias, como no aceptar el formato ya elaborado o la exigencia de volver a recolectar firmas a los movimientos que ya lo habían hecho.

La lucha por la democratización de la UNAH

Estas irregularidades no permitieron que se cumplieran las condiciones para el proceso electoral. El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) exhortó a los estudiantes a que no apoyaran un proceso amañado y que tenía demasiadas irregularidades para llevarse a cabo e hizo un llamado a no participar en él.

El día de elecciones hubo tomas de  las instalaciones de la UNAH por parte de los frentes estudiantiles que no estuvieron de acuerdo con el proceso, el cual no se realizó y fue pospuesto para marzo del 2012.

Estas situaciones agravan las relaciones dentro de la institución universitaria, pues quedó demostrado que un grupo privilegiado dentro del campus universitario da las orientaciones, no importándole pisotear y violar la condición de los demás compañeros de trabajo y de los estudiantes.  Han olvidado que la institución universitaria funciona como un todo organizado en donde los estudiantes, el personal administrativo y los docentes, tienen los mismos derechos y deberes.

Hay que rescatar el pronunciamiento de la Junta Directiva del Claustro de profesores de la Facultad de Humanidades y Arte en contra de las elecciones estudiantiles pues lamentan “escuchar que los vicios del pasado ejercidos por frentes estudiantiles tradicionales se reavivan en un momento en que se plantea Lo Esencial de la Reforma como una política universitaria”.

La intención de promover el proceso de elecciones en la UNAH responde a un fin muy claro: organizar el Consejo Universitario y las distintas Juntas Administrativas de las facultades y centros regionales y desde allí constituir el gobierno universitario. Las elecciones estudiantiles son un requisito dentro de las normativas universitarias para legitimar la nueva Reforma que se está llevando a cabo.

De acuerdo a las reformas del Decreto No. 13-2006 emitido por el Congreso Nacional de la República, la Comisión de Transición tiene como una de sus atribuciones “crear espacios de participación y resolución a favor de los diferentes sectores que integran la Comunidad Universitaria con el fin de conocer y contribuir a la resolución de sus problemas y requerir de la misma la presentación de informes especiales”.

Ahora bien, ¿han creado las autoridades universitarias dichos espacios? Más bien parece que las intenciones son otras, pues se crean estructuras de participación y vinculación que favorecen a sectores que le apuestan a la educación Superior Privada, la exclusión estudiantil y la visión de orientar la educación superior al estilo maquila.

También hay que tomar en cuenta las intenciones de diluir la autonomía universitaria y la función de que tiene la UNAH de dirigir, organizar y desarrollar la educación superior en el país. Para tal objetivo, se está proponiendo la creación de un Consejo Nacional de Educación Superior para que certifique y acredite todos los títulos universitarios.

Propuesta en la defensa de los intereses estudiantiles.

La UNAH es una institución educativa que está formada por estudiantes, personal administrativo y trabajadores docentes. Es necesario que exista una conciencia hacia el bienestar de todas las partes; no hay que dejar  que las políticas externas afecten los intereses de la institución universitaria. Proponemos la unión de todos los sectores progresistas de la institución educativa con el fin de buscar una salida a las demandas que convienen a la institución universitaria. Hacemos un llamado para lograr un consenso y planificar una reunión general en donde se discutan las problemáticas que afectan a la UNAH.

También es necesario estar atentos al proceso de  elecciones estudiantiles que se llevará a cabo en marzo del 2012. Para nosotros éste no cubre todavía todas las dimensiones materiales que tiene que tener un proceso electoral serio y transparente que esté orientado hacia una verdadera democracia, por consiguiente, no creemos en lo absoluto que se estén garantizando las condiciones mínimas de participación.

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