¿ALTERMUNDISMO O ANTI-HEGEMONISMO?
Por Sergio Barrios Escalante
Científico Social, Investigador y Consultor en temas socio-económicos y políticos. Ensayista y Escritor. Editor de la revista virtual “RAF-Tulum”.
Introducción:
El objetivo del presente escrito se orienta a enfatizar la necesidad urgente por parte del movimiento social altermundista, de adoptar definiciones y decisiones estratégicas vinculantes. En particular, estas anotaciones van dirigidas al conglomerado de organizaciones sociales que dentro de pocos días se dará cita en el Tercer Foro Social de las Américas, el cual se realizará en las instalaciones de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en la segunda semana de octubre próximo.
Los límites políticos del altermundismo
Es ampliamente conocido que el denominado movimiento altermundista emergió con fuerza a fines de los años noventa al calor de las intensas luchas y movilizaciones anti-capitalitas y anti-neoliberales, en especial, encabezados por una extensa gama de actores sociales y políticos de reciente raigambre (desde movimientos de mujeres, de defensa de derechos de los grupos gay y homosexuales, hasta organizaciones ecologistas y de defensa de los derechos de las ballenas), para nombrar apenas un minúsculo vértice de una inmensa y heterogénea pirámide social de verdadero carácter mundial.