Friedrich Merz, líder de la conservadora CDU, futuro Canciller de Alemania

 

Por Nicolas Lebrun

La crisis política que se cierne sobre la mayor potencia económica de la zona euro y del conjunto de Europa es una de las más importante del periodo de la post guerra.

La polarización social que se da en los votantes y en el conjunto del país obedece a varias razones. El ataque contra el nivel de vida de la clase trabajadora llevada a cabo por los diferentes gobiernos de derecha y de los socialdemócratas han provocado un gran descontento. La austeridad, los mini Jobs (contratos de trabajo mal pagados y fragmentados) han sumido en la pobreza a miles de trabajadores, sobre todo en la antigua RDA, a lo largo de estos últimos decenios.

“Los conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) ganaron este domingo las elecciones en Alemania con el 28,6% de los votos, según los resultados oficiales.

Cumpliendo con las expectativas de analistas y encuestas, la CDU fue el partido que más votos recibió y se espera que Friedrich Merz se convierta en el próximo canciller de Alemania tras unas elecciones en las que la la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo su mejor resultado histórico con más del 20%, lo que le sitúa como la segunda fuerza política del país.

El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) del actual canciller, Olaf Sholz, queda en el tercer lugar, solo con un 16%, seguido por el Partido de los Verdes, que lograron un 11,6%.

Tanto Merz como los líderes del AfD celebraron los resultados, mientras que Sholz reconoció "el sabor amargo" de la derrota.” (BBC.COM)

Los conservadores de la CDU lograron establecer en el mes de enero una escandalosa alianza con la AFD para promover el nuevo plan de inmigración. La ruptura del “cordón sanitario” que establecía ningún tipo de alianzas entre los partidos burgueses con la extrema derecha fue hecho realidad, algo que no sucedía desde la época de los nazis.

El voto por la extrema derecha en el este

 La AFD obtuvo una gran votación en el este de Alemania, los antiguos territorios de la extinta RDA, un estado obrero gobernado por los estalinistas hasta la caída del muro hace un poco más de tres décadas.

La política de la burguesía del oeste de Alemania fue brutal. La destrucción de todas las conquistas sociales que habían obtenido los trabajadores, las mujeres y la juventud fue uno de los primeros objetivos. Esto para tomar luego el control, es decir la privatización de las industrias consideradas las más rentables, lo que ocasionó la pérdida del empleo de miles de trabajadores.

Luego de este ajuste brutal, la inversión en la región fue muy poca, con el objetivo de maximizar la rentabilidad del coste de la reabsorción del antiguo estado obrero.

“La desigualdad entre el este y el oeste de Alemania es una brecha socioeconómica que persiste aún en la actualidad después de la caída del Muro de Berlín y la reunificación de 1990. Según el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), el PIB per cápita en los estados orientales alcanzó solo el 73% del occidental en 2023. El origen de todo esto se remonta a la división tras la Segunda Guerra Mundial. Mientras la RFA (oeste) se industrializó con apoyo estadounidense, la RDA (este) adoptó un sistema socialista que colapsó en 1989. Sin embargo, la transición hacia una economía de mercado provocó una gran disparidad. Las empresas estatales se privatizaron y se perdieron el 70% de los trabajos. Para ver la magnitud de este problema, entre 1991 y 2019, hasta el 15% de la población oriental se trasladó hacia el oeste del país en búsqueda de mejores oportunidades.”( www.lisanews.org)

En el ámbito económico, las diferencias son evidentes. El salario medio en Alta Sajonia (este) es de aproximadamente un 18% menor que en Baviera (sur), y los asalariados del oeste ganan un 16% menos de media que los del este. Además, la tasa de desempleo en Mecklemburgo-Pomerania Occidental (noreste) duplica a la de Baden-Wurtemberg (sur). Aunque la tasa de desempleo en el este ha disminuido del 19% en 2005 al 7,2% en 2023, sigue por encima del 5,3% del oeste.

Un ejemplo claro de este fenómeno es la industria automotriz. Por ejemplo, aunque Volkswagen tiene presencia en Sajonia, su principal planta, los centros de decisión y los salarios más altos se concentran en Wolfsburgo (oeste). Esto provoca que tanto en este caso como en muchos otros más, los empleos menos remunerados se sitúen en esa región. En consecuencia, el Banco Central Europeo señala que la inversión en I+D en el este representa apenas en torno al 30% de la occidental. Lo cual frena la innovación y perpetúa esta desigualdad. .”( www.lisanews.org)

El ascenso de la extrema derecha  en el este de Alemania como en el resto de Europa, es el resultado de varios de estos factores. Los gobiernos de la CDU y del SPD no han hecho nada o casi nada para que los habitantes de esta parte del país puedan ver como una mejora de su situación.

““…la existencia de una separación entre el este y el oeste alemán, algo que no está exento de consecuencias políticas. “El populismo de ultraderecha tiene mayor éxito en las zonas rurales y en las zonas económicamente más débiles”, mantiene Gornig, señalando especialmente al este alemán.

Para Franco Delle Donne, experto en comunicación política afincado en Berlín y co-autor del libro sobre el auge de la ultraderecha en el 'viejo continente' Epidemia Ultra: La ola reaccionaria que contagia a Europa (Autoeditado, 2019), la situación económica en el este alemán es un “disparador” para el voto a la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

“Con perspectiva, uno compara la Alemania del este de los años 90 con la actual y lo cierto es que mejoró en todos los sentidos. Ahora bien, no mejoró respecto a la expectativa que se tenía. Con la reunificación se esperaba una igualdad entre las dos Alemanias, se esperaba que se formase una Alemania homogénea con sólo algunas diferencias culturales”,” (eldiario.es 2019)

Una crisis política que se profundiza

El gigante de Europa conoce una crisis política que se ha acentuado desde el final de la era Merkel la cual estuvo en el puesto de canciller de la República durante 16 años. Durante el último gobierno de la Merkel, Scholz fue su vicecanciller.

El canciller Olaf Scholz del SPD, constituyó una frágil coalición con los Verdes y los liberales del FDP. Esta coalición se vino abajo luego de la expulsión de su gobierno del ministro de finanzas, el liberal Christian Lindner, el año pasado lo que llevó al ejecutivo a programar las elecciones anticipadas de este año. El resultado en las urnas para el canciller Scholz ha sido desastroso, el más bajo obtenido por el partido desde finales del siglo pasado. 

La crisis política obedece entre otras razones a los eventos políticos y económicos que asolan la UE que pierde cada vez más su posición en el concierto de las naciones imperialistas. La pandemia, la guerra en Ucrania, los gobiernos de Trump y el ascenso de China como nueva potencia mundial, no dejan espacio para que la burguesía alemana pueda posicionarse de nuevo en el rol que había tenido hasta entonces.

Durante estos últimos años la retórica de los dos grandes partidos, SPD y de la CDU se han ido alineando con el discurso xenófobo y racista de la AFD, responsabilizando demagógicamente a los migrantes de la crisis del país. Este cambio es un cheque en blanco para los fascistas de la AFD que ven fortalecidas tácitamente en sus posiciones.

El probable nuevo canciller, el liberal Friedrich Merz, ha logrado constituir una nueva coalición con el SPD. Esta vez los Verdes no participaran en el nuevo gobierno.

“Merz dijo…que la líder de AfD, Alice Weidel, no quiere solucionar los problemas de Alemania porque "está feliz de que los problemas vayan cada vez a peor".

Entonces, ¿con quién puede gobernar? Los socialdemócratas son la elección obvia, aunque deberán encontrar puntos de acuerdo en economía y migración.

Si Merz necesita a los Verdes, deberá superar la animosidad entre ambos partidos. En las últimas semanas, Merz criticó al líder de los Verdes, Robert Habeck, mientras que Markus Söder, dirigente de los democristianos del estado de Baviera, descartó cualquier pacto con los ambientalistas, cuarta fuerza en el Parlamento.

"Un gobierno sin los Verdes sería un mejor gobierno", dijo Söder, mientras que Merz también prefiere un único socio en lugar de dos.

Lo que parece claro es que no será AfD, que anticipa un gobierno inestable y corto y por tanto unas elecciones anticipadas en las que aspiraría a dar un salto electoral aún mayor.”BBC.COM

La nueva coalición

Como se apuntaba anteriormente, la nueva coalición entre los partidos de la CDU y el SPD ha integrado en su agenda los puntos que levanta la AFD sobre la inmigración.

Por otro lado, como en el resto de Europa y anticipando el anuncio realizado por la presidenta de la UE, Ursula Von der Lyen, una suma astronómica será presupuestada para el aumento del gasto militar. Los tambores de la guerra baten con más fuerza y como en 1914, la socialdemocracia alemana le da su aval.

“Los líderes de la CDU/CSU, Friedrich Merz, y el de SPD, Lars Klingbeil, han acordado entablar negociaciones para formar una coalición. Al término de las conversaciones exploratorias, presentaron un documento de once páginas. Incluye un aumento de los controles fronterizos, un endurecimiento de la política de asilo, un aumento del salario mínimo a 15 euros por hora, subvenciones a la agricultura, una reducción del IVA para la hostelería y un precio de la electricidad industrial.

Además, se sustituirá la renta ciudadana por una nueva renta básica y se ampliará la congelación de los alquileres. La semana pasada, ambas partes ya habían acordado un nuevo endeudamiento masivo para financiar el armamento y las infraestructuras en Alemania.

El lunes, los comités de los partidos deben decidir el inicio de las negociaciones de coalición. El líder de la CDU, Friedrich Merz, que con toda probabilidad será el próximo canciller de Alemania, reafirmó sus objetivos de frenar la inmigración irregular y bajar los precios de la energía.

El líder del SPD, Lars Klingbeil, también declaró que esperaba que los partidos alcanzaran un consenso sobre "cuestiones fundamentales e importantes de la política alemana, nacional, europea e internacional”. (Euronews.com)

Las movilizaciones y Die Linke

Desde el anuncio del acuerdo sobre la inmigración, que luego fue abandonado, entre la AFD y la CDU, miles de personas a lo largo y ancho de Alemania salieron a la calle para protestar.

Estas movilizaciones, sobre todo compuesta por jóvenes, le permitió al partido de izquierda Die Linke obtener el 8,5% de los votos y 64 escaños en el Bundestag. Un cuarto de millón de personas manifestó a principios de febrero en Berlín contra el ascenso de la extrema derecha. Esto representa una creciente polarización de la sociedad alemana, lo que pone un grano de arena en la crisis política del país y de la región.

El papel de Die Linke debería ser el de catalizador de las movilizaciones. Las huelgas en diferentes sectores se han profundizado, lo que les permitiría de desarrollarse y ser la vanguardia en contra del nuevo gobierno de coalición.

 

Por Orson Mojica

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha puesto las relaciones internacionales patas para arriba. La decadencia de Estados Unidos, obliga a Trump a impulsar un programa que combina el temporal “aislacionismo” en el plano internacional, abandonando algunos roles de gendarme mundial, con la aplicación de ajuste económico que reduzca el déficit fiscal de Estados Unidos por medio de la reducción de gastos, incluidos, por supuesto, los gastos militares.

El “pacifismo” de Trump tiene su origen, como siempre ocurre, en una base económica. El reacomodo de piezas en el plano internacional, le obliga a negociar desesperadamente la paz con Rusia en Ucrania, a cualquier costo, incluso si implica la partición de ese país, dándole una patada en el trasero al gobierno títere de Zelensky.

El final de la guerra en Ucrania

Después de tres años de guerra, en la que Estados Unidos afirma haber gastado 350,000 millones de dólares, más 150.000 aportados por los países de la Unión Europea (UE), el gobierno de Zelensky se sostiene a duras penas, ante el embate militar del ejército ruso. Toda la propaganda engañosa difundida por los grandes medios de comunicación, sobre la derrota militar de Rusia, y una ahora imposible victoria de Ucrania, ha desaparecido de los titulares de la prensa.

Esta dura realidad obligó al gobierno de Zelensky a abandonar su posición de que nunca  negociaría con el gobierno de Putin. Ahora acepta negociar, pero exigiendo condiciones que, evidentemente, no tiene fuerzas para imponer en la mesa de negociaciones.

Zelensky desesperado, liga el futuro de Europa a Ucrania

Zelensky, acostumbrado al ambiente de confrontación de la “guerra fría”, intenta recuperar el rol de “héroe” que se enfrentaba a Rusia. Ha maniobrado y readecuado su discurso, ligando el futuro de Europa al destino de Ucrania, procurando conmover a las potencias imperialistas de Europa para que no lo abandonen a su suerte, en el momento en que la administración Trump está empeñada en negociar la paz con Rusia, sin que Zelensky obtenga las “garantías de seguridad” que tanto reclama. Incluso, pretende navegar en medio de las contradicciones entre Estados Unidos y Europa

En tono de amargura, Zelensky dijo: “¿Pero a alguien en EE.UU. le preocupa que Europa pueda algún día abandonarles o dejar de ser su aliada? La respuesta es no. Washington no cree que Europa pueda aportarles nada verdaderamente significativo (…) Europa no puede permitirse ser la segunda o tercera en la cola de sus aliados. Si eso ocurre, el mundo empezará a avanzar sin Europa, y ese es un mundo que no será cómodo ni beneficioso para los europeos” (22&01/2025)

En una rueda de prensa en el Foro Económico Mundial de Davos,  Zelensky se quejó del engaño de Estados Unidos y de la UE. "Por parte de algunos Estados, creo que no fue una política muy transparente desde el principio, no nos apoyaron en la OTAN. Y esas fueron solo palabras falsas de que: 'Sí, Ucrania estará en la OTAN'. No fue justo para Ucrania ni para los ucranianos. Y también fue deshonesto por parte de nuestros líderes, cuando algunos de nuestros líderes dijeron y prometieron que estaríamos en la OTAN", dijo Zelenski. (22/01/2025)

Trump quiere el 100% de los recursos naturales de Ucrania

Para ganarse los favores de Trump, Zelensky tuvo la osadía de ofrecer, a inicios de febrero, los minerales y tierras raras de Ucrania, para que fuesen explotadas por Estados Unidos.

Trump, en su campaña electoral se pronunció a favor de negociar la paz en Ucrania. Las declaraciones de Trump sobre el tema, son reiterativas: “Realmente, tenemos que acabar con esa guerra. Esa guerra es horrible. Y no estoy hablando de economía. [...] No estoy hablando de recursos naturales. Solo estoy hablando de que hay tanta gente joven que está siendo asesinada en esta guerra. (…) Ucrania está lista para llegar a un acuerdo. […] Es una guerra que nunca debería haber comenzado, si yo hubiese sido el presidente, esto nunca habría comenzado".

Por eso observamos que Trump se refirió a los “recursos naturales”. Trump reclamó el 50% de los minerales y tierras raras de Ucrania, a cambio de 500.000 millones de dólares que supuestamente Estados Unidos ha gastado en los tres años de guerra.

Trump dijo: “Quiero tener nuestro dinero asegurado, porque estamos gastando cientos de miles de millones de dólares, el equivalente como 500.000 millones de dólares en tierras raras".

Debido a las reticencias de Zelensky a firmar la entrega de los minerales, Trump pasó a la ofensiva con su estilo característico: acusó a Zelensky de “pequeño dictador” que no convocaba a elecciones, y que solo gozaba con el 4% de apoyo popular, de ser un presidente incompetente, etc, etc. Pero a Zelensky le salió el tiro por la culata, porque Trump después exigió que fuera el 100% de todos los recursos naturales de Ucrania

Después de un corto intercambio de declaraciones y ataques mutuos, Zelensky se centró en el problema principal: "La única cuestión es qué garantías de seguridad ofrece y, sinceramente, quiero llegar a un acuerdo [con Trump] antes de iniciar las negociaciones [con Putin]", señaló. "Si [Trump] puede garantizar una seguridad sólida e irreversible para Ucrania, avanzaremos por esa vía diplomática". (23/01/2025)

El problema es que las garantías de seguridad que pide Zelensky, implicarían que Estados Unidos debe continuar gastando miles de millones de dólares, para sostener el debilitado ejercito de Ucrania. Y Trump, como hemos explicado, está urgido de bajar los gastos militares para reducir el déficit fiscal.

Negociaciones en Arabia Saudita

Casi nadie habla ya de una victoria militar de Ucrania sobre Rusia, ahora todos hablan de las negociaciones de paz. Trump pretende aparecer a nivel mundial como abanderado de la paz. Y dio un golpe de efecto, al anunciar que las primeras negociaciones directas entre Estados Unidos y Rusia sobre Ucrania, se realizaron en Arabia Saudita, una potencia regional en Medio Oriente.

Trump humilló a los europeos al declarar que no participarían en las negociaciones en Arabia Saudita. El general Keith Kellogg, enviado especial de Trump para las negociaciones sobre Ucrania, fue tajante: "Creo que [la participación de la Unión Europea] no va a suceder (…) Lo que no queremos es entrar en una discusión de grupo numeroso".

En respuesta al desaire de Estados Unidos, el presidente de Francia, Enmanuel Macron, convocó a varias mini cumbres de los jefes de Estados de la UE, pero sin resultados claros, aunque se mencionó un posible envío de tropas de la OTAN a Ucrania, un tema que divide a los europeos, y que por supuesto Rusia rechaza tajantemente.

Entre la delegación norteamericana que viajó a Arabia Saudita estaba Marco Rubio, el nuevo Secretario de Estado, quien declaró lo siguiente: "La deshonestidad que ha existido es que, de alguna manera, EE.UU. le hizo creer a la gente que Ucrania sería capaz no solo de derrotar a Rusia, sino de destruirla y hacerla retroceder a lo que era el mundo en 2012 o 2014 [...] Y, como resultado, lo que le han estado pidiendo el último año y medio es que financie un estancamiento prolongado en el que continúa el sufrimiento humano (…) Ucrania ha retrocedido 100 años y su red energética está siendo aniquilada (…) "Este conflicto tiene que terminar y tiene que terminar a través de una negociación".

Las presiones sobre Zelensky han sido tales, que a regañadientes ha tenido que admitir que es inevitable la negociación con Rusia. "Si tuviera la certeza de que EE.UU. y Europa no nos abandonarán y nos apoyarán y nos darán garantías de seguridad, estaría dispuesto a cualquier forma de negociación", declaró Zelenski, (09/02/2025)

La posible partición de Ucrania

Dado el avance militar del ejército de Rusia en el este de Ucrania, y el alto grado de coincidencias entre Trump y Putin, es casi seguro que la parte oriental del territorio de Ucrania y su población ruso parlante, se unirán a Rusia. La existencia de Ucrania como Estado Nacional se debilita.

El 11 de febrero, refiriéndose a las posibles negociaciones entre Ucrania y Rusia, Trump declaró que “puede que lleguen a un acuerdo, puede que no. Puede que algún día sean rusos, o puede que algún día no lo sean. Pero vamos a tener todo este dinero ahí y digo que lo quiero de vuelta”.

En pocas palabras, Trump dejó abierta la opción que Rusia finalmente recupere el control del conjunto de Ucrania. Y debido a las reticencias de Zelensky, Trump aprovechó la oportunidad para ridiculizarlo,  llamándolo “(…) Un dictador sin elecciones, es mejor que Zelenskyy actúe rápido o no le quedará ningún país. Mientras tanto, estamos negociando con éxito el fin de la guerra con Rusia, algo que todos admiten que sólo “TRUMP” y la Administración Trump pueden hacer.”

La dirección nacionalista de Zelensky, al haberse convertido en agentes directos del imperialismo europeo y norteamericano, demostraron ser incapaces de sostener la independencia de Ucrania como Estado nacional, al romper la neutralidad que le permitía convivir pacíficamente con Rusia

Que los europeos resuelvan sus problemas

A pesar que el ejército de Rusia está derrotando militarmente al ejercito de Ucrania, Mark Rutte, secretario general de la OTAN, continuó insistiendo en “(…) debemos  asegurarnos de que, en primer lugar, Ucrania esté en la mejor posición posible para iniciar conversaciones, y, en segundo lugar, para asegurarnos de que lo que salga de esas conversaciones, cuando eso ocurra, [...] sea duradero". (12/02/2025)

No obstante, en una reunión en Bruselas, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, declaró lo inverso: "hay que empezar a reconocer que volver a las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 es un objetivo poco realista". “Perseguir esta meta ilusoria solo prolongará la guerra y causará más sufrimiento (…) salvaguardar la seguridad europea debe ser un imperativo para los miembros europeos de la OTAN, y corresponde a Europa proporcionar la mayor parte de la futura ayuda letal y no letal a Ucrania".

Más claro, imposible. La crisis de Estados Unidos es tan profunda que obliga a Trump a abandonar posiciones en el este de Europa, volviendo al esquema de áreas de influencia de las superpotencias, aunque no renuncia a quedarse con el 100% de los minerales de la parte occidental de Ucrania, la que quedaría convertida en una simple colonia, saqueada por transnacionales norteamericanas.

Por Orson Mojica

La guerra en Ucrania ya pasó los mil días y se acerca a los tres años de duración, sin una perspectiva clara sobre cómo terminará el conflicto armado, aunque últimamente la balanza parece inclinarse a favor de un triunfo militar de Rusia, que se reflejará mas temprano que tarde en la mesa de negociaciones.

Tomar la decisión de invadir Ucrania, un país eslavo, hermano de sangre de Rusia, fue una amarga decisión para Putin. La llamada “operación militar especial” es una guerra abierta, no declarada oficialmente, fue una necesaria medida de autodefensa, ante el peligro que representaba el creciente poderío militar del ejército de Ucrania, controlado por fuerzas nacionalistas pro occidentales, que son apoyados por Estados Unidos con financiamiento, armas y municiones. El apuntalamiento del ejército de Ucrania, después del golpe de Estado del 2014, formó parte del peligroso avance del aparato militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que se acercaba peligrosamente a las fronteras de Rusia, y que encerraba el peligro real de una inminente instalación de misiles nucleares que apuntaran al corazón de Moscú. En pocas palabras, el futuro de Rusia como nueva potencia imperialista se decidiría en la guerra de Ucrania.

El problema nacional y las pretensiones imperialistas

Al inicio de la invasión rusa, en febrero del 2022, los grandes medios de comunicación difundieron la falsa visión que el ejército ruso era incompetente ante el avance arrollador del ejército de Ucrania. Un disparate malicioso para engañar a la opinión publica de Europa y Estados Unidos. Si bien es cierto, el ejercito de Ucrania logró algunos éxitos tácticos al inicio de la guerra, la estrategia del ejercito ruso fue desgastar y degradar la capacidad militar del ejército de Ucrania, lo que quedó de manifiesto con el fracaso militar de la ofensiva ucraniana de octubre del 2023. Este fue un punto de inflexión en la guerra, que permitió sucesivas contraofensivas victoriosas del ejercito ruso, que ya había cumplido la parte esencia de debilitar al enemigo.

En la guerra de Ucrania se combinan tres aspectos centrales: en primer lugar, la lucha por la existencia y autodeterminación de Ucrania como Estado-nación. En segundo lugar, el afán del imperialismo norteamericano y europeo de cercar militarmente a Rusia, debilitarla y fragmentarla. Y en tercer lugar, las pretensiones de Rusia de recuperar el control del área geográfica que fue parte del imperio zarista.

No hay duda de que tanto Rusia como China representan imperialismos emergentes en el siglo XXI. Ambos compiten con Estados Unidos por la hegemonía mundial. Rusia, a comienzos del siglo XX, antes de la revolución bolchevique de 1917, era el imperialismo más débil de Europa. De igual manera, China, un imperio milenario, atrasado económicamente, humillado por el imperialismo ingles en el siglo XIX, siempre fue un imperio en Asia.

Es una ironía de la historia que estos imperialismos atrasados económicamente (Rusia y China) y ahora emergentes, se han levantado nuevamente, después del fracaso de las dos más importantes revoluciones socialistas que sacudieron al mundo durante el siglo XX, y que terminaron en complejos procesos de restauración capitalista, con ritmos diferentes, pero ambos recuperando su rol de imperialismos.

La guerra en Ucrania se circunscribe en un conflicto entre el imperialismo norteamericano, que quiere cercar militarmente a Rusia, y el nuevo imperialismo ruso que trata de restablecer su control en el área de influencia que perteneció a la URSS hasta 1991.

En medio del conflicto inter imperialista entre Estados Unidos y Rusia, por la redefinición del nuevo orden mundial, se encontraba bajo fuego cruzado la lucha de Ucrania por prevalecer como Estado nacional. Zelensky y la camarilla ultranacionalista en poco tiempo demostró su incapacidad y estupidez para defender la autodeterminación nacional. Huyendo del temido imperialismo ruso, se fueron a refugiar bajo los faldones del imperialismo norteamericano y europeo, liquidando la posibilidad de prevalecer como Estado-nación independiente.

La manipulación del sentimiento nacional ucraniano

Para debilitar a Rusia e impedir su retorno como potencia militar, contraparte de Estados Unidos en la arena mundial, la administración Biden explotó las contradicciones existentes dentro de Ucrania.

Ucrania, como muchas otras de Europa, no es una nación homogénea. En realidad, hay dos Ucranias: la parte occidental de la actual Ucrania se formó con una parte de los territorios que el Ejército Rojo arrancó a Polonia y Rumania, al finalizar la segundad guerra mundial. La otra parte oriental, especialmente el Donbas, formaban parte de los territorios conquistados por el antiguo imperio ruso, en el que habita una población mayoritariamente rusoparlante.

Al exacerbar y manipular los sentimientos nacionales de la población ucraniana, Biden echó a pelear una parte de Rusia contra otra parte de Rusia. En el fondo, es una guerra fratricida que nunca debió estallar, cuya autodeterminación nacional debía resolverse de manera pacífica, pero Estados Unidos necesitaba explotar el conflicto, para tener una masa de soldados con el objetivo de provocar “una derrota estratégica a Rusia”, según las palabras de Biden.

Dos fases en la guerra de Ucrania

La guerra en Ucrania ha dividido aguas a nivel mundial. La derecha y ultraderecha han cerrado filas alrededor del imperialismo norteamericano y europeo, que enarbola cínicamente las banderas de la democracia burguesa liberal, en contra de Putin, el dictador, el nuevo zar de Rusia. La lucha es, pues, entre democracia contra dictaduras, una quimera.

Durante la primera fase de la guerra, de febrero a marzo-abril del 2022, Ucrania libró una guerra justa contra la invasión rusa. La segunda fase se inició con el fracaso de las negociaciones de paz en Estambul, Turquía. Ahí se firmó el borrador de un acuerdo de paz, que contemplaba la integridad territorial de ucrania, salvo Crimea que ya había sido anexada a Rusia en 2014, la no incorporación de Ucrania a la OTAN, la no instalación de bases militares de la OTAN y que se restableciese en la Constitución de Ucrania el principio de neutralidad.

Por presiones de Estados Unidos y de Inglaterra, Zelensky y su camarilla decidieron continuar la guerra fratricida. Lo correcto en ese momento, dadas las circunstancias geopolíticas, era llegar a un acuerdo diplomático, a una paz negociada con Rusia que preservara la conquista del Estado-nación de Ucrania.

Fue después del fracaso de las negociaciones en Estambul, en septiembre de 2022, que Putin impulsó la anexión del Donbas a Rusia, cuyos territorios en su mayoría ya habían sido liberados por las tropas rusas.

La izquierda claudicante

En una guerra inter imperialista, en términos generales los socialistas nunca apoyamos a un imperialismo contra el otro. Mantenemos una postura independiente. En ese caso somos pacifistas o derrotistas revolucionarios. Siempre luchamos para que los soldados de ambos bandos confraternicen, se termine la matanza, y se unan para impulsar la revolución en sus respectivos países.

No obstante, negando los principios del internacionalismo proletario, la mayoría de la izquierda europea y norteamericana, defienden la continuidad de la guerra en Ucrania, cierran los ojos o apoyan el multimillonario financiamiento al gobierno de Zelensky, bajo el argumento de defensa de la democracia contra la dictadura de Putin, haciéndole el juego por la izquierda al más peligroso de los bandidos imperialistas: Estados Unidos y los países de la OTAN

Zelensky convirtió a Ucrania en una semicolonia de Estados Unidos y Europa, liquidó la independencia política. El ejercito de Ucrania se convirtió en un ejército títere que ya no lucha por su país, ya no decide por cuenta propia, sino que obedece las ordenes de quienes pagan su planilla y llenan de armas las bodegas.

La derrota militar de Ucrania a la vista

Estados Unidos ha gastado cerca de 200,000 millones de dólares en los últimos tres años, en ayuda económica y militar para Ucrania. De hecho, Ucrania estaría en bancarrota sino fuera por esa copiosa ayuda económica y militar que, para colmos, ya resulta insuficiente.

Después de la fracasa ofensiva militar del ejercito ucraniano en octubre del 2023, Ucrania no solo no pudo reconquistar territorios, sino comenzó a retroceder en todos los frentes. Las armas no sirven si no hay soldados que las usen. En términos generales, Ucrania ha perdido más de medio millón de soldados, lo que se ha evidente en la escasa rotación de soldados en los frentes de batalla, en el elevado numero de deserciones y en las duras leyes aprobadas para reclutar más soldados.

La sorpresiva invasión de Ucrania en Kursk

En febrero de 2024, el comandante en jefe del ejercito de Ucrania, el general Valeri Zaluzhni fue destituido, después de declarar que había un estancamiento en la guerra, contradiciendo la propaganda oficial de que Ucrania estaba ganando la guerra. En realidad, fue destituido porque insinuó que debía negociarse la paz con Rusia.

Mientras el ejercito de Rusia conseguía victoria tras victoria, avanzando y liberando pequeñas localidades, Zelensky y el nuevo jefe del ejército, general Oleksandr Syrskyi, diseñaron una peligrosa maniobra militar, invadiendo la provincia de Kursk, con un pequeño ejército de tropas de elite, con el objetivo de obligar al ejercito ruso a trasladar tropas a esa región, y de esta manera reducir la intensidad de la contraofensiva rusa. Al parecer, el objetivo también era controlar esa parte del territorio ruso, para intercambiar posiciones en una inminente mesa de negociaciones.

Como era de esperarse, los rusos comprendieron la maniobra y no restaron tropas del frente de batalla, sino que movilizarion nuevas unidades que, en corto tiempo, tienen rodeadas y a punto de liquidar a las tropas elites de Ucrania enviadas a Kursk. La maniobra de Ucrania no solo no dio resultados, sino que se transformó en una nueva y peligrosísima derrota militar.

La nueva política de Trump sobre Ucrania

En medio de la campaña electoral, Donald Trump insistió que arreglaría la guerra en Ucrania en 24 horas, enviando el mensaje a la camarilla de Zelensky que le obligaría a establecer negociaciones con Rusia.

Trump no es filántropo ni pacifista. Recordemos que el ordenó el asesinato del general iraní, Qasem Soleimani, mientras visitaba Irak en enero del 2020.  Pero Trump, como multimillonario, comprendió que la guerra en Ucrania estaba perdida, y era mal negocio para Estados Unidos. Trump siempre criticó la política de Biden porque había unido a Rusia y China en un frente de defensa común. Para Trump la prioridad es China, y por eso se ha mostrado conciliador con Putin.

De la misma manera que en 2020 tomó la decisión de retirar las tropas norteamericanas de Afganistán, Trump ha comprendido que Ucrania pertenece al área de influencia de Rusia.

En momentos en que la deuda de Estados Unidos ha subido a 36 billones de dólares, Trump comprende que no puede seguir tirando dinero en un saco rato como es la guerra de Ucrania. Pero no debe haber ilusión que Trump abandonará la plaza de Ucrania de manera intempestiva, en el transcurso de las negociaciones con Putin, algo pedirá a cambio.

Zelensky cambia su discurso y acepta posibles negociaciones

En el transcurso del 2024, en estados Unidos ha habido un debate permanente sobre la guerra en Ucrania. Mientras Zelensky pide mas armas, para compensar las perdidas humanas y las derrotas militares, Jack Sullivan, gran asesor de Seguridad Nacional de Biden, se mostró reacio a proporcionar armas de última generación al ejército de Ucrania: "¿Hemos visto una diferencia marcada desde que proporcionamos tanques a Ucrania en términos del campo de batalla? Del mismo modo, en lo que respecta a los F-16, ¿hemos visto una diferencia marcada? Nuestra opinión ha sido que no hay un solo sistema de armas que marque la diferencia en esta batalla".

Insistió en que el principal problema en Ucrania es la falta de soldados: "Se trata de personal, y Ucrania necesita hacer más, en nuestra opinión, para fortalecer sus líneas en términos de la cantidad de fuerzas que tiene en las líneas del frente" (a PBS News, 22/11/2024)

Ante el indetenible avance del ejército ruso, y el fracaso militar de la operación en Kursk, Zelensky adoptó dos posturas: solicito autorización para usar armas de largo alcance contra Rusia, específicamente los misiles ATACMS o Storm Shadow, al mismo tiempo que ha comenzado a hablar de la posibilidad de terminar la guerra por medio de negociaciones con Rusia.

En su discurso de Año Nuevo 2022-2023, Zelenski dijo: "Luchamos y seguiremos luchando. Por la palabra principal: Victoria". En septiembre de 2023, dirigiéndose a la Asamblea General de la ONU, expresó: "La guerra no puede simplemente desvanecerse. Por eso esta guerra no puede calmarse con conversaciones".

Pero el resultado de las elecciones en Estados Unidos, y la situación en los frentes de combate, le obligaron a cambiar el discurso. Hace pocas semanas, Zelensky dijo: "Es seguro que la guerra terminará más pronto con las políticas del equipo que ahora dirigirá la Casa Blanca (…) No podemos perder decenas de miles [de personas] de nuestro pueblo, [hacer] que perezcan por el bien de recuperar Crimea", declaró. (20/11/2024)

Un giro de 180 grados, después de haber firmado un decreto que prohibía establecer negociaciones con Rusia. La balanza de la guerra se inclina a favor de Rusia, al mismo tiempo que ha cambiado la situación internacional y hay un cambio de poder en Estados Unidos.

Zelensky ahora luce más pesimista: “Si la cortan [la ayuda], creo que perderemos. Por supuesto, de todos modos, seguiremos luchando. Tenemos producción, pero no es suficiente para prevalecer. Y creo que no es suficiente para sobrevivir. Este momento depende, creo, de nuestra unidad en Ucrania, y creo que lo que es muy peligroso es que perdamos la unidad en Europa y, lo que es más importante, la unidad entre Ucrania y Estados Unidos", (RT 20/11/2024)

Recientemente, el almirante norteamericano James Stavridis, quien fue jefe de la OTAN en 2009-2013, escribió un artículo en Bloomberg, que resumían la situación  de Ucrania: "Los llamamientos del presidente Vladímir Zelenski tienen un tono cada vez más desesperado, y nada en los nombramientos de seguridad nacional del equipo de Trump animará la sensación de seguridad de Kiev" (20/11/2024)

Se mantiene la agresividad de la OTAN

Mientras surgen todo tipo de conjeturas sobre el futuro de la guerra en Ucrania, elel secretario general adjunto interino de la OTAN, Boris Ruge, en una entrevista concedida al diario El Mundo, mantuvo el discurso agresivo: "Tenemos que seguir apoyando a Ucrania: no porque sea una cuestión de caridad, sino porque es de nuestro interés estratégico que Ucrania pueda defenderse de Rusia y prevalecer como una nación soberana e independiente".

Pero la clave de la situación, está en esta parte de la entrevista: "Nuestra presencia en el flanco oriental de la OTAN está ya en un nivel completamente diferente. Además, ahora tenemos cientos de miles de tropas en alta disponibilidad que pueden ser desplegadas en el flanco oriental o donde sea necesario en diez días", (21/11/2024)

Ante el inminente derrumbe del ejercito de Ucrania, por los golpes constantes del ejército ruso, Macron dijo, en marzo de 2024, que no descartaba el envió de tropas francesas para combatir al lado de Ucrania.

No obstante, David Lammy, canciller del gobierno laborista de Inglaterra, ha insistido en apoyar a Ucrania ante la inminente negociación con Rusia: “Es enormemente importante que, junto a los aliados, ayudemos a Ucrania a hacer frente a esta lucha en estos momentos (…) Para negociar tiene que haber alguien con quien negociar”, ha matizado (…) Tenemos que centrarnos en los desafíos que hay por delante. La verdad de ello es que probablemente tenemos por delante un invierno amargo y duro en Europa (…) Como parte de ese acuerdo, es enormemente importante que Ucrania tenga las garantías de seguridad necesarias y que la agresión rusa sea repelida (…) En Europa somos realmente claros sobre que no podemos tolerar una situación en la que termina la guerra y Rusia vuelve dentro de un tiempo” (Infobae, 26/11/2024)

Ahora la posición global de los miembros de la OTAN es apoyar a Ucrania para que pueda negociar con Rusia, ya no hablan de derrota de Rusia.

Por eso, mas adelante en su entrevista, el canciller Lammy, nos muestra que es lo que está ocurriendo tras bastidores: “(…) Cuando Trump alerta a Europa y anima a Europa a gastar más en defensa, sigue una larga línea (…) Cuando Trump llegó al cargo, sólo el cuatro por ciento de los socios europeos gastaban más del dos por ciento del PIB (en defensa) (…) Cuando dejó el cargo, esa cifra había aumentado a más del diez por ciento. Ahora es del 23 por ciento. Donald Trump está en lo cierto”, (ibid.)

La guerra en Ucrania ha servido como pretexto para aumentar el gasto en defensa y renovar los arsenales de la OTAN, ahora no solo tiene mejores armas y mas tropas, sino que es una tenaza militar que amenaza a Rusia.

No obstante, el excomandante en jefe del Ejército de Ucrania y actual embajador de Kiev en Londres, el general Valeri Zaluzhny, ha dicho que la OTAN no esta lista para una guerra contra Rusia. En un guerra, “(…) el número de objetivos aéreos es cada vez mayor, y el número de contramedidas es limitado y demasiado caro. Incluso a este respecto, creo que ni el Reino Unido ni los países europeos estarán preparados.

(….) ¿Tiene un país europeo o el mismo Reino Unido de hoy 5.000 misiles para los sistemas Patriot para derribar bombas aéreas guiadas? Lo dudo. Porque son muy caros y, en consecuencia, es imposible tener demasiados, porque es problemático producirlos. Así que en este componente militar podemos decir que no están preparados". (23/11/2024)

El uso de misiles de mediano alcance y la repuesta rusa

Después de muchos titubeos, y verificando el avance de las tropas rusas, Biden antes de abandonar la presidencia, como una forma de inyectar energía al ejercito de Ucrania, le autorizo usar los misiles ATACMS contra territorio ruso.

El 19 de noviembre, el ejército de Ucrania atacó con ATACMS una instalación militar en la provincia rusa de Briansk. El portavoz del Kremlin aclaró que el ejército de Ucrania no tiene capacidad de "realizar ataques con modernos sistemas de precisión de largo alcance de fabricación occidental por sí solo, las tropas ucranianas no pueden utilizar estas armas por sí mismas, estos sistemas de misiles solo pueden ser operados por personal militar de la OTAN", mediante el uso de datos de inteligencia de los satélites de la OTAN, de los que Kiev no dispone. (22/11/2024)

La repuesta rusa no se hizo esperar. Rusia desplegó por primera vez un misil hipersónico de alcance medio, desde Astracán, en el interior de Rusia, contra fabricas militares en la ciudad de Dnipro, en Ucrania.

Como se trataba de un misil de alcance medio, con capacidad de llevar ojivas nucleares, Rusia informó media hora antes a Estados Unidos, conforme los protocolos anunciados, para evitar confusiones con un posible ataque nuclear. Este ataque es un mensaje a los países de la OTAN de que nadie esta seguro si estalla una guerra contra Rusia.

La crisis del gobierno de Scholtz

El resultado de las elecciones en Estados Unidos y la guerra en Ucrania, ya tiene su primer gran baja: el gobierno de Olaf Sholtz estalló precisamente por la discusión sobre el presupuesto, que incluye el apoyo financiero a Ucrania. Las elecciones anticipadas están programadas a inicios de 2025, y Scholtz no tiene posibilidades de reelegirse.

Al igual que Zelensky, el canciller Scholtz ha cambiado su discurso a favor de negociaciones con Rusia, incluso llamó a Putin para impulsar esas negociaciones. En una entrevista dijo: En estas elecciones, deben decidirse muchas cosas, y están pasando muchas cosas en el mundo que preocupan a las ciudadanas y los ciudadanos de nuestro país. Por encima de todo, las cuestiones que tienen que ver con la paz y la seguridad (…) El Gobierno que lidero ha actuado de tal manera que lo hemos hecho todo para que esta guerra no escalase hacia una guerra entre la OTAN y Rusia. Y sigue siendo un desafío central, también ahora”. (El País, 25/11/2024)

Alemania esta en recesión, y bajo la amenaza de imposición de aranceles por parte de Trump. No es casual que, ante la proximidad de elecciones anticipadas en Alemania, la ex canciller Angela Merkel, haya vuelto a la palestra publica, en un velado apoyo a su partido CDU.

Sobre la guerra en Ucrania, Merkel declaró en una entrevista a The Times, lo siguiente: "(…) Pero creo que, en cierto momento, y la gente responsable tiene que determinar ese momento hoy, necesitaremos conversaciones (entre Rusia y Ucrania). No habrá una solución que sea solamente militar" (24/11/2024)

A la espera de las decisiones de Trump

Mientras Ucrania agoniza como Estado-nación, Trump nombró a Michael Waltz, representante y ex militar, futuro asesor de Seguridad Nacional y enviado especial sobre las negociaciones en Ucrania.

Waltz ha reafirmado el discurso de Trump: “El presidente ha sido muy claro sobre la necesidad de poner fin a este conflicto. Así que lo que tenemos que debatir es quién está en esa mesa, si se trata de un acuerdo, de un armisticio, cómo conseguir que ambas partes se sienten a la mesa y, a continuación, cuál es el marco de un acuerdo. Eso es lo que trabajaremos con esta Administración hasta enero y después" (RT 24/11/2024)

La guerra en Ucrania parece estar terminando, y no necesariamente con una “derrota estratégica” de Rusia, sino todo lo contrario. Viene una inevitable recomposición de poder en el este de Europa. Contrario a lo que se cree, la guerra en Ucrania le ha dado réditos políticos a Putin. En Georgia, la oposición prorrusa ganó las elecciones, en Moldavia las fuerzas prorrusas perdieron las elecciones por escaso margen, en Rumania el candidato prorruso, Calin Georgescu, venció apretadamente en primera vuelta. Todos estos procesos políticos indican una recomposición del Este de Europa

Por Nicolas Lebrun

El pasado 17 de octubre se realizó en Bruselas una cumbre de la Comisión Europea o “Ejecutivo comunitario” de la Unión Europea (UE), presidida por Ursula Von der Leyen. Este personaje, representante de la derecha conservadora de la CDU en Alemania y del grupo mayoritario en el seno del Parlamento Europeo, el Partido Popular (PP), ha salido a anunciar el endurecimiento de las medidas migratorias y la adopción, casi como una copia calcada de los modelos de deportación y encarcelamiento de los refugiados en países como el italiano, llevado a cabo por la neofascista de Georgia Meloni.

Esto no es algo anodino, es la consecuencia de la nueva relación de fuerzas dentro del Parlamento Europeo y el giro a la derecha en muchos de los países del viejo continente.

El discurso sobre la inmigración que exhiben varios de los presidentes o primeros ministros de Europa casi no tienen nada que envidiar de los que hace o ha hecho el expresidente y actual candidato presidencial, Donald Trump.

Giro a la derecha: de la condena a la postración

La ola migratoria que en el año 2015 alcanzó su punto álgido, como producto de la guerra civil en Siria, fue el detonante para que el presidente Victor Orban lanzara la construcción de un impresionante muro fronterizo para detener el paso de esas caravanas por su suelo.

“En 2015, su construcción, en plena crisis migratoria, desató una viva polémica. Frente al Muro de Berlín, la iniciativa de Víctor Orbán fue condenada en Francia por Laurent Fabius, el ministro socialista de Asuntos Exteriores: "Hungría es parte de Europa; Europa tiene valores, y no respetamos estos valores poniendo vallas como no haríamos con los animales".

Este modelo fue posteriormente copiado por otros países como Grecia y Polonia entre otros que han seguido el ejemplo.

En ese entonces, varias figuras de la política europea habían denunciado el modelo Orbán por considerarlo contrario a los valores europeos y violar artículos legales.

“En 2015, su construcción, en plena crisis migratoria, desató una viva polémica. Frente al Muro de Berlín, la iniciativa de Víctor Orbán fue condenada en Francia por Laurent Fabius, el ministro socialista de Asuntos Exteriores: "Hungría es parte de Europa; Europa tiene valores, y no respetamos estos valores poniendo vallas como no haríamos con los animales".

Por otro lado, un proceso la Corte de Justicia de la Unión Europea condenó en el mes de junio de este año a Hungría a pagar una cuantiosa multa por el no respeto del derecho de la UE sobre la inmigración.

“A petición de la Comisión Europea, señala que Budapest no ha ejecutado una de sus sentencias, de diciembre de 2020, que juzgaba que Hungría "no había respetado las normas del Derecho de la Unión en materias, en particular, en los procedimientos relativos a la concesión de protección internacional y el retorno de nacionales de terceros países en situación irregular" y "todavía no los respeta".

“Este fracaso, que consiste en eludir deliberadamente la aplicación de una política común de la Unión en su conjunto, constituye una violación sin precedentes y excepcionalmente grave del Derecho de la Unión”, explica el TJUE para justificar esta nueva sanción a la política migratoria del primer ministro húngaro Víctor Orbán.

Bajo los auspicios del líder nacionalista, en el poder desde 2010, el país centroeuropeo ha levantado vallas en sus fronteras y restringido la presentación de solicitudes de asilo a las embajadas en el extranjero, una política que ya le ha valido varias condenas del Tribunal de Justicia de la UE.

La sanción de un millón de euros es una sanción por día de retraso siempre que no se respete la decisión de 2020.

Según el Tribunal, este incumplimiento por parte de Hungría "tiene el efecto de transferir a otros Estados miembros la responsabilidad" de garantizar "la acogida de los solicitantes de protección internacional, la tramitación de sus solicitudes y el retorno de los nacionales de terceros países en situación irregular". ” y “socava gravemente el principio de solidaridad y reparto justo de responsabilidades entre los Estados miembros”.(france24.com)

Hoy esa condena caería en el olvido con la adopción de las medidas que pretende llevar a cabo la UE en el conjunto de su territorio.

Desde el inicio de su gestión, Von der Leyen ha sido una ficha de los sectores más conservadores dentro de su partido y también en secreto uno de los aliados más fieles de Orban.

“Sacada de la chistera tras los fracasos de Weber y Timmermans, incapaz de reunir una mayoría suficiente a pesar de su condición de spitzenkandidat, el mejor aliado de Angela Merkel conviene tanto a Macron para su lado progresista como a Viktor Orbán, el padre creyente de una familia numerosa que aplaude la victoria. de una democristiana madre de siete hijos.

No importa que Ursula von der Leyen haya alentado firmemente el matrimonio entre personas del mismo sexo en Alemania o haya criticado la violencia policial húngara contra los refugiados en la frontera serbia en el punto álgido de la crisis migratoria en el verano de 2015.

“Detrás de sus apariciones en Wilkommenskultur, Ursula von der Leyen abogó en secreto por el fortalecimiento de las fronteras y el fin de la inmigración ilegal en contra de la posición de Angela Merkel”, afirma el politólogo Dániel Deák, del grupo de expertos XXI Század Intézet, cercano al ejecutivo. .

“Su nombramiento es una buena señal para Hungría y el V4, que parece querer entender mejor que Juncker, pero Ursula von der Leyen debe dejarse influenciar menos fácilmente y estar más abierta a compromisos si no quiere volverse tan ridícula como su predecesor y liderar la Unión con éxito”, continúa el analista.”(slate.fr)

El nuevo plan

El nuevo plan no tiene nada de nuevo. Recoge lo que los países con gobiernos fascistoides o lo que partidos como el RN en Francia claman desde hace tiempos.

“Deberíamos seguir explorando posibles formas de avanzar en la idea de desarrollar centros de retorno fuera de la UE, especialmente en vista de una nueva propuesta de retorno”, dice Von der Leyen en la misiva. La jefa del Ejecutivo comunitario recoge el guante de un gran grupo de socios que, liderados por Dinamarca, reclamaron hace unos meses que se explorasen “soluciones innovadoras” para combatir la inmigración irregular. Esas fórmulas incluyen el modelo de campos de deportación fuera de territorio comunitario —pero gestionados con personal europeo—, como el que ha abierto el Gobierno italiano, encabezado por la ultraderechista Giorgia Meloni, en Albania. Von der Leyen remarca que ese modelo servirá para “extraer lecciones prácticas”. Una portavoz comunitaria remarcó este martes que para lanzar ese modelo a nivel europeo, no obstante, hace falta una reforma de la regulación sobre deportaciones, como la presidenta de la Comisión anuncia en su carta.

La familia política de Von der Leyen, el Partido Popular Europeo (PPE), apoyaba la medida de crear campos de deportación fuera de la UE en su programa electoral para las elecciones europeas del pasado junio, e incluso iba más allá al abrazar el llamado modelo Ruanda de Reino Unido, una política de expulsiones que contempla enviar a ese país africano, con el que Londres ha firmado un acuerdo, a personas en situación irregular cuando las autoridades británicas no hubieran estudiado todavía su caso, según alertó el Consejo de Europa.” (El Pais)

Frontex milicia anti migrantes

Desde el 2016, luego de la llamada crisis de migrantes, la CE crea este grupo de vigilancia de las fronteras exteriores FRONTEX. A lo largo de estos años, los poderes atribuidos a esta organización  no dejan de aumentar. Las violaciones a los derechos fundamentales de los migrantes, a pesar de los reportajes hechos por diferentes medios sobre sus prácticas, no provocan ningún cambio de rumbo .

“Unos días después de la elogiosa valoración de la Comisión, una investigación publicada por Le Monde el 26 de febrero de 2024 reveló que Frontex estaba siendo interrogada por su propia oficina de derechos fundamentales. El jefe de esta oficina, Jonas Grimheden, advirtió en marzo de 2023, en un informe a su junta directiva, del riesgo de que la agencia estuviera “indirectamente involucrada en violaciones de derechos fundamentales cometidas por agentes en Bulgaria, en la frontera con Turquía”.

Durante varios meses, había estado denunciando persistentes acusaciones de devoluciones ilegales, malos tratos y uso excesivo de la fuerza por parte de la policía fronteriza búlgara. Los testigos le habían informado, en particular, de casos de solicitantes de asilo obligados a nadar de regreso a Turquía, desnudos a la fuerza, golpeados o mordidos brutalmente por perros policía.

Jonas Grimheden pidió investigaciones independientes sobre estas violaciones, pero no fue escuchado. Lo que resulta sorprendente, cuando sabemos que en el mismo momento en que lanzó su alerta, la Comisión Europea, por su parte, inició un proyecto piloto destinado a «evitar llegadas irregulares», así como «procedimientos de asilo acelerados» y expulsiones rápidas de inmigrantes no deseados, ¿en dos países, Rumania y Bulgaria? Este último también recibió 69,5 millones de euros de fondos europeos para este fin…El informe señala que “las devoluciones a Libia pueden constituir violaciones del principio de no devolución” …una investigación realizada por el medio alemán Der Spiegel y el colectivo de periodistas Lighthouse Reports reveló que Frontex comunica a los libios la información que tiene sobre las posiciones de los barcos para que puedan interceptarlos.” (alternatives-economiques.fr)

Migrar es un derecho humano

El recorte de las libertades democráticas para el conjunto de la población avanza a paso acelerado en el conjunto del continente. Dentro de esa misma lógica, países como Alemania y Francia restablecen los controles en las fronteras. Para los migrantes el ensañamiento es doble. Los mitos promovidos por los ideólogos fascistas del “gran remplazamiento” no tienen ninguna base. La población migrante fuera de la UE es de un 6% (touteleurope.eu)

Para derrotar este plan es necesaria la unidad de acción de sindicatos, partidos de izquierda y las organizaciones de defensa de los migrantes. El discurso de odio que avalan las autoridades de la UE al poner en marcha las medidas antinmigración deberían provocar su caída de esta institución. La lucha por la defensa de las libertades democráticas debe ampliarse y profundizarse antes que el cerco que nos tienden sea mayor.

Por Nicolas Lebrun

En un contexto de alta tensión, con el ruido de las botas de los fascistas detrás, las elecciones en el Reino Unido y en Francia dan un respiro momentáneo al movimiento de masas para poder plantearse una nueva perspectiva para defender las conquistas democráticas y sociales adquiridas durante decenios por los trabajadores del continente.

Este resultado electoral, sin embargo, no es la panacea para enfrentar los desafíos que se imponen cada vez más fuertes al conjunto de la clase trabajadora y el movimiento de masas, sean ecologistas, por la defensa de los derechos de las minorías sexuales, los migrantes, la salud, la educación y todos los aspectos de la sociedad actual.

Los resultados en Francia

Luego de los resultados de las elecciones para el parlamento y las de la primera vuelta de las legislativas el 30 de junio, los fascistas del RN liderados por Bardella y Marine Le Pen, hija del dirigente histórico del fascismo de la post-guerra Jean Marie Le Pen, obtuvieron una gran votación, la ola negra que se expandía por todo el hexágono.

Ante esta situación, los partidos de la izquierda reformista, La France Insoumise, el Partido Comunista Francés, Los Ecologistas y el Partido Socialista, decidieron formar una alianza electoral denominada el Nuevo Frente Popular (NFP). Esta alianza les permitió tener un buen resultado que los coloca como los más votados.

“La coalición NFP, que engloba entre otros al Partido Socialista y a La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, ha logrado en total 182 diputados, a los que se suman 13 independientes de izquierda.

El macronismo, que en el cómputo final ha mejorado también mucho los pronósticos de los sondeos para estos comicios, ha caído solo hasta la segunda posición en la Asamblea Nacional, con 167 legisladores —más el escaño de la primera circunscripción de Charente-Maritime que el Ministerio asigna a la Izquierda Diversa—, y por delante del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN, según sus siglas en francés).

La otra cara de la moneda es la formación RN, que partía como favorita e incluso acariciaba la posibilidad de una mayoría absoluta tras su victoria en la primera vuelta del 30 de junio, pero que tendrá que conformarse con la tercera posición, al sumar junto a sus aliados 143 escaños.

Los Republicanos, el partido de la derecha clásica —que quedó dividido después de que su presidente, Éric Ciotti, anunciara un pacto con RN—, ha quedado como cuarta fuerza con 46 diputados.” (rtve.es) 

Este resultado fue en parte a la gran movilización de jóvenes y otros sectores que se movilizaron en las diferentes ciudades de Francia en contra del ascenso de la extrema derecha. El fantasma del fascismo deja de serlo para convertirse en una realidad que toma terreno y que como lo expresan las urnas, ha dado un salto enorme. La polarización social y política en el país es el reflejo de la crisis que enfrenta el continente, económica por un lado y que se ramifica en todos los niveles de la super estructura de la sociedad.

Desde del primer quinquenio de la administración Macron prácticamente no ha habido un sector que se haya movilizado en contra de sus proyectos de hambre y de regresión social.

“ (un joven de la periferia parisina ndlr)….reconoce que “hablar de política no es algo habitual”, tanto en casa con sus padres, a quienes “no les interesa”, como con sus compañeros del liceo Louise Michel. Pero la posibilidad de que en unos días haya un Gobierno de extrema derecha, algo que vive con auténtico pavor, como si fuera una pesadilla, ha transformado su actitud y la de su entorno. “Tengo miedo por lo que nos puedan hacer y por el racismo que va a despertar”, confiesa. Por eso, lo primero que este chico de origen argelino y de religión musulmana hizo cuando hace dos meses cumplió 18 años fue pedir su carta de elector. “Todos vamos a votar, sobre todo los jóvenes”.(El País)

¿Qué propone el NFP?

El programa basado en veinte puntos que contiene entre otros, el bloqueo de los precios de los productos de primera necesidad, la abolición de las reformas de pensiones del gobierno actual que pasó a 64 años la edad de la pensión.

Sin embargo, en ningún momento ni en ninguna línea del programa el NFP llama a la movilización de las organizaciones sindicales y de las masas para preparar la lucha y retomar las conquistas arrebatadas.

Por otro lado, en el plano internacional la ambigüedad del programa refleja el verdadero carácter de esta coalición. Sobre los puntos álgidos de la situación internacional, Gaza y Ucrania, los llamados son llenos de concesiones.

“"Ucrania. El programa incluye la necesidad de “defender Ucrania y la paz en el continente europeo”. "Defenderemos inquebrantablemente la soberanía y la libertad del pueblo ucraniano, así como la integridad de sus fronteras", en particular "mediante la entrega de las armas necesarias", está escrito.

Israel-Hamas. Los partidos de izquierda acordaron “actuar por la liberación de los rehenes retenidos desde las masacres terroristas de Hamás, cuyo proyecto teocrático [rechazan]”. También exigen “la liberación de los presos políticos palestinos”.

La alianza de izquierda también pide “reconocer inmediatamente el Estado de Palestina junto con el Estado de Israel” y “romper con el apoyo culpable del gobierno francés al gobierno supremacista de extrema derecha de [Benyamin] Netanyahu para imponer un alto el fuego inmediato en Gaza y hacer cumplir la orden de la CIJ [Corte Internacional de Justicia] que evoca sin ambigüedades un riesgo de genocidio.” (Le Monde)

En el campo militar, le hacen la concesión a la burguesía imperialista al no plantearse la salida de la OTAN y su política de armar al régimen de Zelenzky que no refleja las aspiraciones del conjunto de la población ucraniana. Este régimen títere es la punta de lanza de una nueva etapa en el conflicto que pasa de ser defensivo a la confrontación armada con el régimen de Putin. Los socialistas franceses y sus acólitos no dejan de reproducir la política asesina y contra revolucionaria de 1914.

La lucha de los pueblos oprimidos y en este caso la del pueblo palestino por su liberación se diluye en su programa en una fórmula que no resuelve el conflicto. La propuesta de los dos estados es utópica y reaccionaria. La única salida para poder contar con un estado palestino es la destrucción del estado de Israel como agente de la política imperialista en el Medio Oriente.

El NFP se fisura

Las discusiones por el puesto de candidato a primer ministro del país han enturbiado la saga de las elecciones.

El ala derecha, si así se puede denominar, constituida por el PS, los Ecologistas y el Partido Comunista quieren postular un candidato de la “sociedad civil”. Esta alianza del ala derecha es para contrarrestar el peso de la LFI quienes proporcionalmente han tenido el mejor escore en las elecciones.

La reacción de Manuel Bompard pone en evidencia las maniobras de la burguesía representada por el PS, de donde ha salido el reaccionario Macron, para lograr dar una estocada al movimiento que los ha respaldado y proponer una cohabitación aseptizada con el macronismo.

"Enfadado", Manuel Bompard denunció la "oposición sistemática" y el "rechazo permanente e incesante del Partido Socialista a todas las propuestas que están sobre la mesa", después de que el PS rechazara el sábado la candidatura de la presidenta de Reunión, Huguette Bello, cercana a los rebeldes. Interrogando al jefe de los socialistas, Olivier Faure, Manuel Bompard considera que "durante siete días ha manifestado su total oposición a todas las propuestas que se han hecho que no sean las que provienen del Partido Socialista y en este caso las suyas propias". Para el coordinador de LFI, "hay una serie de posiciones del lado del Partido Socialista para decir que al final lo que hay que hacer es empezar a renunciar al programa del nuevo Frente Popular para tratar de encontrar una especie de mayoría con sectores que vienen del macronismo".(actu.fr)

Continuar la movilización independiente de las masas

La burocracia sindical francesa de la CGT y de la CFDT, las centrales mayoritarias han demostrado que no están a la altura de las aspiraciones de las masas. En los movimientos de huelga, las movilizaciones contra el genocidio en Gaza han tenido paños tibios porque representan los intereses de los partidos burgueses.

Las bases que han enfrentado con valentía y abnegación la represión policial tienen que ser escuchadas y llevar a los mejores dirigentes salidos de estos procesos para cambiar a la cúpula anquilosada y traidora.

De esta manera estarán poniendo las barreras para que el ascenso de los fascistas se enfrente a una resistencia fuerte y políticamente independiente de los grandes aparatos de la burguesía y sus agentes reformistas en el movimiento de masas.

Más artículos…

Hemeroteca

Archivo