Por Nicolás Le Brun

Las recientes elecciones llevadas a cabo el pasado domingo en la Federación Rusa dieron como vencedor al candidato oficialista Vladimir Putin con un 64% de los votos emitidos.

Esta campaña se vio marcada por una ola de protestas en centros urbanos, fundamentalmente en Moscú, lo que puso en cuestión el punto de las libertades democráticas en el país y otros asuntos como la política exterior rusa en el conflicto sirio.

Hace 20 años, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se derrumbaba y abría paso a la desaparición del Estado Obrero surgido de la revolución de 1917, y que la burocracia estalinista había controlado desde finales de los años 20 del siglo pasado. Este hecho llevó inexorablemente a la restauración del capitalismo tal y como lo había previsto Trotsky en su obra “La Revolución Traicionada” del año 1936.

Los comicios del domingo permitieron que  la sociedad rusa proyectara en forma refractada las contradicciones inter burguesas a lo interior y al exterior de la potencia económica y militar rusa, que busca consolidar su papel como potencia mundial en una situación de grandes contradicciones y enfrentamientos.

El legado de la restauración capitalista

La destrucción del Estado Obrero Soviético fue un hecho de primer orden en la correlación de fuerzas en la lucha de clases a nivel mundial.

La restauración en  los otros estados obreros europeos que surgieron posteriormente a la derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, minó no sólo lo que antes mencionamos sino también el papel de la nueva burguesía, proveniente casi en su totalidad de la antigua burocracia en el poder.

La restauración no fue un proceso paulatino y mesurado, al contrario, significó la pérdida acelerada de las restantes  conquistas de la revolución y por ende fueron hechas de manera muy violenta en el contenido.

Los ejes fundamentales de la contrarrevolución fueron supervisados por el FMI, de la misma manera que los planes de ajuste en los demás países del planeta. Dentro de estas medidas las tres principales son las siguientes: privatización de las empresas del Estado; liberalización de los precios y estabilización monetaria.

Estos ejes causaron un impacto profundo en la sociedad rusa. Menos de un año después de la declaración del final de la URSS, el 80%  de los precios al por mayor y el 90% de los precios al detalle estaban ya liberalizados.

Pero el golpe en los ingresos y en los precios, además en el empleo fue todavía mucho más grave y demoledor en este período restaurador. En 1992, los salarios representaban el 70% de los ingresos familiares, cuatro años más tarde éstos representaban solamente el 38%. Entre 1992 y 1993, los precios se multiplicaron por 250%, mientras que los salarios sólo lo hicieron en un 120%. Según el Labor Market Study de 2001 del Banco Mundial, el empleo oficial pasó de 71 millones a 58 millones entre octubre de 1992 y octubre de 1998, mientras que el número de desempleados era sólo de 4,9 millones, es decir 8 millones de personas “desaparecieron” del mercado laboral. En ese mismo período, la norma era que los salarios eran pagados con un promedio de 4,5 meses de atraso, lo que impulsó importantes sectores de la clase trabajadora a tener que arreglárselas con medios como el contrabando, el cultivo en pequeña escala y otras formas de sobrevivencia.  

Estas cifras no sólo demuestran un drama desde el punto económico sino que demuestra también la verdadera cara del capitalismo. Para funcionar y mantener la ganancia no tiene más que recurrir  a la  destrucción las fuerzas productivas, creando el desempleo para contar con un ejército de reserva para presionar la baja del salario y por supuesto concentrar la riqueza producida por el conjunto de la sociedad en las manos de la clase explotadora, la burguesía.

De las ruinas del PCUS salió la nueva clase capitalista

Sin embargo, la nueva clase burguesa rusa, como mencionamos anteriormente, sale de las estructuras del poder anterior. El resultado también es cuál de las fracciones que controlaban el estado obrero burocratizado se iba a hacer con el poder. Esta pugna se hace más intensa y toma ribetes mafiosos. Verdaderas mafias salen de las hordas del antiguo Comité de Seguridad del Estado (KGB sus siglas en ruso) y del politburó.

“El resultado final fue que la dirección y los empleados (insiders) recibieron la mayoría de las acciones de las respectivas empresas. A nivel jurídico la dominación de las empresas privatizadas por los insiders, es decir la dirección y los empleados era casi absoluta. Mientras tanto, el poder real era ostentado por los directores que se escondían detrás de la propiedad colectiva como un caballo de Troya” (Blasi, Krumova, Kruse 1997) .

Es decir: lo que los marxistas revolucionarios esgrimíamos desde décadas atrás y que fue defendido desde la Oposición de Izquierda y posteriormente por la Cuarta Internacional, vino a ser corroborado por los hechos y las posteriores autopsias del Estado Obrero.

Entre estos tenebrosos personajes que conforman las nuevas clases dominantes, sobresale el antiguo teniente coronel de la KGB,  Vladimir Putin, que después de una década se ha afianzado en el poder, alternado con su copartidario Medvedev en un caramboleo digno de la vieja burocracia.

Las elecciones 2012

El escenario anterior sirve para presentar la situación actual y el resultado electoral.

Entre los candidatos que lograron pasar el filtro del aparato electoral del régimen está el liberal multimillonario ligado a oscuros negocios,  Mikhail Prokhorov, quien fue señalado como un acólito del régimen, una candidatura tureca porque en el programa no se diferencia del rumbo del actual gobierno. No en balde, este personaje es el que tiene el segundo porcentaje de votación en Moscú con un 20% de los votos emitidos.  El otro fenómeno ligado a la capital rusa es el altísimo porcentaje de abstencionismo, cerca de un 50%. Moscú es una de las ciudades más pobladas de Europa con cerca de 10 millones de personas intramuros y 14 millones tomando en cuenta los suburbios. Además, la cuarta parte del Producto Interno Bruto de la Federación es producido en la capital.

El peso de la población moscovita es de  casi un 9% de la población del país, por lo que la indiferencia moscovita es el resultado de la escasa confianza en las elecciones, no sólo por la forma sino por el contenido. Así  vemos candidatos ligados al régimen haciendo el papel de oposición mientras se ponen de acuerdo con el régimen, tal y como lo manifiesta el mismo Putin: “todas nuestras propuestas van el en sentido del diálogo, tanto con los que nos apoyan como con los que nos critican”. A este porcentaje de abstencionismo obtenido en Moscú se puede también agregar el dato de San Petersburgo, la segunda ciudad en importancia del país, donde fue mayor con un 55%, en números redondos.

El primer lugar obtenido por Putin con un 64% de los votos, fue conseguido mayoritariamente en las zonas no urbanas.  El stalinista Partido Comunista Ruso, representado por Guennadi Ziuganov con un 17,2% de la votación pareciera reflejar algo importante, pero no hay que llenarse de ilusiones. 

Putin logra imponerse porque ha logrado enriquecer a una capa de la población, que luego del marasmo de la primera década de la restauración logran ver en él un dirigente que puede posicionar a Rusia en el concierto de las naciones emergentes con mayor fuerza y lograr una superioridad basado en la fuerza militar acumulada durante el período soviético.

Las manifestaciones anti Putín acaecidas antes de la elecciones muestran el desencanto con el gobierno pero no son lo suficientemente orgánicas como para establecer una base partidaria o revolucionaria que combata la política liberal del dúo gobernante. “La oposición aún con sus recientes triunfos permanece  incapaz de ganar las elecciones ni legislativas” 

Rusia: imperialismo emergente

Por otro lado, la nueva burguesía rusa ve en Putin también al personaje ideal que no permitirá que se pierda  la injerencia en las zonas de conflicto. La derrota de la guerrilla tchechena fue muy importante para asegurar la zona, rica en recursos energéticos, pero también como una forma de contener los movimientos nacionalistas-islámicos que combaten en el área.

Es por eso que los Estados Unidos, luego de anunciar la retirada de las tropas en Afganistán, establece el diálogo con los talibanes, esperando contar con su apoyo, ya que éstos fueron sus antiguos aliados durante la guerra para expulsar a los invasores soviéticos luego de su fallida invasión a ese país. De igual manera la alianza con el régimen de Al Assad  busca garantizar su presencia militar en esta estratégica zona.

Los socialistas revolucionarios dentro del Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) creemos que la única forma de salir de esta derrota representada por la implantación del sistema capitalista, es de nuevo a partir de una movilización que remueva las bases de la explotación. El proletariado ruso ya hizo su experiencia de las “maravillas del capitalismo” que tanto anunciaban los pseudo profetas liberales.

Por  Nicolás Le Brun

En la madrugada del 13 de febrero pasado, el Parlamento griego votó el nuevo plan de ajuste impuesto por la Unión Europea para garantizar el desembolso de 130 millardos de euros, como una forma de “rescatar” al país de la bancarrota inminente.

Sin embargo, mientras los ricos de Atenas siguen sacando provecho de esta gigantesca crisis, los asalariados griegos, los pensionados, los jóvenes y los desempleados, en fin el conjunto del pueblo griego, tendrá que luchar duramente para tratar de rescatar lo poco que queda del sistema de seguridad social y las otras conquistas devoradas en esta crisis.

Pero lo más dramático de esta nueva etapa de la crisis es que el margen para la sobrevivencia se ha vuelto casi igual a nada.

Miente, miente, miente que algo queda

Esta tristemente célebre frase del ministro de propaganda del régimen nazi viene a ajustarse plenamente a la las argumentaciones de los causantes de la crisis: los gobiernos de la burguesía y a los que representa: los bancos, las transnacionales y los especuladores.

En artículos anteriores hemos señalado el enorme negocio que ha representado para el conjunto de la burguesía la deuda de los países denominados del sur de Europa: Grecia, Portugal, España, fundamentalmente que se han visto enfrentados casi a la misma medicina: la austeridad sin anestesia.

Sin embargo, la austeridad no ha sido en ningún modelo económico la forma de curar el déficit ni de aliviar las finanzas públicas. Por el contrario, los mismos economistas de la burguesía ven con escepticismo los beneficios de estas medidas que al fin y al cabo logran detener el crecimiento con mayor fuerza y hacen inflar el déficit de la deuda.

Pero esto no es simple debate académico, si no más bien es el resultado de la correlación de fuerzas de las clases antagónicas: el proletariado y la burguesía.

A lo largo de las últimas dos décadas, la burguesía se ha anotado varios importantes triunfos que han permitido no sólo su sobrevivencia como clase. También ha permitido avanzar en el afianzamiento de un modelo económico que se ajuste a la sobre explotación de las masas, por ende la destrucción de las conquistas laborales obtenidas en los dos últimos siglos como el producto de la lucha encarnizada de la clase trabajadora.

La experiencia de la austeridad lleva muchas décadas recorridas en los países de la América Latina y sigue siendo el caballo de batalla de la clase dominante de estos países para justificar la “competitividad” y la necesaria “globalización”.

Pero esto no tiene más que un objetivo y es el de aumentar la tasa de plusvalía y expropiar a la clase trabajadora de lo poco que tiene, su salario, comprendido el salario social.

Nuevo paquete de austeridad

Es por eso que dentro de las medidas anunciadas por el gobierno de Grecia, se contempla una nueva reducción del salario de un 22%, llevándolo a 584 euros por mes,  y la baja en un 12% de las pensiones que ya disfrutan miles de jubilados griegos.

Esta reducción del salario, lejos de hacer “más competitivos” a los trabajadores griegos, los hace más pobres y lanza a la miseria a la franja más pauperizada que empieza a sufrir los embates de una crisis que tiene como referencia a la vivida durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Los griegos “no habían hecho la fila para la sopa popular desde los años 40” The Gurdian (12-02-2012).

Lo que se veía como símbolo de la crisis de 1929, donde los banqueros e inversionistas saltaban por las ventanas de los edificios, viene a suceder ahora en Grecia, donde trabajadores que no ven como hacer frente a sus deudas y a la pérdida de su trabajo se lanzan al vacío, desesperados. Otros tratan de llegar al final del mes con sumas ínfimas debido al sobre endeudamiento promovido por los bancos y las tarjetas de crédito.

Las filas también se hacen frente a oficinas de abogados con la esperanza de poder renegociar con los bancos que hacen oídos sordos de las demandas de las personas y se aprestan a recuperar todo lo que puedan a un precio de ganga. 

Por otro lado, miles de griegos empujados por la crisis empiezan a salir del país a buscar mejores horizontes.

Este fenómeno no es exclusivo ahora de los empobrecidos países del tercer mundo, si no que coincidentemente con las medidas de austeridad impuestas en los países antes mencionados, la emigración también empieza a tocarlos de forma creciente. En el caso de España “según el Instituto Nacional de Estadística, por primera vez en veinte años, el número de salidas supera al número de entradas” Corriere della Sera (16/02/12). Pero los países que empiezan a absorber los nuevos migrantes también notan un aumento en la presencia de griegos y españoles. En Alemania, la Oficina Nacional de Estadísticas de Wiesbaden reportan que cerca de un cinco por ciento de los migrantes entrados a su territorio son de origen griego y español.  Pero también el éxodo no incluye a los países europeos, también contempla países como Brasil, que ha empezado a poner restricciones a la entrada de españoles, exigiendo requisitos de entrada similares a los que los españoles exigían a los emigrantes latinoamericanos en las aduanas y aeropuertos.

Sin embargo el gran ausente en los planes de austeridad es la Armada Griega, que no deja de comprar los más sofisticados armamentos.

Según Die Ziet del 19 al 25 de febrero, el Ministerio de la Defensa Griega tiene en su lista de compra los siguientes equipos” 60 aviones de combate Eurofighter por una suma cercana a los 3,9 millardos de euros; fregatas francesas por cerca de 4 millardos de euros; patrulleras con un valor de 400 millones. Además” municiones para los tanques Leopard y remplazar dos helicópteros tipo Apache, además de submarinos de fabricación alemana, por dos millardos de euros”

Esto que parece casi absurdo será posible gracias al nuevo desembolso que se dará luego del nuevo plan de ajuste. Mientras los hospitales y las escuelas se encuentran sin recursos, además de lo que ya hemos mencionado, los militares se arman hasta los dientes con un fin muy claro, asegurar a cualquier costo la implementación del plan de austeridad.

Dentro de las posibilidades políticas, la imposición de las medidas de rigor por medio de gobiernos de fuerza no está excluida.

Dentro de los países miembros de la OTAN, sólo los Estados Unidos y Grecia sobrepasan el 3% del PIB en gastos militares. Coincidentemente con todo lo concebido por el dúo franco alemán de Merkel y Sarkozy, los equipos militares que están dentro de la lista y que no han dejado de aumentar considerablemente desde 1999, (cuando Grecia compró 90 aviones Eurofighter, de capital germano británico fundamentalmente) los principales beneficiarios de estas compras son estos dos países.

En esto la burguesía no es nada romántica como la ha demostrado a lo largo de la historia, empezando con el régimen nazi que mencionamos al principio de este encabezado, que fue sostenido en sus ascensión y desarrollo por las potencias como la Gran Bretaña y los Estados Unidos que hicieron grandes negocios con Hitler y la burguesía alemana. 

La resistencia se intensifica: por una huelga general de todos los sindicatos europeos

Las masas griegas no ha cesado de enfrentar con valentía cada uno de los planes de austeridad dictados por la troika del la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.

La noche de la aprobación del plan de ajuste miles de atenienses como en otras ciudades importantes salieron a las calles donde fueron reprimidos por las fuerzas policiales que no tuvo miramientos para emplear todos los recursos para impedir las protestas.

Sin embargo, la huelga general decretada por las centrales sindicales del sector público y privado, la GSEE y Adedy respectivamente, tuvo una gran participación y desde entonces las movilizaciones han sido el pan cotidiano.

Pero este esfuerzo es insuficiente no porque las masas en lucha no sean valientes o capaces, sino que  el oponente e tiene que ser derrotado a lo largo y ancho de toda Europa, que ve también como los planes de rigor se empiezan a implementar en cada uno de los países, despojando a las masas y dando primas e incentivos a los poderosos y ricos.

El llamado a la movilización europea para este 29 de febrero es un primer e importante paso. A lo largo del territorio de la Unión, habrá manifestaciones frente a instituciones claves en esta crisis, los causantes e impunes que trasladan la crisis a los trabajadores y las masas.

Pero esto a la vez desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a no dejar esta oportunidad para definir una nueva jornada de lucha, una huelga general en todos los países de la UE contra la austeridad y en defensa de los trabajadores y el pueblo de Grecia.

Las huelgas salvajes y de sectores que toman la iniciativa como los trabajadores del aeropuerto de Fráncfort, los pilotos de Air France y otros más que han radicalizado sus medidas son el ejemplo a seguir.

Las centrales sindicales deben de romper con el aislamiento y los partidos patronales para poder defender el salario y las conquistas conseguidas por la clase obrera mediante innumerables luchas y sacrificios.

Por Nicolás le Brun

Hace dos décadas, la ofensiva económica de la burguesía imperialista se centraba en los países de la periferia. Por un lado, la restauración capitalista en los antiguos estado obreros, hacía que la clase trabajadora de estos países perdiera el control de la estructura económica y pasara a manos privadas. Los antiguos dirigentes de los Partidos Comunistas pasaron a ser los nuevos propietarios o socios de las empresas más rentables. Detrás de ellos las conquistas fueron una a una destruidas.

Por otro lado, en el continente americano, la banca internacional empujaba a los gobiernos del área a aplicar rigurosos planes de ajuste estructural con el fin de garantizar el pago de la deuda contraída por los diferentes gobiernos con la banca. Esto provocó que muchas de las empresas más rentables de estos países pasaran a manos privadas, se destruyeran también conquistas de la clase trabajadora en diferentes materias como educación, salud pero sobre todo en el ingreso. La inflación, las devaluaciones de la moneda y otras medidas hicieron que el poder adquisitivo se perdiera para las grandes mayorías.

Al mismo tiempo, los organismos financieros internacionales recomendaban dar más ventajas a los empresarios y a los inversores para que según sus eufemismos “estimularan el crecimiento” y a la vez el empleo.

Pero como un cuento chino, desde esta época hasta ahora, las cosas no han hecho más que empeorar para el conjunto de la población y no ha dejado de mejorar para una minoría cada vez más pequeña.

Entonces caben unas pequeñas reflexiones para alimentar la discusión, pero sobre todo para tratar de orientar la acción en contra de los actuales planes de austeridad, que no son ni más ni menos que recetas para mantener a un sistema moribundo pero que no cae.

Las Europas

Con la creación primero de CEE y posteriormente de la UE, la idea de una sola Europa parecía antes los ojos de las masas, algo real.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad que esta visión. Europa como una estructura piramidal, establecía relaciones de poder. Los estados con las burguesías más fuertes como Alemania, Francia e Inglaterra, que no es miembro de la UE, apostaban a colocar dinero en los países periféricos de Europa. Así fue como la burguesía de países más pobres como Grecia, Portugal, España y otros se llenaron de recursos con tasas de interés más altas que las que tenían los primeros países. El caso griego es muy ilustrativo, el porcentaje de bonos en manos de Alemania, Francia es de un 41% y el resto se reparte en porcentajes casi similares entre otros países del área y del resto del mundo. Esto explica el gran interés del dúo Merkel-Sarkozy por obligar a Grecia a entrar en la austeridad a fondo y poder pagar sus obligaciones.

El dinero  entró a esos países no fue empleado para ponerlo a “trabajar”, dentro de una lógica capitalista. Mucho de ese dinero pasó de mano en mano y como por arte de magia se evaporó. Además de esto, el porcentaje del PIB que se utilizará para hacer frente al pago de la deuda es demasiado grande, casi un 9% lo que en pocos años llevaría de nuevo al colapso a la economía helena.

Pero los banqueros, sin importar el destino de los dineros prestados, empezaron a cobrar desde el principio. La burguesía de estos países más débiles tomó además como parte de las condiciones de los acreedores, medidas para incentivar la producción, es decir exoneraciones fiscales para las empresas, con lo que el estado dejó de percibir importantes sumas de recursos. En pocas palabras un negocio montado para que los mismos que prestan se queden con todo. En medio de la discusión del último plan de “salvamento” de la economía griega adoptado por la UE, Alemania y Grecia acordaban un nuevo tratado para atraer inversiones alemanas en Grecia. Ambos países firmaron un texto de cinco páginas el viernes, al término de una visita de dos días del ministro alemán de Economía, Philipp Rosler, acompañado por unos cincuenta empresarios alemanes a Grecia. En la parte griega, fue firmado por el ministro del desarrollo Michalis Chrysohoidis.(El Nuevo Herald 7-11-2011)

Los centros de interés alemanes en Grecia se sitúan en las áreas de las energías renovables (solar y eólica), las tecnologías medioambientales, el turismo, las tecnologías de la información y del sector de sanidad, indica el documento.

Según una fuente patronal alemana, algunos proyectos de inversión alemanes en Grecia incluyen la creación de complejos residenciales que mezclan el turismo con los cuidados médicos, especialmente destinados a la tercera edad.

Pero la dinámica por establecer un control cada vez más directo por parte de las potencias europeas sobre Grecia se ve también refeljado por el monto de las Inversiones Extranjeras Directas. Del total de 33 000 millones de euros durante el período 2003-2009, 11 000 millones correspondieron a Alemania, 7000 millones a Francia y  6000 millones a Gran Bretaña. El 75% del total de inversiones corresponden a estos tres mismos países que buscan garantizar una rentabilidad mayor mediante la sobre explotación y  la rapiña.

El acuerdo también prevé un apoyo administrativo alemán a Grecia en materia del establecimiento de legislación en temas de competencia, energía y telecomunicación.

Es decir, el reparto de las empresas y sectores que el gobierno griego acordó privatizar, ofrecidos en bandeja de plata a los inversores alemanes. Entre 2003 y el 2009, el 72% de la inversión extranjera en Grecia se centró en el sector terciario de la economía, un 26% en el secundario y un 0% en el primario (Banco de Grecia 2010). Esto refleja el signo de la época y es coincidente con las nuevas inversiones alemanas que buscan posicionarse aún más en este sector de  servicios.

Además desde la entrada primero en 1981 a la CEE y luego en 1999 a la zona euro, Grecia ha visto crecer exponencialmente el déficit en su balanza comercial. La dependencia de los bienes importados y la reestructaración del sector primario, fueron haciendo más vulnerable y dependiente su economía.

El proceso de dependencia y sometimiento de los gobiernos de los países periféricos es lo que está en el fondo de este asunto de la deuda. Para poder cumplir con los planes de ajuste, eje central de la posición alemana, los gobiernos deben arrasar con todas las conquistas sociales y los activos estatales. 

Esto no puede ser llevado a cabo a fondo por medio de métodos democráticos y por eso en el endurecimiento de la represión y de los rasgos bonapartistas de los regímenes.

El giro a la derecha en España o bien el ascenso de personajes tecnocráticos oscuros como el nuevo primer ministro italiano Mario Monti, su colega griego Lucas Papademos, quien fuera vicepresidente del Banco Central Europeo, BCE, reflejan esa tendencia.

La democracia burguesa no funciona con la crisis.

La democracia burguesa es un lujo para cuando las condiciones económicas así lo permitan. La burguesía no escatima en utilizar cualquier método con tal de garantizar su dictadura económica que impone a la clase trabajadora. Europa tiene en su historia claros ejemplos y ahora el auge de la extrema derecha en varios países y el discurso xenofóbico que alientan por diversos medios no es una casualidad. La burguesía europea se preparara para una resistencia dura de la clase trabajadora y no escatimará medios para derrotarla.

En los antiguos estados obreros, la mayor parte de ellos están siendo dirigidos por gobiernos bonapartistas que pasan por encima de toda la institucionalidad formal con  tal de aplicar en primera instancia la privatización de los medios de producción, en segundo lugar la consolidación de una nueva burguesía salida de la burocracia estalinista y en tercer lugar el mantenimiento de las inversiones en los sectores rentables como el gas, minerales y productos agrícolas. Esto no incomoda a las “democracias occidentales” salvo cuando los socios dejan de ser fiables. Es el mismo caso de las dictaduras de los países árabes que durante décadas fueron socios importantes hasta que ya no pudieron garantizar el control de sus países.

Así pues, cuando el ex primer ministro griego Papandreus anunció un referendo para decidir sobre el acuerdo impuesto por la banca europea y el dúo franco alemán, la respuesta de estos dos gobiernos fue principista, no hay cabida para ribetes democráticos.

La lucha que tiene enfrente el proletariado europeo es de gran envergadura, es en contra de las últimas conquistas sociales que los trabajadores lograron arrancar a la burguesía en la post guerra y las conquistas democráticas también.

La defensa de estas no puede ser a medias y debe ser unificada, así como unificados están los de arriba.

Las movilizaciones de los Indignados  son espectaculares pero que no inciden en la estructura productiva y las huelgas generales realizadas en Grecia, Portugal y que se anuncian en Bélgica, no son unificadas en todo el continente.

Es por eso que la salida es combatir de conjunto el plan de austeridad de la banca, la unificación por abajo para construir los Estados Unidos Socialista de Europa, única alternativa viable para salir de la crisis.

Por Nicolás le Brun

La recién pasada cumbre del G-20 en la ciudad turística de Cannes, Francia, marcó un compromiso más fuerte por parte de los países participantes en llevar a cabo con más celeridad los planes de ajuste que el Fondo Monetario Internacional ha pedido desde hace tiempo atrás. Esto dentro de un contexto de gran inestabilidad de la Eurozona, provocado en mayor medida por la crisis griega que amenazaba de hacerla explotar financieramente.

Anteriormente a este evento, ya uno de los bancos de mayor fuerza en Bélgica, el banco Dexia, sucumbía a la crisis. Un plan de “salvamento” del mismo fue puesto en práctica para inyectar cerca de 4000 millones de euros.

Evidentemente, estos planes no tiene como objetivos la recomposición de los salarios, de las condiciones laborales ni de las condiciones de vida de los millones de trabajadores, desempleados y habitantes de estos países. Por el contrario, la receta es otra: la austeridad.

La austeridad aumenta las ganancias de los burgueses

Algunas personas podrán tener la idea que las deudas contraídas por los estados han sido deudas legítimas, como las que se contraen entre personas de igual condición.

Sin embargo eso no es así. Los países más poderosos del planeta, financiera y militarmente hablando, han dispuesto de formas de asegurar el control del resto de los países del mundo por medio de tratados, organismos y entidades que se expresan en diferentes campos.

La ONU, la OEA y otros similares aseguran que sus políticas puedan ser ejecutadas con “legitimidad”, como por ejemplo las invasiones a países que amenazan los intereses económicos y estratégicos de las potencias. Existen muchos ejemplos de estas, pero las más recientes en el Medio Oriente son parte de estas. Y cuando alguno de estos organismo no tocan la música que les conviene, pues les retira los fondos como el caso de la UNICEF con respecto al reconocimiento del Estado Palestino en su sede, lo que provocó que los Estados Unidos congelaran el dinero que entregan.

La OTAN asegura la supremacía militar de estos mismos países, liderados por los Estados Unidos, que sigue siendo la mayor potencia económica y militar del planeta. Otros países como Alemania, Francia, Inglaterra son potencias de segundo orden que la eurozona. Las dos primeras desde la Unión Europea, aseguran que la moneda única, el euro, sea el medio por el cual controlan a los países periféricos de la zona. Desde la implantación del euro como moneda única, el costo de la vida ha ido aumentando en los diversos países.

 Las deudas contraídas por los países periféricos en Europa tienen el mismo carácter que las deudas que contrajeron los países semi coloniales con los bancos imperialistas. Créditos negociados en condiciones ventajosas para los acreedores, como cualquier banco, no busca “ayudar”  al prójimo sino a obtener una jugosa ganancia. El problema se vino a profundizar cuando para hacer frente a los pagos de la deuda externa y a los gastos de la deuda externa estos países vieron que los bonos colocados en el mercado subieron y subieron producto de la especulación financiera. La misma especulación financiera que hizo estallar la bolsa en el 2008 y que arrastra todavía al conjunto del sistema financiero de crisis en crisis.

Concentración del capital

El capital no busca como dicen los ideólogos del liberalismo crear oportunidades para todos. Por el contrario, las grandes empresas buscan concentrar en sus manos la mayor parte del mercado y dirigir los hilos de las bolsas financieras.

Un estudio hecho sobre una base de datos de 2007, con 37 millones de empresas e inversores a nivel internacional de la que extrajeron 43.060 “empresas transnacionales” y la propiedad accionaria que las vincula. “Entonces construyeron un modelo de las empresas controladas a través de las redes de otros accionistas, junto con los ingresos de explotación de cada empresa, para cartografiar la estructura del poder económico." (New Scientist 22/10/11)

Lo que este ejercicio demostró es que un núcleo de tan sólo 1.318 empresas controlan efectivamente la mayoría de la actividad económica en el planeta. "Estas 1318 parecen apropiándose colectivamente a través de su participación en la mayoría de las empresas tecnológicas (blue chips) y las empresas manufactureras del mundo - la economía " real ". Ellas representan el 60% de los ingresos globales"

Pero los investigadores revelaron otro dato: “Una súper-entidad de 147 empresas aún más estrechamente interrelacionadas – que controla el 40% de la riqueza total en la red "

En otras palabras, sólo el 1% de las grandes corporaciones controlan efectivamente la economía mundial! "La mayoría eran entidades financieras. Las 20 más importantes incluyen Barclays Bank, JP Morgan Chase & Co y The Goldman Sachs Group."

Recesión a la vista

Las esperanzas de recuperación económica en Europa de hace seis meses se han desvanecido. El panorama que vislumbró ayer el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios y del Euro, Olli Rehn, es que "el crecimiento en Europa se ha estancado y existe el riesgo de una nueva recesión". El grave deterioro de la confianza está afectando a la inversión y al consumo, al tiempo que el debilitamiento del crecimiento global frena las exportaciones y el ajuste presupuestario lastra la demanda interior.

La previsión de crecimiento para la zona euro para el próximo año es del 0,5% frente al pronóstico del 1,8% de la pasada primavera. El estancamiento europeo se acentuará en el cuarto trimestre de este año (en que la economía de la zona euro se contraerá) y en la primera mitad de 2012, lo que supondrá "la paralización del crecimiento de empleo". Esto se refleja en diferentes países que entran vertiginosamente a las medidas de “rigor” para alimentar a los especuladores bursátiles.

Italia se comprometió a reformar el sistema de pensiones con el objetivo de incrementar gradualmente 65 a 67 años la edad mínima para comenzar en 2026.   Además, el 30 de noviembre se pondrá en marcha un plan de disposición de bienes públicos por lo menos 5 mil millones por año durante tres años. Las regiones tendrán que definir "con urgencia" un programa de privatización de las empresas que controlan. Estas medidas están encaminadas a reducir la enorme deuda del país, 1 900 millones (120% del PIB), lo que preocupa a los mercados.

Debilitado por la crisis de confianza en Italia por la crisis griega, el Reino es ahora la primera línea. El Primer Ministro David Cameron ha dicho luego de la cumbre: "Hay que prepararse para cualquier eventualidad y eso es exactamente lo que hacemos. "

Si Italia era insolvente, el Reino Unido sería el tipo de interés a pagar en el caso de los préstamos, el doble del 2,5% al 5%, según un estudio realizado por la consultora de Londres.  Los británicos podrían ver  el riesgo de quiebra en sus finanzas pasar del 9% actual al 22%, si los italianos dejan de pagar la deuda con los bancos de este país.

Que la crisis la paguen los millonarios y  los bancos

Pero la resolución de la crisis no es un asunto meramente aritmético, técnico. Es un asunto político y que depende de la clase donde nos ubiquemos.

Para los “expertos” y los presidentes la causa de la crisis son las conquistas de los trabajadores. Ellos para mantener su tasa de ganancia no dudan en meter mano y hacer desaparecer las conquistas adquiridas por la clase obrera durante años de luchas. Como hemos visto, el recorte de los salarios, el desempleo y la eliminación de los programas sociales les permiten salir momentáneamente de la crisis.

Pero para los trabajadores, que no hemos sido en ningún momento ni consultados ni tomados en cuenta en los planes económicos la única alternativa es la organización para enfrentar estos planes de ajuste.

Las huelgas generales en Grecia han mostrado el camino,  pero no se puede vencer al monstruo de mil cabezas del capitalismo aislados. En eso el movimiento de los Indignados es progresivo porque plantea una lucha global, pero es insuficiente porque no hace el puente con las organizaciones obreras para actuar en conjunto.

Mientras los millonarios y las grandes corporaciones evaden el pago de impuestos a vista y paciencia de los gobiernos de cada país, los trabajadores son castigados con más impuestos y menores salarios.

Por eso se debe llamar de conjunto a  jornadas de movilización que paralicen las labores y en este caso, los trabajadores europeos están en un desafío gigantesco. O la resistencia derrota estos planes o se imponen causando una gran derrota de la cual no podremos esperar más que un endurecimiento de las condiciones de vida para la mayoría y una mayor concentración de la riqueza en una minoría.

neofascismo

Por Adrián Laurel

Los efectos de la crisis económica en la que se encuentra sumido el mundo capitalista, bajo la estela del neoliberalismo, conducen a crisis e inestabilidad de las sociedades democráticas. La clase dominante, desesperada, busca una salida rápida que responda a sus propios intereses: la implementación de rigurosos planes de austeridad o ajuste económico como el aprobado el mes pasado en Grecia.

A consecuencia de la crisis económica, las tradicionales democracias burguesas europeas se debilitan, se fragmentan y empobrecen aún más los estratos sociales, causando malestar generalizado en la población que sufre con cierta resignación las directrices económicas dictaminadas por los gobiernos de la Unión Europea. Existen sectores de la población que acatan sin mayores deliberaciones las decisiones tomadas por los líderes de la burguesía. No obstante, existen otros sectores que se rebelan por la izquierda, como el Movimiento de los Indignados en España, pero también existe otros sectores que se rebelan por la derecha y optan por la radicalización de consignas contra la decadente democracia burguesa y optan por la movilización activa con ciertos rasgos fascistas.

Neofascismo: efecto de la decadencia del capitalismo

Tanto en Europa como en Estados Unidos, y acaso en ciertos países de Latinoamérica, se ha visto el surgimiento de grupos ultranacionalistas que hacen uso de discursos xenófobos, racistas, de amplio sentido de intolerancia. Hacen énfasis en las contradicciones políticas y económicas del sistema capitalista vigente, y perciben las libertades políticas de la democracia actual como un ente esclavizador que beneficia solamente a unos pocos, sobre el conjunto de la nación. Debido a que la globalización utiliza una mascarada democrática, la contra respuesta es la negación de las conquistas democráticas- El fascismo exige mano dura para salir de la crisis económica y con ese discurso gana muchos adeptos.

Por definición es en el viejo continente donde dichos movimientos neofascistas se encuentran más consolidados y arraigados. Se pueden identificar en agrupaciones locales que actúan bajo un perfil marginal (grupo británico Blood and Honour (Sangre y honor), grupo de jóvenes del BBET (Sangre, Tierra, Honor y Fidelidad), de Bélgica, Guardia Húngara, Forza Nouva en Italia) y así están diseminados por todo el territorio europeo.

Son grupos tradicionalmente hostiles al socialism. Lla ultraderecha europea predica un feroz nacionalismo xenófobo, rechaza la sociedad multicultural, los inmigrantes -o los extranjeros en general-, se opone a la globalización, al liberalismo y a las organizaciones supranacionales como la Unión Europea y la OTAN. (La nación. Com.ar)

Por lo general, los miembros aglutinantes de estas agrupaciones neofascistas son personas pertenecientes a sectores de gran margen de vulnerabilidad, en desempleo y participan como fuerzas de choque o brazo armado de los partidos de extrema derecha, en sus respectivas naciones. Hacen uso de sus propios símbolos de mutuo reconocimiento (prohibidos desde la caída del nazismo), consignas y códigos de cómo establecer relaciones interpersonales. Bajo su propuesta, Europa deja de ser un término geográfico y se considera un término biológico.

El significado de los atentados terroristas en Oslo

El pasado viernes 22 de julio, Noruega vivió el mayor disturbio civil después de la finalización de la segunda guerra mundial (el país nórdico fue ocupado por los alemanes, sin poner resistencia). Primeramente se perpetró un atentado con coche bomba en el corazón del barrio de los ministerios en Oslo, que dejó siete muertos y nueve heridos graves. Simultáneamente, el autor de los hechos, identificado posteriormente por la policía noruega como Anders Behring Breivik de 32 años, se dirigió a un campamento de verano de las juventudes laborista (partido oficialista socialdemócrata) en la isla de Utoya, a 40 Km al oeste de la capital.

La actuación de este “loco” es apenas una primera manifestación del neofacismo que resurge en Europa. El asesino utilizo de móvil a los jóvenes políticos no para hacer reaccionar a los Estados europeos, ante la supuesta pérdida del patrimonio cultural de las naciones del viejo continente, sino más bien para estimular el crecimiento y desarrollo de las tendencias fascistas que subyacen en la decrepita democracia burguesa.

Desde un punto de vista sociológico, Noruega no es un lugar que de permisividad al advenimiento o surgimiento de grupos o personas con claras tendencias ultranacionalistas o fascistas. Siendo considerado el país más pacífico del mundo, donde la tasa de criminalidad está por debajo de la media, y fue calificado en 2010 por ser el país con mejor índice de desarrollo humano, los atentados terroristas de Oslo es una campanada de alerta del peligro que significan las tendencias fascistas en boga, producto de la crisis económica y de que todavía la clase trabajadora y la izquierda no se constituyen en una alternativa de poder

Dentro de los países nórdicos, Noruega cuenta con el partido más xenófobo y radical , el Fremskrittspartiet (FRP) o Partido del Progreso, que en las últimas elecciones legislativas de septiembre del 2009 logró el 22,9% de los votos y 41 escaños en el Parlamento. La coalición de centro izquierda encabezada por la socialdemocracia de Jens Stoltenberg logró la reelección, impidiendo un escenario que tenía horrorizados a muchos noruegos: un gobierno liderado por un partido ultranacionalista y xenófobo. (La vanguardia.com)

Crecimiento electoral de las corrientes fascistoides

El surgimiento de partidos de tendencias fascistas, posterior a la segunda guerra mundial, obviamente no es un fenómeno reciente. Ciertas células fascistas han permanecido trabajando en el anonimato, aun dirigidos por ex mandatarios nazis. No debemos olvidar el caso de la organización ODESSA, a finales de la segunda guerra mundial, cuyo rango de acción abarcaba desde Alemania, hasta Chile y su objetivo era mantener el legado del Tercer Reich y proteger a ex militares de la wermacht para que no fuesen capturados por los cazadores de nazis.

Si bien es cierto estos grupos fascistas se habían debilitado en las últimas décadas, el neofascismo ha encontrado apoyo social en las personas afectadas por la crisis económica (desempleo en un 10% en los 16 países que conforman la eurozona)

No solo Noruega ha visto crecer los índices porcentuales de sujetos a favor de ideologías políticas ultranacionalistas y fascistas. En Francia, el partido Frente Nacional, ahora bajo la dirección de Marine Le Pen, cosechó un 15% de los votos, progresa a una marcha uniformemente acelerada, en una última encuesta. El 45% de votantes del actual presidente Sarkozy esa en consonancia con la extrema derecha. (El país.com)

La causa de tan desmesurado auge de una fracción política que hace años se consideraba muerta, se debe "En primer lugar, por la mala marcha de la economía y por el mal humor y el pesimismo francés. Aquí la crisis se ve con más exasperación y protesta que en España, por ejemplo", explica Pascal Perrineau, director del Centro de Investigaciones Políticas de Sciencies Po y experto en extrema derecha. (El país.com)

Igualmente en Italia, el gobierno de Berlusconi tiene en el partido de extreme derecha, la Liga del Norte uno de sus más grandes aliados. El país transalpino sufre constantemente la inmigración ilegal de miles de refugiados norafricanos que desembarcan en la isla de Lampedusa, con destino al territorio continental de la “bota”. Hecho que no es bien visto por la ya mencionada fracción ultranacionalista que ha pretendido suspender su apoyo a la presidencia de Berlusconi (que ha implantado un modelo llamado “mano dura” ante la inmigración) si no toma medidas fuertes ante las crecientes oleadas de inmigrantes. Ante el aumento de la criminalidad y la inseguridad ciudadana, han sido las propias masas enardecidas las que toman sus propias iniciativas, como en el caso de las quemas de campamentos gitanos en Nápoles en 2008, acusados por la población napolitana como los causantes de los incrementos de criminalidad y desempleo.

Geert Wilders en Holanda se ha reconocido mundialmente como un bastión del ideario que combate contra el islam. Desde el partido Liberal holandés pretendió prohibir la construcción de mezquitas y el uso de burkas en suelo neerlandés. Se ha ganado la simpatía de personas que comparten el mismo descontento. Estrenó en 2008 un film de 17 minutos donde analiza el Corán, la piedra angular de la religiosidad del islam y lo califica como un libro que “apoya las conquista y supresión de las libertades de expresión”

Aplastar al fascismo con la movilización anticapitalista

Todas las crisis del capitalismo conducen a la polarización política y social. La democracia burguesa se debilita aceleradamente y surgen en su seno corriente fascistas que pretenden imponer el orden a garrotazos. Mientras la clase trabajadora no construya una dirección revolucionaria, la crisis del capitalismo puede ser aprovechada por corrientes fascistas.

Los atentados terroristas de Oslo son solo la primera gran advertencia de lo que está por venir. La clase trabajadora y la izquierda debemos prepararnos para librar esta inminente batalla.

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