Hace apenas 38 años Nicaragua estaba en guerra y la comunidad académica centroamericana e internacional jugó un papel estratégico para coadyuvar en la lucha del pueblo nicaragüense para lograr su liberación de la dictadura somocista. Hoy nuevamente corre la sangre en Nicaragua y consideramos un imperativo ético y moral movilizar a la nueva generación de historiadores y académicos centroamericanistas en respaldo a la renovada lucha por la democratización de Nicaragua y el cese inmediato de una represión inédita en la historia centroamericana en los últimos 30 años.

Nicaragua enfrenta en estos momentos una grave crisis de derechos humanos producto de la violencia institucional ejercida desde el gobierno de Daniel Ortega contra el pueblo, el cual lucha por ejercer a plenitud todos sus derechos.

El informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos presentado el 22 de junio al Consejo Permanente de la OEA señala que el gobierno ha desatado una “violencia estatal dirigida a disuadir la participación en las manifestaciones y sofocar esta expresión de disenso político y que siguió un patrón común, caracterizado por: (a) el uso excesivo y arbitrario de la fuerza policial, (b) el uso de grupos parapoliciales o grupos de choque con la aquiescencia y tolerancia de las autoridades estatales, (c) obstáculos en el acceso a la atención médica de urgencia a los heridos, como forma de represalia por su participación en las manifestaciones, (d) un patrón de detenciones arbitrarias de jóvenes y adolescentes que participaban en protestas, (e) la difusión de propaganda y campañas de estigmatización, medidas de censura directa e indirecta, (f) intimidaciones y amenazas contra líderes de movimientos sociales e (g) falta de diligencia en el inicio de las investigaciones respecto de los asesinatos y lesiones ocurridos en el este contexto”. [1]

Amnistía internacional, tras su visita al país en julio, para documentar la situación expresó que “la respuesta del gobierno nicaragüense ha sido básicamente ilegítima y plagada de serias violaciones de derechos humanos e, incluso, crímenes de derecho internacional”.  Estos informes fueron debatidos el 17 de julio de 2018 por el Consejo Permanente de la OEA, dando lugar a una resolución que condena enérgicamente al Estado de Nicaragua por los actos de violencia y muerte contra el pueblo nicaragüense. En igual sentido se ha pronunciado la Unión Europea y los principales gobiernos de ese continente.

Con las sangrientas “operaciones de limpieza”, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo pretende aparentar el regreso de la estabilidad al país.  Se ha desatado una virtual cacería del liderazgo y de aquellas personas que han apoyado a los estudiantes en los tranques y protestas.  Esto incluye la detención ilegal de miembros de la mesa de diálogo convocadas por la Conferencia Episcopal y hasta la vejación de los mismos obispos y el Cardenal.  Los que no aparecen muertos o desaparecidos, son remitidos a la Dirección de Auxilio Judicial acusados de ser terroristas y encerrados en celdas de máxima seguridad, torturados y amenazados con la aplicación de la pena máxima. Se viola la cadena del debido proceso de alrededor de 400 presos políticos y de sus familiares.  Se criminaliza la protesta utilizando ahora el Poder Judicial en tanto continúa imperando un clima de terror en las noches. Hay un número creciente de desaparecidos y la tortura parece ser la norma para todo capturado. La situación de las madres y familiares de los presos y desaparecidos es desgarradora y la cacería de estudiantes se mantiene día a día.

Pero el pueblo de Nicaragua valientemente se expresa en las calles aun cuando algunas de sus universidades permanezcan militarizadas.    Quienes suscribimos este documento pretendemos apoyarles no solo con firmas sino con acciones desde nuestras asociaciones, congresos, departamentos académicos y gremiales.

El cuadro actual de aberración policial y judicial no podría esta más lejos de lo estipulado en el Tratado Marco de Seguridad Democrática de Centroamérica, firmado por los Estados centroamericanos, que “se basa en la democracia y el fortalecimiento de sus instituciones y el Estado de Derecho; en la existencia de Gobiernos electos por sufragio universal, libre y secreto y en el irrestricto respeto de todos los derechos humanos en los Estados que conforman la región centroamericana”.

Con base en lo anterior, los firmantes, participantes en el Congreso XIV Centroamericana de Historia, Guatemala, y miembros de la comunidad académica interesada en Centroamérica acordamos:

1.- Expresar nuestro respaldo a la resistencia de la población, los auto-convocados de las universidades, en las calles y en el campo de Nicaragua, su derecho a la defensa y organización independiente.

2.- Demandar:

El cese de la represión contra estudiantes, sus dirigentes y otros líderes del pueblo de Sandino por parte de la Policía Nacional y las fuerzas parapoliciales y terceros armados.

La renuncia del Presidente y Vice-Presidente de Nicaragua para dar paso a un gobierno provisional integrado que inicie la reconstrucción del país y garantice un genuino estado de derecho.

NOTA: Las afiliaciones institucionales se incluyen solamente con fines de identificación.

FIRMAN

Victor Hugo Acuña, Profesor Emérito, Universidad de Costa Rica

Arturo Taracena Arriola, UNAM

Alejando Bendaña, historiador independiente

Roberto García Ferreira, Universidad de la República, Uruguay

Héctor Lindo-Fuentes, Fordham University

Darío Euraque, Trinity College

Héctor Pérez-Brignoli, Profesor Emérito, Universidad de Costa Rica

Kirsten Weld, Harvard University

Jeffrey Gould, Indiana University

Alain Musset, Ecole des Hautes Études en Sciences Sociales, Francia

Stefan Rinke Berlin, Freie Universität, Berlin

Hilda Sábato, Universidad de Buenos Aires

Michel Bertrand, director, La Casa de Velázquez, Madrid, España

Carlos Malamud, Real Instituto Elcano, Madrid

Ana María Botey Sobrado, directora, Escuela de Historia, Universidad de Costa Rica

Erik Ching, Furman University

Wolfgang Gabbert, University of Hanover

Margarita Vannini, UCA, Nicaragua

Justin Wolfe, Tulane University

Olga Joya, Universidad Nacional Autónoma de Honduras

José Cal, Universidad de San Carlos, Guatemala

Robin DeLugan, University of California, Merced

Carlos Gregorio López Bernal, Universidad de El Salvador

Eugenia Rodriguez, Universidad de Costa Rica

Mario Vázquez, UNAM

Paul Almeida, University of California, Merced

Juan Pablo Gómez Lacayo, UCA, Nicaragua

Amparo Marroquín Parducci, UCA, El Salvador

Ainhoa Montoya, University of London

Gregorio Bello Suazo, ex director del Museo Nacional de Antropología de El Salvador

Erin Finzer, University of Arkansas

Molly Todd, Montana State University

Ricardo Roque, UCA, El Salvador

Alberto Gutiérrez Arguedas, Universidad de Costa Rica

Mónica Toussaint, Instituto Mora, México

Carlota McAllister, York University, Canada

Hugo Martinez, UNAM

Florencia Quesada, Universidad de Helsinki

José Miguel Cruz, Florida International University

René Alberto Aguiluz, El Colegio de México

Mneesha Gellman, Emerson College

Karl Offen, Oberlin College

Iván Molina Jiménez, Universidad de Costa Rica

Ernesto Isunza Vera, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), México

Walter René Molina, UNAM

Patricia Fumero, Universidad de Costa Rica

Jorge Rovira Mas, Universidad de Costa Rica

Alexia Ugalde, Universidad de Costa Rica

Marie Karam, University of Scranton

Hugo Vargas González, Universidad de Costa Rica

Giselle Marín Araya, Universidad de Costa Rica

Sofía Vindas Solano, Universidad de Costa Rica

Antonio Monte, UCA, Managua

Anne Hayes, Fordham University

Cristina Eguizabal

Monica Gould

Federico Picado

Olga Vásquez Monzón

Luis Napoleón Quintanilla

José Carlos Cardona Erazo

José Aurelio Sandí Morales

Cristina García Castro

Pablo Andrés Quirós Solís

María Eugenia Claps Arenas

José Pablo González Cervantes

Stephanie Huezo

Yansi Perez

Jorge Barrientos Valverde

Ronald Ly

Sylvia Rosales-Fike

Marco Garita Mondragón

Jorge H. Gonzalez Alzate

Krysta Beam

Lorena Castellanos

Beatriz Deleón

Carlos Sabino

Ezel Obed Hernández Gamero

Elizabeth Cristina Espinoza Reyes

Ingrid Melissa Amaya Bustillo

Claudia Morales

Yenifer Henríquez

Noelia Fernández Abarca

Jennifer Cyr

Túpac Amaru Gutiérrez Ortega

Ramón Moreno

Rosanne Adderley

Corinne A. Pernet

Eileen McKiernan González

Charles Brooks Hamaker

Gustavo Rodriguez

Finn Aage Joergensen

Victor Arellano Isunza

Moises Gonzalez

Helaine Randerson

Aijah Maxwell

Anglea Dunlap

Dick Clarck

David Ibarra

Alonso Picado Durán

Mercedes Mesen

Lindsay Obando

Marcela Arias

Donna Connell

Malik Harris

Gabriel Delgado

Luis Leiton Aguilar

Genesse Gil

María Gabriela Castillo Solano

Kevin Zhang

Brenda Choi

Laurin Blecha

Graciela Fernández Meijide

Jonna Shinnie

Brooklyn Apple


COMUNICADO

La Unidad Médica Nicaragüense (UMN) hacemos del conocimiento público lo siguiente:

Ante la grave situación generada por las acciones represivas de la policía y bandas armadas afines al gobierno contra estudiantes y población autoconvocada, que ejercen su derecho constitucional a la protesta, resultando innecesariamente centenares de asesinatos, miles de heridos por armas de fuego y secuestrados, incluidos médicos y estudiantes de medicina, a quienes además de dispararles como enemigos de combate a pesar de estar desarmados por atender heridos de la represión,  se  les  pretende  criminalizar  por  el  cumplimiento  del  deber  humanitario,  ético y profesional, al actuar de acuerdo al marco jurídico nacional e internacional.

Denunciamos la grave situación que atraviesa el gremio médico de Nicaragua ante los Colegios Médicos y Asociaciones médicas del mundo, a la vez que agradece el respaldo manifestado de su parte, instándolos a continuar pendiente de la cada vez más cruel represión del gobierno y seguirnos apoyando en las formas que les sea posible.

Demandamos la liberación inmediata de los médicos y personal de salud secuestrados en las instalaciones policiales y el cese de la persecución, estigmatización y criminalización del ejercicio médico.

Nos solidarizamos con los familiares de los estudiantes de medicina asesinados y secuestrados, así mismo con los colegas secuestrados en las diferentes cárceles, quienes han sido sometidos a toda clase de maltrato y privación de cualquier derecho elemental.

Extendemos nuestro respaldo a los médicos que han sido obligados al auto exilio por persecución y amenazas de muerte, por atender a los heridos, incluidos miembros de Junta Directiva de la Asociación Médica Nicaragüense.

Condenamos los despidos laborales arbitrarios y masivos de los colegas y trabajadores de la salud que se han comprometido con la defensa de la vida y de seres humanos heridos durante estos meses de protestas cívicas.

Hacemos un llamado a las autoridades de salud para que el Sistema de Salud atienda a los pacientes sin distinción ni discriminación, con la mayor calidad de atención posible y con altos valores éticos.

Así mismo exigimos  el  restablecimiento  del  Diálogo  Nacional  como  única  salida  pacífica  a esta grave crisis nacional.

Les recordamos lo establecido en La Ley General De Salud, LEY No. 423, aprobada el 14 de marzo del 2002, publicado en la Gaceta No. 91 del 17 de mayo del 2002, que señala en su CAPÍTULO II, Artículo 8, inciso 6 el cual establece los derechos de los usuarios del Sector Salud que son:  respeto a  la  persona, dignidad humana e intimidad  sin que pueda ser discriminado por razones de: raza, de tipo social, de sexo, moral, económico, ideológico, político o sindical, tipo de enfermedad o padecimiento, o cualquier otra condición, conforme los tratados internacionales que sean suscritos por la República de Nicaragua.

En el  Protocolo  II  del  año  1977,  que  enmienda  a  los  Convenios  de  Ginebra.  En  él  se definen algunas de leyes internacionales que se esfuerzan por ofrecer una mejor protección a las víctimas  internas;  los  conflictos  armados  que  tienen  lugar  dentro  de  las  fronteras  de  un  solo  país, firmado por Nicaragua en 1999.

Y de acuerdo a la Resolución 2286 (2016) de la ONU, aprobada por el Consejo de Seguridad en su 7685ª sesión, celebrada el 3 de mayo de 2016.   Observando que, en una situación de conflicto armado, el personal sanitario y el personal humanitario dedicado exclusivamente a misiones médicas siguen teniendo el deber de prestar servicios médicos competentes con plena independencia  profesional  y  moral,  con  compasión  y  respeto  de  la  dignidad  humana,  tener siempre presente la vida humana y actuar teniendo en cuenta el interés superior del paciente, y destacando la necesidad de que sigan sus respectivos códigos de ética profesional, y observando también  las  normas  aplicables  del  derecho  internacional  humanitario  según  las  cuales  no  se castigará a nadie por haber ejercido una actividad médica conforme con la deontología.

Avalan este pronunciamiento:

ASOCIACIÓN MÉDICA NICARAGÜENSE (AMN)

ASOCIACIÓN DE CARDIÓLOGOS DE NICARAGUA

ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE CIRUGÍA PLÁSTICA (ANCP)

ASOCIACIÓN DE OTORRINOLARINGOLOGIA DE NICARAGUA

ASOCIACIÓN   NICARAGÜENSE   DE   ENDOCRINOLOGIA GINECOLÓGICA

ASOCIACIÓN DE OFTALMÓLOGOS DE NICARAGUA (AON)

ASOCIACIÓN  DE  HÍGADO  PÁNCREAS  Y  VÍAS  BILIARES  DE NICARAGUA (AHPBN)

CÁMARA NICARAGÜENSE DE CIENCIAS NEUROLÓGICAS  SOCIEDAD NICARAGÜENSE DE PEDIATRIA

ASOCIACIÓN DE MASTOLOGIA DE NICARAGUA

ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE NEONATÓLOGOS (ANNEO)

AS OCIACIÓ N   NICARAGÜENSE   DE   ANESTESIOLOGIA   Y REANIMACIÓN (ANARE)

ASOCIACIÓN   NICARAGÜENSE   DE   MEDICINA   FÍSICA   Y REHABILITACIÓN

ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE CIRUGÍA GENERAL (ANCG)

SOCIEDAD   NICARAGÜENSE   DE   GASTROENTEROLOGIA   Y ENDOSCOPIA DIGESTIVA (SONIGED)

ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE DIABETÓLOGOS (ANIDIAB)

ASOCIACIÓN   NICARAGÜENSE   DE   ORTOPEDIA   Y TRAUMATOLOGIA (ANOT)

ASOCIACIÓN   NICARAGÜENSE   PARA   EL   ESTUDIO   Y TRATAMIENTO DEL DOLOR (ANETD)

ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE NEUMOLOGIA (ANINE) ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE PEDIATRIA

ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE DERMATOLOGIA

ASOCIACIÓN UROLÓGICA DE NICARAGUA ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE PSIQUIATRIA

SOCIEDAD MATERNO FETAL NICARAGÜENSE

SOCIEDAD  NICARAGÜENSE  DE  CLIMATERIO  Y  MENOPAUSIA (ANCYM)

ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE ENDOCRINOLOGIA DIABETES Y OBESIDAD

SOCI ED A D   N I CA R A G Ü EN SE   DE   M EDI CI N A   G EN ER A L (SONIMEG)

ASOCIACIÓN   NICARAGÜENSE   DE   RADIOLOGIA   E   IMAGEN (ANRI)

ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE ONCOLOGIA (ANICO)

SOCIEDAD NICARAGÜENSE DE MEDICINA PERINATAL ASOCIACIÓN MÉDICA DE CHONTALES

ASOCIACIÓN DE MÉDICOS DE ESTELÍ INFECTÓLOGOS POR NICARAGUA

ASOCIACIÓN NICARAGUENSE DE PATOLOGIA

ASOCIACIÓN NICARAGÜENSE DE NEUROCIRUGÍA

Fue un 30 de julio de 1975 bajo la dictadura militar  del PCN estando como  Presidente de la República   el Coronel Arturo Armando Molina y   como Ministro de la Defensa  Carlos Humberto Romero que se dio una sangrienta represión por parte de los cuerpos represivos de seguridad y de grupos paramilitares en contra de una manifestación que se desplazaba por toda la 25 Av. Norte, que pretendía llegar a la Plaza Libertad, lo cual no fue posible debido a las acciones represivas que dejaron a muchas personas  sin  vida y heridos.  Dicha manifestación se realizaba en repudio de la intervención  del Centro Universitario de Occidente, (CUO)  ubicada en Santa Ana en días anteriores.

Han pasado ya 43 años de brutal represión pero dicho acontecimiento es recordado y conmemorada por la comunidad universitaria de  la Universidad de El Salvador (UES) y por todas las organizaciones estudiantiles, sindicales y populares de El Salvador.

Ni perdón ni olvido: juicio y castigo

Los hechos represivos realizados el 30 de julio no han sido investigados a profundidad por lo cual debemos demandar   del actual gobierno de Sánchez Ceren  y del FMLN una exhaustiva investigación de la masacre,  castigo y condena pública    para los responsables intelectuales y materiales, no debemos permitir la impunidad.

Presupuesto justo para la UES y educación superior para todos

Actualmente muchos jóvenes son privados del derecho a continuar sus estudios de educación superior, en la Universidad de El Salvador (UES) así mismo no existen condiciones para asegurar que los pocos jóvenes que ingresan puedan terminar sus estudios. Por lo cual debemos exigir un presupuesto justo para la Universidad de El Salvador (UES).

Solidarios con las luchas Centroamericanas: abajo la dictadura de Daniel Ortega

Hechos como los realizados en tiempos de las dictaduras militares de El Salvador y Centroamérica están realizándose nuevamente; tal es el caso de la represión realizada contra estudiantes y el pueblo de Nicaragua por parte del gobierno de Daniel Ortega y los grupos paramilitares. Por lo anterior demandamos un alto a la represión por parte del gobierno de Daniel Ortega y llamamos a la solidaridad con la lucha.

¡Reunificación Socialista de Centroamérica o muerte!!

 

Centroamérica, 30 de julio  del 2018

 

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)


17 de julio de 2018

Por la presente, como intelectuales, activistas sociales y académicos, queremos manifestar nuestro profundo rechazo frente a la gravísima situación de violencia política estatal y violación de los Derechos Humanos que atraviesa Nicaragua, responsabilidad del actual régimen de Ortega-Murillo, lo cual se ha traducido en unos trescientos muertos en los últimos tres meses.

La indignación, el dolor, el sentido de frustración histórica es doble cuando semejante aberración política es producto de líderes y gobiernos que se dicen de izquierda. ¡Qué puede doler más que la ironía de un líder que se dice revolucionario, emulando las prácticas criminales de aquel dictador contra el que se supo levantar! Y esa indignación se hace más intensa aun cuando este panorama de violencia política estatal es completado con el silencio cómplice de líderes políticos y referentes intelectuales (auto)proclamados de izquierda. La connivencia de cierto establishment intelectual -una izquierda oficialista que suele arrogarse la representación exclusiva de la ‘izquierda’-, ha mutado al calor del poder gubernamental en un sucedáneo del más desbocado cinismo.

Denunciar esta situación tan dolorosa como inaceptable, alzar la voz contra los atropellos a las más elementales libertades y derechos que el actual gobierno nicaragüense viene realizando, no es sólo un deber de solidaridad humanitaria. Es también un acto y un llamado colectivo a defender la Memoria revolucionaria; a procurar evitar la consumación de esta degeneración política en curso.

No hay peor latrocinio que la defraudación política de la esperanza de los pueblos.

No hay peor saqueo que aquel que va dirigido a depredar las energías rebeldes por un mundo justo.

No hay peor imperialismo que el colonialismo interno que se torna violencia opresiva revestido con retórica anti-imperial.

Todo eso está aconteciendo en Nicaragua. La Tierra que fuera símbolo fértil de la esperanza emancipatoria a fines de los ’70, se ha convertido en un campo más de autoritarismo.

La memoria mancillada de una de las revoluciones más nobles y esperanzadoras de Nuestra América, como lo fue y sigue siendo Sandino; la memoria de luchas anti-capitalistas de un pueblo sufrido pero valiente, ahora pisoteada para (intentar) encubrir la típica violencia ordinaria de un régimen dictatorial más, de esos que sobran y se repiten en nuestra historia. El otrora líder revolucionario, honrado por la confianza de su pueblo, hoy convertido en dictador, ciego de poder y con sus manos manchadas de sangre joven. Tal  es paisaje violentamente amargo de nuestra querida Nicaragua.

Alzamos nuestra voz para condenar públicamente la dictadura en la que se ha convertido el gobierno de Ortega-Murillo. Expresamos nuestra solidaridad para con el pueblo y la juventud hoy, una vez más, levantados en resistencia. Para apoyar y acompañar sus exigencias de diálogo y de paz, de poner fin a un gobierno ilegítimo y criminal que hoy usurpa la memoria sandinista. Lo hacemos con la convicción de que se trata no sólo de “salvar el honor” del pasado, sino sobre todo, de rescatar y cuidar las semillas emancipatorias del futuro, que hoy se han puesto en riesgo.

Primeras Firmas

Alberto Acosta (economista, Ecuador)

Maristella Svampa (socióloga y escritora, Argentina)

Raúl Zibechi (ensayista y escritor, Uruguay)

Horacio Machado Araoz (politólogo, Argentina)

Hugo Blanco (activista, director de “Lucha indígena”, Perú)

Joan Martinez Alier (Revista Ecología política, España)

Pierre Salama (economista, Francia)

Raphael Hoetmer (historiador, Perú)

Manfred Max-Neef (Universidad Austral de Chile)

Yaku Pérez Guartambel (presidente de la Confederación de los Pueblos Kichwas del Ecuador - ECUARUNARI y de Coordinadora Andina de Organizaciones Indìgenas- CAOI)

Decio Machado (Sociólogo, periodista español radicado en Ecuador)

Pablo Solon (Fund. Solon, Bolivia)

Roberto Gargarella (abogado, constitucionalista, Argentina)

Massimo Modonesi (Unam, México)

Edgardo Lander (sociólogo, Venezuela)

Arturo Escobar (antropólogo, ambientalista, Colombia/USA)

Enrique Leff (filósofo, ambientalista, México)

Pierre Beaudet (Profesor Cs Sociales, Quebec, Canada)

Gina Vargas Valente (socióloga, feminista, Perú)

Horacio Tarcus (Historiador, Argentina)

Juanca Giles Macedo (Educador Popular, Perú)

Beatriz Sarlo (ensayista, Argentina)

Paulina Garzón (activista, Ecuador)

Carlos Antonio Martín Soria Dall'Orso (Abogado, docente y activista ambiental, Perú)

Reinhold Sohns, (economista, Alemania)

Mateo Martínez Abarca (filosofo, Secretario de Participación Ciudadana y Control social, Ecuador)

Manuela Lavinas Picq, (Profesora, Universidad San Francisco de Quito, Ecuador)

Ramiro Avila Santamaría (Abogado, Ecuador), Pedro Machado Orellana (Ecuador)

Juan Cuvi (Fundación Donun, Prof.universitario, Ecuador)

Víctor M. Toledo (UNAM, México)

Enrique Viale (Abogado Ambientalista, Argentina)

Boris Marañon (UNAM-México), Elizabeth Peredo (psicóloga social, Bolivia)

Carlos de la Torre (sociólogo, Ecuador)

Carlos Zorrilla (Intag, Ecuador)

Carolina Ortiz Fernández (UMSM-Perú)

Carlos Castro Riera (Presidente del Colegio de Abogados del Azuay,- Ecuador)

Santiago Arconada Rodríguez (Activista del Agua, Venezuela)

Santiago Cahuasquí Cevallos (Antropólogo, Abogado, Ecuador)

María Fernanda López (Geógrafa, Ecuador)

Pablo Ospina (Historiador, Ecuador)

Gerhard Dilger (periodista, Brasil)

Danilo Quijano (Perú), Ezequiel Adamovsky (Historiador, Argentina)

Hernán Rivadeneira J., (Presidente de la Rama Ecuatoriana de la Asociación Americana de Juristas)

Pablo Alabarces (profesor e investigador, Argentina)

Martín Bergel (Historiador-Argentina)

Piedad Vásquez  (Ex-Capacitadora- Técnica  Voluntaria en la Campaña de Alfabetización Augusto Cesar Sandino -Ex-Directora y Fundadora del Aula de Derechos Humanos Universidad de Cuenca, Ecuador)

Alberto Chirif (antropólogo, Perú)

Andrés Cabanas, (periodista y escritor, Guatemala)

Jurgen Schuldt (economista, Perú)

Ricardo Napurí (militante socialista, Argentina)

Nora Ciapponi, (militante socialista, Argentina)

Arturo Villanueva Imaña (Sociólogo, Bolivia)

Antonio Elizalde Hevia (sociólogo, director fundador de "Polis, Revista Latinoamericana, Chile)

Elsie Monge (Defensora de derechos humanos, Ecuador)

Carmen Diana Deere (Universidad de Florida, Estados Unidos)

Fernando Muñoz-Miño (historiador, integrante de El Colectivo, Ecuador

Nancy Espasandin (maestra y politóloga, Uruguay )

Francisco Javier Velasco (antropólogo y ecologista, Venezuela)

Jaime Coronado del Valle (Sociólogo, Perú)

Roberto Espinoza, Sociólogo, Perú)

Fernando Hugo Azcurra (Economista, Argentina)

Sergio Nicanoff (historiador y docente UBA, Argentina)

Aldo Casas (activista, revista Herramienta, Argentina)

Juan Manuel Crespo (Cientista Social y Activista - Ecuador)

Cecilia Chérrez (ecologista, Ecuador)

Carlos Arcos Cabrera (escritor, Ecuador)

José Luis Coraggio (Economista, Argentina)

Rubén Lo Vuolo, economista, argentina (Ciepp)

Walter Actis (Sociólogo, activista ecologista, España)

Guillermo Almeyra, periodista y escritor (Argentina-México)

Juan Pablo Casiello –( Docente - Secretario gremial de Amsafe Rosario, Congresal de Ctera, Argentina)

Gabriela Wyczykier, (UNGS-CONICET, Argentina )

Alberto Wiñazky (Economista-Argentina)

Hermann Klosius (Presidente de la Solidaridad con Guatemala de Austria)

Catherine Walsh (intelectual militante, Ecuador)

Carlos Walter Porto-Gonçalves (Geógrafo. Brasil)

Jaime Pastor (editor de la revista Viento Sur, España)

Koldo Unceta (Universidad País Vasco, España)

Maxime Combes (Economista, Francia)

Olmedo Beluche,( Profesor de Sociología de la Universidad de Panamá)

Juan Wahren (Sociólogo, UBA/CONICET, Argentina)

Gustavo Soto Santiesteban (escritor y activista, Bolivia)

Pedro Morazán,(Economista, Honduras, Alemania)

Danilo Assis Clímaco (latinoamericanista, Brasil)

José Angel Quintero Weir (Wainjirawa-Zulia-Venezuela),

Charles-André Udry (Economista, editor de A l´encontre, Suiza]

Ernesto Herrera (Editor de Correspondencia de Prensa, Uruguay).

Manuel Aguilar Mora (Historiador y profesor, Universidad Autónoma de la Ciudad de México)

Isabel Koifmann (Sindicato Ecos, cooperativa magisterial, Uruguay)

Daniel Libreros (Profesor, Universidad Nacional de Colombia-sede Bogotá)

Alberto Boga (Gráfico, activista social, Uruguay)

Ruben Navarro (Profesor, Universidad de Lyon, Francia)

 

 

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Como consecuencia de la continua represión estatal que ha dejado más de 300 nicaragüenses asesinados, miles de heridos, cientos de presos políticos y desaparecidos, sumado a los recientes ataques de grupos paramilitares del gobierno Ortega-Murillo en las ciudades de León, Managua, Matagalpa, Jinotepe y en Diriamba, dónde fueron agredidos incluso miembros de la Conferencia Episcopal, el representante del Vaticano en Nicaragua, periodistas y sociedad civil; y debido a la continua negligencia del Estado de cumplir las recomendaciones de los Organismos Internacionales de Derechos Humanos, para respetar el derecho a la vida y la manifestación cívica, así como la falta de voluntad política del gobierno para dialogar y permitir la democratización del país; instamos a todos sectores de la sociedad, particularmente a la Empresa Privada a que tomen acciones que respalden el clamor del pueblo y:

  1. Que cada una de las cámaras empresariales de Nicaragua se pronuncien exigiendo el desarme y cese a la represión paramilitar y policial, así como la renuncia inmediata del gobierno Ortega-Murillo.
  2. Se declaren en desobediencia fiscal o establezcan y ejerzan medidas concretas de presión tributaria que asfixien al gobierno genocida. Nuestros impuestos no pueden seguir financiado sus masacres sangrientas.
  3. Anuncien que a partir de este viernes 13 de Julio el Paro Nacional será escalonado o establezcan una ruta para que sea indefinido, como medida urgente para preservar la vida del pueblo, frente a la crisis extraordinaria de derechos humanos que vive Nicaragua.

10 de Julio de 2018

Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia

UNAN-Managua, MAU-UNI, UNAN-León, UCA, FAREM-Matagalpa, Thomas More & UAM.

Respaldan:

-        Movimiento Campesino

-        Articulación de Movimientos Sociales y Organizaciones de Sociedad Civil

-        Articulación Leonesa Movimiento 19 de Abril y Sociedad Civil

-        Movimientos Sociales de las Segovias

-        Popol Na

-        Activistas Sociales de Matagalpa

-        Movimiento Acción Joven Nicaragua

-        Alianza Universitaria Nicaragüense (Coalición Universitaria)

-        Movimiento Universitario 19 de Abril (Coalición Universitaria)

-        FAREM Carazo

-        FAREM Estelí

-        FAREM Chontales

-        Universidad Internacional de Agricultura y Ganadería de Rivas

-        Movimiento Estudiantil Nicaragua Libre

-        Resistencia Artística Nicaragüense

-        Bicicletada Managua

-        Operación Queer

-        Movimiento Autoconvocado

-        OcupalNSS

-        Grito Por Nicaragua

-        Nicaragua Online

-        Coordinadora Civil

-        Francisca Ramírez

-        Bianca Jagger

 

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