Por Olmedo Beluche

“No hay esperanza, no hay futuro. Perdón por ser un joven negro”, así recogía el programa Informe Semanal de Televisión Española la opinión de un adolescente londinense que salía de un juzgado donde, al igual que otros cientos, fue detenido por los recientes disturbios y saqueos en esa ciudad. Pese a la insistencia de ese documental, y de toda la prensa europea, por crear la impresión de que detrás de las recientes protestas en Londres no existe ninguna reivindicación, sino simple delito y afán de destrucción, las dos o tres ocasiones en que se les dio la palabra a los protagonistas de los hechos, éstos dejaron en claro su cabreo con una sociedad crecientemente injusta, desigual y sin futuro para la juventud de los barrios pobres. Es que la explosión de indignación juvenil en las ciudades inglesas es el producto más acabado del decadente sistema económico y social capitalista y treinta años de políticas neoliberales.

Aunque la chispa que incendió el polvorín inglés fue el asesinato racista de un joven negro a manos de la policía, el alcance generalizado del hecho encuentra su explicación en las mismas motivaciones que han llevado a las calles y a las plazas a centenares de miles de jóvenes españoles, los “indignados” del movimiento “15-M”: la convicción de que el sistema capitalista les niega la menor esperanza de una vida decorosa, que sólo tiene para ellos el desempleo crónico y masivo (sobre el 40% en España en ese rango de edad) y la condena a una vida de pobreza y privaciones. Esta juventud de hoy, que ve su vida condenada a la cloaca social, puede apreciar muy bien cómo una minoría se enriquece descaradamente y cómo el sistema político es una falacia completa, corroído de cabo a rabo por la corrupción, en que los políticos de saco y corbata, de derechas y dizque de “izquierdas”, son la misma porquería.

No hay que tener la imaginación de Don Quijote para percibir que estos son los mismos sentimientos que han llevado a las calles y a protestas igual de violentas en Grecia a lo largo de los últimos dos años. ¿No fue la misma juventud, con la misma indignación, que derribó los regímenes dictatoriales y amigos de la “democracia occidental” en Túnez y en Egipto, que conmueve todo el norte de África y el Medio Oriente? Aunque teniendo como eje el problema de la educación pública y gratuita, ¿no es la misma indignación que moviliza a los adolescentes y jóvenes chilenos contra el gobierno reaccionario de Piñera, y antes contra el “izquierdista” de  Bachelet?

No es ninguna casualidad que estas explosiones sociales y que este nuevo “actor social”, la juventud obrera sin empleo, se produzcan paralelamente a una escalada en la crisis económica capitalista, en que los banqueros y los políticos a su servicio, pretenden dar otra vuelta más a la tuerca del saqueo y la explotación de países enteros aduciendo la deuda pública de los estados, deuda que no tiene nada de “soberana” ni de legítima. Esos parásitos sociales, los banqueros, causantes de la crisis financiera de 2008, beneficiarios de los “rescates” multimillonarios que se echaron a los bolsillos, ahora pretenden usar la deuda como excusa para profundizar las privatizaciones, el despido de miles de empleados públicos, el desmantelamiento de los beneficios sociales, en particular al educación y la salud, el robo de nuestras pensiones de jubilación, y la condena al trabajo forzado hasta los 67 años de edad, como mínimo.

Parodiando a Marx y Engels, podemos decir: “un fantasma recorre el mundo, el fantasma de la indignación”; de la indignación de los jóvenes del siglo XXI para quienes el capitalismo no depara nada bueno. Sin duda este año, 2011, se está pariendo algo nuevo. Es un parto difícil, con más dolores que lo habitual. Parto del cual se ignora el sexo de la criatura por venir. Pero sin duda que será algo nuevo que va a cambiar el orden mundial que hemos conocido. Esa es la esperanza, la única, para la humanidad.

No importa que en este momento esa juventud que está fabricando lo nuevo, no tenga un programa político claro, como pretenden criticarle algunos dirigentes de la “izquierda” que hace parte y se beneficia del actual “estado de cosas”. ¿Acaso los obreros, campesinos y soldados rusos lo tenían claro al inicio de 1917? No. Lo importante es que esa juventud que conmueve al mundo llegó a la conclusión que es la misma cosa Zapatero que Rajoy, el PSOE que el PP, Obama que Bush, Bachelet que Piñera, Cameron que los laboristas, y que el alabado sistema “democrático” es una mentira.

El deber de los revolucionarios socialistas de la generación anterior, es acompañar a esa juventud, ayudándole a racionalizar el proceso político, a darle conciencia política a sus acciones, a construir el programa y construir el camino de lo que está por venir, a ser el puente que muestre lo que se puede rescatar de las experiencias pasadas, lo bueno, pero también los errores y desviaciones que impidieron que le legáramos un mundo mejor, las lacras del “pensamiento único”, el sectarismo y el oportunismo.

Más temprano que tarde, esos vientos de indignación remecerán las costas panameñas, donde la ya se está larvando el descontento social, la decepción con los “team Martín” y “los locos somos más”, porque muchos maduran y ven claro que es lo mismo Martinelli, Varela y el PRD. Por ahora, parte de ese descontento de los “Ni, Ni” (los jóvenes que “ni estudian, ni trabajan”) se canaliza por la vía de la violencia de las pandillas y la criminalidad (como en toda Centroamérica y México). Pero a la larga la necesidad histórica se impone y echa mano de individuos y grupos sociales que ni te imaginas. ¿Acaso Pancho Villa no fue primero un cuatrero para convertirse luego en cabeza de la Revolución Mexicana?


Por Olmedo Beluche

Desde abril la organización MLN-29, en nombre de FRENADESO, ha lanzado reiteradas calumnias contra los dirigentes del Partido Alternativa Popular, contra  Juan Jované y contra mi persona en particular. Se nos acusa de “traidores” en base unos supuestos Wikileaks. Pese a dos declaraciones del PAP, la campañita sigue. Muchos sectores de la vanguardia se nos han acercado para expresar su preocupación porque ese camino de calumnias e injurias, elegido por el MLN-FRENADESO, bloquean la legítima aspiración a la unidad de la izquierda panameña frente al régimen corrupto de la oligarquía y sus partidos. A ellos van dirigidas estas reflexiones:

Nuestros actos y nuestras palabras desmienten la pretendida calumnia de FRENADESO. Simpatizamos con el proceso encabezado por Hugo Chávez desde el inicio (cosa que no pueden decir ellos, que tuvieron nexos hasta recientemente con el grupo antichavista “Bandera Roja”); hemos defendido críticamente el movimiento bolivariano en multitud de eventos, artículos y comunicados; nuestro programa nos define como bolivarianos y hemos sido invitados oficialmente en varias ocasiones a eventos internacionales realizados en Caracas. Respecto al supuesto “dinero de Chávez” siempre hemos sostenido que se trata de una mentira del imperialismo yanqui para demeritar los anhelos de cambio de los pueblos latinoamericanos.

La calumnia es parte de la estrategia sistemática de esa organización (MLN) para dividir y controlar  al movimiento popular panameño, con lo cual hacen un lamentable favor a las élites gobernantes. Con esos métodos dividieron MONADESO y luego FRENADESO. Ahora que han creado el FAD, copiando mucho del PAP, intentan una maniobra distractiva con falsas acusaciones para que no se evidencie que han hecho un giro de 180 grados sin la menor autocrítica. Giro que no sólo va del abstencionismo a la participación electoral, sino que va de una posición ultraizquierdista hacia un proyecto de cariz socialdemócrata, como se expresa en los elogios de Genaro López hacia Ignacio Lula Da Silva y los coqueteos con ciertos sectores empresariales (La Estrella 30/5/11).

La lista de personalidades que han recibido en algún momento calificativo de “traidores” por parte de esa organización es larga y disímil: toda la dirigencia de CONATO (ahora considerada “aliada”, pero hasta julio de 2010 enemigos a muerte), Mariano Mena, Miguel A. Bernal, Héctor Endara y todos los ex dirigentes que en algún momento se separaron de ellos por diversas razones. Estamos, ante un método repugnante de hacer política al cual le cuesta aceptar opiniones distintas y convivir democráticamente. Son los mismos métodos stalinistas que ya fracasaron en la ex URSS.

Es risible que quienes acuden al Palacio de las Garzas a “pedir cacao”, a decir del propio presidente Ricardo Martinelli; quienes avalaron el falso diálogo para transmutar la Ley Chorizo en varias “salchichas”; quienes aceptaron un juego de fútbol “amistoso” con el jefe de la Policía Nacional poco después de los sangrientos hechos de Changuinola; quienes frecuentaban a Mireya Moscoso en la Presidencia, como ha denunciado Mariano Mena; quienes pactaron con el coronel Roberto Díaz Herrera el reparto político de la Universidad de Panamá, en 1981; quienes apoyaron, en 1982-84, a un oficial de las Fuerzas de Defensa para que no ganara las elecciones estudiantiles de Sociología el PST; quienes de manera inaudita pactaron una Convención Colectiva por ocho años (¡!) con la CAPAC; para solo mencionar alguno de los tantos actos cuestionables de esa organización político-sindical; ellos, pretendan acusarnos por sostener una reunión, en la que no hemos pactado nada, con el agregado político de la embajada de EE UU.

El Comité Ejecutivo del PAP recibió en diversos momentos solicitudes de reunión por parte del agregado político de la embajada de Estados Unidos. Su objetivo manifiesto era conocer las opiniones de nuestro partido. Reuniones que ellos hacen con todos los partidos políticos del país. El Comité Ejecutivo colegiado del PAP, compuesto por TODAS las organizaciones que se sumaron a nuestro proyecto  (MJP, MR-9, MPU, Grupo Ciencia), participó colectivamente de las mismas. Ningún dirigente del PAP se reunió a solas con ningún funcionario de dicha embajada y todas las reuniones se hicieron en cafeterías públicas de la ciudad de Panamá, ninguna se hizo en la embajada yanqui, como calumnia FRENADESO.

En esas reuniones fuimos con el mismo eje que hemos sostenido por 5 años en todos los foros y tribunas: señalarle a los responsables de la política exterior norteamericana su corresponsabilidad con el sistema electoral antidemocrático que existe en Panamá y que ha llegado la hora de que ese régimen se abra para que participemos los sectores de izquierda que hemos aceptado las reglas del juego electoral, o habrá que seguir el camino de otros países en que esas puertas se han  abierto con la lucha en las calles.

Consta en los medios escritos  la queja de algunos políticos (Maribel Coco del PRD), periodistas (Fernando Berguido de La Prensa) y funcionarios (Javier Carrillo de Migración), por citar algunos, quienes denuncian que en los Wikileaks se han tergiversado sus palabras e inventado cosas que no han dicho. Parece que en muchos casos los funcionarios de la embajada norteamericana gustan poner en boca ajena lo que ellos mismos piensan. Como ya señalamos en el comunicado del 27 de abril, los Wikileaks que nos mencionan no reflejan nuestras palabras. Los supuestos Wikileaks no recogen declaraciones de principio que le hicimos a dicho funcionario, como: nuestro repudio al asilo del terrorista cubano Posada Carriles, la prisión injusta contra los 5 cubanos presos en EE UU, nuestra solidaridad con Palestina, nuestra condena a la participación yanqui en los intentos de golpe de Estado contra los presidentes Hugo Chávez y Evo Morales. Las palabras que se nos atribuyen allí son falsas o están completamente deformadas y sacadas de contexto. En todo caso, los Wikileaks, lo único que prueban son los prejuicios y la estupidez de los funcionarios que manejan la política exterior norteamericana.

Lamentamos la actitud de los dirigentes de FRENADESO, con quienes siempre nos hemos manejado en base a principios revolucionarios que los hechos prueban, para sólo recordar lo más reciente: nos solidarizamos frente a las persecuciones que sufrieron bajo el gobierno de Martín Torrijos, como los asesinatos de los tres dirigentes de SUNTRACS. Solidaridad que siempre fue presencial y no meramente formal, incluso en el amañado juicio contra Saúl Méndez, a quien acompañamos personalmente hasta la puerta del tribunal, siendo el PAP la única organización que se hizo presente fuera de FRENADESO. Nosotros seguiremos fieles a esos principios, sostenidos en cuarenta años de militancia socialista y revolucionaria sin tacha.

A quienes honestamente les preocupa que esta polémica lleve al fracaso la posibilidad de cuajar una alternativa electoral frente a los desprestigiados partidos oligárquicos, les decimos que la única forma de superar la actual división del movimiento popular y la izquierda es que todos los sectores sindicales, populares y democráticos interesados se comprometan y asuman la responsabilidad de trabajar  por un gran Frente Popular verdaderamente unitario, si queremos concretar una alternativa político electoral antioligárquica en 2014. Frente Popular en el que la diversidad y el respeto mutuo sea verdadera garantía de amplitud y democracia, características que no tiene el partido (FAD) que ellos han creado. Se necesita un Frente verdaderamente Amplio, como el de Uruguay, o como el que llevó al poder a Evo Morales en Bolivia, a Hugo Chávez en Venezuela y a Rafael Correa en Ecuador. La responsabilidad de crearlo es de todos, del PAP, de ULIP, pero también de los sectores sindicales consecuentes de CONATO, de las organizaciones indígenas, estudiantiles, ecologistas, de la sociedad civil organizada, del Partido del Pueblo, etc. Sólo en ese marco será posible superar las diferencias e integrar un proyecto común junto a FRENADESO-FAD, si ellos así lo quieren.

Quienes crean que la única opción es transar con los métodos antidemocráticos que usa FRENADESO, sumándose dócilmente a ese proyecto político, les recordamos la frase que Dante encontró en la puerta del infierno: “vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza”. 

torrijos

Prof. Raúl González R.

Era un día normal de vacaciones y esa mañana de julio de 1981, asistí al comedor de la Facultad a desayunar. Había culminado exitosamente el año académico, por lo que posiblemente para esta misma fecha del próximo año, estaría de vuelta en casa, Panamá, luego de culminar exitosamente los 6 años de estudios de la carrera de derecho en la Universidad Amistad de Los Pueblos Patricio Lumumba, Moscú, Unión Soviética, a cual ingresé en agosto de 1976.

De regreso a la residencia estudiantil, el 5 bloque, se me acercó Carlos, un amigo de Angola y muy serio me dio el pésame, por lo ocurrido en mi país. No me explicó de qué se trataba, por lo que pensé que era una broma. Más adelante otro amigo del Congo me transmitió su pesar, pero tampoco me dio explicaciones. Finalmente Flavio, el compañero de Angola, muy amigo de los panameños, me explicó que había escuchado en la radio que el general Torrijos había muerto en un accidente aéreo en Panamá, por lo que de inmediato pensé que algo trágico pasaba en mi distante y recordada Patria.

Al llegar a la habitación, inmediatamente sintonicé la radio, la cual efectivamente informaba de la trágica noticia y las extrañas circunstancias que rodearon el accidente, no descartando la participación de la CIA, en dicha inesperada muerte. Pronto llegaron otros compañeros panameños preocupados por los acontecimientos y se desarrolla un intercambio de opiniones al respecto. No había duda alguna que los más interesados en la muerte del general Omar Torrijos, eran los sectores más conservadores de E.U. y sus aliados internos de Panamá. Y es que en esos cinco años de estadía en la Unión Soviética, habíamos palpado la admiración que sentían muchos extranjeros, especialmente los latinos, por la actitud del general Torrijos de encabezar la lucha nacionalista del pueblo panameño por el ejercicio pleno de Panamá en todo su territorio, incluyendo la antigua zona del canal.

Fuimos fieles testigos de las diversas expresiones de solidaridad de los pueblos hermanos con quienes tuvimos oportunidad de compartir, con la lucha del pueblo panameño por su liberación nacional y la expulsión del enclave colonial de nuestro territorio.

Recuerdo aun, pese al tiempo que ha transcurrido, algunas de las imágenes del documental sobre Panamá, La Quinta Frontera, de producción cubana, proyectada en la Casa de la Amistad de Moscú y en la ciudad de Kiev, capital de Ucrania, que reflejaba la historia de la nación panameña, víctima de las políticas expansionistas del coloso del norte y los anhelos de libertad y soberanía, por los que se había derramado sangre valiosa, sobre todo de la juventud panameña.

Ese documental, cuya presentación se hizo posible gracias al apoyo solidario de la Embajada de Cuba en Moscú, encabezada por su embajador, compañero Severo del Cristo Aguirre miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien personalmente expresó su solidaridad con las luchas de los pueblos latinoamericanos por su liberación nacional, especialmente por la causa panameña, fue de gran utilidad para divulgar las aspiraciones de los panameños, de contar con una patria libre y soberana. En lo personal, considero que la fuerzas patrióticas deben rescatar dicho documental, pieza de incalculable valor histórico, para presentarlo a las nuevas generaciones, que desconocen la historia de este país y para refrescarle la memoria a quienes han sufrido amnesia clasista, sobre todo a aquellos que sostienen que "los tiempos han cambiado".

En torno a la muerte misteriosa, se presentaron algunas denuncias de panameños allegados al general Torrijos, entre ellos Hugo y Moisés Torrijos, hermanos de Omar, para quienes no hubo tal accidente, es decir, que hubo mano criminal, por lo tanto exigían una investigación profunda para determinar las verdaderas causas y responsables de la muerte de quien encabezó a ese grupo de panameños que obligaron a Estados Unidos a firmar los tratados que devuelven la soberanía a y el canal de Panamá, a su único y verdadero dueño, el pueblo panameño.

Como sabemos ningún gobierno panameño, posterior a la muerte de Torrijos, se interesó en entrar en contradicciones con Estados Unidos, mucho menos a investigar ningún caso que llegase a crear algún tipo de malestar a los “amos del mundo, Estados Unidos”.

Cuando la dirigencia del PRD, que ya había logrado acabar con parte del proyecto Torrijista, decidió postular a Martin Torrijos, miles de panameños creyeron que se trataba del retorno del torrijismo y la oportunidad de que un gobierno de Panamá, investigase hasta las últimas consecuencias la muerte del general Torrijos y quien mejor para ello, que uno de sus hijos.

Más pronto de lo imaginado el propio Martin Torrijos, electos con los votos de su padre, quien no había hecho mérito alguno para ocupar la presidencia de la república, se encargó, por sus acciones, de demostrar que la cúpula del Partido que fundó su padre, no sólo se había apartado del ideario Torrijista, sino que tampoco estaba interesado en investigar muerte de su padre. Sus planes eran otros, aprovechar su estadía en la presidencia de la república para beneficio personal y de sus amigos, acrecentar sus bienes, aun a costa del pueblo panameño.

El gobierno neoliberal de Martin fue tan dañino al pueblo, como el del Toro Balladares, por eso llama la atención que para mañana domingo, cuando se conmemora un aniversario más del fallecimiento del general Torrijos, designen a Martin Torrjos como el principal orador, como si el pueblo fuese ignorante y olvidase tan pronto el pésimo gobierno realizado por quien era llamado a rescatar la imagen, investigar y perseguir a los responsables de la muerte de su padre y corregir las medidas antipopulares aplicadas por los gobiernos anteriores. Pero tan mal anda el PRD, que ya nada nos debe extrañar.

Que esta experiencia le sirva de ejemplo al pueblo, es una prueba más de que los partidos tradicionales, incluyendo al PRD, no representan ni defienden los intereses del pueblo panameño, por lo que debemos organizarnos para crear nuestro propio proyecto político y en el 2014 contar con candidatos y programas que permitan, a los sectores populares y fuerzas patrióticas y progresistas, llegar al poder para establecer un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, con justicia social y una distribución equitativa de las riquezas. Para que se investigue no sólo la muerte de Omar Torrijos, sino también la de todos los panameños o panameñas cuyas muertes no han sido aclaradas, así como las muertes y desaparecidos de la cobarde invasión de 1989 y exigir al gobierno de Estados Unidos que responda por las muertes y daños materiales causados a Panamá.

stopdeuda

Por Olmedo Beluche

En julio el ministro banquero “panameñista” de Economía, Alberto Vallarino, dio a conocer sus ajustes al ya conocido y repudiado Plan Quinquenal, publicado el año pasado. Los planes de Vallarino, el presidente Martinelli y su combo es en grande: obras faraónicas que elevarían el presupuesto gubernamental hasta los 14,000 millones de dólares en 2012 (en 2009 no llegaba a 11,000 millones).

La base de este fastuoso presupuesto es: un alto endeudamiento público que el próximo año llegaría a 12,525 millones de dólares, en 2014 superaría los 14,000 millones y en 2015 le quedaría al próximo gobierno una deuda de, al menos, 15,307 millones de dólares. Desde que asumió, hace dos años, Martinelli aumento la deuda pública en 2,000 millones.

Esta deuda no contabiliza los 5,000 millones, por lo menos, que cuesta la ampliación del Canal de Panamá y que éste y el gobierno anterior han sacado de la contabilidad pública. Deuda que tampoco contabiliza a algunas empresas estatales que por ser autónomas, Vallarino ha inventado que sus presupuestos no entran en las finanzas estatales, como: el Aeropuerto de Tocumen, y la empresa que administrará los corredores Norte y Sur, una vez que se concrete la estafa de su “nacionalización” por la bicoca superior a los 1,000 millones de dólares, entre otras.

Alto endeudamiento que no se detiene pese al fuerte incremento de los impuestos realizados por varias reformas fiscales de Vallarino (Que han producido ingresos por más de 2,500 millones de dólares este año) y que golpean los ingresos de las familias de capas medias, la pequeña y la mediana empresas. Aumento del endeudamiento público, que todos los panameños deberemos pagar, pese a los crecientes aportes del Canal de Panamá al gobierno central que deben promediar de aquí a 2014 los 950 millones de dólares anuales.

Este presupuesto fastuoso se invierte en obras megalómanas cuyos beneficiarios directos son empresas directamente relacionadas con el Presidente Martinelli, sus ministros y sus socios. Un ejemplo; El diario La Estrella (29/7/11) denuncia que Juan Carlos Fábrega Roux, socio del ministro Vallarino en el banco Prival y en el hotel Bristol Buenaventura, financia una de las islas artificiales concedidas a la empresa ICA (Corredor Sur) y a la vez es directivo de la estatal Empresa nacional de Autopistas, que compra dicho corredor. Es decir, juez y parte beneficiada. Porque el criterio es a decir de un reciente decreto de Martinelli, una sociedad “público-privada”, que bien traducido significa “deuda pública beneficios privados”. O, como diría él: “entran millonarios y salen multimillonarios”.

Estas obras e inversiones públicas no están mejorando el nivel de vida del pueblo panameño, pero los costos recaerán sobre sus bolsillos. Además, el alto ritmo de crecimiento tiene un efecto secundario nefasto para los asalariados, que los economistas llaman “recalentamiento”, es decir, alta inflación de los precios. Inflación que en lo que va del año ha superado el 6 por ciento. Que se expresa en un encarecimiento inusitado del canasta básica alimenticia (sobre los 15 balboas este año) y del costo de la vivienda en todo el territorio nacional, en especial en el área metropolitana de Panamá.

Ante los cuestionamientos de algunos sectores, Vallarino y Martinelli han sostenido que ese alto endeudamiento no es problema porque la relación deuda/PIB está bajando. Es decir, que mientras haya crecimiento económico, no hay problema con endeudarse, según ellos. Y aquí entra la lógica agiotista de Vallarino que proyecta que la economía panameña seguirá creciendo a pasos agigantados hasta 2014 para alcanzar los 40,992 millones de dólares, desde los 26,700 millones en que se encuentra en 2011, es decir, 14,292 millones más o un incremento relativo del 53%!!!

El problema del “optimismo” a costa ajena de Vallarino es que, salvo Dios (si existe), nadie puede predecir el ritmo real de crecimiento de la economía capitalista en los próximos años. Y, más bien, las estimaciones internacionales, de la cual depende la economía panameña, son negativas. En este momento la Unión Europea y el propio gobierno de Estados Unidos están sumidos en la incertidumbre financiera justamente por el alto endeudamiento de sus estados, el cual amenaza con un “default” (o incapacidad de pagar) que puede llevar a la debacle al euro a partir de la crisis económica que se abate en países como Grecia, Irlanda, Portugal, España y la propia Italia. Esto se está traduciendo en un alza de los intereses bancarios que, sin duda, incrementarán todavía la abultada deuda panameña.

Si se produjera el peor escenario, una nueva recaída económica en Europa y EE UU, peor que la de 2008, todos los planes de Alberto Vallarino se caerían como castillo de naipes. Y lo peor es que las consecuencias las pagaría el pueblo panameño con mayores recortes sociales, privatizaciones y cargas impositivas. El que no lo crea que mire lo que está pasando en Europa: los banqueros causantes de la crisis ahora quieren que los estados como Grecia o España paguen la deuda a costa del despido de miles de empleados públicos, la rebaja de los salarios de éstos, el alto desempleo, el aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años de edad, más privatizaciones, etc.

Ese es el futuro que nos espera si no detenemos el alocado endeudamiento público a que nos someten el banquero Vallarino y el comerciante Martinelli en beneficio de ellos y sus empresas. En realidad, bajo el capitalismo los asalariados no tienen futuro, ya que cuando hay crecimiento económico el flujo de la riqueza no gotea para abajo, y cuando hay crisis la pagan los trabajadores.

educacion

Por Olmedo Beluche

Desde el gran movimiento magisterial de 1978-79, todos los gobiernos y sus ministros de Educación, de la dictadura y de la “democracia”, han tenido una política sistemática frente a los gremios docentes: tratar de desacreditarlos y destruirlos. Unos mediante la cooptación de los dirigentes, como los gobiernos de Guillermo Endara y Ernesto Balladares. Otros con amenazas y represión. Todos han fracasado en ese intento. La actitud de la actual ministra, la periodista Lucy Molinar, es más de lo mismo. Cuando los gremios le piden diálogo sobre la reforma curricular y las otras políticas educativas, la respuesta del ministerio es que los dirigentes están “politiqueando”.

La señora ministra no acepta nada que venga de los gremios docentes. Primero porque supuestamente nunca han presentado una propuesta de reforma curricular. Pero cuando le presentan un documento construido con datos emanados del propio ministerio, entonces supuestamente “los datos están mal” o hay una “agenda oculta”. Cuando los gremios a inicios de su administración, quisieron discutir la reforma curricular, se salió con un aumento salarial escalonado y, cuando éstos quisieron discutir el aumento, es que “ellos sólo piensan en plata”. La cosa es como en galeras: “palo por que boga, y palo porque no boga”. Y, como este gobierno es hábil manejando los medios de comunicación y manipulando la conciencia de los incautos, se procura manchar a todo el colectivo con el escándalo de los diplomas falsos y los abusadores sexuales, que involucra a una minoría de manzanas podridas, pero hay que dar la impresión de que la cosa es generalizada.

Señora ministra, en esencia lo que los gremios le piden es: DIÁLOGO. ¿Cuál es el problema? ¿O usted cree que la Educación se puede manejar como el ejército, impartiendo órdenes y obedeciendo? ¿No era usted civilista y demócrata? Claro que un diálogo tiene sus riesgos, porque seguramente los gremios dirán algunas cosas que no serán del agrado de la ministra y el gobierno de comerciantes y banqueros.

¿Qué es lo que no quiere oír el Ministerio de Educación? Primero, que la crisis de la Educación no es culpa de los educadores. La crisis educativa es un elemento más de la crisis social y económica que se abate sobre el mundo y sobre Panamá, gracias a 30 años de políticas neoliberales impuestas por agencias internacionales, como el FMI y el Banco Mundial, entidades de donde proviene en realidad la propuesta oficial de reforma curricular. No es culpa del docente si la mayoría de los alumnos de la escuela pública proceden de hogares en pobreza, muchos de los cuales con las “pailas están volteadas”, con alumnos desnutridos, de barrios pobres y sumidos en la violencia y la criminalidad. No es culpa de los educadores si el sistema educativo pierde un alto porcentajes de estudiantes de la “media” que emigran a trabajar a la construcción o, lo que es peor, a las pandillas.

Segundo, tampoco es cierto que, en general, la educación privada sea superior a la pública. Si los alumnos de algunos colegios privados tienen en promedio mejores niveles académicos es porque sus familias tienen mejores niveles de vida que el promedio de los alumnos que acuden a la escuela pública. Múltiples estudios prueban esa relación: nivel de vida educativo como directamente proporcional a nivel de vida. Así que lo principal que hay que hacer para mejorar el nivel educativo, es mejor el nivel de vida del pueblo. Pero eso molesta a los políticos, pues tendrían menos para embolsillarse del erario público.

Tercero, que los propios educadores son víctimas de la desigualdad social que impone el modelo económico vigente. Los educadores, pese a la alta formación académica que poseen en promedio, forzada por el sistema del “puntismo” que prevalece, también sufren el alto costo de la vida, también sufren la crisis del transporte y el aumento del pasaje, también viven en los barrios marginales con los mismos problemas sociales que tienen las familias de sus alumnos. ¿Qué más sacrificios les van a pedir, si ya, pese a todos esos problemas, se sacrifican atendiendo esmeradamente a más de 30 alumnos por salón? Ni hablemos de los sacrificios de los maestros de las “áreas de difícil acceso” y los que atienden las desastrosas escuelas “multigrado”, o las que siguen sin mobiliario adecuado, con fibra de vidrio, sin celadores, sin trabajadores manuales.

Cuarto, que no es cierto que el desempleo se deba a los obsoletos planes de estudio. El desempleo es un mal congénito al sistema capitalista y lo padecen incluso las potencias con los mejores sistemas educativos, como Estados Unidos y la Unión Europea. El desempleo es una treta de los capitalistas para deprimir los salarios. Así que en Panamá nadie se queda sin trabajar porque haya estudiado “Relaciones de Panamá con los Estados Unidos” o Filosofía. Por eso, tampoco es cierto que el desempleo desaparecerá con una reforma curricular que elimine las “Humanidades” y las reemplace por cursos de inglés y manejo de computadoras. Lo que no quiere decir que no se deban impartir esos cursos, pero no quiere decir que deba hacerse a costa de la Historia.

Por esas cuatro razones, señores padres de familia, no se dejen engañar ni usar como un instrumento contra los docentes. Los educadores no son sus enemigos, por el contrario, ellos al igual que los padres de familia desean una mejor educación para sus hijos, pues no hay mejor recompensa para los sacrificios de un docente que ver a sus alumnos convertidos en profesionales y ciudadanos cabales. Señores padres de familia, junto a los docentes, exijan a la ministra una sola cosa: DIÁLOGO.

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