Por Nicolas Lebrun

Esta vez es en la ciudad de Glasgow que se lleva a cabo la COP 26 para discutir y dar las pautas a seguir para hacer frente a la emergencia global que representa el calentamiento global provocado por el modo de producción capitalista.

Ciertamente la activista de Youth For The Climate, Greta Thumberg, tiene toda la razón al afirmar que esta cumbre no es más que un blablablá. Los gobiernos de los principales países contaminadores, llegan a la cumbre con floridos discursos que esconden la realidad de lo que hacen. Como se dice en nuestros pueblos, lo que hacen con la mano, lo borran con el codo.

La entropía y caos capitalista lleva a millones de millones de seres humanos al despeñadero y por consiguiente a la Naturaleza, de la cual solo es valorada como una fuente de enriquecimiento sujeta a los valores de la oferta y la demanda. Esta esquizofrenia capitalista que trata de separar al ser humano de sus cualidades naturales y escindirlo del medio que lo rodea provoca y seguirá provocando desgastes que a la postre serían irreversibles.

“El hombre no puede proceder en su producción como la naturaleza misma, esto es, alterando la forma de las materias. Aún más: en ese trabajo mismo de formación le ayudan constantemente las fuerzas naturales. El trabajo no es, pues, la fuente única de los valores que produce, de la riqueza material. El trabajo es su padre, como dice William Petty, y la Tierra es su madre.” (Marx, El Capital pág. 82 Alianza Editorial)

La depredación capitalista hace que estas interacciones se produzcan lejos de cualquier planificación y de las necesidades reales de la población. Basta echar un vistazo a las grandes compañías que son las que más polución generan para darse cuenta que su marco de acción es la de generar dividendos para los grandes accionistas que se ven reagrupados en consorcios a nivel planetario.

Antecedentes de un desastre anunciado

Como, por si fuera poco, a pesar de los múltiples e ingentes llamados a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, las principales compañías del sector de los hidrocarburos hicieron de oídos sordos para continuar obteniendo las jugosas ganancias derivadas del consumo de estos combustibles fósiles. Un artículo en la revista Global Environmemtal Change que acaba de ser publicado hace referencia sobre este descubrimiento puesto a la luz por los investigadores que escudriñaron los archivos de este gigante petrolero.

“Ya en 1971, una publicación en la revista Total explicaba que la combustión de combustibles fósiles conduce "a la liberación de enormes cantidades de dióxido de carbono" y a un aumento en la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera. Un "aumento bastante preocupante [...]", señaló el texto de 1971. Sin embargo, el grupo ignoró este tema, señalan los investigadores.  En ese momento, la industria petrolera francesa aún tenía que enfrentarse a la opinión pública hostil, después de la explosión de la refinería de Feyzin (departamento de Ródano) en 1966, con 18 muertos, incluidos 11 bomberos y más de 80 heridos. Al mismo tiempo, también se produjo el desastre del petrolero Torrey Canyon, en 1967, cuya mancha había llegado a la costa francesa. La imagen del sector petrolero a principios de la década de 1970 era lo suficientemente negativa como para no agravar aún más el caso al resaltar los efectos del sector sobre el calentamiento global” (Rtbf info)

Un poco más atrás en la historia de estas cumbres y otros acuerdos globales encontramos el protocolo de Kioto de 1997. Este acuerdo que anunciaba objetivos ambiciosos fue torpedeado entre otros por el retiro de los Estados Unidos, lo que hizo que estos solo llegaran a un tercio de la meta. (Daniel Tanuro, El Imposible Capitalismo Verde)

En el mismo sentido las metas establecidas por el G8 se basaban en las emisiones basadas en 1990, lo que falseaba de entrada las proyecciones.

Estas cumbres dieron también el nacimiento a diversas formas de “Green washing” una manera de darle vuelta a las restricciones  para comprar derechos de emisiones sobre la base de la “neutralidad carbón”. Este perverso mecanismo mercantiliza por un lado y deja en manos de ávidos capitalistas la certificación de esta forma de producción que a la postre no tiene casi ningún impacto sobre la cantidad de gases de efecto invernadero. La venta y compra de estos certificados no son solo mas un reflejo de la putrefacción  del sistema que va a satisfacer su ánimo lucro a cualquier precio. Existen tres mecanismos que interactúan para llegar a estos fines. Por un lado, los MDL mecanismos de desarrollo limpio, la puesta en obra conjunta POC y el intercambio de derechos de emisión.

“Los tres mecanismos implican la creación de un mercado de carbono que permite de interconectarlos y el intercambio de derechos es el pilar del conjunto. ..Los países que son sometidos a una obligación de reducción realizan una lista de los lugares que emiten  emiten mucho CO2: centrales térmicas, cementeras, fábricas de acero…Al principio de cada periodo, cada empresa recibe una cierta cantidad de unidades de CO2 o derechos de emisión. Ese derecho es negociado con los gobiernos. Una vez autorizados, las empresas realizan un reporte anual (sic) verificado por un auditor independiente. Si el límite es sobrepasado se exponen a sanciones. Para evitarlos las empresas compran a las que no gastaron su cuota el saldo” (Ídem Tanuro)

La COP 21 que analizamos en su momento, no significó ningún cambio de paradigma. Los efectos que esta se planteaba alcanzar resultaron muy por debajo de los que se esperaban. Crónica de una muerte anunciada. En realidad, los mecanismos mencionados anteriormente y otras argucias permitieron que los grandes industriales siguieran por la vía de destrucción de los recursos naturales de manera desmesurada.

El fracaso se puede establecer en cifras.

“El primer sistema de intercambio de cuotas establecido por la Unión Europea en 2005 ha fracasado. 85% de los proyectos no han contribuido a disminuir las emisiones, según un estudio del 2017 de la Comisión Europea según la BBC. En 2015, el acuerdo de Paris preveía en su artículo 6 establecer un acuerdo mundial más eficaz.” (Correo Internacional N° 1617)

Los escándalos como los puestos a la luz pública de las falsificaciones de datos y otros medios empleados por los diferentes sectores de la industria en los países industrializados hacen dudar de este mecanismo. Este a la vez profundiza las diferencias entre los países de las metrópolis y el resto de los países.

No existe un capitalismo verde

El capitalismo no ofrece ninguna perspectiva en todos los aspectos de la vida humana. El marketing actual hace descansar la responsabilidad sobre la gente común y corriente, sobre sus hábitos de consumo como si pudiéramos elegir libremente los bienes y servicios que nos imponen los capitalistas. Por un lado, estos realizan todo este circo y por otro anuncian que van a relanzar la economía de la misma forma que lo han hecho antes de la pandemia para cumplir con los objetivos de crecimiento.

El grueso de las emisiones de CO2 provienen del sector de la “energía” 73,2% del total. Dentro de ella se encierran las producidas por la industria 24,2% , el transporte 16,2% .El transporte terrestre de mercancías, los camiones que han invadido las autopistas y carreteras para abaratar el costo. Los conductores contratados a destajo y en condiciones deplorables serpentean las redes de comunicación.

El segundo sector es el de la agricultura que produce el 18,4%. En este campo, las prácticas monopolísticas de los países desarrollados concentran una buena parte de la producción de granos y cereales, además de los productos cárnicos y lácteos.

La expansión de estos métodos de producción capitalista hace que la presión sobre el Medio sea cada vez más fuertes. Solo el 3% de las superficies emergidas del planeta se encuentran en el estado intactas ecológicamente (The Guardian) 

Solo un cambio de sistema asegura la supervivencia de la especia humana

Los apologistas del ecologismo capitalista solo proponen alternativas cortoplacistas e irracionales como la puesta en marcha de centrales nucleares y otras argucias para favorecer los grandes grupos de la energía que buscan a todo costo sacar el último centavo de esta catástrofe planetaria.

La pandemia ha puesto de nuevo de manera cruel el precio que puede pagar la humanidad por el manejo inescrupuloso de la naturaleza. Inundaciones, sequias, aumento de la temperatura global y otras catástrofes mas son ya parte de la realidad.

Pero el capitalismo seguirá haciendo oídos sordos porque su dinámica no es armoniosa con el Ambiente.

La movilización de los jóvenes alrededor del planeta es un punto de partida para llevar al conjunto de los trabajadores organizados a enfrentar la vorágine capitalista.

La consigna “fin de mes, fin del mundo, el mismo combate” es la clave para entender la importancia que releva las luchas por el mejoramiento del nivel de vida y de la lucha por preservar el planeta.

No tenemos otra perspectiva que la movilización combativa que el partido revolucionario debe completar con un programa de transición  climático aunado al programa de transición de las principales reivindicaciones de la clase trabajadora.

Por Armando Sosa

Las pasadas elecciones en Alemania significó el retiro de la escena política nacional e internacional de la Canciller Ángela Merkel.

Los resultados de este escrutinio dan como vencedor al partido socialdemócrata alemán liderado por Olaf Scholz. El escaso margen (25,7% versus 24,1%) con el que ha vencido a su principal oponente, el candidato Armin Laschet de los cristianos demócratas, tuvieron el peor resultado desde 1949, por debajo de la barra del 30%. En el tercer lugar, el partido de los Verdes de Annalena Baerbock llegan en tercer lugar recogiendo 14,8%. Los liberales la siguen con 11,7% de los votos.

Este panorama como bien se ve, no le permite al SPD llegar solo al gobierno para declarar canciller a Sholz. En este caso, una frágil coalición tendría que formarse. Ya en el pasado, la coalición SPD-CSU-CDU le permitió a Merkel asegurar su último mandato en 2018.  Sin embargo, esta nueva negociación que se abre, es todavía más álgida. La fuerza que representaba la figura de Merkel en todos los ámbitos no puede ser asegurada por ninguno de los actuales candidatos a su sucesión.

La burguesía alemana, la más fuerte de Europa, siendo este país la “locomotora” económica del viejo continente, se encuentra sometida a enormes presiones para asegurar su enorme plusvalía.

Durante la era Merkel, la continuación de las reformas anti obreras emprendidas desde el gobierno socialdemócrata de Schröder generaron enormes ganancias para los empresarios y un empobrecimiento de los trabajadores alemanes.

“La adopción de la llamada Agenda 2010, un paquete de medidas para flexibilizar el mercado laboral, reducir gasto público y restringir acceso a ayudas impulsada por el canciller Gerhard Schröder, sentó los pilares de esa recuperación, pero también contribuyó a un aumento de la precariedad laboral, una tendencia que empieza tras la caída del muro de Berlín. Mientras la riqueza se acumula en cada vez menos manos privilegiadas, Alemania también ha visto una polarización de salarios en el mercado laboral donde crecen los empleos mal remunerados. Aquejados por el empobrecimiento del sistema de pensiones, cada vez más jubilados necesitan un empleo parcial para subsistir. Desde el 2010, esa necesidad se ha disparado hasta un 22%. La gran mayoría de ellos también dependen de ayudas del gobierno.

Pero, aunque, como apuntan los índices macroeconómicos, la locomotora europea es cada vez más próspera también es más injusta y polarizada. Según el último informe de la OCDE, el 10% más rico posee el 60% del patrimonio privado mientras que el 40% más pobre no tiene casi nada. Una creciente brecha que convierte a Alemania en uno de los países más desiguales de Europa.” (El Periódico 18/09/2018)

Estos datos explican en parte la forma como el ataque a las conquistas sociales de la clase trabajadora que consiste entre otras cosas el seguro de desempleo, la inversión en el sistema de salud y de educación, representan una salvaje expropiación del salario social para pasar de los bolsillos de los trabajadores a los bolsillos de los accionistas de las grandes empresas.

En 2015, Alemania repartió cerca de 30 923 mil millones de euros a sus accionistas, ocupando el segundo lugar en el ranking europeo, solo por detrás de Francia que en el mismo periodo distribuyó 42 497 mil millones de euros.  Esta medida se hace por medio del Hendreson Global Index, que toma en cuenta las 1200 empresas más importantes por capitalización, es decir que colocan acciones en la bolsa, el sistema especulativo del capitalismo.

Para este año, el mismo índice reporta que “El segundo trimestre es el período más importante para los dividendos europeos, y la región ha visto la los dividendos totales aumentan en 66,4%, es decir, un aumento del 20,1% en términos subyacentes. Francia y Suecia registraron la recuperación más fuerte; Alemania, la Suiza y Noruega se quedaron atrás.

La recuperación de dividendos es mucho más sólida de lo esperado. Janus Henderson ahora planea que los dividendos llegarán a 1390 mil millones de dólares en 2021, hasta en 2,2 puntos porcentuales por informe a la última edición de JHGDI publicado en mayo de 2021; estas noticias los pronósticos son solo más bajos en un 3% hasta el pico registrado antes de la pandemia.  El monto total de dividendos debe ahora aumenta un 10,7% en 2021, que corresponde a un crecimiento subyacente del 8,5%”

La sed de ganancia no se detiene ante nada. Las medidas adoptadas por los diferentes gobiernos de diferente composición, social demócratas, liberales, ecologistas y otras denominaciones, se pliegan a los designios del gran capital. La reforma del código de trabajo en Francia, Alemania, Bélgica y muchos otros países de la UE van en el mismo sentido: maximizar las ganancias y aumentar las cadencias de explotación de los trabajadores. A la par de esto, los trabajadores jóvenes se encuentran en situación de precariedad laboral para así aumentar el ejército de reserva que representan los desempleados.

La crisis política en Alemania es el reflejo de esta desaceleración de la economía que no logra retomar el ritmo de antes de la crisis provocada por la pandemia.

“El instituto de investigación económica responsable de IFO ha reducido su estimación del crecimiento del PIB alemán en 0,8 puntos hasta el 2,5% en 2021 y ha elevado su estimación para 2022 en 0,8 puntos hasta el 5,1% ". La economía alemana está actualmente dividida. Como industrias de servicios intensivas en contacto recuperarse con fuerza de la crisis del coronavirus, el valor agregado en la fabricación está disminuyendo debido a los cuellos de botella en el suministro de productos intermediarios clave de la industria”, comentó IFO.  Explica que la alta tasa de crecimiento en 2022 se debe en gran parte al bajo nivel de producción de bienes y servicios en 2021. Se espera que Alemania vuelva a una tasa de crecimiento normal en 2023: + 1,5%.” (capital.fr 09/2021)

Como quedó demostrado durante la crisis, lejos de todo el discurso de las élites, los que producen la riqueza son los trabajadores. Durante el confinamiento, los accionistas no pudieron hacer crecer sus inversiones. Los dividendos en muchas industrias, fueron anulados para el año pasado. Esto no es difícil de comprender y por eso la presión  que ejercen y ejercieron los sectores empresariales para aligerar las medidas de salud para permitirles recuperar las inversiones, todo esto a costa de la salud de los miles de trabajadores que perdieron la vida por la contaminación en los sitios de trabajo o bien en los trayectos hacia los mismos.

En Alemania, esta gestión de la crisis que fue durante mucho tiempo puesta como ejemplo en Europa, no fue del total agrado de sectores de la burguesía que o dudaron en movilizar a los sectores más retardatarios de la extrema derecha para cuestionar inclusive la existencia de la pandemia.

Evidentemente muchos de estos dividendos no pasan por la caja del fisco. Como lo han demostrado los Panamá Papers y los Pandora Papers, los millonarios utilizan los sistemas de “optimización fiscal” para esconder sus fortunas en los paraísos fiscales para no pagar ni un céntimo de impuestos. Toda esta sangría que se calcula en miles de millones de euros amplificando todavía más la polarización social y la destrucción del sistema de seguridad social.

Triunfo del SPD: ¿esperanza de cambio para los trabajadores?

Como lo hemos expuesto anteriormente, los partidos socialdemócratas del viejo continente se han transformado en una correa de transmisión del gran capital. Las alas derechas de los mismos han tomado el control y su discurso proclive a las reformas neoliberales ha pasado a la acción en los  países del área. Este es el caso del SPD, del PS francés, sumido en su máxima crisis desde su creación, el PSOE en España, que ha aumentado la edad de la pensión a los 67 años y restringido el acceso a la pre pensión para millares de personas con empleos precarios, sobre todo mujeres; etc. La lista, así como quedó también al descubierto el ex primer ministro laborista Tony Blair y sus maniobras para esconder al fisco una importante suma de dinero por la transacción de la compra de su mansión. En Noruega, el partido Laborista votó favorablemente una ley reaccionaria de inmigración impulsada por el partido del Progreso de la ultra derecha. 

Estos partidos que viven de la renta de la época en los que el movimiento de masas obtuvo muchas de sus conquistas, se deshace en demagógicas promesas electorales que luego abandonan una vez instalados en el gobierno con el pretexto de las concesiones que se hacen a los otros miembros de la coalición gubernamental o bien simplemente porque su programa político va en ese sentido.

Por otro lado, las burocracias sindicales que controlan estas importantes organizaciones son controladas por los partidos en el gobierno o por personajes afines a los mismos y están muy lejos de organizar una resistencia consecuente contra los planes de austeridad y pobreza generalizada.

Urge entonces que la unidad de las bases de los trabajadores y sectores populares se amplíe fuera de las fronteras nacionales y se traduzca en un plan de acción unitario para detener este asalto al nivel de vida de las masas trabajadoras.

Esta es la única salida que tenemos los asalariados para enfrentar al gran capital y sus socios en los partidos del gobierno.

El ejemplo de los obreros que se movilizan contra los cierres de las empresas y los otros sectores que dan la pelea por lograr el mejoramiento de las condiciones de trabajo son muy valiosos y demuestran que la lucha tiene su mérito y sus resultados.


Por Armando Sosa

A principios del mes de mayo, se realizaron las elecciones autonómicas en Madrid. España.  Estas votaciones tomaban un giro bastante particular, debido a varios aspectos, entre los cuales se destacaban la participación como candidato a la presidencia del vicepresidente del gobierno del estado Español, Pablo Iglesias. Iglesias que era también el presidente del partido Podemos, que gobierna en coalición con el PSOE desde hace dos años, se jugaba una carta importante. Esta decisión lo llevó a la postre a renunciar a todas las actividades políticas y abandonar todos sus cargos en el seno de su partido. Esto por supuesto, lo analizaremos luego.

Los resultados

Uno de los puntos más importantes de este resultado, es la debacle del partido reformista de Iglesias. Fundado en 2014, luego de las poderosas movilizaciones que se levantaron en contra de los brutales planes de austeridad impulsadas por el gobierno del PP con Mariano Rajoy a la cabeza. Los diktats de la UE hicieron que el desempleo se disparara, los salarios fueron reducidos en algunos casos a casi la mitad, los desalojos de propietarios de apartamentos y otros bienes se multiplicaron. Dentro de este contexto, los círculos de ciudadanos, trataron de canalizar las aspiraciones de las masas por la vía electoral.

“En la izquierda, Más Madrid mejoró sus resultados de 2019 e incluso adelantó al PSOE, con quien empató en escaños, 24 cada fuerza, pero con más votos que los socialistas. Su cabeza de lista, Ángel Gabilondo, anunció dos días después del proceso electoral que no recogerá su acta. Unidas Podemos también amplió sus asientos en el parlamento regional pero quedó relegado a la última fuerza de la Cámara. Su líder y candidato, Pablo Iglesias, dejó la política tras la debacle del bloque de izquierdas. Vox, por su parte, obtuvo 13 escaños, solo uno más que en 2019.” (El país 8/05/2021)

Este resultado pone a las puertas un acuerdo entre el PP de Díaz Ayuso y Vox, sin embargo, esto no significa que por lo tanto la crisis política pueda extenderse en el periodo de las negociaciones para confirmar una coalición de gobierno autonómico.

Por otro lado, este voto que puede considerarse como un voto de castigo y un referendo luego de la caótica gestión de la crisis por parte del gobierno de coalición PSOE-Podemos.

La pandemia ha puesto de manifiesto en los distintos países la verdadera cara de la política neo liberal, sus consecuencias sobre las condiciones de trabajo y de salud de la población. Los enormes beneficios que han obtenido sectores de burguesía son todo lo opuesto a la gran degradación de las condiciones de vida de la clase trabajadora. Salarios reducidos o desempleo abierto mientras los grandes empresarios distribuyen beneficios a los accionistas parasitarios del sistema productivo.

Este proyecto reformista fue seguido por varias corrientes de la izquierda revolucionaria que se dejó impresionar por los resultados obtenidos por la agrupación. Desde nuestra corriente, no hemos dejado de advertir de los peligros que representa la formula reformista se desprende de la dirección del partido.

Los hechos más candentes de la lucha de clases han permitido trazar las líneas de demarcación con mayor claridad que los discursos retóricos. Uno de ellos ha sido la crisis catalana y el movimiento independentista. En ese momento, el discurso de Iglesias y de la cúpula de Podemos fue en el sentido de respetar el pacto del 78. Ese pacto, le permitió al franquismo y a la burguesía plasmar el plan de transición hacia un régimen democrático burgués sin que la estructura y la infraestructura sufrieran grandes cambios. Esto llevó por ejemplo a acordar un grado mayor de autonomía a los gobiernos autonómicos, pero sin que por ende pudieran sobrepasar la línea roja de la independencia y la configuración del estado español.

En este sentido, los golpes que empezaba a llevarse la política de conciliación de clases de la dirección de Podemos empezó a hacer aguas. En los hechos, al no cuestionar y denunciar el fondo de las medidas represivas desencadenadas por el aparato judicial y militar del gobierno del PP de Mariano Rajoy con el aval del PSOE encabezado por el actual presidente Pedro Sánchez, Podemos quedó en el bando de la reacción. La aplicación del artículo 155 y del encarcelamiento de los Jordis, presos políticos del estado, solo produjeron algunos lacónicos tweets como reacción al atropello a la decisión de las masas de realizar el referendo del 1 de octubre.

Sin embargo, todavía desde el punto de vista político, la agrupación no había tocado fondo en el proyecto reformista.

Luego de una crisis política casi sin parangón desde la caída del franquismo, el PSOE gobernaba en funciones desde diez meses, cuando el gobierno de Rajoy cayó producto de una moción de censura basada sobre los numerosos y escandalosos escándalos de corrupción en el gobierno y el PP.

Las negociaciones que se dieron para la conformación del gobierno, giraron básicamente a los puestos y algunos puntos del programa de gobierno, en el cual Podemos aspiraba la vice presidencia, que fue obtenida, y una serie de puntos a resolverse en el transcurso del gobierno, como la reforma del código de trabajo que todavía no ha logrado plasmarse.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunciaba con bombos y platillos la entrada en vigencia de las reformas para este año, sin que por lo tanto se modifiquen los nefastos cambios introducidos por el gobierno de Zapatero. En lugar de esto, la ministra anuncia con un discurso ambiguo que deja sin lugar a dudas de la debacle programática del partido.

“ No nos centraremos en la reforma del 2012. Podemos ir al 2012 y no vamos arreglar la situación. Es una reforma que va a suponer una revolución en el empleo. Este país necesita tejer un nuevo contrato social” (La Vanguardia 02/05/2021)

Es claro que lo que menos queda claro es en qué consiste la esencia de este nuevo contrato social y quién va a ser el ganador con todo este andamiaje.

Luego en la misma entrevista todo parece precisarse. El marco de esta reforma va en el sentido de una especie de New Deal a la gringa.

“sigo con muchísima atención las políticas de Biden, y también del secretario de Trabajo estadounidense; me veré con él. Lo más maravilloso de Biden es que ha desplegado sin complejos un programa de estímulos y un programa de actuación social que va a cambiar el paradigma. Y digo sin complejos. Esto es clave. Yo creo, y aquí hablo como Unidas Podemos, si me permiten, el gran reto de civilización en la gran crisis mundial es que tengamos ciertas valentías. Por ejemplo, yo estos días observo el debate interesantísimo en Estados Unidos, con Biden a la cabeza, en materia de ingresos públicos, sin rubor, diciendo lo que he dicho antes: “Mire usted, para tener lo que necesitamos, que es empleo, que es sanidad, que son un montón de cosas, tenemos que tener ingresos públicos, impuestos”, y lo hacen con naturalidad y a la ofensiva, y yo escucho a candidatos en Madrid que nos dicen que ahora no toca. Hay vientos de cambio en la UE y habrá debates interesantísimos sobre qué hacemos con los programas de estabilidad, un montón de cosas.” (ídem)

Esto por supuesto puede tener un efecto en el mejoramiento momentáneo de las condiciones de trabajo de ciertos sectores de la clase trabajadora, siempre y cuando, la CE, la BCE le den el visto bueno al plan, cosa que no está asegurada a pesar de las cuantiosas sumas de dinero que representan el plan de reactivación, unos 140 000 millones de euros. 

Todos los países de la UE deben presentar un plan de asignación de los fondos ante la Comisión, la cual al final dará el visto bueno para la ejecución y desembolso de los fondos.

Una vez más queda claro que las riendas están en manos de la oprobiosa troika que ha dejado en la calle y en el desamparo a casi toda una generación de habitantes del estado español.

El ascenso de Vox

Inexistente hasta hace unos cuantos años, la agrupación fascista liderada por Santiago Abascal ha obtenido una votación récord en las últimas elecciones nacionales y las elecciones autonómicas en Madrid.

Este ascenso de la ultraderecha refleja no solo la polarización social producto de la crisis económica y política en la cual se encuentra sumida España en particular y la UE en su conjunto. Los resultados electorales de los partidos de corte fascista en el seno de la UE no han dejado de aumentar en el último periodo. La política de los partidos de gobierno en varios de los estados que componen la unión, ha hecho enormes concesiones a las alas derechas de la burguesía y de sus propias agrupaciones.

El desmantelamiento de las conquistas sociales por parte de los partidos social demócratas a lo largo de las últimas décadas, ha hecho posible que el desencanto de sectores de la población hacia las agrupaciones que se reivindicaban de izquierda se haya incrementado. Por otra parte, el ascenso de las agrupaciones de corte reformista como Podemos, La Francia Insumisa o el caso más grave de Syriza en Grecia que terminó aplicando a rajatabla el plan de austeridad de la troika, no han terminado de agrupar a los sectores que han salido a luchar bajo un programa revolucionario. El objetivo de todas estas direcciones de estas organizaciones ha sido de canalizar dentro de la institucionalidad burguesa las aspiraciones del movimiento de masas. Todo esto más bien recuerda la vieja socialdemocracia de a principios del siglo pasado.

Como si fuera un reprise de lo que se vio en el siglo pasado, pero con la gran diferencia que en ese entonces el estado obrero de la URSS daba un punto de impulsión a las generaciones de luchadores que aspiraban a la destrucción del capitalismo y la instauración de estados obreros en todos los países de Europa Occidental. Evidentemente este proyecto fue acabado con el control de la burocracia estalinista de todos los partidos comunistas y la ejecución no solo por parte de los servicios de la policía política de la burocracia, sino que también bajo las balas de las hordas fascistas.

La única manera de hacer frente al ascenso de Vox es la construcción de un partido revolucionario, que en unidad de acción con los diferentes sectores que defienden las libertades democráticas puedan movilizar a las masas bajo este eje y por la defensa de las conquistas sociales que las pasadas generaciones legaron.

De otra manera, los discursos encendidos en los hemiciclos del parlamento serán solo palabras que se las llevará el viento y a la postre dejaran el campo para que este tipo de personajes se instalen poco a poco en las instituciones democráticas burguesas para luego dar el zarpazo final e instaurar la dictadura fascista. 


Por Armando Sosa

Después de unas elecciones amañadas que dieron un nuevo mandato al dictador Alexander Lukashenko, las movilizaciones no han dejado de producirse en este país, a lo largo y ancho del territorio.

"Las protestas no tienen precedentes en su escala, ya que la gente en decenas de ciudades, pueblos e incluso aldeas se ha levantado y pide que Tikhanovskaya, quien tuvo que huir al exilio, sea reconocida como la ganadora de las elecciones presidenciales del domingo (9 de agosto NDLR)". www.bbc.com 9/08/2020

De hecho, estas elecciones, la sexta desde la caída de la URRS y de la independencia en 1991, no han sido sorpresivas desde el punto de vista de los resultados. El denominado “último dictador de Europa” se mueve a manera de equilibrista en el plano internacional, donde hace malabares entre el campo del presidente ruso Vladimir Putin, las potencias de la UE y los E.E.U.U.

A lo interno, una férrea dictadura ha impedido hasta entonces la más mínima disensión. Las purgas, desapariciones, torturas de miembros de la oposición han sido la moneda corriente de este régimen.

La caída de la URSS y ascenso de Lukashenko

El joven Alexander Lukashenko logra tomar el poder en 1994, luego de unas elecciones en las cuales la crisis marcada por la salvaje terapia de shock implementada por los restos de la burocracia estalinista para restaurar el capitalismo en los antiguos estados obreros.

El sector neo burgués liderado por Lukashenko, hizo que de nuevo se nacionalizaran sectores importantes de la economía como la banca y la industria, además de reintroducir el salario mínimo y otras series de medidas. Esto no suponía una vuelta atrás en el sentido que la propiedad volvía a ser parte de la colectividad, si no como en otros países capitalistas en los cuales las empresas estatales permiten a sectores de la burguesía enriquecerse a su costa, fraguando en la mayoría de los casos, negocios que les permiten enriquecerse rápidamente y de esta manera acumular capital.

“El modelo económico único ha podido perdurar gracias a varios factores. Para empezar, la ausencia de privatizaciones masivas y el mantenimiento de métodos organizativos heredados de la época soviética que fueron menos ineficientes de lo esperado han preservado a Bielorrusia de la trampa de los oligarcas que aparecieron en otros países de la CEI. A pesar de un proceso de reforma gradual, el estado sigue controlando la economía, ya sea en términos de empleo o propiedad (49,9% de la economía y 65,7% del sistema bancario en 2014 contra 58, 6% y 78% respectivamente en 2009). Contra todas las expectativas, este control no sofocó toda la competitividad (producción de tractores o camiones) e incluso permitió que floreciera un cierto espíritu empresarial (en el sector de las tecnologías de la información en particular). El modelo económico bielorruso, finalmente, también y sobre todo ha podido mantenerse gracias al alquiler ruso pagado a cambio del apoyo leal de Minsk. Bielorrusia se beneficia de los ingresos relacionados con el tránsito de productos energéticos rusos. También ha negociado acuerdos bilaterales que le permiten importar gas y petróleo de Rusia a precios significativamente más bajos que el mercado y se encarga de su transformación o refinación antes de exportarlos a precios internacionales, liberando así un margen importante. »www.vie-publique.fr 30/06/2019

Este modelo tiene sus límites. Desde el punto de vista económico, las crisis del 2008 como la provocada por la pandemia de la Covid19 han hecho mella en el país. Sumado a esto, el conflicto en Ucrania tampoco ha favorecido la estabilidad del régimen.

“Sin embargo, este modelo bielorruso parece estar llegando a sus límites. El deterioro de las relaciones entre Rusia y Bielorrusia desde la anexión de Crimea, que Minsk se niega a reconocer, ha provocado un descenso significativo del comercio entre los dos países (-62,7% entre 2015 y 2016). , luego un cuestionamiento, por parte de Moscú, de la renta energética. Sin embargo, esto representa casi un tercio de los ingresos presupuestarios del estado bielorruso, lo que resulta en un aumento sin precedentes de la deuda, lo que debilita todo el sistema. Así, la deuda externa de Bielorrusia ha caído del 8% del PIB en 2007 al 38% en 2018. Este deterioro de las cuentas públicas ya ha tenido consecuencias sociales: una serie de subvenciones en beneficio de la mayoría los pobres se han reducido (en cuanto al acceso a la vivienda o la educación superior); se ha aumentado la edad de jubilación; Los despidos fueron pronunciados (especialmente en el sector primario, sobre endeudado), debilitando de facto las bases del contrato social bielorruso. idem

La situación geo política hace que el país ocupe un lugar estratégico en concierto de naciones que se encuentran en el límite de la Europa central y el este del continente.

Esto ha provocado que las potencias imperialistas, tanto de la UE como los Estados Unidos hayan adaptado su política exterior en función de esta situación. Lukashenko ha sido un socio indiscutible de Damas, como lo  fue de Bagdad durante la época de Hussein. Como un equilibrista, el régimen dictatorial busca mantenerse a flote utilizando esta situación como moneda de cambio.

De la condena a las negociaciones “adaptadas”

Bielorrusia no forma parte del Consejo de Europa debido a que en el país la pena de muerte sigue vigente. Las condenas del Consejo y de la UE no han impedido que las negociaciones y tratados con el país sigan su curso.

“En el lado europeo, finalmente, el enfoque ultra-normativo promovido por la Estrategia de Seguridad Europea de 2003 parece haber fracasado. Al fijarse el objetivo de promover la resiliencia incluso más que el de la democracia, la Estrategia global de la UE sobre política exterior y de seguridad (2016) es novedosa. Allana el camino para una cooperación nueva y más eficaz de la que Bielorrusia  podría beneficiarse, especialmente a nivel técnico. www.vie-publique.fr 30/06/2019

Por otro lado, la diplomacia francesa por ejemplo, una de las más fuertes del viejo continente, llama a repensar la nomenclatura  de los países del eje oriental, es decir Bielorrusia, Ucrania, Moldavia y Azerbaiyán.

“Estos "estados intermedios" son ni más ni menos los países socios de la política de Asociación Oriental de la UE. El documento propone que ambas partes definan un "nuevo status quo que todas las partes acuerden" . Los tres países "más avanzados" podrían forjar vínculos económicos con la UEE (y viceversa). La UE, Estados Unidos y Rusia se comprometerían, a través de "garantías de seguridad multilaterales", a renunciar a la fuerza contra estos Estados ya cualquier injerencia en sus asuntos internos. En este marco, Rusia se comprometería a "aceptar (y no socavar) las instituciones euro-atlánticas". Con Occidente, podría delinear "incentivos para 'estados intermedios'" adoptando un marco de integración no alineado www.vie-publique.fr 30/06/2019

 Este principio de “realpolitik” traduce el cinismo de las potencias agrupadas en la UE. Por un lado, denuncian, pero por el otro le abren la puerta, aun con ciertas condiciones al régimen dictatorial.

Esto queda más claro con estas declaraciones

“El principal diplomático de la UE, Josep Borell, advirtió que no se debe permitir que Bielorrusia se convierta en una "segunda Ucrania" y dijo que era necesario tratar con Lukashenko, de 65 años, el líder europeo con más años en el poder.”  www.france24.com 23/08/2020

Si bien este escenario en el cual Bielorrusia pueda convertirse en una nueva Ucrania es posible, aunque en menor grado, el principal temor es que la contestación social y política se salga de las manos y se expanda hacia los países limítrofes, incluyendo Rusia.

El gobierno de Putin ha dado un compás de espera para que su aliado logre desarmar la revuelta antes de enviar sus fuerzas represivas para aplacarla.

La movilización no cede

Luego de casi un mes de intensas movilizaciones y de una salvaje represión, las protestas no ceden ni en su cantidad ni en su intensidad. Los métodos de movilización involucran a sectores obreros, estudiantiles y populares. Los dos primeros han decretado la huelga para enfrentar el fraude electoral y pedir la salida del dictador y su régimen. Los estudiantes que empezaban los cursos el primero de septiembre han sido particularmente reprimidos. Los activistas han sido arrestados dentro de los recintos educativos.

Una de las fábricas más importantes del país, MTZ y MZKT que fabrica camiones y tractores se ha declarado también en huelga. Esto ha valido que los dirigentes hayan sufrido también la represión de la dictadura.

“Serguéi Dilevsky y Olga Kovalkova, arrestados a la entrada de la icónica fábrica de tractores de MTZ, en Minsk, según sus colegas, por haber organizado una huelga ilegal, según las autoridades. Dilevsky es también presidente del Comité de huelga de la fábrica.

Su par de otra importante fábrica, la de producción de vehículos pesados MZKT, Alexander Lavrinovich, fue arrestado este domingo por la policía en momentos en que recogía firmas a favor de una nueva interrupción laboral, informaron a la AFP trabajadores de la planta. El copresidente del Comité de huelga de Belaruskali, empresa productora de potasa, Bokun Anatoli, también fue detenido en esta jornada en Soligorsk, ciudad industrial a unos 135 km al sur de Minsk.” www.dw.com 6/09/2020

Cabe señalar que estos dos sectores, la de maquinaria pesada y agroquímicos son los estandartes de las empresas estatales.

Las dirigentes que encabezaron la papeleta electoral de la oposición han sido forzadas al exilio o bien han sido secuestradas como lo ha sido recientemente María Kolésnikova junto con otros miembros de la coordinadora de la oposición  . Cabe señalar que la política de género de Lukashenko se caracteriza por la más amplia misoginia y homofobia. 

Desde el PSOCA estamos del lado de las masas y el movimiento obrero para lograr que las libertades democráticas sean una realidad en este país agobiado por casi tres décadas de férrea dictadura, sin contar el pasado bajo el régimen estalinista.

Sin embargo, también advertimos sobre las trampas que pueden abrirse para llevar este valeroso movimiento hacia una salida que no responda a las aspiraciones de las masas. Estas no solo son de índole político, sino que también responden al deterioro del nivel de vida, ya de por si precario. Como toda burguesía, Lukashenko ha descargado el peso de la crisis sobre la espalda de los trabajadores. 


Por Armando Sosa

Europa se convirtió en el epicentro de la gran pandemia que ha asolado el planeta en los últimos meses.

Los países miembros de la UE, no lograron en un principio ponerse de acuerdo con las medidas a tomar para evitar la propagación del virus, perdiendo un valioso tiempo que a la postre ha costado miles de vidas a lo largo y ancho del continente. Sin decirlo claramente, los gobiernos, salvo algunas excepciones, apostaron por la inmunidad de rebano.

Un repliegue nacionalista tomó el relevo, lejos de los discursos encendidos por la unidad de la zona para enfrentar la pandemia. Este se refleja en un simple hecho. No existen como tal estadística que engloben la UE. Solo existe la adición de los diferentes datos aportados por los estados. Como dice el dicho, lo que no se cuenta no cuenta.

El discurso de algunos responsables de la salud como que esto no era más que “una pequeña gripe” o bien que alentaban como el presidente Macron a ir al teatro y otros eventos masivos, mostraban con elocuencia el cinismo de estos dirigentes que buscaban a todo costo que la producción se mantuviera a toda máquina, con manifiesto desprecio por la vida de los trabajadores. Esto no es de extrañar. Los multimillonarios recortes en los presupuestos de salud, educación, investigación y todos los sectores considerados por el gran capital como superfluos, apuntaban ya a que, en cualquier momento, el sistema podría verse sometido a una implosión.

Al mismo tiempo, mientras los trabajadores de la salud sufrían las consecuencias de los recortes y manifestaban contra estas, los gobiernos de turno en toda la UE otorgaban enormes regalos fiscales a las grandes compañías y a las grandes fortunas mediante la supresión del impuesto sobre la fortuna y otros mecanismos con el pretexto de “lanzar la producción y el crecimiento económico”. Resultado, los trabajadores fueron reprimidos, gaseados y vilipendiados por los partidos en el poder y sus aliados mientras que los grandes capitalistas transferían en toda impunidad los grandes beneficios a los paraísos fiscales.

Confinamiento y desescalada: las cámaras patronales los verdaderos amos de la situación

Conforme la pandemia se expandía en todo el continente y que la mortandad crecía vertiginosamente, las cámaras patronales trataban de mantener a velocidad de crucero las empresas y comercios.  En ciertos sectores, como el automotriz, los obreros se pusieron en huelga para exigir el paro de las actividades en vista de que las condiciones de seguridad sanitaria no estaban garantizadas.

Sin embargo en otros sectores como el turismo, las actividades que pudieron anularse como las vacaciones de carnaval que mueve millones de personas sobre todo a las estaciones de esquí, no lo fueron. Miles fueron a estos centros vacacionales, tomaron aviones y se encargaron de esparcir a diestra y siniestra el virus. Esto no es la responsabilidad de todos estos vacacionistas, ni siquiera el único factor de propagación, pero es una muestra que el sector empresarial del turismo mantuvo a pesar de todo las actividades despreciando las normas más elementales de seguridad en estos casos. Por otro lado, miles de turistas fueron abandonados a su suerte por estos mismos empresarios. Barcos de crucero se transformaron en parias y cementerios flotantes debido entre otros aspectos, a la legislación tan flexible de la que se aprovechan para hacer funcionar estos barcos. Al final no saben a dónde pertenece el barco, la tripulación ni bajo que legislación laboral son sujetos los trabajadores.  Un verdadero acto de piratería moderna consentida por los gobiernos de la UE.

Pero el punto fundamental fue que el peso del confinamiento y de la crisis ha recaído en las espaldas de los trabajadores y del pueblo. Millones de trabajadores fueron lanzados al paro parcial perdiendo como mínimo el 30% de sus ingresos. Toda esta masa de desempleados ha sido cargada sobre la seguridad social existente, sin que los empresarios y sus accionistas hayan aportado prácticamente ni un céntimo. Para colmo de males, son estos mismos capitalistas y los fondos de inversión los que va a ser nuevamente favorecidos con las ayudas de salvamento prometidas por la UE y sus consortes. En ningún momento, se les ha exigido, que para obtener estos recursos deben garantizar el empleo de todos los trabajadores que estaban empleados antes de la crisis.

Sectores como la de la gran distribución aprovechando la crisis han aumentado sus márgenes de ganancia en cerca del 6%. Para los hogares, los costos de alimentación han aumentado en casi el mismo porcentaje. Los que no han podido conservar los ingresos han tenido de recurrir a los bancos alimentarios administrados por organizaciones caritativas. Estos han visto la explosión de la demanda aumentar casi en un 30%. Las filas de hambrientos se suceden en las principales ciudades y capitales del continente. Sin embargo, estos bancos alimentarios no pueden hacer frente al aumento de la demanda. Los stocks prácticamente se funden, revelando otro aspecto: la masa de trabajadores indocumentados que no pueden acceder a las ayudas sociales. Este contingente del que se aprovechan los empresarios de la construcción y de la restauración entre tantos, para sobre explotarlos y someterlos a brutales condiciones de trabajo son los que más resienten la parada de las actividades.

Los diferentes ministerios en los distintos países de la región no han hecho que ser mamparas de los dictados de las cámaras patronales. Al poner la pandemia en evidencia las graves desigualdades de esta sociedad, las medidas no han sido que paliativos para moribundos. Como contrapartida a esta flagrante situación de desigualdad social, las fuerzas policiales se han convertido en el garante del orden burgués. En los barrios y comunas obreras, las bravuras policiales han estado a la orden del día. Golpizas, multas e inclusive asesinatos, todo esto amparado por los poderes especiales votados por los distintos parlamentos. 

El manejo de la crisis sanitaria ha sido catastrófico. Las contradicciones, actos fallidos y otras falencias no dejan de mostrar la ineficacia de estos administradores del estado burgués. No han sido capaces siquiera de garantizar el equipo mínimo de protección para el personal de salud entre otras tantas muestras de mediocridad y cinismo. El testeo masivo fue descartado para focalizarse en otras estrategias como la que no se atreven a admitir públicamente como la de la inmunidad de rebaño. La industria farmacéutica en Europa representa una de las fuentes más grandes de ingresos. No por ende significa que los gobiernos se hayan volcado a exigir a estos gigantes industriales que proporcionen los insumos básicos para el testeo masivo. Han sido incapaces inclusive, por omisión o por clara intencionalidad de dotar a los hogares de adultos mayores estas pruebas y otros equipos que pudieron haber evitado la muerte masiva de la población de estos hogares. En varios de estos países casi la mitad de los fallecimientos se dieron en estas estructuras.

Por otro lado, las cifras gubernamentales no dejan de provocar dudas. El recuento de los casos de contaminación, así como el de las victimas están lejos de reflejar la realidad. Esto básicamente porque los criterios que han seguido son los mismos de antes. Austeridad y opacidad. En países como Bélgica, la comunidad científica ha expresado sus diferencias y critica abiertamente a los organismos oficiales del gobierno por la falta de claridad de las medidas adoptadas, así como del clivaje que se ha producido entre estas y los criterios científicos. En otras palabras, ponen en evidencia el manejo mercantil de la crisis. En España también ya hay voces que se alzan en el mismo sentido, al cuestionar el pobre manejo de las cifras, no con el ánimo de asustar, si no más bien para poder adoptar una estrategia clara y límpida, con rigor científico para abordar la desescalada. Queda en evidencia una vez más la falta de criterios elementales en el manejo de la crisis.

La desescalada ha comenzado en la mayoría de países sin que, de nuevo, una concertación entre los diferentes organismos de salud y otros expertos científicos se hayan pronunciado. La voz cantante ha sido de nuevo la de las cámaras patronales que quieren que la maquina productiva se encienda a toda velocidad, cueste lo que cueste.

Pasando por encima de los criterios de la comunidad científica y orquestando toda una campaña mediática para convencer a la población de adoptar este plan, la desescalada puede convertirse en una nueva trampa mortal para los trabajadores. Es como si les dieran a escoger entre la peste y el cólera. Desempleo o ser sacrificados en el altar del PIB.

La crisis que se viene va ser de enormes proporciones. La caída del PIB según la BCE se aproxima al 8% en un escenario optimista y del 12% en el más pesimista todo dependiendo de cuándo acabara el confinamiento, sea en mayo o en junio. De ahí la premura con que los gobiernos avanzan en las medidas de desescalada.

La salida económica también corresponde a estos criterios nacionalistas. La Comisión Europea propone a través de su presidenta Ursula von der Leyen, un paquete de 750 mil millones de euros de los cuales 500 mil millones no serían recuperables y 250 mil millones corresponderían a préstamos. Esto por cuanto el denominado club del norte, principales acreedores de las deudas de los países del sur de Europa, no han querido que la CE otorgue ayude financieras sin garantías que sean devueltas. En otras palabras, los buitres quieren maximizar las ganancias a costas de la salud y las vidas de los ciudadanos de la Unión. Estos mismos se han opuesto a la mutualización de las deudas por los mismos motivos.

Que los efectos de la pandemia y la crisis los paguen los millonarios y las grandes empresas

Luego de la crisis del 2008, los trabajadores europeos vieron como el dinero público le fue entregado en bandeja a los grandes empresarios y a los bancos con la falsa promesa de que eso salvaría el empleo y relanzaría la producción. Doce años más tarde el panorama es todo lo contrario. Las más elementales conquistas que obtuvo la clase trabajadora a lo largo del siglo pasado ha sido atacada, disminuida o desaparecida. Los trabajadores hemos perdido una buena parte de nuestro poder adquisitivo, acompañada de la privatización de servicios elementales.

La movilización de los trabajadores del continente contra la nueva contra ofensiva patronal debe estar al orden del día en la agenda de las direcciones sindicales. De manera atomizada, algunos hospitales y otros sectores anuncian medidas contra los recortes presupuestarios o bien por las condiciones insalubres de desescalada en sus centros de trabajo. La unidad nacional no es la bandera de la clase obrera. Nuestra bandera es la de la solidaridad de clase que se ha manifestado de múltiples formas a lo largo de esta crisis. Debemos apuntar nuestras armas, la movilización combativa para lograr expropiar el capital que los multimillonarios se han metido en sus bolsillos.

Debemos exigir que se imponga un impuesto al gran capital, no de manera puntual, si no que sea perenne para poder refinanciar los hospitales públicos, poder contar con un fondo para garantizar el pago completo de los salarios de los trabajadores en caso de un rebrote o de una nueva pandemia, cosa que no es de descartar con este sistema capitalista que devora los recursos naturales atentando contra nuestra salud.

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