Por Rafael Cuevas Molina/Presidente AUNA-Costa Rica

Con el Premio Nobel otorgado al presidente Obama, la Academia Sueca pretende darle un espaldarazo a una de las tendencias que se enfrentan al interior de los Estados Unidos. Nosotros, desde este rincón de opinión que pretende ver lo que sucede desde una perspectiva “desde acá”, es decir, desde los intereses y necesidades de los sectores populares de América Latina, no podemos dejar de patentizar nuestro escepticismo.

El mismo día en que la Academia Sueca anunció que el Premio Nobel de la Paz 2009 se concedía al Presidente de los Estados Unidos de América, el señor Barack Obama, los diarios y los noticieros de todo el mundo se inundaron con la ya lamentablemente rutinaria noticia que 49 personas habían muerto en un atentado suicida en Pakistán, cerca de la frontera con Afganistán, una región a la que los lugareños llaman Afgakistán (mezcla de los nombres de los dos países limítrofes), de predominio pashtú y clericalismo sunita pro-talibán, que se oponen tenazmente a la presencia norteamericana en su territorio.

Como es ampliamente conocido, la presencia de los Estados Unidos en el llamado Medio Oriente responde a intereses geoestratégicos vitales, que se han reconfigurado de forma dramática después del derrumbe de la URSS y el surgimiento, como potencias emergentes, de China y la India[1].

Esta es solamente la punta del iceberg que implica los más de 3 millones de muertos en Irak[2] , el apoyo a los movimientos independentistas o separatistas en Chechenia, Azerbaiyán, Armenia y Georgia en esta región, así como, en Europa, la incorporación acelerada a la OTAN de antiguos integrantes del Pacto de Varsovia, estableciendo un cerco alrededor de Rusia.

Toda esta agresiva reconfiguración del mapa geopolítico mundial se perfiló en las últimas tres administraciones estadounidenses: la de Bush padre, la de Bill Clinton y la de Bush hijo. No se trata, por lo tanto, de la política de una administración en específico, sino de una política de Estado que busca reforzar el declinante poderío norteamericano.

Esa misma política estatal es la que se expresa en América Latina en el golpe de Estado en Honduras, las bases militares en Colombia y el reflotamiento de la Cuarta Flota. Es una política imperial que se vende como una cruzada por la libertad y la paz, pero que no es más que el aseguramiento de los espacios de influencia necesarios para tener acceso a materias primas esenciales (en primer lugar el petróleo) y a mercados.

Cómo llevar adelante estas políticas, fundamentales para la sobrevivencia del imperio, es una cuestión que implica batallas campales al interior de los Estados Unidos de América. No se discute la necesidad de asegurarse los espacios de influencia que se consideran vitales, pues eso es algo que está fuera de discusión. Quien cuestione esto se situará fuera del establishment. Lo que se discute acremente son las vías idóneas que permitan mantener, reforzar y, eventualmente, acrecentar el poderío norteamericano en el mundo.

El Premio Nobel entregado a Obama debe entenderse en este contexto. La Academia Sueca ha hecho una lectura de este panorama y pretende darle un espaldarazo a una de las tendencias que se enfrentan al interior de los Estados Unidos, aquella que parece apostar por una política menos agresiva, menos provocativa y menos prepotente, aunque no por ello menos imperialista.

Es el juego de ajedrez en el que se avanza por un lado pero se pierde por otro. Es la política global de hoy en día en la que, como diría la teoría del efecto mariposa, lo que pasa en cualquier parte del mundo, por muy insignificante que parezca, repercute en el todo de una u otra forma, a través de múltiples cadenas de sobredeterminación.

Es, por lo tanto, un Nobel que especula sobre lo que puede suceder si, otorgando un premio en una lejana y fría capital nórdica, se apoya a los que parecen menos obtusos.

Nosotros, desde este rincón de opinión que pretende ver lo que sucede desde una perspectiva “desde acá”, es decir, desde los intereses y necesidades de los sectores populares de América Latina, no podemos dejar de patentizar nuestro escepticismo.

Que los Estados Unidos echen marcha atrás con las bases en Colombia; que apoyen decididamente un restablecimiento del orden constitucional en Honduras; que se olviden de la Cuarta Flota; que terminen con el criminal bloqueo a Cuba; que tengan una relación de respeto mutuo con nosotros, como la que Obama pareció anunciar en la pasada Cumbre de las Américas.

Después hablamos.

NOTAS:

[1] . Véase, por ejemplo, Rusia en el siglo XXI, de Tiberio Graziani, en CEPRID (http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article594)

[2] . Véase al respecto Proyecto censurado (capítulo V): Emergencia por la verdad: Adentro del imperio indurstrial.mediático (I), de Peter Phillips y Mickey Huff, en ARGEMPRESS (http://www.argenpress.info/2009/10/proyecto-censurado-capitulo-v.html)

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Editorial del Socialist Worker periodico de la Organizacion Socialista Internacional ( ISO) en los EE. UU

La élite militar respaldada por Estados Unidos que derroco al Presidente Manuel Zelaya de Honduras está tratando de reafirmar su control tradicional del poder.

Oficiales militares y de la derecha en Honduras, con una larga vinculación con el gobierno de los EE.UU, llevaron a cabo un golpe militar a finales de junio para derrocar al presidente democráticamente elegido mas la reacción del gobierno de Obama fue de crítica no muy contundente.

Al Presidente Manuel Zelaya lo despertaron en su cama en las primeras horas de la mañana del 28 de junio - el día en que los hondureños se iban a votar en un referéndum no vinculante para cambiar la constitución del país - y lo obligaron a tomar un avión que lo llevó a Costa Rica. Además, otros miembros de su gobierno fueron detenidos durante el día.

Líderes de la derecha, la mayoría en el Congreso, afirmaron que Zelaya había renunciado voluntariamente, mostrando una carta de renuncia que fue rápidamente expuesta como un documento falso. Roberto Micheletti, el Presidente del Congreso, fue juramentado como presidente interino.

El golpe fue un intento por parte de la élite del país de reafirmar su tradicional control del poder después que Zelaya había comenzado a emular los ejemplos de los presidentes izquierdistas latinoamericanos como Hugo Chávez de Venezuela y Evo Morales de Bolivia - en particular resalto su propuesta de convocar una asamblea constituyente para cambiar la constitución de Honduras.

Zelaya es apenas radical. Él viene de una familia de ricos terratenientes y se postuló para presidente como el líder del Partido Liberal, uno de los dos principales partidos que representan a la élite Hondureña. Por ejemplo, llegó a la presidencia como un defensor del Tratado de Libre Comercio de América Central (CAFTA), un tratado con los EE.UU que expande las políticas neoliberales.

Pero al mismo tiempo, él se ha acercado a Chávez y otros líderes políticos más radicales en América Latina. El año pasado, por ejemplo, integro al país a la Alternativa Bolivariana para las Américas(ALBA), una coalición de países de América Latina que incluye a Venezuela, Bolivia y Cuba.

Con Zelaya en un avión militar fuera del país el domingo pasado, las fuerzas golpistas impusieron la censura en los medios televisivos, radiales y de la prensa.

Sin embargo, según informes, un gran número de personas salieron a la calle para mostrar su apoyo a Zelaya y demandar su regreso luego de que se enteraran de las acciones de los militares. Según la agencia de noticias Inter Press Service, miembros del izquierdista Partido de Unificación Democrática quemaron neumáticos y celebraron una vigilia fuera del palacio presidencial.

En los días siguientes, muchos medios de noticias de los EE.UU. informaron acerca de manifestaciones a favor y en contra de Zelaya en Tegucigalpa, más aun, los sindicatos y organizaciones populares están claramente del lado de Zelaya.

Manifestantes continuaban enfrentando valientemente la represión de la policía y tropas del ejército, con bloqueos de tráfico en diversas partes del país. El sindicato de docentes anuncio una huelga indefinida en las escuelas primarias y secundarias, y otros informes confirman huelgas y acciones de los trabajadores por todo Honduras.

La expulsión de Zelaya fue rotundamente condenada en toda América Latina, incluso entre los políticos conservadores como los dirigentes políticos de Costa Rica Oscar Arias. Mientras tanto, la Organización de Estados Americanos (OEA), en representación de los países del Norte y América del Sur, con excepción de Cuba, de inmediato emitió una declaración condenando el golpe.

Esa semana, la OEA había pedido que se restablezca Zelaya al poder dentro de las 72 horas. Micheletti y los demás golpistas rechazaron el ultimátum. “El no puede volver a ser presidente, a menos que venga un presidente de algún país de América Latina que lo imponga bajo las armas”, Micheletti dijo a la Prensa Asociada.

A pesar de los EE.UU. mostró apoyo por las declaraciones de la OEA, su respuesta al golpe ha sido contradictoria.

Mientras los reportes del derrocamiento de Zelaya salían a la luz desde Honduras el pasado domingo, el Secretario de Estado de Hillary Clinton, condenó el golpe y pidió el respeto de "orden constitucional". Pero casi al mismo tiempo, Dan Restrepo, asesor presidencial de Obama para Asuntos de América Latina, fue entrevistado en la CNN en Español, donde explicó que los EE.UU. mantenía comunicación con las fuerzas golpistas, y estaba "a la espera de ver cómo se daban con las cosas".

Hablando en nombre los conservadores en los EE.UU. los, el periódico Wall Street Journal celebró el golpe de Estado, alegando que los militares simplemente seguían ordenes de la Corte Suprema de Justicia –la cual está abarrotada con figures de la élite - al obligar a Zelaya a salir del poder.

El periódico admitió, no obstante, que los golpistas "hubieran sido más inteligentes y estuvieran en mejor posición, si no enviaran al exilio al Sr. Zelaya en el amanecer.”

Pero por supuesto, la forma en que Zelaya fur expulsado ilustra perfectamente la forma en que el poder ha sido ejercido durante décadas en Honduras por una pequeña oligarquía y militares, apoyados por los EEUU. De acuerdo a la escritora venezolana-americana, Eva Gollinger:

Honduras es una nación que ha sido víctima el siglo pasado de dictaduras y múltiples intervenciones de Estados Unidos, entre ellas varias invasiones militares. La última intervención importante del gobierno estadounidense en Honduras tuvo lugar durante los años ochenta, cuando el gobierno de Reagan financió escuadrones de la muerte y paramilitares con el fin de eliminar cualquier “amenaza comunista” en Centroamérica. En aquel momento, John Negroponte era el embajador estadounidense ante el gobierno de Honduras y fue el responsable directo de la financiación y entrenamiento de los escuadrones de la muerte hondureños que asesinaron e hicieron desaparecer a miles de ciudadanos en la región.

Durante la semana, funcionarios de EE.UU. criticaron duramente a los golpistas .Más aun , se distanciaron de ejecutar alguna acción contundente como cortar lazos con los militares. El jueves, por ejemplo, funcionarios de EE.UU. aplazaron la decisión de cortar la ayuda económica a Honduras, a menos que Zelaya fuera devuelto al poder.

Este actitud es reveladora. Washington podría haber detenido el golpe ya que Honduras depende económicamente de los EE.UU. y el Pentágono tiene una la larga relación con los dirigentes militares hondureños - varios conspiradores fueron entrenados en la tristemente célebre Escuela de las Américas en Fort Benning, Georgia .Los EE. UU optaron por no hacerlo.

El clamor de los líderes de los EE.UU. para que se respete la democracia el cual ha sido emitido de manera fuerte en el caso de Irán - debe ser juzgado a la par con esta debilidad retórica y de inacción con respecto a Honduras.

 

El Partido Libertad Socialista se une al movimiento internacional en el llamado para la reposición del Presidente Manuel Zelaya y el enjuiciamiento de los líderes golpistas entre los que se encuentra el General Romeo Vásquez, un graduado de la Escuela de las Américas.

Exigimos la liberación inmediata de todos los presos políticos y el restablecimiento de la libertad de expresión y de reunión, incluido el levantamiento de los toques de queda y las normas de mordaza contra la prensa.

Al mismo tiempo, solicitamos a la administración Obama que retire al embajador de los EE.UU. y suspenda los $ 45 millones en ayuda militar y asistencia económica que está dando al régimen hondureño, y rechazar cualquier intento de negociación con los responsables del golpe o brindarles amnistía a los implicados.

Nuestro apoyo para el restablecimiento del Presidente Zelaya no implica la aprobación de sus políticas de libre comercio. Como miembro del Partido Liberal, el expresó su apoyo al Tratado de Libre Comercio de América y abogó por otros programas neoliberales

Como magnate y miembro de la clase terrateniente, Zelaya enfureció a la oligarquía Hondureña al unirse al ALBA, el bloque comercial creado por el presidente venezolano Hugo Chávez, y la promulgación de medidas para beneficiar a los pobres, pero evidentemente el no es radical. Sin embargo, el PLS apoya el derecho democrático de la mayoría de Honduras - que son campesinos, trabajadores, desempleados, estudiantes, etc - a decidir por sí mismos, quién los debe gobernar, y no lo impuesto por los militares hondureños.

Antecedentes del golpe:

La razón inmediata por la que los militares expulsaron al Presidente Zelaya de su cargo, fue porque iba a realizar una encuesta nacional sobre la conveniencia de modificar la Constitución mediante un referéndum. La encuesta propuesta no iba a ser determinante, pero la simple posibilidad de que la gente pudiera modificar su Constitución para aumentar sus derechos provocó que los militares se alzaran en armas.

Sin embargo, este no fue el único “crimen” que cometió Zelaya a los ojos de la élite. Lo peor fue el incremento del salario mínimo, la reducción del precio del gas y tratar de nacionalizar la importación de petróleo.

La actual constitución, redactada en 1982, durante el apogeo de la guerra sucia en Centroamérica producida por la Administración Reagan, fue diseñada para asegurar que los mantendría en el poder con poca injerencia de las personas. Una de sus disposiciones es que sólo el Congreso puede modificar la Constitución, una disposición que el presidente desafió al aumentar la posibilidad de un referéndum.

Varios días antes de que se llevara a cabo la encuesta de opinión, la Corte Suprema de Honduras dictaminó que era ilegal.

Este anuncio fue recibido con protestas masivas. Cuando la cabeza del alto mando militar, el general Vásquez, se negó a distribuir el material electoral, el presidente lo despidió.

La Corte Suprema intervino una vez más y reintegró al General Vásquez, alegando que su despido había sido inconstitucional.

Miles de personas salieron a las calles a exigir que la encuesta se llevara a cabo según lo programado. Dos días más tarde, el Presidente Zelaya fue secuestrado por los militares y obligado a abandonar el país.

El Congreso y el Tribunal Supremo lentamente escenificaron este golpe en el marco de una supuesta legalidad cuando votaron por la remoción del Presidente. Pero ambos están dominados por grupos anti-Zelaya y el Partido Nacional que representan a las fuerzas de la oligarquía, los militares y la jerarquía de la Iglesia Católica las instituciones que están profundamente corrompidas y sumisas frente al imperialismo.

El papel de los EE.UU:

Es evidente que el golpe no podría haber ocurrido sin el conocimiento y la aprobación de los EE.UU. La élite política y económica de Honduras depende de las reglas y el respaldo de los EE.UU.

Por ejemplo, Honduras recibe millones de la USAID para "la promoción de la democracia", que va a los partidos políticos y a las ONG que favorecen los intereses de EE.UU.

Como todo, el ejército hondureño está formado por fuerzas de los EE.UU., muchos de los cuales son estacionados en la Base Aérea de Soto Cano, a sólo 50 millas de la ciudad capital de Tegucigalpa. Seiscientos soldados y numerosos aviones de combate y helicópteros de la Fuerza Aérea de se encontraban en Honduras en el momento de la adquisición.

La mera amenaza de la retirada de esta fuerza habría sido suficiente para detener el golpe antes de que empezara.

Honduras ha sido víctima durante el siglo pasado de numerosas dictaduras instaladas por la intervención de los EE.UU., entre ellas varias invasiones militares. El acto más despiadado ocurrió en el decenio de 1980 cuando la administración Reagan, representada por el Embajador de los EE.UU. John Negroponte, Honduras fue utilizada como plataforma de lanzamiento para los grupos anti-sandinista "contra" y como un campo de muerte para los comunistas, guerrilleros, sindicalistas y activistas que participaban en las guerras civiles en Guatemala y El Salvador.

En solidaridad con los trabajadores de nuestro hemisferio el PLS se ha comprometido a construir un movimiento socialista revolucionario en los EE.UU. para poner fin a los crímenes del imperialismo de EE.UU. y escribir un nuevo capítulo en las relaciones entre los pueblos de nuestro hemisferio.

Cuando el gobierno arma y apoya con fondos a las oligarquías de Centroamérica, es una vergüenza para nosotros los trabajadores una vergüenza ver como llueve un holocausto en las cabezas de nuestros vecinos.

Por esta razón, apoyamos a los >trabajadores y campesinos de Honduras (que son los pobres en Honduras) y aprobamos todas sus movilizaciones para derrotar el golpe, participando en manifestaciones masivas y huelgas, incluida la huelga nacional por parte de los maestros, los trabajadores bananeros, y los tres mayores sindicatos del sector público.

Además, hacemos un llamado para el cierre de bases de EE.UU. en Honduras, la retirada de las tropas de los EE.UU., y la nacionalización, bajo control de los trabajadores, de las empresas de EE.UU. instaladas en el país.

Por el socialismo y la justicia en nuestro hemisferio, ahora es nuestro tiempo!

Freedom Socialist Party.

6 de julio de 2009-

NUEVA YORK, EU.- La estatua de Ernesto "Che" Guevara que desde el pasado noviembre presidía una de las entradas más concurridas del Central Park de Nueva York fue retirada hoy de su ubicación envuelta en cierta polémica.

Un grupo de legisladores republicanos de Estados Unidos, entre ellos cuatro de Florida, remitió recientemente una carta al alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en la que reclamaba la retirada inmediata de esa estatua.  

Realizada en bronce y a tamaño real, la escultura en realidad no reflejaba directamente al revolucionario argentino (1928-1967), sino a una de las conocidas como "estatuas vivientes" que a menudo se ven en las calles de las grandes ciudades.  

Concretamente, el autor de la figura, el alemán Christian Jankowski, quiso representar a una "estatua viviente" que vio en Barcelona (España) disfrazado de ese destacado líder de la revolución cubana.  

La prensa estadounidense se ha hecho eco en los últimos días del envío de esa carta, impulsada por el republicano Dan Burlón y firmada también por otros nueve legisladores.  

En ella, se aseguraba que el revolucionario argentino fue "un reconocido enemigo de Estados Unidos", que acogió "el totalitarismo y las políticas represivas de la Unión Soviética".  

"La icónica imagen de este hombre no es una moda o una obra de arte para las víctimas o sus familiares, sino más bien un terrible recordatorio de la brutalidad que se sufrió en sus manos", añadía el escrito.  

Con independencia de esta polémica y de las críticas de algunos ciudadanos que no vieron con buenos ojos su instalación en un lugar tan emblemático de la ciudad, la escultura se retiró este miércoles tal y como estaba previsto desde que el pasado noviembre se colocó.  

"La escultura forma parte de una exposición temporal llamada 'Esculturas Vivientes' inspirada en los artistas callejeros de Barcelona. No es una estatua del 'Che', sino que representa, con gran realismo, una 'estatua viviente' haciendo del 'Che', que no es lo mismo", dijo la portavoz de Public Art Fund, Gabby Fisher.  

Esa organización auspició la muestra de la que forma parte esta estatua, junto a otras dos del mismo autor que representan, respectivamente, a un artista imitando al emperador Julio César y a una curiosa versión femenina del "gabinete antropomórfico" de Salvador Dalí.  

Las tres parecen muy reales y de hecho, hay gente que, al pasar frente a ellas, las observa durante un rato y luego se aventura a tocarlas para saber si son estatuas de verdad o personas simulando serlo.  

Desde el pasado noviembre, la escultura del "Che", realizada en bronce, ha presidido junto a las otras dos la entrada sureste del Central Park, en la esquina de la calle 60 con la Quinta Avenida.

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IAR Noticias

Colapso financiero-industrial del Imperio. Todo el planeta (globalizado y nivelado por el sistema capitalista "único") está aquejado de los mismos síntomas.

Deflación de los precios internacionales de las materias primas, devaluación de las monedas y revaluación del dólar, colapso financiero con quiebra de bancos, crisis crediticia con achicamiento del consumo, y oleadas de despidos laborales constantes en EEUU y en las potencias centrales. En ese escenario, la quiebra de General Motors anunciada este lunes no solamente agrava la situación en EEUU, sino que además profundiza la crisis a escala global.

El gobierno de EEUU anunció el domingo que la trasnacional General Motors, que durante 77 años fue la número uno mundial del sector imperial automotriz, se acogerá este lunes a la ley de quiebras para emprender una severa reestructuración con fondos públicos aportados por el Estado USA.

La caída del gigante automotriz marca la profundización del colapso finaciero industrial imperial USA (como emergente de la crisis financiera recesiva) y señala el tercer gran caso de bancarrota en la historia de EEUU, tras la caída del pulpo financiero Lehman Brothers y del gigante de las telecomunicaciones WorldCom.

El Estado federal aportará US$ 50.000 millones y controlará el 60% del capital de la nueva empresa, mientras que el Estado canadiense y la provincia de Ontario desembolsarán 9.500 millones de dólares y se quedarán con el 12% de las acciones.

De esta manera, la administración Obama continúa la tendencia -comenzada en la era Bush- de salvar entidades quebradas del sector privado con fondos estatales de los impuestos aportados por toda la sociedad estadounidense.

Mediante la operación de "salvataje" estatal, GM blanqueará (con fondos públicos) más de US$79.000 millones en deuda, ahorrará miles de millones despidiendo fuerza laboral, cerrará más de una docena de fábricas y reducirá su red de concesionarios en un 40%, a 3.600.

GM confirmó que el grupo va a pasar de 62.000 obreros sindicalizados en 2008, a 38.000 en 2011

La crisis hipotecaria primero, la irradiación de la crisis a los mercados financieros después, la baja de exportaciones e importaciones con caída del consumo luego, terminaron de configurar un proceso inflacionario-recesivo que amenaza con arrasar los cimientos de la primera economía imperial del planeta

De acuerdo con los expertos, la desocupación es el problema más profundo de la economía y la sociedad estadounidenses.

Según un reciente informe oficial, durante el último trimestre se perdieron en este país más de 220 mil empleos, lo que elevó a 9,9 millones el número de personas sin trabajo.

La tasa de hispanos desocupados residentes en Estados Unidos se mantuvo entre las más elevadas y en abril de 2009 alcanzó un 8,9 por ciento, llegando a la cifra de casi 1.980.000 desocupados.

Por estas horas, medios y analistas norteamericanos coinciden en que la desocupación (como emergente de la recesión financiera industrial) se ha convertido en la prioridad absoluta de la agenda de Obama y su equipo.

La crisis social (consecuencia de la caída del consumo y los despidos laborales) ya se perfila como un potencial emergente de la crisis recesiva- laboral que detonó escalonadamente como consecuencia de la crisis financiera en EEUU.

Lo que hace unos pocos meses sonaba como un panorama fantástico para el Imperio norteamericano (las huelgas y los conflictos sociales) es un escenario de corto plazo que ya están manejando entre líneas analistas y medios norteamericanos a la luz de la crisis del sector automotriz y de las quiebras empresariales que están desatando una creciente ola de despidos en EEUU.

El estallido de la "burbuja inmobiliaria", la crisis financiera y la crisis del sector automotor en EEUU han dejado a cientos de miles de trabajadores buscando empleos en los mismos sectores, en los mismos lugares y al mismo tiempo, coinciden medios norteamericanos.

Algunos de estos empleos -señala The Wall Street Journal- no retornarán incluso tras el fin de la recesión, porque los estadounidenses probablemente no adquieran tantas casas o vehículos nuevos como lo hacían durante el auge de los días del crecimiento económico con consumo masivo.

El resultado es que podrían pasar muchos años antes de que EEUU retorne al empleo pleno, y aun entonces la tasa de desempleo podría no volver al bajo nivel del 4,9 por ciento en el que estaba cuando empezó la recesión, en diciembre del 2007, según el Journal.

James Galbraith, un economista que da clases en la Escuela LBJ de Asuntos Públicos de la Universidad de Texas, cree que el desempleo podría permanecer "cercano al 10 por ciento por un tiempo bastante largo".

Por su parte, el economista de Moody's Economy.com Joseph Brusuelas -citado por Reuters- cree que pasará el 2013 ó el 2014 antes de que la economía retorne al empleo pleno.

La mayoría de los analistas otorgan un papel clave al sector automotriz como detonante de la crisis social y el desempleo en EEUU.

Según los datos oficiales, el empleo en el sector automotriz y el de las partes de vehículos ha caído en más de 400.000 en los últimos tres años, y probablemente baje más luego de que General Motors Corp solicite protección de bancarrota.

Una proyección de los economistas del sondeo Blue Chip estima la tasa de desempleo elevándose a un 10 por ciento el año próximo, lo que produciría la mayor alza en el desempleo en los registros del Departamento de Trabajo de EEUU, que datan desde 1948.

Lo peor de los recortes de empleos del sector automotor -estiman los economistas- está en la región central de EEUU y una gran porción de los obreros y empleados desocupados se encuentra en Florida y California. Las áreas con bajo desempleo incluyen a estados poco poblados como Wyoming y Dakota del Sur.

Cada jornada de la economía norteamericana (de finales de 2008 y en lo que va del 2009) se convirtió en un vértigo marcado por una dinámica inevitable: Crisis financiera, y recesión industrial y comercial con baja del consumo y desempleo masivo.

En un orden secuencial, para que la crisis se convierta en "social" (el desenlace) tiene que haber una convergencia interactiva de la "crisis financiera" (los mercados del dinero), la "crisis estructural" (la economía real) y la "crisis social" (el impacto de la crisis económica-financiera en la sociedad).

De acuerdo con los expertos, la confluencia interactiva de estos tres factores es lo que va a posibilitar, a corto plazo, el desenlace de la "crisis social" con posibles huelgas y conflictos sociales en EEUU, lo que parecía impensable poco tiempo atrás.

No obstante el desembolso sin precedentes de US$ 4 billones realizados por el Estado USA para salvar al sistema capitalista privado de la quiebra, los "rescates" -tanto los de Bush como los de Obama- no han tenido hasta ahora ningún resultado para solucionar la crisis financiera recesiva que, como efecto más inmediato, contrae el crédito, desacelera la economía y el consumo, e impacta en la economía real con quiebras generalizadas de empresas y despidos masivos de trabajadores.

Impacto mundial. Protestas y huelgas en Gran Bretaña y en toda Europa

La crisis recesiva con desempleo masivo que azota con dureza extrema a la primera potencia imperial, EEUU, ahora ya arrasa también con las economías centrales de la zona del euro donde se registran huelgas y protestas sociales que barren con la estabilidad de los gobiernos desde Francia, Reino Unido, España, hasta Bélgica e Islandia.

Todo el planeta (globalizado y nivelado por el sistema capitalista "único") está aquejado de los mismos síntomas: deflación de los precios internacionales de las materias primas, devaluación de las monedas y revaluación el dólar, colapso financiero con quiebra de bancos, crisis crediticia con achicamiento del consumo, suba de precios internos de los alimentos y la energía y oleadas de despidos laborales constantes en EEUU y las potencias centrales.

Los billonarios paquetes de "rescate bancario" estatal con dinero de los impuestos (pagado por toda la población de los países donde se han instrumentado) no han servido de antídoto y han fracasado estrepitosamente como medida para enfrentar la crisis mundial, que ha devenido de financiera a recesiva a escala global.

El creciente empleo de fondos públicos para salvar al capitalismo privado provenientes de los impuestos pagados por toda la sociedad, hasta ahora solo ha conseguido agravar la crisis paralela que desató en la economía real tanto de EEUU como de Europa, y que ya se expande como un virus por la periferia del mundo emergente o subdesarrollado.

En este escenario, Naciones Unidas redujo, según un informe del miércoles 13 de mayo, su previsión sobre la economía mundial y ahora espera una crisis financiera más profunda que podría llevar en 2009 el desempleo por encima de los 50 millones de personas.

Según una actualización de mediados de año de su informe sobre la situación económica mundial emitido en enero, la ONU espera ahora una contracción de la economía mundial este año del 2,6 por ciento, frente a la previsión anterior de una caída de hasta el 0,5 por ciento.

"Si los mercados financieros no se destraban pronto y si los estímulos fiscales no ganan suficiente tracción, la recesión se prolongará en muchos países, con la economía global estancada en niveles de bienestar menores hasta bien entrado 2010", dijo el informe.

Asimismo, el número total de desempleados en todo el mundo podría alcanzar entre "210 y 239 millones de personas" a finales del año, marcando así un récord absoluto, señala por su parte el responsable de la OIT.

Estallidos sociales en los países subdesarrollados

Esta última cifra corresponde a un porcentaje de desempleo mundial del 7,4%, cifra muy superior al 6,5% registrado en 2003, el porcentaje más elevado desde 1991.

Las estadísticas en tanto, revelan brutales tasas de desempleo en los países centrales: 14,4% en España, 8,1 en Francia, 8,1 en Estados Unidos, 7,2 en Alemania (la primera economía del euro), 6,9 en Suecia, 6,7 en Italia, 6,1 en Gran Bretaña. La Unión Europea tiene 17,5 millones de desocupados, y se prevén 3,5 millones más para 2009.

Durante una reciente entrevista con el diario español El País, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick señaló: "Lo que empezó como una gran crisis financiera y se convirtió en una gran crisis económica, ahora está derivando en una gran crisis del desempleo. Si no tomamos medidas, hay riesgo de que llegue a ser una grave crisis humana y social, con implicaciones políticas muy importantes".

Según el Banco Mundial, a finales de 2010 la Unión Europea podría sumar 26,5 millones de desempleados, que no contribuirán a los sistemas fiscales y que deberán recibir compensaciones por desempleo.

La crisis de los países centrales ya se proyecta, por otro lado, en las economías subdesarrolladas y emergentes de Asia, Africa y América Latina donde crisis social con desocupación surge como efecto inmediato de la crisis recesiva con baja de la s exportaciones y retracción del consumo.

Con un agravante: Así como las potencias centrales (con EEUU a la cabeza) son las grandes exportadoras de crisis mundial, los bancos y empresas transnacionales imperiales son los grandes exportadores de desocupación masiva a escala global.

De manera tal, y ante el derrumbe del modelo de explotación capitalista "globalizado" en los países centrales, esos bancos y trasnacionales del Imperio (que hegemonizan el control sobre el comercio y los sistemas productivos a escala global) descargan la crisis sobre las espaldas de los obreros y sectores más humildes de la población.

La desocupación sigue una línea claramente definida: Nace en los sectores financieros, de servicios o industriales de Europa y EEUU (los exportadores imperiales de la recesión) y se proyecta a los países "emergentes" o periféricos mediante las filiales de las empresa y bancos trasnacionales (con casa matriz en los países centrales) que empiezan a despedir, suspender o recortar horas a sus planteles de trabajadores.

Un ejemplo ya se está dando con los planes de despidos masivos que las multinacionales automotrices, caso de Ford y General Motors, tienen previsto en las naciones periféricas para aliviar el impacto de la crisis en la naciones centrales.

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