Por Michael Donnelly

“En sus últimas semanas de existencia oficial el comité recibió pruebas que mostraban que se habían producido intentos por parte de ciertas personas de establecer una organización fascista en este país (…) No hay duda de que estos intentos se discutieron, se planificaron y podrían haberse ejecutado cuando y si los apoyos financieros lo hubieran juzgado oportuno".

  – Informe del Comité McCormack-Dickstein

 

Un patriota, no el traidor que querían

¿Saben lo de la trama golpista que aprenden todos los jóvenes americanos en la clase de Historia de décimo curso? Ah, sí... 

En noviembre de 1934, el célebre general de los marines Smedley Butler, dos veces condecorado con la Medalla de Honor, prestó testimonio ante el Comité McCormack-Dickstein, precursor del Comité de Actividades Antinorteamericanas. En su declaración, Butler se refirió a una conspiración encabezada por un grupo de opulentos hombres de negocios (la Liga Norteamericana por la Libertad - The American Liberty League) a fin de establecer una dictadura fascista en los EE. UU., en la que no faltarían campos de concentración para “judíos y demás indeseables”

Enséñame la pasta

Butler había sido abordado por Gerald P. MacGuire, de la firma Grayson M-P Murphy & Co. de Wall Street. MacGuire afirmó que reunirían un ejército de 500.000 veteranos de la Primera Guerra Mundial, desempleados en su mayoría, y marcharían sobre el Distrito de Columbia. Los plutócratas querían que Butler dirigiese el golpe, pensando que, al igual que los bolcheviques, ocupar una ciudad de importancia (Washington, a modo de Petrogrado) provocaría la caída del gobierno. Prometieron aportar tres millones de dólares para empezar y ofrecieron un tentador cebo de 300 millones. Butler siguió adelante con el complot hasta que logró conocer la identidad de todos los intrigantes. Ni uno solo de ellos fue jamás convocado a testificar o acusado de traición. Y prácticamente todos ellos figuraron entre los fundadores del Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations - CRE)

 

La Liga estaba encabezada por los cárteles de DuPont y J.P. Morgan y tenía apoyo importante de Andrew Mellon Associates, Pew (Sun Oil), Rockefeller Associates, E.F. Hutton Associates, U.S. Steel, General Motors (GM), Chase, Standard Oil y Goodyear Tires.

El dinero lo canalizó la Union Banking Corporation dirigida por el senador Prescott Bush [1] (sí, el de esos Bush) y Brown Brothers Harriman (sí, ese Harriman) [2] a la Liga (y a Hitler, pero ésa es otra historia). Los conspiradores se jactaban de las conexiones de Bush con Hitler y mantenían incluso que Alemania le había prometido a Bush que proporcionaría material para el golpe. Esta afirmación resultaba totalmente creíble: un año antes, el presidente de Chevrolet, William S. Knudsen (el cual había donado 10.000 dólares a la Liga) viajó a Alemania, donde se reunió con los dirigentes nazis, y declaró a su vuelta que la Alemania de Hitler era “el milagro del siglo XX”. En aquel entonces, Adam-Opal Co., propiedad por entero de GM, ya había empezado a producir motores para los tanques, camiones y bombarderos de los nazis. A James D. Mooney, vicepresidente de GM para operaciones exteriores se le sumaron Henry Ford y Tom Watson, jefe de IBM, entre quienes recibieron la Gran Cruz del Águila Alemana de manos de Hitler por sus considerables esfuerzos en favor del Tercer Reich.

El encubrimiento

Mientras que el Comité concluyó que el General Butler decía la verdad, desacreditar a un hombre así de inquebrantable resultaba problemático para los conspiradores. Rápidamente intervino la prensa empresarial para tratar de sembrar dudas acerca del héroe de guerra, y se precipitó a tacharle de ingenuo. La idea de Knudsen para desacreditarlo consistió en declarar que “no fue más que una charla de cóctel”. Esta maniobra de distracción se pregonó en los titulares de la Associated Press como “El golpe del cóctel”. El acalde de Nueva York, Fiorello LaGuardia, [3] desechó la conspiración como cosa de “alguien que le hubiera sugerido la idea al ex-marine en una fiesta a modo de broma”.

Entre 1934 y 1936, la Liga acaparó treinta y cinco apariciones favorables en la portada del New York Times. TIME ridiculizó a Butler en un reportaje de portada del 3 de diciembre de 1934, aunque la historia de Butler quedase corroborada por el director de la VFW, James E. Van Zandt, que afirmó que le abordaron para que dirigiese el golpe. Sin embargo, TIME puso una nota a pie de página en un artículo de principios de 1935 que declaraba: “Asimismo, la semana pasada el Comité de Actividades Antiamericanas parlamentario se propuso informar de que una investigación de dos meses le había persuadido de que la historia del general Butler acerca de una marcha fascista sobre Washington era inquietantemente verídica”.

Tan solo los diarios de Scripps-Howard respaldaron a Franklin Delano Roosevelt (FDR) y presentaron la verdad.

¿Qué pasó con los “monárquicos económicos?”

El presidente Franklin D. Roosevelt denominó a los conspiradores “monárquicos económicos” y sobrevivió a sus esfuerzos afortunadamente torpes. El 3 de enero de 1936,  FDR arremetió contra la Liga Norteamericana por la Libertad ante una sesión conjunta del Congreso en la que anunció la prohibición de las exportaciones militares a Italia.

“Nuestra resplandeciente aristocracia económica no quiere volver al individualismo del que tanto hablan, aunque las ventajas de ese sistema recayeran en los despiadados y los fuertes. Se dan cuenta de que en treinta y cuatro meses hemos levantado nuevos instrumentos de poder público. En manos de un gobierno del pueblo, este poder es saludable y apropiado. Pero en las manos de una política títere de una aristocracia económica, ese poder pondría grilletes a las libertades del pueblo. Si se les deja, seguirán el rumbo emprendido por toda aristocracia del pasado: poder para ellos mismos y esclavitud para el pueblo”.     

FDR nunca pudo llevar a ninguno de los conspiradores ante la justicia. Ni siquiera consiguió ponerle freno a Prescott Bush hasta 1942, cuando el gobierno intervino los activos de sus empresas pronazis, ¡cosechando unas inesperadas ganancias para Bush cuando se le devolvieron esos activos en 1951! Es evidente que la mentalidad fascista de los “monárquicos económicos” nunca ha desaparecido y constituye la fuerza impulsora tras el ascenso (y deceso último) del Imperio Norteamericano, los ataques a los derechos y pensiones de los trabajadores, los ataques a nuestras redes mínimas de seguridad, etc.  

En su día, la Liga se promovió como bastión de todos aquellos inquietos por los “onerosos impuestos con los que se grava a la industria por el seguro de desempleo y la pensión de vejez”. La Liga trataba de “combatir el radicalismo” y de “inspirar respeto por los derechos de las personas y la propiedad, y de modo general, fomentar la libre empresa privada”.  

J.P. Morgan y Chase son hoy en día uno solo. Las fortunas de las familias Mellon, Rockefeller, DuPont, Pitcairn (Pittsburgh Plate Glass) y Pew se han disparado. Pew y Rockefeller se han transformado en un conciliábulo de fundaciones que financian/neutralizan iniciativas progresistas de base. 

El movimiento “Ocupemos…” de 1936

William S. Knudsen fue el único conspirador de los que estaban en el ajo que se volvió contra la trama, renunció a Hitler y tiene el mérito de haber empujado a GM a llegar a un acuerdo con los huelguistas de Flint. [4] Los trabajadores, mal pagados y sobrecargados de trabajo, tomaron las fábricas y se quedaron en ellas, empezando por Fisher Body #3 de Flint, y repelieron los ataques de la policía controlada por GM y los matones a sueldo. FDR y el gobernador de Michigan, Frank Murphy, llamaron a la Guardia Nacional, no para provocar a los trabajadores sino para formar un cordón entre huelguistas y sicarios. El padre y el abuelo de Murphy habían sido ahorcados por los británicos por tratarse de revolucionarios irlandeses y muchos de los huelguistas eran trabajadores de origen irlandés, lo que despertó sus vivas simpatías.

44 días después, Knudsen, para entonces vicepresidente de GM, declaró que “ha llegado el momento de la negociación colectiva”. Con la ayuda de su aliado, C.S. Mott, dos veces alcalde de Flint, veterano filántropo y animador cívico, máximo accionista y miembro de la junta directiva de GM, la empresa alcanzó un acuerdo que llevó a la semana de 40 horas, el pago de horas extra, el derecho a crear sindicatos, pensiones, etc. Mott se cuidó incluso de que se establecieran en las fábricas clínicas de salud para los trabajadores y sus familias. Alfred P. Sloan, conspirador del golpe/Presidente y Director de GM, que hubiera querido recuperar las fábricas a cañonazos, renunció parcialmente a sus responsabilidades como jefe de GM y Knudsen le substituyó como presidente. GM llegó a convertirse en la primera gran empresa del mundo durante 40 años, el país fue testigo del ascenso de la clase media y la disparidad de la riqueza llegó a niveles mínimos en la historia de los EE. UU.

Probablemente no se trató de algo puramente altruista por parte de Knudsen, pues dos años más tarde FDR puso a Knudsen a cargo de la Comisión Nacional Asesora de Defensa. Bajo su dirección, la Junta de Producción de Guerra norteamericana, presidida convenientemente también por Knudsen, concedió a GM contratos de armamento por valor de unos 12.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, las fábricas Opel de GM construían la mayoría de los motores de los camiones y bombarderos de Hitler. Esta parte de “gana siempre” no tuvo como resultado ninguna acusación contra Knudsen o GM. Por el contrario, llevó a que Knudsen, inmigrante danés, se convirtiera en el primer civil nombrado general del Ejército de los EE. UU.

La lección

La lección que hay que sacar y no olvidar nunca es que, tal como apuntó Roosevelt, los monárquicos económicos tienen su propia agenda decididamente antipopulista. Puesto que no tuvieron que pagar ningún precio por su intento de golpe, nunca han titubeado en su ideología populista. Hoy en día, simplemente amañan elecciones, levantan enormes aparatos de “seguridad” y provocan a cualquiera que haga frente a su dominación (el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, el duodécimo norteamericano más rico, con una fortuna de 19.500 millones, alardeaba recientemente: “Cuento con mi propio ejército, el NYPD (Departamento de Policía de Nueva York), el séptimo más grande del mundo. Y tengo mi propio Departamento de Estado, mal que le pese a Foggy Bottom [denominación popular del Departamento de Estado norteamericano]”.[5]

El acoso a los sindicatos continúa sin mengua. Los EE. UU. tienen un porcentaje mayor de su población encarcelada que el de cualquier país en cualquier momento histórico. Y gracias a las recientes decisiones del Tribunal Supremo, nadie puede rivalizar con el peso de los financieros. Los “monárquicos” poseen hoy el gobierno, igual que la prensa y sus propios ejércitos. Sacar dividendos de la guerra sigue siendo lo primero en su agenda, seguido de cerca por los ataques a los salarios, pensiones y atención sanitaria de los trabajadores… La red de seguridad conseguida con gran esfuerzo por FDR y los huelguistas está hoy siendo atacada.    

Como dijo entonces ese gran populista, el senador Robert La Follette, de la Liga Norteamericana por la Libertad (y todas sus posteriores encarnaciones) no se puede “esperar que defienda la libertad de las masas del pueblo norteamericano. Habla en nombre de los intereses creados”.

La otra lección es la siguiente: Ocupar los Medios de Producción consigue resultados.

 

Notas del t.:

 

[1] Prescott Bush (1895-1972), padre y abuelo de los presidentes George H. W. Bush y George W., fue senador por Connecticut entre 1952 y 1963 y partidario y apoyo del presidente  Eisenhower.

[2] El autor se refiere a Averell Harriman (1891-1986), político y diplomático demócrata y estrecho colaborador de Roosevelt y Truman, de quienes fue embajador en la Unión Soviética entre 1943 y 1946 y secretario de Comercio, respectivamente. Fue gobernador de Nueva York entre 1954 y 1958, fallido candidato a la nominación presidencial en 1952 y 1956, y posteriormente trabajó como Jefe de Embajadores para el Gobierno Kennedy, además de como Secretario de Estado para Lejano Oriente. Siguió implicado en Vietnam con la administración Jonson, tras favorecer el derrocamiento del presidente Diem en 1963 y como negociador jefe en las conversaciones de paz de París con Vietnam del Norte.

[3]  Fiorello LaGuardia (1882-1947), celebérrimo alcalde republicano de Nueva York entre 1934 y 1945, de origen italiano y judío e intensa orientación social, tuvo el apoyo del presidente Roosevelt en sus medidas políticas de transporte, vivienda, obras y parques  públicos.

[4] Se trata de la huelga de ocupación de las plantas de General Motors en Flint, estado de Michigan (Flint Sit-Down Strike), entre diciembre de 1936 y febrero de 37, un hito triunfal en la historia de la lucha de los sindicatos en los Estados Unidos.

[5] Foggy Bottom, literalmente “vega brumosa”, es el nombre del barrio de Washington en el que se encuentran las oficinas del Departamento de Estado.

Por Michael Moore

El fin de  semana pasado participé de una reunión de cuatro horas de los activistas de Ocupa Wall Street cuyo objetivo es seguir con la visión y las metas del movimiento a la que asistieron 40.000 personas cuyas discusiones fueron inspiradoras y estimulantes. Aquí está lo que finalmente propusimos como principios a la Asamblea General de Ocupa Wall Street. Nosotros imaginamos:

1) Una sociedad, libre, democrática y justa

2) En la que nosotros, el pueblo resuelva en conjunto y por consenso nuestros problemas

3) En la que se aliente al pueblo a asumir responsabilidades personales y colectivas y a participar en la toma de decisiones

4) En la que aprendamos a vivir en armonía y adoptemos principios de tolerancia y respeto ante la diversidad y los diferentes puntos de vista de los demás

5) En la que estén asegurados los derechos humanos de todos frente a la violación de fuerzas tiránicas y gobiernos injustos.

6) Donde las instituciones políticas y económicas trabajen en beneficio de todos y no por los privilegios de unos pocos.

7) En la que se de educación total y gratuita a todos, no solo para conseguir empleo sino para crecer y florecer como seres humanos.

8) Donde evaluemos las necesidades humanas más allá de las ganancias monetarias, para asegurar estándares de vida decentes, lo que es imposible sin una verdadera democracia.

9) En la que trabajemos juntos en la protección del ambiente para que las futuras generaciones tengan asegurados aire limpio y saludable, agua y alimentos suficientes y puedan disfrutar de la belleza y la generosidad de la naturaleza de la que gozaron las generaciones anteriores.

El próximo paso será desarrollar una lista de objetivos y demandas. Como uno de las millones de personas que están participando en el Movimiento Ocupa Wall Street, quiero ofrecer respetuosamente mis ideas sobre lo que podemos conseguir si tomamos el control de nuestro país en nuestras manos que actualmente está en las manos del 1% y ubicarlo en las del 99% restante.

Esto es lo que propongo a la Asamblea General de Ocupa Wall Street: Las diez cosas que queremos: Las propuestas de Michael Moore para los ocupantes de Wall Street:

1) Eliminar el recorte de impuestos a los ricos establecido por G. Bush y crear nuevos impuestos a los estadounidenses ricos y a las corporaciones, incluidos los impuestos a todas las transacciones en Wall Street (que actualmente no pagan nada).

2) Castigar con un impuesto a toda corporación que traslade sus empleos a otro país cuando esté obteniendo ganancias en el nuestro. Nuestros empleos son nuestro tesoro más importante y no deben trasladarse a otros países porque alguien quiere simplemente ganar más.

3) Establecer que todos los estadounidenses hagan el mismo aporte a la Seguridad Social sobre todos sus ingresos (la clase media paga normalmente un 6% de sus ingresos a la Seguridad Social: quién gana un millón de dólares al año paga alrededor del 0,6% (un 90% menos que el promedio de la gente). Esta ley hará que los ricos paguen lo mismo que cualquier otra persona.

4) Reinstalar la ley Glass-Stegall, estableciendo reglas serias sobre la conducción de los negocios en Wall Street y en los bancos.

5) Investigar la crisis de 2008 y enjuiciar a quienes cometieron todos los delitos.

6) Reordenar los gastos prioritarios de la nación (incluyendo la terminación de las guerras externas y sus costos de alrededor de 2 millones semanales). Estos permitirá reabrir bibliotecas, reinstalar el arte y las clases de cultura cívica en nuestras escuelas, mejorar nuestras carreteras, puentes e infraestructuras, dotar a todo el país de internet en el siglo XXI y apoyar las investigaciones científicas que mejoren nuestras vidas.

7) Unirse al resto del mundo libre y crear un sistema de salud de pago único, libre y universal que cubra a todos los estadounidenses en todo el mundo.

8) Reducir inmediatamente las emisiones de carbono que están destruyendo el planeta y encontrar formas de vivir sin petróleo que irá terminándose a fines de este siglo.

9) Exigir a las corporaciones que tienen más de 10.000 empleados que reestructuren sus cuadros ejecutivos de modo que el 50% de sus miembros sean elegidos por los trabajadores de la compañía. No tendremos nunca una verdadera democracia mientras la mayoría de los trabajadores no sepan qué pasa en el lugar en donde transcurre la mayor parte de sus vidas: su trabajo (la mayor parte de los hombres de negocios rechazan esta idea porque piensan que los trabajadores no pueden conducir una compañía exitosa: los alemanes tienen una ley de este tipo que ha logrado que Alemania sea el país líder en exportaciones industriales).

10) Nosotros, el pueblo, debemos aprobar tres enmiendas constitucionales que conformarán el largo camino hacia la solución de los problemas centrales que actualmente tenemos: Incluirán:

a) Una enmienda constitucional que transformará nuestro actual sistema electoral mediante:

1) Quitar completamente las contribuciones a las campañas electorales

2) Requerir que todas las elecciones se financien públicamente

3) Trasladar las elecciones a los fines de semana para incrementar la asistencia de votantes

4) Hacer que todos los habitantes se registren como votantes en el día de su cumpleaños.

5) Prohibir el voto por computadora y exigir que todas las elecciones se hagan con votos en papel.

b) Una reforma constitucional que establezca que las corporaciones no son personas y que por lo tanto no tienen los mismos derechos constitucionales que los ciudadanos. Esta enmienda establecerá que los intereses del público y de la sociedad deben estar siempre antes que los intereses de las corporaciones.

c) Una reforma constitucional que deberá funcionar como “segunda declaración de derechos” como propuso el presidente Franklin D. Roosevelt: que todos los estadounidenses tienen derecho al empleo, al cuidado de la salud, a una educación gratuita y completa, a respirar aire puro, a tomar agua limpia y a comer alimentos saludables y a que los traten con dignidad y respeto en la vejez. Díganme que piensan ustedes. La Ocupación de Wall Street cuenta con el apoyo de millones. Es un movimiento que no se puede detener. Forme parte de él compartiendo sus ideas conmigo o “on line” ( en Occupywallst,org) Incorpórese (o comience a organizarlo) a su movimiento local de Ocupación. Haga  ruido. No es necesario instalarse con una carpa en el bajo Manhattan para ser un Ocupa. Usted lo es diciendo simplemente que lo es. Este movimiento no tiene líderes individuales ni portavoces, cada uno de los participantes es un líder en su barrio, en su escuela, en su lugar de trabajo. Cada uno de ustedes es un portavoz frente a quienes encuentre en su camino. No hay que pagar nada ni conseguir permisos para desarrollar una acción.

Hemos nacido hace solo ocho semanas, pero ya hemos cambiado los temas de conversación en nuestro país. Este es nuestro momento, el que hemos estado soñando, el que hemos estado esperando. Si iba a llegar, ahora está llegando. No se quede afuera. Este es el verdadero compromiso. Este lo es. Les deseo un feliz día de Acción de Gracias.

 

Fuente: http://www.michaelmoore.com/words/mike-friends-blog/where-does-occupy-wall-street-go-here

El presente documento ha sido consensuado por la Asamblea General de NYC con fecha del 29 de septiembre de 2011

En estos momentos en los que nos reunimos solidariamente para expresar un sentimiento de injusticia generalizada, no debemos perder de vista lo que nos ha unido. Escribimos estas palabras para que todos aquellos que se sientan agraviados por los poderes corporativos del mundo sepan que nosotros también estamos a su lado.

Como un solo ser, unidos, nos encontramos ante una realidad en la que el futuro de la especie humana depende de la cooperación de sus miembros; en la que nuestro sistema debe proteger nuestros derechos y, en caso de que el sistema se corrompa, queda en manos de las personas proteger sus propios derechos y los de sus vecinos; en la que un gobierno democrático deriva su competencia legítima de su pueblo, pero las corporaciones no piden permiso para expoliar la riqueza de la gente o de la Tierra; y en la que no es posible una democracia real, cuando el proceso depende de los poderes económicos. Apelamos a ustedes en un momento en el que las corporaciones, que ponen por encima el beneficio a las personas, sus propios intereses a la justicia, y la opresión a la igualdad, son las que manejan nuestros gobiernos. Nos hemos reunido aquí pacíficamente, pues es nuestro derecho, para que se conozcan estos hechos.

Las corporaciones se han quedado con nuestras casas mediante procesos ilegales de ejecución hipotecaria, a pesar de no contar con la hipoteca original.

Con total impunidad, se han quedado con los rescates provenientes del dinero de los contribuyentes, al mismo tiempo que continúan concediéndoles exorbitantes primas a sus directivos.

Han perpetuado la desigualdad y la discriminación en el entorno laboral en función de la edad, el color de la piel, el sexo, la identidad de género y la orientación sexual.

Han emponzoñado las reservas alimenticias por su negligencia, y han minado el sistema agrario mediante el monopolio.

Han sacado provecho de la tortura, la reclusión y el trato cruel de innumerables animales, y se han puesto de acuerdo para ocultar dichas prácticas.

Han tratado constantemente de despojar a sus empleados de sus derechos a la hora de negociar un aumento de sueldo o unas condiciones laborales más seguras.

Han esclavizado a los estudiantes con decenas de miles de dólares en deudas para recibir una educación que es, en sí misma, un derecho fundamental de los seres humanos.

Han externalizado sistemáticamente la mano de obra y empleado dicha externalización como medida de presión para recortar la asistencia sanitaria y el sueldo de los trabajadores.

Han manipulado a los tribunales para obtener los mismos derechos que las personas, sin que recaiga sobre ellas ningún tipo de culpabilidad o responsabilidad.

Han despilfarrado millones de dólares en equipos de asesoramiento jurídico para encontrar el modo de librarse de contratos de cara a las coberturas sanitarias.

Han comerciado con nuestra privacidad como si fuera una materia prima más.

Han empleado las fuerzas militares y policiales para impedir la libertad de prensa. Se han negado deliberadamente a retirar del mercado productos defectuosos que ponían en peligro vidas, únicamente en pro de su beneficio.

Son las que establecen las políticas económicas, a pesar de los fracasos catastróficos que dichas políticas han producido y continúan produciendo.

Han donado grandes sumas de dinero a los políticos, que son los responsables de dictar las normas que las regulan.

Continúan bloqueando formas alternativas de energía para que sigamos dependiendo del petróleo.

Continúan bloqueando los medicamentos genéricos que podrían salvar vidas o proporcionar una útil ayuda, únicamente con la intención de proteger sus inversiones que ya han producido sustanciosos beneficios.

Han ocultado deliberadamente derrames de petróleo, accidentes, fallos en la contabilidad e ingredientes inactivos, solamente en pro de su beneficio.

Han mantenido deliberadamente a la gente desinformada y con miedo, mediante su control de los medios de comunicación.

Han celebrado contratos privados para acabar con la vida de presos, incluso cuando se habían presentado dudas legítimas sobre la culpabilidad de los mismos.

Han perpetuado el colonialismo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Han participado en actos de tortura y en el asesinato de civiles inocentes en el extranjero.

Continúan creando armas de destrucción masiva para ganar contratas con el gobierno.*

A la gente de todo el mundo:

Nosotros, la Asamblea General de la Ciudad de Nueva York que ocupa Wall Street en Liberty Square, les instamos a que reivindiquen su poder.

Ejerzan su derecho a reunirse pacíficamente; a ocupar el espacio público; a crear un proceso para gestionar los problemas a los que nos enfrentamos; y a generar soluciones accesibles para todos.

A todas las comunidades que entren en acción y formen grupos inspirados en la democracia directa, les ofrecemos apoyo, documentación y todos los recursos que tenemos a nuestra disposición.

¡Únanse a nosotros para que su voz también se oiga!

Esta enumeración de agravios no es cerrada ni está completa.


Por Marco Antonio Moreno

A diez años de aquel 11 de septiembre que borró del mapa a las Torres Gemelas, y que despertó las alertas de la globalización, hay que reconocer que son muchas las interrogantes que siguen sin respuesta. Sin entrar en este detalle, es preciso señalar que las devastadoras consecuencias para el comercio mundial que se previeron entonces, así como la dura recesión que se pronosticó para la economía en su conjunto, no se produjeron por la caída de las torres sino por las decisiones tomadas posteriormente. Los efectos del estallido de la crisis subprime desencadenada seis años más tarde han tenido consecuencias mucho más devastadoras.

Las encuestas realizadas en Estados Unidos señalan que el gobierno de George W.Bush sobrerreaccionó a la amenaza terrorista, en una operación que debilitó al país y es responsable de la actual crisis financiera. Parte del masivo déficit público que ya supera todo el PIB de EEUU (15 billones de dólares), es producto del fuerte costo que han tenido para ese país las guerras de Afganistán e Irak, que duplican el alto costo que tuvo la guerra de Vietnam, y que obligó a Estados Unidos a terminar con el acuerdo de Bretton Woods. Es más, las guerras de Afganistán e Irak son las primeras financiadas en un 100% con crédito bancario, lo que evidencia también su huella en la crisis financiera.

Los datos de la Institución Brooking entregados ayer, acusan al gobierno de reaccionar exageradamente y gastar demasiado en las guerras. Seis de cada diez estadounidenses consideran que la economía de Estados Unidos se debilitó por el gasto excesivo en su respuestas a los ataques del 9/11, con las guerras de Irak y Afganistán. Dos de cada tres estadounidenses perciben que en esta década, el poder del país y su influencia en el mundo disminuyó. Una gran mayoría (73%) piensa que Estados Unidos debe reducir el número de tropas en Afganistán, así como el 49% opina que la guerra de Irak fue un error..

De acuerdo a datos proporcionados por Joseph Stiglitz, el costo de estas guerras supera los 3 billones de dólares, cifra que puede aumentar en 1-2 billones de dólares al incorporar los pagos de atención médica y los pagos por incapacidad futura a las tropas que regresan (más de 900.000 efectivos). El aumento en los gastos en defensa, junto con los recortes tributarios de Bush, marcan el triste tránsito desde un superávit de 2% del PIB el año 2000 a la lamentable situación deficitaria de hoy. La primera potencia económica del planeta, con un 5% de la población, producía el 24 de la producción mundial pero consumía el 50% de toda la producción del planeta. En ese mismo orden ha sido su gasto militar.

Estados Unidos no sólo está debilitado económicamente sino que también su credibilidad se ha desplomado. Gran parte de la prensa mundial mantiene aún serias dudas sobre la veracidad de las informaciones sobre los atentados del 11-S, y quien está detrás de ellos. Hace algunos años, el ex-presidente italiano Francesco Cossiga, señaló a Corriere Della Sera, que quienes estaban tras el atentado del 11-S eran la CIA y el Mossad. En su edición enero 2011, la popular revista alemana “Welt der Wunder” publicó los resultados de una encuesta realizada por el instituto Emnid, en la que se indica que casi el 90% por ciento de los alemanes están convencidos de que el gobierno de los Estados Unidos no está diciendo toda la verdad sobre los atentados del 11 de septiembre.

Otra encuesta realizada en Inglaterra por ICM, muestra que una gran mayoría de los residentes está de acuerdo que la versión oficial de lo ocurrido el 9/11 es falsa en varios aspectos importantes. Sólo el 8% está de acuerdo en que se les ha dicho la historia completa de los ataques del 9/11. Otra encuesta realizada en Francia por el HEC de París demuestra que el 58% de los franceses duda de la versión oficial del 9/11, y 49% cree que el gobierno de EE.UU. permitió deliberadamente los ataques.

Una encuesta de Zogby realizada en agosto de 2007, señala que el 67% de los estadounidenses sigue exigiendo una investigación sobre el colapso de la Torre 7, que no fue afectada por el atentado, y que sin embargo cae en forma idéntica. A diez años de estos hechos, muchas preguntas siguen sin respuesta, y sólo está en claro el alto costo que se ha pagado en guerras y víctimas humanas. Es un triste legado que estará con nosotros durante mucho tiempo.

Por Marco Antonio Moreno

El plan de austeridad anunciado por el presidente Obama se ha alzado como un tsunami para las economías europeas. Los recortes presupuestarios, que llegarán a 2,5 billones de dólares, implicarán un grave daño al comercio mundial y a las principales economías socias de Estados Unidos. La amenaza de un estancamiento profundo se hace cada vez más evidente, pero ni las autoridades europeas ni americanas parecen percibirlo.

El Ibex se desplomó un 3,25% y alcanzó a disfrutar de apenas 30 minutos de felicidad en su apertura. Desde el minuto 40 el desplome se hizo imparable propinando a las bolsas la mayor caída del año. El Ibex se ubicó en un nuevo mínimo anual, mordiendo el polvo de un sistema que vive su lenta agonía. La banca fue el sector que más presionó a la baja: Popular cayó 5,04%; BBVA 4,75%, Sabadell 4,37%; Bankinter 3,94% y Santander 3,45%. Acciona tuvo su peor día al desplomarse 6,57%.

Las malas noticias también vienen de Estados Unidos: el índice ISM de la producción manufacturera retrocedió en el mes de julio hasta los 50,9 puntos, desde los 55,3 puntos de junio. Este dato publicado por el Institute for Supply Management (ISM) se situó bastante por debajo de lo esperado dado que se había adelantado una cifra cercana al 55,0. No obstante, alcanzó su peor lectura en dos años.

La economía global se encuentra en estado de shock y estamos en el umbral de una nueva recaída. La soñada recuperación fue solo una mera fantasía y ya las agencias de calificación anuncian rebajas para la calificación de Francia. No tardarán en rebajar la calidad de la deuda de Estados Unidos y todo el mundo se verá entrampado en los designios de estos oráculos fallidos, que no solo alentaron la crisis al dar la triple A a los activos tóxicos, sino que ahora la profundizan al clasificar al nivel de basura la deuda de los países. Como señalé en Quiebra política y económica de Estados Unidos, abre las puertas a nueva crisis mundial, este verano no habrá tregua para la crisis financiera.

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